En 1955 Rosa Parks se negó a ceder su asiento en el autobús a una persona blanca. Fue arrestada en virtud de las leyes de segregación racial de la época (1). Fue el pistoletazo de salida de una lucha que hizo tambalear los cimientos de la sociedad estadounidense en plena Guerra Fría (2). El efecto de miles de personas en las calles reclamando nada más y nada menos que la igualdad entre blancos y negros afectó a muchos de los aspectos de la cultura de masas estadounidense, incluyendo algo tan americano y popular como son los cómics, así surgiría Black Panther, por ejempo. Que no os engañen las mallas apretadas y el papel de baja calidad. Durante la Guerra Fría (3), los cómics reflejaron muchos de los conflictos de su sociedad. Una sociedad completamente inmersa en el pánico nuclear, el terror rojo y el racismo (4).
O salvajes o chistes: la población negra en el cómic hasta los años 60
Durante los primeros años del cómic, los personajes negros (5) se encasillaban en estereotipos. O bien el del “buen salvaje”, casi primitivo y bueno por naturaleza al estilo roussoniano (6); que ayudaba al héroe de turno en sus aventuras. O bien eran directamente un chiste con patas. Por poner un ejemplo de ambas tenemos a Lothar. Este era el salvaje y medio analfabeto acompañante de Mandrake el mago (7). Y su única función era aportar fuerza bruta a la inteligencia privilegiada del protagonista. O Ebony White de The Spirit (8). En su caso era básicamente una caricatura con los rasgos exagerados y para más inri hablaba el típico dialecto negro del sur de Estados Unidos.
Y ya está, los personajes negros que aparecían en los cómics de la época se encuadraban básicamente en estos dos estereotipos (9). Y eso cuando estaban del lado de los buenos; si no, directamente eran salvajes violentos sin más profundidad. Hasta los años 60 era normal ver viñetas de ciudades concurridas donde no aparecía ni un personaje de color, de cualquier color que no fuera blanco claro.
Si Marvel se caracteriza por algo es por utilizar una base real en sus historias, que hace que conectes enseguida con las situaciones que te plantean. Por eso no es casualidad que los primeros PERSONAJES CONTEMPORANEOS
personajes de color fuera de estos estereotipos (10) aparecieran en sus viñetas. Primero como secundarios, pero poco después como personajes con derecho propio dentro de la casa de las ideas (11).
El primer superhéroe negro. Black Panther
En 1966 Marvel dio un golpe de efecto y presentó al primer héroe negro en una de sus historias de superhéroes (12). Black Panther llegaba a Los 4 Fantásticos (13) ese año para poner en jaque a la primera familia (14) y demostrarse a sí mismo si era capaz de enfrentarse a su mayor enemigo, Klaw.
Lo especial de Black Panther no es solo que sea el primer personaje africano (15), además era el rey de un país ficticio llamado Wakanda, que rompía todos los estereotipos sobre los países sudafricanos. Black Panther era el mandamás del país que poseía el mineral más raro y versátil de la tierra, el vibranium. Esto convertía a este pequeño país situado en África en el lugar más rico y avanzado tecnológicamente del universo Marvel.
En 1975, y después de unos cuantos personajes de color más como Luke Cage (16), Marvel dio el siguiente paso y presentó a Tormenta (17). Africana de origen y dotada con el poder de controlar el clima, se convirtió rápidamente en uno de los personajes más icónicos de los X-men. Durante su trayectoria llegó a liderar varias veces los X-Men e incluso se convirtió en reina de Wakanda al casarse con Black Panther cuando ella misma decidió retirarse de la Patrulla y volver a África.
Black Panther y Los Panteras negras
Dentro del movimiento por los derechos civiles existían dos corrientes de pensamiento. La primera era la partidaria de la revuelta pacífica para llegar a la igualdad de derechos. La segunda sostenía una ideología más beligerante, llegando a rechazar la no violencia como método para obtener la igualdad.
Estas dos lineas de acción estaban representadas por Martin Luther King (18) y Malcolm X (19) respectivamente, dos de los portavoces mas conocidos de la lucha por la igualdad. De hecho, Malcolm X se identificaba con el llamado “nacionalismo negro”, también promulgado por los Panteras Negras (20). Estos Panteras Negras originalmente tenían la función de controlar la brutalidad hacia los negros, y poco a poco se convirtieron en uno de los grupos mas influyentes del movimiento negro.
Marvel, de repente, se encontró con un problema: meses antes de la aparición de este grupo, desde la casa de las ideas habían lanzado un personaje con el mismo nombre, Black Panther. Evidentemente, desde Marvel no podían permitir que uno de sus personajes, Black Panther, se relacionara con un grupo político radical. Así que durante una temporada, y ya que según el propio T’Challa el nombre de Black Panther tiene «connotaciones políticas», decide llamarse Black Leopard (21).
El cambio de nombre de Black Panther, demuestra que desde la editorial estaban muy al tanto de los cambios sociales que habían en la calle. Así Kirby y Lee acabaron reflejando el racismo de la sociedad americana en los años 60, la lucha de derechos y las dos líneas de acción que seguía dicho movimiento.
Falcon y el movimiento por los derechos civiles en Harlem
Hace algunos años volvió a salir a luz, gracias a las películas de Marvel Studios, uno de los sidekicks (22) más icónicos del Capitán América: Sam Wilson, más conocido como Falcon. Este personaje creado en 1968 fue, además de asistente social, uno de los primeros héroes afroamericanos, que no africano, de Marvel comics. Falcon vivirá de primera mano el estigma del racismo, posicionándose en la lucha de la sociedad afroamericana por conseguir la igualdad. Dos años después de su primera aparición acabaría enfrentándose a la problemática de los derechos civiles en Estados Unidos (23).
Afincado en Harlem, Sam Wilson descubre a un grupo que pretende arrasar su barrio hasta los cimientos como forma de reivindicación por los derechos de los afroamericanos. En este cómic vemos representadas las dos facciones dentro del movimiento pro-derechos. Por un lado, tenemos al propio Falcon y al reverendo García, más moderados y defensores de la integración pacífica. Y por el otro, a unos misteriosos encapuchados que visten túnicas púrpura con un puño en la espalda. Éstos últimos eligen emplear la fuerza, e incluso consideran al propio Falcon una especie de “Tío Tom” (24) por defender el consenso antes que el extremismo y la violencia.
Este puño era el saludo característico de los Panteras Negras y representaba el «Black Power», entendido como empoderamiento de la población negra. Este gesto había salido a la palestra mediática 4 años antes en las olimpiadas de México 68, donde Tommy Smith y John Carlos levantaron su puño enguantado en señal de protesta por la situación de la población afroamericana en Estados Unidos.
En este mismo número, Falcon decide desligarse del Capitán América y empezar su carrera en solitario para defender Harlem y a su gente. Sin embargo, en esta versión hay un matiz curioso respecto a la historia real del movimiento por los derechos civiles. En la historia de Falcon, los encapuchados están liderados por el enemigo por antonomasia de Capitán América, Cráneo Rojo, un auténtico genio del mal. Esto nos da a entender que, realmente, la población no desarrolla por sí misma ese uso de la violencia para reivindicar sus derechos, si no que éste aparece cuando alguien externo lo fomenta. Pese a que Malcolm X era defensor del uso de la violencia como forma de contestar a la opresión blanca, jamás instigó a sus seguidores a quemar Harlem, por ejemplo. Es curioso como, en la mayoría de cómics en los que se representan revueltas sociales de cualquier tipo, este hecho se repite: la aparición de un personaje esencialmente malvado que exalte a las masas exonera de culpa a la gente.
Estos son sólo unos pocos ejemplos de cómo los dibujantes de Marvel cómics plasmaron en sus obras la realidad social del momento (25). Todo arte es un reflejo de la sociedad que lo genera y, fuese o no de forma intencionada, lo que está claro es que vivir el día a día de las revueltas sociales a favor de los derechos civiles acabó afectando a sus cómics. Gracias a ello, generaciones posteriores pueden revivir determinados aspectos del conflicto a través de las aventuras de héroes como Falcon o los X-men.
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