Las criaturas y monstruos de la mitología clásica griega no nos son indiferentes y todos tenemos más o menos una idea sobre ellos. Si nos pidiesen que describiésemos un cíclope, hidra, minotauro o a la propia Medusa, seguramente, todos daríamos descripciones similares. Sin duda alguna, la mitología griega sigue muy patente en nuestra cultura, gracias a la literatura, videojuegos y el cine. Es en este último arte donde nos vamos a parar para hablar de una figura crucial que hizo realidad lo imposible hasta aquel momento: dar vida a esos seres fantásticos. Hablamos de Ray Harryhausen, un auténtico creador de monstruos, como también lo fue Lovecraft y del que se pueden encontrar alguna que otra referencia a este otro genio en la obra de Harryhausen, genio de los efectos especiales del siglo XX, gracias a la técnica de stop-motion (1).
Es posible que algunos ya lo conozcáis u os suene el nombre de Ray Harryhausen, pero vamos a profundizar un poco en su vida y obra.
EE. UU. ve nacer al creador de monstruos: Ray Harryhausen
Nuestro creador de monstruos Harryhausen, proviene de una familia germana. Fue su abuelo quién, desde tierras alemanas, no se sabe exactamente de qué parte, llegó a San Francisco en el año 1850 y se asentó en la ciudad de Nevada (2). Ray Harryhausen nació en Estados Unidos al inicio de la década de los felices años veinte. Felices y movidos realmente por muchos acontecimientos en diferentes ámbitos.
Es en este momento, después de finalizar la Primera Guerra Mundial (1918) (3) en el que Estados Unidos comienza un periodo de prosperidad económica y política. Pero tampoco nos podemos olvidar que en el ámbito social hubo grandes cambios. Las mujeres estadounidenses logran que se le reconozca su derecho a voto. También es la época de Al Capone y todas las mafias que surgen alrededor de la conocida como “ley seca”, que prohibía la compraventa de alcohol (4).
Tampoco nos debemos olvidar que en esta década nacerían importantes directores como Franklin James Schaffner (El planeta de los simios, 1967) o autores como Frank Hertbert (Dune, 1966) o Isaac Asimov (La Fundación, 1951 o El hombre bicentenario, 1976) (5). Muchas de estas obras influenciarán a nuestro autor.
Las pasiones de Ray Harryhausen
Desde su infancia, Ray Harryhausen se vio atraído por el océano y sus profundidades. ¿Alguien ha pensado en Lovecraft? Los museos la atraían sobremanera ya que eran lugares donde él podía saciar su inmensa y constante curiosidad (dinosaurios, épocas pretéritas…). No en vano, su Medusa de Furia de Titanes (1981) tendrá su base en un cuadro de Caravaggio. Pero no nos adelantemos. Y por supuesto, también se veía atraído por el mundo del cine.
Había una serie de enciclopedias conocidas como Los libros de las maravillas que maravillaron a nuestro autor desde muy joven. En ellas se trataban temas mitológicos, cuentos de hadas y aspectos de ciencia ficción que entusiasmaban a Harryhausen. Todas estas pasiones lo acompañaron a lo largo de toda su vida. Y sus padres siempre lo animaron a experimentar y jugar, entre otras cosas, con marionetas. Algo sin duda crucial en su vida, como veremos a continuación.
«Recuerdo estar yendo a ver los marionetistas de Yale, y después las Marionetas de Salzburgo, en el Orpheum Theater en el centro de Los Ángeles, lo que me permitió tener el primer contacto con los muñecos animados y las maquetas» (6).
La importancia de King Kong para nuestro creador de monstruos
A muy temprana edad, lo llevaron a ver El mundo perdido (1925) (7) y más adelante visionará King Kong (1933) (8). Será con esta última película con la que nuestro futuro genio de los efectos especiales y creador de monstruos se tome realmente en serio su afición por la fabricación de muñecos y marionetas (9). Llegando a montar un taller en el garaje de la casa de sus padres para experimentar con sus muñecos (10).
«Vi King Kong con trece años y ya nunca fui el mismo» (11).
«Mi trabajo, y por consiguiente gran parte de mi vida, ha estado ligada a una película en concreto y al hombre que la hizo posible. La película es King Kong (1933), y aunque Merian C. Cooper produjo y en parte concibió la idea, fue Willis O’Brien quien creó a Kong y le dio vida» (12).
Entablará amistades, desde joven, de muy diversa índole que lo irán influenciando a lo largo de su vida. Prueba de ello es su amistad con otro estudiante del instituto al que iba: Ray Bradbury, autor de Crónicas marcianas (1950) y Farenheit 451 (1953). Una amistad que dura para toda la vida (13).
Toda esta pasión e influencias desembocarán en que termine por estudiar arte, anatomía y clases de cine para lograr dar vida a todo ese mundo que lo rodeaba,. a través de sus maquetas que cada vez realizaba con más talento (14).
La eclosión de Ray Harryhausen en el cine
La filmografía de nuestro autor como encargado de efectos especiales es amplia, pero caben destacar, entre todos sus títulos, algunos que están basados en la Grecia antigua, como pueden ser Jasón y los argonautas (1963) o Furia de Titanes (1981) (15). En ambas, hace gala de una capacidad creativa sin igual. Pero para llegar a este punto, Ray Harryhausen tuvo que ir perfeccionando su técnica a lo largo de los años.
El momento para Harryhausen llegó durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), donde un oficial, Frank Capra (16), al igual que otros directores, descubrió a este genio del stop-motion. Gracias a ello Harryhausen empezó a trabajar en diversas películas de propaganda como Why we figth (17) (18).
Será gracias a la intervención de Willis H. O Brien (19), creador del mítico gorila protagonista de King Kong (1933), que cuando se enteró de que se iba a rodar una nueva película de un simio gigante (El gran gorila, 1949), no dudó en recomendar a Harryhausen, a quien había conocido con anterioridad. A partir de aquí, su carrera será meteórica y Harryhaussen se asentará como toda una eminencia en el arte de los efectos especiales.
Efectos especiales y monstruos
Será en la década de los 50 y 60 del siglo XX cuando Harryhaussen de rienda suelta a sus capacidades.
En 1953, con la película El monstruo de tiempos remotos (1953), Harryhausen muestra al mundo una nueva técnica que permitía ahorrar dinero a la industria del cine, ya que permitía insertar imágenes de stop- motion con imágenes reales. De esta forma, el gran dinosaurio imaginado por su eterno amigo Bradbury cobra vida en la pantalla (20).
La técnica inventada por Ray Harryhausen recibirá el nombre de Dynamation. Un nombre que llegará junto con la película Simbad y la princesa (1958) (21). Aquí, el genio nos muestra una sensual dama Serpiente, demostrando así que no todos los monstruos tenían que ser criaturas enormes (22).
Aparte de esta dama Serpiente también cabría destacar otras criaturas fantásticas que aparecen en esta película, como el cíclope o una especie de dragón clásico que era el guardián de un terrible hechicero (23). Pero será primero con la película Jasón y los argonautas (1963) y más adelante con Furia de Titanes (1981) donde Harryhausen haga gala de todo su potencial, mostrándonos algunas de las criaturas más fabulosas de la mitología clásica griega.
La mitología de Ray Harryhausen
El gusto por la cultura clásica ya no nos es desconocido y ello unido al descubrimiento de las obras de H. G. Wells (24) y el visionado de diversidad de películas, generó en nuestro autor un interés muy particular por esos temas (mitológicos y de ciencia ficción), como bien ya ha quedado patente. Y prueba de ello son algunas de las películas ya mencionadas (Jasón y los argonautas y Furia de Titanes). Y es sobre estos filmes de los que vamos a hablar. Aunque la filmografía de nuestro autor es mucho más amplia (25).
El mito de Jasón según Harryhausen
En cuanto a Jasón y los argonautas (1963), nos narra las aventuras de un mito de la cultura clásica en la cual el héroe Jasón se embarca en un épico viaje acompañado de otros héroes, los argonautas (por Argo, el nombre de su navío) (26), en busca del vellocino de oro para lograr ser rey de Yolcos (27). A lo largo de su periplo tendrá que hacer frente a múltiples obstáculos. Entre ellos, el enfrentamiento contra diversas criaturas mitológicas. Y es aquí donde deslumbra el trabajo de Ray Harryhausen.
Cabría destacar, entre todas las criaturas que aparecen en la película, el ejército de esqueletos y la hidra que custodia el vellocino. Es en este punto que cabría indicar que como en prácticamente toda película se hacen una serie de licencias. Y eso que contrataron a un especialista en mitología (28). En el mito no se hace referencia a ninguna hidra, más bien a un gran lagarto o dragón, según la fuente consultada. Pero en ninguna se menciona a una hidra ni a ninguna criatura de múltiples cabezas (29).
Lo que sí aparece en el mito son unos toros, creación de Hefesto (30), con patas de bronce, invulnerables a cualquier acero y que escupían fuego por su boca (31). De la misma manera tampoco se hace una referencia explícita a un ejército de esqueletos, aunque sí a unos guerreros que surgen al ser plantados en la tierra labrada (32). Eso sí, dicho ejército de esqueletos servirá de inspiración a películas posteriores como El ejército de las tinieblas (1992) (33).
El mito de Perseo según Harryhausen
Furia de Titanes (1981) es una película elaborada muy ingeniosamente y que nos narra una historia muy clásica. La historia del héroe Perseo víctima de una profecía. Se verá involucrado en una lucha entre dioses teniendo que hacer frente a increíbles desafíos que logra superar con la ayuda de algunos dioses (34).
Cabría destacar, entre todas las criaturas que aparecen en la película, el Kraken y Medusa.
El Kraken en Furia de Titanes
Por lo que respecta al famoso Kraken sí se hace referencia, en cierta forma, en el mito a un monstruo marino enviado por el dios del mar Poseidón, ya que una humana se había jactado de que ella y su hija eran más bellas (35) que las nereidas (36), quienes se chivaron a Poseidón. Este, ni corto ni perezoso, envía a un gran monstruo marino para darles un escarmiento. Es aquí cuando interviene nuestro héroe Perseo (37).
Sin embargo, hay que matizar que la descripción que se da, en ningún momento, es la de un kraken tal y como nos lo imaginaríamos. Un enorme monstruo (pulpo o calamar) con tentáculos que, como bien sabéis, y si no os lo digo yo, acabó con la vida de Jack Sparrow en la segunda película de Piratas del Caribe (38). Simplemente se habla de un monstruo o sierpe, nada más. El término kraken y la imagen que tenemos de él no se corresponde con la mitología griega como se nos ha dado a entender, sino que proviene de la mitología escandinava (39).
Bien es cierto que la criatura que nos presenta Harryhuasen en la película de Furia de Titanes (1981) más bien se asemeja al monstruo que aparece en la película Creature from the Black Lagoon (1954) (40) (41). Un híbrido entre hombre, pez, pulpo, sierpe, etc. Buscaba inspirar terror y horror con su creación. Y quizás también sea una imagen más cercana a lo que realmente era aquel monstruo marino al que se enfrentó Perseo.
Medusa en Furia de Titanes
Por lo que respecta a Medusa hay que decir que sí se hace explícitamente referencia a ella en el mito. Es más, cuidado spoiler, Perseo acaba con ella cortándole la cabeza.
Sin duda, Medusa, es la gorgona (42) por excelencia y más famosa de la mitología (43). No en vano tenemos múltiples descripciones y representaciones de ella en diferentes formatos a lo largo del tiempo. No es raro, por lo tanto, que nuestro autor tuviese una especial fijación con esta criatura. De hecho, antes de Furia de Titanes, intentó en varias ocasiones llevarla al cine, pero fracasó una y otra vez (44).
La Medusa de Harryhausen se basa en las representaciones más tardías de la criatura, entre otras la Medusa de Caravaggio (1597) y la Testa di Medusa (1600), una obra anónima (45). Unas representaciones que le confieren un aspecto más humanoide y estilizado y no tan aberrante como en sus primeras manifestaciones (cuerpo de caballo, dientes de jabalí, rostro deforme, lengua hinchada…) (46). Continúa, por supuesto siendo una criatura híbrida, con una cabeza rodeada de serpientes, alas y una mirada que te petrificaba, que logra inspirar temor.
Uno de los más grandes: Ray Harryhausen
Soy consciente de que hay muchos otros elementos y aspectos que cabría destacar de la figura de Ray Harryhausen. Quizás para un siguiente artículo. Pero lo que sí que creo que queda patente es que nuestro técnico en efectos especiales y productor se revela como uno de los grandes dentro de la industria del cine norteamericano en particular y la industria del cine en general.
Trasciende el tiempo y llega a nosotros a través de sus criaturas fantásticas, hechas con gran cariño. Unos monstruos como nunca se habían visto en pantalla y que han calado en el imaginario popular desde aquel momento y para siempre. Estamos ante todo un referente de la cultura popular.
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