Fernando el católico junto con su esposa, Isabel la católica, son dos de los reyes más conocidos de la historia de España. Tal y como indica su nombre, el catolicismo fue para ambos un asunto importante. Aunque Fernando pecase por sus pasiones carnales tan conocidas (o no) durante su vida. Vamos, que las infidelidades de Fernando el Católico fueron sonadas.
Pero, primero de todo, pongámonos en contexto. Fernando, hijo de Juan II de Aragón (1), era conocido por su presencia galante y seductora. Y, además de ello, por ser un hombre prudente en sus decisiones políticas. Amaba a España y la llevó a su máxima grandiosidad. Aunque, a pesar de ser un gran gobernador, pecaba de mujeriego. Y esto no es algo anecdótico, sin más importancia. ¡Qué va! Las infidelidades de Fernando el Católico llegaron a cambiar la historia.
Los amores previos a su matrimonio con Isabel la Católica
Previo al matrimonio con Isabel, en 1469, las amantes de Fernando fueron varias. Entre ellas, destacó Aldonza Roig de Ivorra (2). Con ella tuvo a Juana (la condensa de Haro) y a Alonso de Aragón. Este último, acabó siendo arzobispo de Zaragoza y virrey de Aragón.
Llegado a este punto, querido lector, puedes llegar a pensar que esto es un inconveniente para contraer matrimonio, dada la imagen mujeriega que tenía nuestro protagonista. Pero eso, a diferencia del pensamiento de hoy en día, era visto como algo normal o natural. Se creía que ese impulso masculino que llevaba a seducir a más de una mujer a la vez era lo más normal del mundo. Incluso a pesar de las consecuencias, es decir, los hijos bastardos.
Fernando el Católico y las infidelidades: ¿dejó de lado los amores tras conocer a Isabel?
Lamento comunicar que no fue así. De hecho, se vio aumentado este impulso. Así, generó grandes cotilleos en la corte, que produjeron profundas discusiones entre los reyes.
Entre sus amantes, destacó Juana Nicolás. Era una plebeya, con la que tuvo un fugaz encuentro, en la villa de Tárrega. Con ella tuvo una hija natural: Juana de Aragón. Sin embargo, ahí no quedó la cosa. Otras de las mujeres fueron Toda de Larrea y la portuguesa Pereira. Estas le dieron una hija cada una, ambas llamadas María. Y las dos se dedicaron a la iglesia, siendo abadesas de Nuestra Señora de Gracia el Real de Madrigal (Ávila).
Estas, no supieron que eran hijas del rey hasta la muerte de Isabel. Lo cual no quiere decir que la reina no estuviese al tanto de las infidelidades por parte de su marido. Cosa que a la mujer, como es entendible, no le gustaba un pelo. Pero la excusa de Fernando era que, aunque la reina Isabel era muy poderosa y atractiva, un rey necesitaba más que una sola mujer.
A pesar de todo ello, la reina amaba al rey. Y, como buena reina que fue, mantuvo su estabilidad política. Tomó decisiones por su propia voluntad, tal y como su carácter le exigía y como había sido educada.
Las infidelidades de Fernando el Católico no cesaron: Beatriz de Bobadilla, la dama cazadora
La propia Academia de la Historia la describe como “cruel, ninfómana y codiciosa”, trasladando de este modo la imagen que se tenia de ella en ese momento. Mujer fría, enamoradiza y bella. Un volcán de emociones, que la llevaron a enamorar a más de un hombre. Aunque su corazón estuviese ocupado. Al igual que Fernando, se dejó llevar por esas pasiones carnales, dejándonos en las líneas de la historia escritos numerosos nombres de sus amantes.
Beatriz entró a la corte como dama de la reina Isabel. Sin embargo, sus encantos arrolladores y su carácter rotundo y descomunal llevaron a que Fernando se encaprichase de ella y pusiese en práctica todas esas actividades que, en base a las ideas católicas de la reina, no había podido realizar. La corte, al tanto de estos encuentros, informó a la reina. Esta decidió enviar a la dama a canarias (lugar lejano en ese momento) y casarla con un hombre de avanzada edad.
¿Era realmente Beatriz una mujer henchida en esos vicios carnales, llegando a engañar a sus amantes? Puede que lo fuera, al igual que Fernando y muchos personajes de nuestra historia. Por ello, te invito a ti, querido lector, a analizar las líneas de todas y cada una de las reseñas que leas acerca de nuestros antepasados y cuestionarte sobre la veracidad de las acusaciones. Ya que, tal y como acabamos de leer, las palabras hacia Beatriz no son muy favorables. Pero tampoco deberían de serlo hacia nuestro protagonista, el cual pecaba de Donjuán estando casado.
La cazadora cazada
Sin embargo, Beatriz no fue casta en su matrimonio y se le conocían grandes aventuras con otros hombres. Por ejemplo, con Cristóbal Colón. Con ellos compartía lecho una noche y a la mañana siguiente los ordenaba matar, para que no se pronunciasen acerca de sus encuentros. Aunque esto último no fue el caso de Colón.
Los caminos de la reina y Beatriz volvieron a juntarse, cuando la dama se vio obligada a acudir a la corte a pedir ayuda y protección.
El desenlace de su vida no es muy difícil de imaginar: apareció muerta en el lecho de su cama. La dama cazadora había sido cazada. ¿Habría sido asesinada? ¿Había muerto de forma natural? ¿Fue la reina quien la mató envenenándola y haciéndole pagar por todo lo que había hecho? Puede que la respuesta sea alguna de ellas o ninguna. Lo que si tenemos claro, es que no murió empapada en esa sangre que tanto le complacía derramar, sino retorcida de dolor.
Las infidelidades de Fernando el Católico: ¿el único rey infiel en la historia?
La historia nos brinda largas líneas de nombres de amantes de reyes y reinas. Por lo que la infidelidad era un tema común y normal. Aunque no se mostraba así al pueblo. Siempre primaron la unión y la imagen de matrimonio feliz e indestructible.
¿Pudieron estas infidelidades por parte del rey llevar a Isabel al lecho de la muerte? Es una de las teorías que sostiene la historia, aunque la razón principal fue un tumor en el útero. Pero este aumentó por el empeño de la reina en acudir a caballo a todas sus reuniones. Incluso acabando de haber dado a luz a los 5 hijos (3) que tuvo con Fernando y que conforman la descendencia «oficial» de nuestra historia (aunque usted ya sabe que no fue la única).
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