La República catalana de 1934: la otra independencia

A lo largo de la Historia, las relaciones entre España y Cataluña han sido difíciles. A pesar de que también haya habido buenos momentos. Pero, muy bien no se llevan, que le vamos hacer. Uno de esos capítulos de desamor ocurrió en 1934. Si la proclamación de la República catalana hecha por Puigdemont en 2017 duraría, ni más ni menos, que 6 segundos, ¡ésta duraría 10 horas! En este artículo hablaremos de porqué se llegó a esta situación y que ocurrió al final.

La Generalitat: la llegada de la autonomía catalana

Con la llegada de la Segunda República española (1) también vendría la autonomía catalana. Estuvo reivindicada por el catalanismo político desde sus origines. De hecho, fue la condición máxima impuesta a los republicanos españoles en San Sebastián (2). Y lo prometido es deuda. No obstante, la recuperación de las instituciones catalanas no sería nada fácil.

En primer lugar, dentro del republicanismo y del socialismo español, habría sectores contrarios a que Cataluña obtuviese demasiadas competencias autonómicas. Por ejemplo, José Ortega y Gasset lo calificaría como un anhelo enfermizo de vivir a parte de los demás pueblos y comunidades (3).

En segundo lugar, la fuerza política que ganaría las elecciones en Cataluña sería Esquerra Republicana (4). ¡Sí! el partido de Gabriel Rufían. Se trataba de una organización joven, dinámica y, a su vez, muy diversa. Uno de sus mayores componentes sería Estat Català (5), claramente separatista. Esto les llevó al primer enfrentamiento con el Gobierno provisional de la República española (6).

Estatuto Cataluña 1932 República catalana independentismo
Estatuto de Cataluña de 1932. Fuente..

De todos modos, la Constitución de 1931 (7) declaraba a España un Estado integral, que aceptaba en ella regiones autónomas. Por lo tanto, la organización territorial del nuevo sistema sería autonomista y no federal (8). Tal y como lo planteaba ERC (9). Vamos a ver…En España, exceptuando a Cataluña, Euskadi y en menor medida Galicia, no existía  un sentimiento nacionalista regional que reclamase un autogobierno propio para éstas (10). 

Así pues, tras un largo debate en las cortes de Madrid, el proyecto de autonomía catalana se aprobaría el 9 de setiembre de 1932. 

La reacción de las derechas

Empezaba, al mismo tiempo, una nueva campaña anticatalana (11). El espectro conservador había quedado trastocado, tras la caída de la Monarquía y el advenimiento de la República. Pero cogería fuerzas a raíz de las políticas laicas y autonomistas lanzadas por el Gobierno republicano-socialista (12). Su mayor exponente sería la CEDA (13). Una fuerza de derechas tradicional…tos… VOX (14)… tos… y católico que, abanderando la lucha de la unidad nacional, se hizo, entre otras cosas, con la primera posición en las elecciones de 1933.

Aun así, no conseguiría entrar en el poder hasta 1934. Esto coincidiría con una situación internacional bastante delicada para las democracias liberales. ¡Vaya! ¿A qué nos suena eso? (Trump, Bolsonado, Marie Le Pen) ¡¡¡Si es que no aprendemos!!!!

En Alemania, Hitler había ganado las elecciones recientemente  (15). Y en Austria, el general Dolfuss había aplastado a la oposición socialista (16). Por esta razón, la izquierda española se radicalizó hacía posturas extremistas (17).

Cataluña, último bastión del republicanismo progresista

En Cataluña, si bien las elecciones habían dado un revés a ERC, todavía conservaría la Generalitat (18). Su líder sería ahora Lluis Companys (19). Se trataba de un hombre más cercano hacia los sectores republicanos y obreristas del partido. Por consiguiente, el sector nacionalista siempre le echaría en cara su poca catalanidad (20). No la tendría demasiada larga, ¡qué le vamos hacer! Fuera bromas, el nuevo president tendría que hacer frente a una situación compleja desde Cataluña y desde Madrid. 

President Lluís Companys Generalitat ERC Esquerra Republicana
El President Lluís Companys en un mitín. Fuente.

La Lliga Catalana (21), al defender los intereses de los terratenientes catalanes, llevaría al mismísimo Tribunal de Garantías Constitucionales la ley de Contractos del Cultivo, para que la suspendiese. Se trataba de una iniciativa salida del Parlament, de la mano de ERC y sus socios, para dar solución al problema rebassaire (22).

El Gobierno central aceptaría el recurso de la Lliga, y declararían la ley de inconstitucional. Y por si fuese poco, la cosa no quedaría aquí. La CEDA consideraba a la Generalitat un peligro para la integridad de España. Parece que algunos no podían dormir por las noches. ¡Ojú! Quien fuese psicólogo no se aburriría, desde luego.

Por ello, su ascenso en el poder encendería las señales de alarma en Cataluña (23) ya que aspiraba destruir la infraestructura autonómica.

Los hechos del 6 de Octubre

En España, los dirigentes socialistas Largo Caballero y Prieto (24), atemorizados por el triunfo del nazismo en Alemania, prepararon un movimiento revolucionario en septiembre de 1933. Justo un mes después del triunfo electoral de la derecha (25). No obstante, la huelga de 1934 (26) no tendría un seguimiento por igual. En Madrid pronto fracasaría, así como en otros puntos de España. Vamos, un gatillazo de toda la vida. Solamente en Asturias y Cataluña se llegaría a algo más. En la primera a una insurrección verdaderamente social, mientras que en la segunda, a una rebelión puramente institucional (27).

La República catalana

En efecto, el gobierno de Lluís Companys estaría comprometido con las izquierdas españolas, ante el peligro que suponía el ascenso de la CEDA (28). Ahora bien, las presiones del sector separatista y de Alianza Obrera (29), le obligarían a tomar una arriesgada decisión. El 6 de octubre a las 8 de la tarde, el presidente de la Generalitat, desde el balcón de la Diputación de Barcelona, se dirigiría a la población concentrada en plaza Sant Jaume, con las siguientes palabras: «proclamo el Estado Catalán de la República Federal Española» (30). ¡Amb dos collons!

Joventuts d'estat català República catalana
Cartel de las juventudes de Estat Català. En él se aprecia un miembro uniformado al estilo fascista. Fuente.

De cualquier modo, el independentismo catalán no poseía una fuerza considerable entre la sociedad catalana (31). ¡Ni muchos menos! Si llegaban a 4 gatos, montaban una fiesta. De hecho, los partidos separatistas que se presentaron por separado de ERC, entre 1931 y 1936, no obtuvieron ninguna representación (32). Éstos ocuparían los cargos relacionados con las fuerzas del orden, dispuestos por la Generalitat. Quién lo diría, ¿eh? Es bien conocido su odio hacia el anarcosindicalismo catalán (33), y así lo demuestran las tácticas represivas que emplearían sobre él.

También dispondrían de unos cuerpos paramilitares, conocidos como los Escamots Negres, que adoptando la simbología fascista de Musolini, ¡SI! ¡FASCISTA!, impondrían su autoridad en la vía pública (34). Razón que explicaría porqué los anarquistas se negaría a dar apoyo a la revuelta (35).

Las consecuencias: el desenlace de la experiencia catalana.

Si no disponía del apoyo de los sindicatos anarquistas ni de un ejército catalán propio, el intento de rebelión sería un completo desastre.

Respecto a la primera cuestión, hay que tener en cuenta que la CNT-FAI tenía una gran influencia entre la clase trabajadora catalana. Y si ésta, en su mayoría, no estaba de tu lado, no podías disponer de una base social sólida que te apoyase. Aunque es cierto que en algunas comarcas los anarquistas sí se sumaron a los órganos locales insurrectos (36). Pero no dejaron de ser anomalías. Vamos, que se acaban de levantar, los pobres.

Después, parecía que los líderes de Estat Català tenían preparadas unas defensas de hierro, capaces de frenar a las tropas del Gobierno central. Así lo pretendieron hacer creer a la ciudadanía catalana, a través de la radio (37). A la hora de la verdad, no supieron organizarse bien. Hablando en plata, ¡que se cagaron las patas para abajo! Por lo que, al llegar las tropas republicanas, no tuvieron ningún problema en acabar con las ridículas resistencias.

Así que, tras unos disparos y unos cañonazos contra la sede la Generalitat, Companys no insistió, y el día 7 capituló (38). A diferencia de los líderes separatistas, que huyeron por las cloacas del Palacio de la Gobernación, siendo a la larga el blanco de las críticas y el descrédito (39), por parte del catalanismo y el independentismo catalán. Claro, por eso no os sonaban sus nombres, tranquilos, era por eso.

THE END

Los arrestados fueron llevados a los barcos-prisión Uruguay y Ciudad de Cádiz, afincados en el puerto de Barcelona. Allí, se les aplicarían las máximas condenas. El Gobierno catalán sería condenado a 30 años de cárcel, y con unos 3.500 detenidos en toda Cataluña, quedaría suspendida la autonomía catalana y cerrado el Parlament (40). Vamos, que el 155, que piden algunos hoy en día, ¡se quedaría corto! La normalidad institucional autonómica se volvió a recuperar cuando el Frente Popular obtuvo la victoria (41).

Gobierno Generalitat cárcel 6 de octubre 1934 Independentismo catalán
Gobierno de la Generalitat encarcelado tras los hechos del 6 de Octubre. En el medio se encuentra el President Lluís Companys. Fuente.

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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Aquí os dejo el enlace de un artículo de la revista que explica los orígenes de la Segunda República Española: https://khronoshistoria.com/ii-republica-espanola/

(2) En la ciudad de San Sebastián, se reunieron todos los partidos republicanos (tanto de izquierdas como de derechas), así como los socialistas y nacionalistas, para abordar un programa común que derribase la dictadura de Primo de Rivera y a la monarquía de Alfonso XII mediante el establecimiento de un régimen republicano.

(3) Risques, 2007, pp. 58-59. Ortega y Gasset fue un reconocido filósofo español del siglo XX. Se opondría a la dictadura de Primo de Rivera y a la monarquía. Por lo que se trataría de un republicano de firmes convicciones. Asimismo, en la aprobación del Estatuto Catalán, tendría sus objeciones. Su opinión del nacionalismo catalán era negativa. Lo calificaría de insolidario y egoísta, porque no tenía en cuenta la situación de las otras regiones españolas más pobres. Solamente aspiraba a conseguir beneficios políticos y económicos para una zona, ya de por sí enriquecida, por las políticas de los Gobiernos españoles.

Opinión compartida por importantes sectores de la izquierda de aquella época. No obstante, los catalanistas de Lluis Companys eran unos aliados vitales para los republicanos españoles. Manuel Azaña, que era el primer ministro de la República, lo sabía. Y ante la subida de la derecha conservadora y el intento de golpe de Estado del 1932, protagonizado por el general Sanjurjo, que terminaría en fracaso. Animaría a que el proyecto de Estatuto de Catalunña saliese hacía adelante.

(4) En todas las provincias catalanas Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) se hizo con la victoria en muchos municipios. Desplazando a la Lliga Regionalista que hasta entonces había sido la cabeza visible del catalanismo político. En Barcelona capital obtendría el 30% de los votos y 25 concejales. Haciéndose, de esta manera, con la alcaldía. Respecto a su ideología se trataba de un partido catalanista de izquierdas, republicano y laico que aspiraba a que Cataluña obtuviese un reconocimiento de nación histórica y, como tal, se le proporcionase los derechos que como pueblo le correspondían.

(5) La organización política de Estat Català fue fundada en 1922. Su líder sería Francesc Macià. Su objetivo era conseguir la independencia de lo que ellos entendían como Países Catalanes mediante la vía de la insurrección. Así lo demuestra el intento de invasión militar que protagonizaron en Prats de Molló en contra la Dictadura de Primo de Rivera. Su fracaso fue abortado por las autoridades francesas. Esto le daría un protagonismo muy importante. Porque en los juicios que le procesarían, Francesc Macià, aprovecharía la situación para denunciar la situación en España a nivel internacional. Ya en 1931, se uniría con el Partit Republicà Català de Lluis Companys para fundar Esquerra Republicana de Cataluña.

(6) Risques, 2007, p. 81.

(7) La Constitución de 1931 regía España como una República democrática y social, donde las libertades, tanto individuales como colectivas, estaban garantizadas. Se trataba de una carta magna muy avanzada para su tiempo por su alto contenido progresista, laico y democrático.

(8) La organización territorial que fijaba la Constitución de 1931 fijaba la unidad integral de España, pero aceptaría la existencia de comunidades autónomas para aquellas regiones que lo desearan.

(9) Duarte, 2006, p. 311.

(10) Aun así también encontraremos intentos de proyectos autonómicos en Andalucía, Aragón, Balerares, Castilla y León ,Extremadura y Valencia.

(11) Fontana, 2014, p. 337.

(12) Pelegrí, 2014, pp. 16-17.

(13) La CEDA o Confederación Española de Derechas Autónomas fue una coalición de partidos de derechas católicas y monárquicas nacida en 1933. Consiguieron dar voz a un espectro político, que desde la caída de la monarquía en 1931, había quedado huérfano. Y que las políticas del gobierno republicano-socialista detestaban. Es conocida su simpatía con los fascismos europeos, especialmente sus juventudes. Pero no se trataba de un partido abiertamente fascista sino de derecha radical tradicional. Consiguió quedar como primera fuerza en las elecciones de 1933.

(14) VOX es un actual partido de derechas o extrema derecha de ámbito español.

(15) Adolf Hitler conseguiría hacerse con el poder en Alemania, tras quedar en 1932 como primera fuerza en las elecciones y ya en 1933, por su unión con las fuerzas conservadoras, la cancillería.

(16) En Austria, la socialdemocracia junto a los comunistas, se opusieron al Gobierno conservador del General Dollfuss por sus políticas reaccionarias, el cuál, no tuvo reparos en aplacar esta oposición con violencia y represión en 1934.

(17) Pérez, 2014, p. 596.

(18) Duarte, 2006, p. 326.

(19) Francesc Macià moriría la noche de navidad del año 1933. Ello llevaría a que el partido nombrase a un nuevo presidente, el cual, sería Lluis Companys.

(20) Risques, 2007, p. 89.

(21) Tras el duro revés que sufriría en las elecciones de 1931, la Lliga Regionalista, paso a llamarse la Lliga Catalana en 1933. Continuaría defendiendo los intereses de las clases altas catalanas: industriales, terratenientes e iglesia. En Cataluña sería la oposición al gobierno de Lluís Companys, por lo que representaba a la derecha catalanista en el Parlament. Uno de sus líderes más carismáticos sería Franscesc Cambó, que posteriormente financiaría al general Franco.

(22) En Cataluña, los campesinos que trabajaban una parcela de tierra de otro propietario se les conocía como rabassaires. Estos reclamaban el acceso a mayores parcelas. Por eso, la Generalitat, establecería que los dichos jornaleros pagasen al terrateniente a partir de un precio marcado previamente por la institución autonómica.

(23) Vilalta, Manel y  Ucelay-Da Cal, 2014, p. 185.

(24) Francisco Largo Caballero fue un marxista que dirigiría el sindicato de laUGT y el partido socialista del PSOE. Tras romper con los republicanos en 1933 se apartaría de la moderación que hasta entonces le había caracterizado y optaría por posturas revolucionarias. Prueba de ello sería que se trataría de uno de los cabecillas que prepararían la Revolución de 1934.

(25) Fontana, 2014, p. 343. En las elecciones de 1933, al contrario que las izquierdas, la derecha se uniría y se organizaría en muchas circunscripciones, hecho que le daría la victoria. La CEDA quedaría en primer lugar con el 24 % de los votos y en segunda posición los republicanos de derechas de Alejandro Lerroux con el 21% de los votos. Mientras que el PSOE bajaría hasta el 13% quedando en la tercera plaza. Peor le fue al partido de Manuel Azaña, Acción Republicana, que se tuvo que conformar con un pésimo 2%.

(26) La huelga de 1934 o, como es más conocida, la Revolución de Octubre estallaría durante el gobierno radical-cedista. La motivación principal, fue la entrada en el gobierno de la CEDA. Como era un partido que mostraba simpatías hacía los movimientos fascistas europeos. La izquierda socialista de Largo Caballero, que había girado hacia posturas más revolucionarias, lo vería como una amenaza para la democracia española. De ahí a qué, en todo el país, se llegasen a crear comités obreros controlados por los socialistas. Todo ello con la intención de iniciar una huelga general que parase el avance de lo que ellos consideraban como la amenaza fascista en España. No obstante, no tuvo un seguimiento por igual. Solamente en Asturias y en Cataluña si tuvieron repercusiones mayores. Aunque terminaron en fracasi y, en la posterior represión. Si quieren más información sobre el tema lean el siguiente artículo de Khronos: https://khronoshistoria.com/aida-lafuente-libertaria-rosa-roja-asturias/

(27) Esto se debe a que en Asturias si se entendieron todas las organizaciones obreras formando una alianza en común.

(28) Risques, 2007, p. 94

(29) Los separatistas y Alianza Obrera querían romper radicalmente con el gobierno de Madrid. Los primeros por su voluntad de alcanzar la independencia, en cambio, los segundos por una cuestión puramente revolucionaria. Hay que recordar que en esta última  el marxista-troskista Andreu Nin ejercía una fuerte influencia. Se trataba de un hombre que había adoptado los principios del catalanismo de izquierdas, incluso, de aquellos sectores independentistas, por su creencia de que en España una revolución era imposible.

(30) Peréz, 2014, p. 601.

(31) Pelegrí, 2014, p. 46. El independentismo catalán había cogido fuerzas a raíz del juicio al director del periódico Nació Catalana. 

(32) Tan solo la parte de Estat Català representaba a este espectro ideológico dentro de Esquerra Republicana. Sus máximos líderes eran Josep Dencàs y Miquel Badia.

(33) Hay que tener en cuenta, que en Barcelona, la CNT-FAI  contaba con un gran apoyo entre la clase obrera y este, a su vez, era el principal sindicato de esta. Si bien es cierto que estaba en contra del Estado Español, por su naturaleza represiva, para nada se declaraba independentista, ni muchos menos catalanista. De hecho era bastante reacio ya que lo veía como un movimiento nacido de la burguesía catalana. Por ello su oposición a este. De manera que, por su carácter revolucionario, no tardaría en chocar con la institución catalana autónoma de la Generalitat y sus fuerzas del orden, que en 1934, estaban en manos de los separatistas.

(34) Vilalta, A., Manel, E.,  Ucelay-Da Cal, 2014, p. 181. Los Escamots Negres fue la facción paramilitar que contó Estat Català a imitación de las organizaciones fascistas de la época. Iban uniformados y estaban organizados jerárquicamente. Realizaban numerosos desfiles por la ciudad, siendo el de Plaza España-zona de Montjuic el más famoso. Su odio hacía los anarcosindicalistas de la CNT-FAI era bien conocido. Eran constantes sus peleas callejeras. Mas cuando, los Escamots Negres, se hicieron cargo, junto a los mossos d’esquadra, de la seguridad y del orden público cuando sus líderes ocuparon los cargos de la Generalitat referentes al control de la vida pública.

(35) Duarte, 2006, p. 326.

(36) Pelegrí, 2014, p. 60.

(37) Pelegrí, 2014, p. 97.

(38) Peréz, 2014, p. 601.

(39) Vilalta, A., Manel, E.,  Ucelay-Da Cal, E, 2014, p. 187.

(40) Duarte, 2006, p. 326.

(41) En las elecciones de 1936 el Frente Popular conseguiría, ni más ni menos, que el 48% de los votos. Se trató de una alianza de los partidos republicanos de izquierdas que contó con el apoyo de los socialistas y los comunistas. La CNT no llamaría a la abstención de sus militantes, por lo que se puede entender como un apoyo indirecto. Si bien diferían sus integrantes en cuanto a ideologías, en cambio, si compartían una serie de puntos comunes. Como la vuelta a la legislación progresista de 1931-1933, la liberación de los políticos presos durante el bienio negro y la aplicación de un programa social.


Bibliografía

  • Duarte, A., 2006, Història de la Catalunya contemporània: de la guerra del Francès al nou Estatut, Mina, Barcelona.
  • Fontana, J., 2014, La formació d’una identitat, Eumo, Vic.
  • Pelegrí, J., 2014, Els escenaris del 6 d’octubre : revolució i contrarevolució a l’Europa dels anys 30, Pòrtic, Barcelona.
  • Peréz, J., 2014, Historia de España, Critica, Barcelona.
  • Risques, M., 2007, Visca la República!, Proa, Barcelona.
  • Vilalta, A., Manel, E. y Ucelay-Da Cal, E., 2014, 6 d’octubre : la desfeta de la revolució catalanista de 1934,  Editorial Base, Barcelona.
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David Martínez Fonseca
Licenciado en Historia por la Universitat de Barcelona. Interesado en la Edad Contemporánea, Mundo Actual, nacional y regional.