Hoy toca hablar de la Operación Paperclip. Pongámonos en situación. Tras la Segunda Guerra Mundial (1), y la desintegración de Alemania (2), las altas estructuras de la sociedad nazi empezaron a actuar como pollo sin cabeza.
Las grandes rebajas del Corte Nazi
Si muchos bien hicieron bomba de humo, intentando buscar una nueva vida en pastos mas verdes y argentinos (3), otros tantos fueron apresados tanto por la Unión Soviética (4), como por los Aliados occidentales (5).
Otros con menos suerte acabaron, o bien en campos de trabajo, o directamente mandados a reunirse con el diablo por la pena capital (6). Muchos grandes científicos nazis consiguieron una nueva vida, gracias al deseo de los Estados Unidos de conseguir la ya legendaria ingeniería del Imperio Nazi.
Esta es la historia de cómo los Estados Unidos ficharon a todos los nazis que pudieron.
«Señor, son nazis. ¿Me ves cara de que me importe?»
Y es que la tecnología nazi que ayudó a Hitler (7) a tener la victoria durante el primer tramo de la guerra no fue indiferente para las superpotencias vencedoras, que empezaron a planear nuevos usos para las «armas maravillosas» de los inventores alemanes.
Los que más invirtieron en esta búsqueda fueron los Estados Unidos, ya enfrascados en los primeros compases de la Guerra Fría (8). Temerosos de que la tecnología alemana inclinase la balanza a favor de los rusos, el alto mando americano diseñó un plan de reclutamiento para los científicos alemanes a cambio de su ayuda.
Es por ello que el Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos (9) emitió un comunicado titulado Explotación de especialistas alemanes en ciencia y tecnología en los Estados Unidos; en el cual se detalla el plan por el cual el Gobierno americano debía adquirir tan importantes activos.
En torno a 1600 científicos nazis trabajaron para los Estados Unidos; algunos de los cuales habían sido incluso juzgados por crímenes de guerra; sin embargo, a cambio de su ayuda y cooperación, los visados les dieron la oportunidad de una nueva vida en la «Tierra de las oportunidades».
Operación Paperclip: Nazis ni de tier muy alto ni de tier muy bajo
En principio, el Presidente Truman (9) no debía saber nada de la Operación Paperclip, dirigida casi exclusivamente por la Inteligencia Militar del Departamento de Guerra (10). Lo cierto es que no sólo se acabaría enterando, si no que además la aprobaría bajo la cláusula de que ningún nazi activo en las políticas de Hitler merecía el visado.
Sin embargo, muchos de esos científicos caían bajo el peso de esa cláusula; así que el Gobierno norteamericano tuvo que modificar muchos de los datos de los potenciales candidatos, eliminando muchos detalles que podrían ser relacionados con crímenes de guerra.
Allen Welsh Dulles, la mano tras la operación Paperclip
El gran pilar de la Operación Paperclip sería Allen Welsh Dulles, un agente de la OSS (11) que vivía por aquel entonces en Berna, Suiza (12); el cuál acabaría convirtiéndose en el enlace principal entre los científicos nazis y el gobierno norteamericano aprovechando la neutralidad del país helvético.
Además fue el principal impulsor del ocultamiento de actividades ilegales por parte de dichos científicos; muchos de los cuales habían estado relacionados directa e indirectamente con la esclavitud y la mano de obra forzosa.
Sin embargo, éste fue solo el primer paso de una larga y, digamos bastante oscura, carrera. Tras convertirse en el primer director no militar de la CIA (12+1); dirigió la Agencia durante la creación del Programa MK-Ultra (14), la Operación Sinsajo (15) y el programa de descrédito que acabó con la carrera política del Senador McCarthy (16).
Esta auténtica delicia de persona no sólo dirigió algunos de los programas más oscuros de la historia de la CIA, si no que también fue el primero en exportar la idea de «libertad» de los Estados Unidos hacia el mundo.
Como director de la Agencia; el señor Dulles dirigió el fiasco de Bahia de Cochinos (17), así como las campañas de propaganda contra Mossadegh en Irán (18) y contra el Presidente Arbenz en Guatemala (19); antes de tener que renunciar en 1961.
La lista Osenberg, clave en la Operación Paperclip
La Operación Paperclip empezó a tomar forma con el descubrimiento por parte de los Aliados de la lista Osenberg; elaborada a principios de 1943 por el Gobierno Alemán y hallado en la Universidad de Bonn.
Esta lista contenía los nombres de diversos científicos y técnicos que, ante el avance de las tropas aliadas; era mejor rescatarlos que dejarlos morir, para así mandarles a un laboratorio para exprimir bien sus cualidades.
Esta lista acabaría llegando a las manos del Mayor Robert Staver (20), el cual hizo una criba masiva de la lista; seleccionado los nombres adecuados que podrían servir como activos para el gobierno estadounidense.
Wernher von Braun, the Rocket Man
El nombre que más se asocia con la Operación Paperclip es el de Wernher von Braun, científico alemán miembro del Partido Nazi y de las SS (21); pero más conocido como el hombre encargado de crear los V1 y los V2, los primeros misíles balísiticos de la historia.
Su afiliación a las SS le perseguiría cuando los documentos de la Operación Paperclip salieron a la luz; afirmando durante lo que le restaba de vida que fue una afiliación bajo coacción y que su único interés era la ciencia.
Sin embargo, numerosos documentos filtrados desvelaron su conocimiento por las visitas realizadas a varias de las principales fábricas de la V2 en Alemania; las cuales usaban mano de obra forzosa trabajando en condiciones de esclavitud para proporcionar los misiles al ejército alemán.
Sin embargo, una vez llegado a los Estados Unidos bajo la protección del Gobierno del Tio Sam (22), Von Braun acabaría relocalizado en el incipiente programa espacial de los Estados Unidos, siendo uno de los principales directores de los programas precursores a lo que hoy en día se denomina como la NASA (23).
Además, también está considerado como uno de los hombres fuertes del Programa Apolo (24), y tras el éxito de haber puesto al hombre en la Luna, se retiró con una fortuna bajo el brazo.
¿Han compensado los avances tecnológicos el perdonar a criminales?
Y es que esta pregunta viene a la mente cuando se habla de la Operación Paperclip, como el gobierno de uno de los Aliados acaba por reclutar a agentes nazis en busca de una revolución tecnológica a todos los niveles.
¿Por qué el Gobierno Norteamericano no se comportó como la Unión Soviética, manteniendo a los científicos nazis como presos? ¿Es posible apreciar esos avances científicos sin apartar la sombra del nazismo sobre ellos? ¿Y es posible que la película de El Soldado de Invierno fuera mas realista de lo que pensábamos?
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