Antes de hablar de valkiria, os voy a contar un secreto… ¡Nick Furia no es negro! ¿Que quién es Nick Furia? (1) Pues, si os gustan las pelis de superhéroes, sabréis que es el papel que interpreta Samuel L. Jackson en las pelis de Marvel, el director de S.H.I.E.L.D.; si no os gustan, ahora ya lo sabéis.
Y vosotros diréis, muy bien, pues me importa una mierda, que más me da. Pero, la cuestión, es que la industria cinematográfica de Hollywood ha sido acusada en diversas ocasiones de “racista” (2). Y no sólo con el caso de afroamericanos, sino con cualquier minoría étnica. Y no hablemos de los casos de discriminación por sexo o identidad sexual.
El cine, al igual que todas las manifestaciones de cultura pop (como cómics, series de tv o música), es un buen pulso de la sociedad del momento en que se producen. De ahí la importancia de estas “exclusiones”.
La solución a esta discriminación parece ser que está en el cambio de etnia de algunos personajes. Pero no sólo en los cómics. ¡Que se lo digan a Stephen King (3) a la hora de hacerlos llegar a la pantalla! Esto no supondría ningún problema si no fuera porque, a veces, el cambio de etnia supone un golpe a la identidad cultural de un pueblo, a su historia. Así sucede en el caso de Marvel y el universo de Thor (4), dios del trueno.
El guardián “nubio” de la puerta de Asgard: Heimdall
Creo que todos tenemos una idea bastante clara de cómo es el prototipo de nórdico: alto, rubio, de piel clara y ojos claros, como las suecas del Destape vamos. Esta tipología viene determinada por la biología, y tiene que ver con las condiciones del entorno en el que se desarrolla (5). Hablando en cristiano, que cuanto más al norte, la piel, el cabello y los ojos van a ser más claros, al no tener que protegerse del sol. De ahí que los nubios (6), como buenos africanos, estén como si hubieran pasado todo el verano en Ibiza al sol, de «fiestuqui».
Cuando vi la primera vez la película de Thor me quedé un poco confusa, ¿un vikingo negro? Y es más, no un vikingo cualquiera, sino uno de los destacados de la mitología nórdica, Heimdall (7), el guardián de la puerta de Asgard. ¿Pero qué pasa? ¿Qué invento es este!
Después, cuando se dio a conocer el casting para la tercera película de Marvel sobre Thor, Thor Ragnarok, vi que lo habían vuelto a hacer: una valkiria (8) nubia, es decir, ¡bien morena!
Como ya comenté anteriormente, el cambio étnico no tendría mayor relevancia si no se tratase de un error garrafal, que hace que los que no tengan ni idea de mitología nórdica ni de historia piensen que Asgard y Nubia quedaban una al lado de la otra, y que el mestizaje era de lo más habitual.
Black power… y la valkiria negra
Lo cierto es que en los cómics, ni Heimdall ni la valkiria (9) son negros. Así que podríamos llegar a la conclusión de que ese cambio seguramente responda a lo que ya expliqué al inicio. Es decir, a la necesidad de mayor presencia afroamericana en pantalla.
No voy a entrar a valorar si esa es la forma adecuada de acabar con el problema de la discriminación. Pero lo que sí os puedo decir, es que no era necesario.
Si algo caracteriza a Marvel, una de las dos editoriales de cómic más importantes del mundo mundial, es su pluralidad y su introducción de problemáticas sociales en sus cómics. Y no olvidemos lo más importante: Marvel es Stan Lee, el puto amo de la industria del cómic.
Los juegos olímpicos de México 68 serán recordados por muchos por el saludo del Black Power realizado por dos atletas (10). La década de los 60, supuso un revulsivo en muchos temas sociales. La guerra de Vietnam, el antimilitarismo, el feminismo, la liberación gay y, también, el movimiento del poder negro.
Precisamente, en esta década (11), y de la mano, como no, de Stan Lee (12), aparece en las páginas de los cómics el primer superhéroe negro, Black Panther (13). Este personaje es el rey de Wakanda, una nación ficticia africana.
El nombre de este personaje coincide con el de un grupo enmarcado dentro del movimiento negro, los panteras negras. Pero, salvo la coincidencia en el nombre y su aparición casi pareja, no tienen nada que ver el uno con el otro. De todos modos, lo icónico de ambas figuras y su identificación con el movimiento negro son más que evidentes.
No me toques los genes, que me altero
Llegados a este punto deberíamos plantearnos un ejercicio: ¿qué pasaría si Black Panther al dar su salto a la gran pantalla fuera nórdico? Seguramente el colectivo afroamericano pondría el grito en el cielo, y con razón, ya que uno de sus iconos estaría siendo alterado, perdiendo todo lo que lo hace relevante.
El nacimiento de este personaje fue provocado por los movimientos raciales de los 60. Así, es consecuencia de su tiempo y un reflejo de la sociedad.
Después de Black Panther, en las páginas de los cómics empezaron a aparecer más personajes afroamericanos. Como ejemplo tenemos a Falcon, Luke Cage, Blade, Tormenta, Misty Knight, Máquina de guerra (14)….
Los superhéroes y sus historias son las nuevas mitologías de la sociedad. Éstos hombres y mujeres, son ejemplo de cómo hemos de comportarnos, de ser y de actuar. De hecho, son ejemplos moralizantes, con una labor educativa, reflejo de la sociedad que los crea. El fin no siempre justifica los medios. Sobre todo, cuando acabamos alterando la historia, y nos podemos enfrentar a una sanción por parte del Ministerio (15)…
Muy buen artículo, de hecho pasa algo similar en la película la bella y la bestia de Disney, la que es con personas y no caricatura. Una de las sirvientas del castillo es negra y un gay cotorreando como si nada con todos. No es l manera de acabar con la discriminación y el racismo alterar la historia
Solo no estoy de acuerdo en una cosa… Marvel no es Stan Lee… es Disney. Y con eso ya lo explicamos todo .. jejeje !
¡Genial artículo! Gracias