Él no es un héroe. En todo caso, es un (anti)héroe: no lucha por las vidas de los seres humanos, sino que lo hace para ganarse la vida. Él no entiende del Bien o del Mal; elige el mal menor. Pragmático en sus decisiones y práctico en su trabajo. Él es un profesional al que tendrás que pagar si deseas contratar sus servicios. Y no, no estamos hablando de un grupo de cuatro soldados desertores de la guerra de Vietnam y que si los encuentras quizás puedas contratarlos, y que se hacen llamar Equipo A (1). Estamos hablando del brujo Geralt de Rivia. También conocido como “lobo blanco” (2) o “el carnicero de Blaviken” (3). Protagonista de la saga de libros, videojuegos y de la serie que comparten un mismo nombre: The Witcher.
El creador de Geralt de Rivia: el J.R.R. Tolkien polaco
Creo que puedo asegurar que, a día de hoy, hay muy poca gente, si es que la hay, que no conozca, o por lo menos le suene, el nombre de Geralt de Rivia. Y es que, primero la saga de videojuegos de CD Projekt (4), y más tarde la serie producida por Netflix y protagonizada por Henry Cavill (5), se han encargado de hacer de este brujo, uno de los personajes de ficción más mediáticos. Algo que no logró su creador y autor polaco, Andrzej Sapkowski, con su saga de libros (6). Pero tampoco lo logró la película (7) que se hizo en su momento sobre The Witcher (8).
El autor, considerado como el J.R.R. Tolkien polaco, buscaba crear algo nuevo. Algo que se diferenciase de la fantasía que copaba el mercado. Sobre todo, de las historias de Conan (9) y las historias de “Reinos Olvidados”, “Dragonlance” (10)… Quería alejarse de las “dragonadas” y los cuentos de hadas (11).
Una mala opción para una buena jugada
Es posible que el hecho de no ser un escritor demasiado conocido fuera de su país, provocase cierta desconfianza hacia su obra (12). Quién lo diría a día de hoy, ya que ha resultado ser un auténtico “boom”. Pero es que ni el propio autor confiaba en el éxito de su personaje cuando CD projekt le propuso la idea de llevarlo al mundo de los videojuegos. Prueba de ello, es que Andrzej Sapkowski prefirió el dinero en metálico: vendió los derechos por unos 9500 dólares. (En vez de quedarse con los royalties basados en las ventas que obtuviese el videojuego de CD projekt) (13). A día de hoy, está claro que no tomó la opción adecuada.
El folclore en The Witcher y Geralt de Rivia
La historia de Geralt de Rivia era bastante desconocida fuera de las fronteras de Polonia y ciertas zonas de Europa. Hasta que llegó el videojuego (14). Sin embargo, su historia tiene infinidad de influencias de historias y leyendas de todo el mundo (15). Sobre todo, destacan los cuentos e historias de los antiguos pueblos eslavos. A diferencia de la mitología griega o romana, no existe una documentación escrita sobre su formación y desarrollo (16). Probablemente, se desarrollaron a lo largo de más de tres mil años. Y este conjunto de creencias precristianas, como las diosas de la guerra celtas, llegaron a través de la cultura popular hasta nuestros días.
La información que se posee es bastante fragmentada. Se cree que en un primer momento su base eran unas creencias basadas en espíritus y fuerzas misteriosas que gobernaban el mundo. Pero el contacto con otros pueblos, hizo que sus deidades fuesen adquiriendo formas humanoides.
El folclore se revela como una valiosa fuente, porque todos sus géneros contienen vestigios de sus mitos. Así, nos han hecho llegar la idiosincrasia de estos pueblos que carecieron de escritura hasta el periodo de cristianización (17). Gracias a esto, somos testigos de cómo dicho folclore ha sobrevivido hasta hoy.
Es sólo un trabajo: los monstruos en The Witcher
Criaturas como vampiros, espíritus del bosque, dragones y un largo etcétera de estos cuentos e historias, pueblan The Witcher (18). A ellas se tiene que enfrentar (y eliminar) el brujo Geralt de Rivia para poder vivir. Así se gana el sueldo. Qué sentido tiene sino la canción viral “Toss coin to your witcher” de la serie de Netflix (19).
Estas criaturas han sido representadas en miles de películas, videojuegos y libros, entre otros formatos. Pero The Witcher no sólo nos muestra que han surgido en Europa del este y del norte. Además, nos ofrece una reinterpretación (20).
La inspiración de Drácula: Striga
Un striga pertenece a la mitología del este de Europa. Tradicionalmente, según el folklore polaco, es un tipo e vampiro o fantasma demoníaco. Quizás a alguien se le venga a la cabeza la serie producida de Guillermo del Toro The Strain (21) y sus strigoi. Y si no, tampoco pasa nada. Prometedor argumento, pero trágico desarrollo.
Personajes propios de Albania, se les describe como mujeres que por las noches absorben la sangre de los niños que están dormidos. Sin embargo, en el folclore polaco no hay ninguna referencia a que estas criaturas tuviesen que salir sólo de noche y regresar a su tumba por el día. Si bien es cierto, se cree que pudo ser una de las principales inspiraciones para Drácula (22).
Los genios nos sólo viven en una lámpara
Otra criatura que cabría destacar serían los Djinn, representados también hasta la saciedad en múltiples formatos. Si no que se lo digan a Disney y su Aladin. Estos espíritus o genios, son mencionados en la obra de Neil Gaiman (23), American Gods, incluso en el Corán. Y aparecen en el folclore de diferentes culturas. Por supuesto, pueden conceder deseos. Y, al igual que a Geralt de Rivia, el Bien y el Mal les importan más bien poco (24).
Las diferentes interpretaciones de los monstruos
Estas criaturas y otras muchas aparecen tanto en los libros, como en los videojuegos y en la serie. Sin embargo, se debe destacar que existen algunas diferencias a la hora de representarlas (25).
Un ejemplo de esto lo tenemos en el primer monstruo que abre el primer capítulo de la serie: una kikimora. Andrzej Sapkowski en los libros nos lo describe como una especie de araña de piel seca y negra. Tiene patas huesudas, garras y unas mandíbulas ensangrentadas. Pero en la serie, su cabeza es más bien humanoide. Ambas versiones contrastan con el folklore eslavo. Aquí, se describen como una fusión entre una mujer anciana y un pájaro. Y viven detrás de una estufa o en el sótano.
Geralt de Rivia: los brujos
Otra criatura, sin duda fundamental de esta obra polaca, son los propios brujos. A diferencia del resto de criaturas que pueblan el mundo de The Witcher, y en palabras del propio autor, él ha creado la palabra Wiedzmin (witcher) en la lengua polaca ya que no existía, así como todo lo relacionado con los brujos y su universo (26).
Pero ni estos brujos de creación propia del autor se libran de las influencias de la mitología eslava. Pues resulta difícil creer que el collar que lleva nuestro protagonista, un lobo, sea fruto de la casualidad. Ya que este animal era considerado un tótem de buen presagio en la mitología eslava. Así como en las historias y leyendas de estos pueblos solía ser un ayudante mágico de sus protagonistas (27). Como también lo es el medallón que lleva el brujo que, aparte de indicar la institución de brujos a la que pertenece, la Escuela del Lobo (28), detecta posibles auras mágicas o peligros que acechen al brujo.
Tampoco es casualidad los dos metales (acero y plata) de los que están hechas sus dos espadas. En el videjuego, Geralt de Rivia siempre las lleva. Pero en la serie y en el libro una de ellas la lleva siempre su fiel caballo Sardinilla (29). Sea como sea, la plata se posiciona una vez más como el metal esencial para derrotar a criaturas demoníacas, también propia de las mitologías de los pueblos de Europa del este.
Geralt de Rivia es brujo, no mago
Por último cabría hablar de lo que realmente es un brujo y qué lo diferencia de lo que sería un mago o hechicero.
El brujo creado por Andrzej Sapkowski ha adquirido sus poderes después de un arduo e intenso entrenamiento y de someterse a misteriosos rituales que lo convierten en una especie de “superhumano”, que le permitirá enfrentarse a los peores monstruos y salir airoso.
Por otra parte, el mago es aquel que, a través del estudio de diversas artes misteriosas, obtiene un poder casi ilimitado sobre la urdimbre de la realidad, lo que le permite modelarla casi, casi a su voluntad. A diferencia de los brujos, término que deriva de la palabra “bruja” (30) (Wiedzma en polaco), que es usado por los magos para describir a estos personajes masculinos que si bien poseen poderes mágicos son bastante más limitados que los suyos. Casi, más bien, parece un insulto.
Unos orígenes misteriosos
Si dejamos de lado al mundo de The Witcher y nos detenemos en el origen etimológico de estas dos palabras encontramos que, si bien podemos rastrear el origen de la palabra mago, que proviene del latín magŭs, que a su vez proviene del griego μάγος (el que tiene el poder), en el caso de la palabra brujo no está clara su etimología y probablemente el término no esté relacionado con la utilización de un conocimiento adquirido, como sí ocurre con la palabra mago (31).
Una obra para la posteridad
Consciente de que hay muchos más aspectos que se podrían señalar de esta obra polaca, espero pronto tratarlos en otro nuevo artículo. Pero para terminar con este primero dedicado a The Witcher, cabría resaltar el inmenso trabajo recopilador que hace el autor de todos los cuentos, historias y leyendas europeas y su reinterpretación en esta obra. Esto permite acercar estas antiguas creencias al mundo actual, de la misma manera que nos presenta su propia visión de la realidad de nuestros días, donde no todo es blanco o negro, sino que está lleno de matices, invitándonos a una reflexión moral y ética.
Para más información sobre este apasionante mundo de The Witcher, qué mejor que leer las novelas. Y si sois más audiovisuales, siempre están esos pedazo de videojuegos de CD projekt y, sino, siempre os queda la serie de Netflix.
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