La batalla del castillo de Itter: la batalla más extraña de la Segunda Guerra Mundial

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El teniente (1) John C. “Jack” Lee Jr. iba subido en la torreta de su “Besotten Jenny” (2) tratando de acertar con la ruta correcta hacia Kufstein (3). No podía imaginar que, al día siguiente, iba a protagonizar uno de los más extraños y rocambolescos combates de la, ya casi concluida, Segunda Guerra Mundial. Nos referimos al asedio o batalla del castillo de Itter. A 4 de mayo de 1945, el final del Tercer Reich era cuestión de días, si no de horas (4).

batalla del castillo de itter
La entrada al castillo, en donde se produjeron los principales combates durante la batalla. La imagen es de 1979, una vez restaurado. Fuente.

Antecedentes a la batalla del castillo de Itter

El Schloss Itter (5) está en lo alto de una colina, dominando la población del mismo nombre (6). Se trata de uno más de los cientos de castillos que se erigieron en la región (7), durante la Edad Media. Abandonado y dejado arruinarse durante siglos, se convirtió en un bucólico y pintoresco escenario para el disfrute de los viajeros de paso por la zona. Tras el Anschluss (8), el gobierno alemán se hizo cargo del castillo. Lo rehabilitó y lo convirtió en una prisión para presos políticos de alto valor (9).

Castillo de Itter Segunda Guerra Mundial
Vista de la fachada del castillo (oeste) que tenían las Waffen-SS durante la batalla del castillo Itter. Fuente.

El castillo de Itter: prisión para VIPs

El castillo-prisión de Itter fue vinculado administrativamente al cercano campo de concentración (10) de Dachau (11). Los carceleros eran tropas de las Waffen SS (12), encargados custodiar a los prisioneros de alto valor político (13). Allí encerraban desde deportistas de élite (14) a importantes cargos políticos (15). Y también a militares (16).

Además de los prisioneros de alto nivel (17), en el castillo también estaba un grupo de prisioneros de guerra de diversos orígenes (18). Yugoslavos, polacos, rusos… Eran empleados principalmente como mano de obra esclava. Es decir, que los usaban para el servicio de limpieza, las cocinas, reparaciones, etc.

El Tercer Reich colapsa

Tras extenderse la noticia de la caída de la capital y el suicidio del Führer, los carceleros nazis optaron por abandonar su puesto. Así, dejaron a los prisioneros a su suerte (19).

Estos no tardaron en hacerse con el control de la prisión y algunas armas. Aunque temían salir de la prisión, pues aún había nazis operando por la región. Y no pocos, sino gran cantidad de tropas, tanto de unidades de las SS, como de la Gestapo. Así, los presos decidieron enviar un mensajero solicitando ayuda. Se presentó como voluntario un cocinero yugoeslavo, Cuckovic (20). Este partió hacia el cercano pueblo de Wörgl (21), en bicicleta. Pero, sin saberlo, se dirigía de cabeza hacia una importante concentración de tropas alemanas.

Se inicia la operación de rescate en el castillo de Itter

Sin embargo, la suerte le fue propicia. En lugar de con tropas de la SS o de la Gestapo, con las primeras tropas germanas con las que tropezó fue con un grupo mixto de la Wehrmacht, liderado por el mayor Josef (“Sepp”) Gangl, un condecorado veterano de varias campañas que ya estaba harto del conflicto y que deseaba, junto con sus hombres, rendirse a los Aliados y dar por terminada la guerra.

Suponiendo que dar su apoyo para el rescate de importantes personalidades francesas ayudaría a sus propios fines y al destino final de sus hombres, Gangl envió nuevamente a Cuckovic en dirección a Innsbruck (22), que acababa de ser tomada por los estadounidenses. Para asegurarse, Gangl se dirigió junto con un camión lleno (23) de sus fieles tropas de la Wehrmacht hacia Kufstein, en la dirección opuesta (24).

Cuckovic pronto se encontró con elementos de la 103ª Div. de Infantería estadounidense, a los que comunicó la situación. Estos no tardaron demasiado en formar un grupo de rescate, al mando del mayor John Kramers (25).

Problemas y más problemas

Este grupo de rescate pronto llamaría la atención del enemigo, que comenzó a bombardear la carretera a su paso, frenando a la columna, cuyos componentes no tuvieron más remedio que ponerse a cubierto entre los árboles circundantes y esperar a que se terminara el aluvión de fuego antes de continuar con su avance.

Mientras tanto, Gangl también había dado con tropas estadounidenses en Kufstein, en donde, tras ser interrogado, logró convencerlos de formar un heterogéneo grupo rescate, al mando del teniente Lee (26) y a cuya retaguardia se pusieron el Kübelwagen (27) de Gangl y el camión lleno de soldados alemanes.

Afortunadamente para Lee y sus hombres, el regimiento de las SS que había estado en Wörgl unas horas antes se había retirado de la ciudad. Los partisanos austriacos dieron la bienvenida a los estadounidenses y, ante su insistencia, Lee acordó dejar cinco de sus tanques de para defender la carretera principal que conduce a la población.

Con sus restantes tropas (28) Lee partió hacia Itter del que lo separaba únicamente un pequeño rio que dividía el valle en dos y sobre el que se aposentaba un pequeño puente, al que las tropas alemanas había conectado cargas de demolición. Lee hizo que las tropas de la Wehrmacht retiraran los explosivos, cruzando el puente y dejando al otro Sherman y a un pequeño grupo de soldados de infantería para proteger el punto de cruce.

itter castle
Vistas del pueblo de Itter desde lo alto de las almenas del castillo. Fuente.

Llegan los rescatadores al castillo de Itter

Casi habían llegado, ya se podía ver su objetivo a poco más de cuatro millas (6 km) por delante. Sin embargo, Lee no se fiaba y ordenó a su conductor que se moviera con cuidado. Pronto se comprobó que su cautela estaba justificada, ya que en uno de los recodos del camino se dieron de bruces con un pequeño contingente de tropas de las SS, que intentaban establecer un control de carretera.

Sin pensárselo demasiado, tanto los soldados de infantería que viajaban en la cubierta trasera del tanque como el artillero del Sherman y las tropas de Gangl, abrieron fuego, poniendo rápidamente en fuga a las sorprendidas tropas de las SS, que huyeron hacia los bosques circundantes (29).

Lee ordenó a su conductor que esta vez se dirigiera hacia el castillo, a toda velocidad, llegando a los pocos minutos y deteniéndose directamente frente a la puerta principal del castillo Itter, cuando la noche comenzaba a caer. La llegada de la tan esperada fuerza de rescate dejó a los «invitados forzosos» del castillo Itter definitivamente impresionados a la par que sorprendidos (30).

Preparados para el asedio

Pese a todo, Lee conocía su trabajo. A los pocos minutos de llegar al castillo de Itter, había colocado el Sherman frente a la puerta principal, para que pudiera dominar la carretera de acceso, y había repartido comida y bebida y asignado literas, para que sus hombres pudieran descansar en lo posible, antes del probable enfrentamiento con las SS.

El plan de Lee era simple: no les quedaba más remedio que atrincherarse y esperar a que llegasen las fuerzas estadounidenses de refresco.

La presencia de unidades de las Waffen-SS (31) en el área era una preocupación. Aunque todos estaban convencidos de que los gruesos muros del castillo permitirían rechazar a los posibles atacantes, al menos durante un tiempo.

Empieza la batalla del castillo de Itter

Al anochecer, las Waffen-SS abrieron fuego con rifles y ametralladoras (32) contra los defensores. Los defensores se colocaron en las posiciones preestablecidas y comenzaron a devolver el fuego, si bien los disparos desde ambos lados tuvieron muy escaso resultado debido a la escasa visibilidad. La cosa se iba a empezar a poner seria con las primeras luces del amanecer.

Primero, las balas de varias ametralladoras pesadas alemanas golpearon como granizo las paredes exteriores y empezaron a volar sistemáticamente las estrechas ventanas del bloque de viviendas central. Luego, un cañón antitanque de 88 mm lanzó un proyectil contra el piso superior del edificio principal, destruyendo una habitación que se encontraba vacía (33). Momentos después, una segunda bala de 88 (34) se estrelló contra el tanque, logrando acertar en sus tanques de gasolina y convirtiendo al Sherman (y toda la zona cercana a la puerta principal) en un infierno.

combates batalla del castillo de Itter
Fachada oeste y jardines, en donde se produjeron importantes combates durante la batalla del castillo de Itter. Fuente.

El asalto general

La explosión marcó el comienzo de un ataque general por parte de los nazis, los cuales se apresuraron a salir rápidamente desde la línea de árboles hacia el este, corriendo hacia la puerta principal del castillo, mientras otros comenzaron a trepar por la colina en el oeste, tratando de alcanzar la cobertura relativa de las paredes inferiores.

Los defensores estadounidenses y alemanes dispararon a discreción desde los muros superiores y las almenas del castillo, cobrando un alto precio al avance de los asaltantes. Incluso los notables franceses, viendo que la marea no parecía poder ser contenida, entraron en acción y varios de ellos se colocaron en posición disparando contra los atacantes.

Pese a todo, el aumento de la cadencia y potencia de fuego de las tropas de las SS tuvo su efecto, matando al mayor Gangl (35).

¿Dónde están los refuerzos?

Volviendo al accidentado avance nocturno del segundo grupo de recate, liderado por el mayor John Kramers, que había quedado reducido a tan solo cuatro hombres (36) montados en un jeep (37), finalmente habían llegado al puente donde se encontraron con la guardia dejada allí por Lee el día anterior (38). Desde la orilla ya se advertía perfectamente la batalla que se libraba en el castillo. Tras ponerse al frente de ambos grupos, el reforzado grupo continuó su avance, topándose en las inmediaciones con unidades de avanzada del 2º Batallón del 142º Regimiento de Infantería, que decidieron unírseles.

Las historias difieren, ya que algunas fuentes apuntan a que Kramers se puso en contacto con los asediados para avisar de la llegada de refuerzos, mientras que otros indican que fueron los defensores los que se pusieron en contacto con miembros de la resistencia austriaca preguntando por la llegada de las tropas de relevo.

La situación en el castillo era desesperada. Aunque los atacantes no habían logrado aún atravesar las murallas, estaban presionando con «un vigor extremo». Para colmo de males, la fuerza defensora franco-estadounidense-alemana se estaba quedando sin municiones.

Lee decidió enviar a Jean Borotra para que tratara de contactar y guiar a las ya cercanas fuerzas de socorro. El tenista logró colarse entre las líneas nazis, adentrándose en la arboleda.

defensa del castillo de Itter
Vista de la torre central, en donde los defensores del castillo de Itter pensaban organizar su última línea de defensa durante la batalla. Fuente.

Parece que esto es el fin…

Lee comenzó a planificar lo que harían en el caso de que la fuerza de socorro no apareciera a tiempo. La solución fue, literalmente, “medieval”. Dio orden de retirada hacia al enorme torreón del castillo. Allí gastarían las pocas municiones que quedaban, luego las bayonetas y los puños; lo que fuera preciso para hacerle pagar lo más caro posible cada escalera, pasillo y piso de su avance al enemigo.

Los SS redoblaron su asalto sobre la entrada del castillo (39), mientras colocaban en posición un cohete antitanque con el que pensaban hacer brecha en la fachada principal.

En ese momento, el fuego de armas automáticas y cañones detrás de ellos señaló un cambio de tornas radical en la situación táctica.

¡Victoria!

El grito «¡Amerikanische panzer!» (40) alertó a los defensores de que la fuerza de socorro había llegado y se abría paso combatiendo por la carretera.

Momentos después, el asalto perdía empuje y las tropas SS iniciaban una completa retirada, tratando de llegar a la cobertura de los bosques circundantes (41). La batalla por el castillo de Itter había terminado.

Consecuencias de la batalla del castillo de Itter

Los defensores no pudieron disfrutar demasiado de la victoria obtenida. Se trasladó a todo el personal militar, tanto los estadounidenses como los soldados alemanes supervivientes a la cercana localidad de Kufstein (42). Una vez allí, los alemanes fueron encerrados y tratados como prisioneros de guerra mientras que los norteamericanos se reincorporaron a sus unidades.

¿Qué habría pasado si las Waffen-SS hubieran logrado acceder al interior del castillo?… Es probable que algunos, si no todos, los presos políticos hubieran sido ejecutados. Sin duda esto habría cambiado totalmente el devenir tanto de la historia, como de la política de la segunda mitad del siglo XX (43).

La batalla o asedio del castillo de Itter está considerada, la batalla más extraña de toda la guerra. Es la única de la que hay constancia de soldados estadounidenses (44) y alemanes luchando codo con codo. Además, también es la única batalla en que se tiene constancia de tropas estadounidenses involucradas en el asedio de un castillo medieval.



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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) En algunas fuentes aparece mencionado como capitán (Bell, 2015 y Roberts, 2013), si bien parece que dicho ascenso le fue concedido como recompensa por las acciones narradas. Harding, 2013.

(2) Su tanque modelo Sherman, (traducido libremente por “encaprichado o enamorado de/por Jenny”). Harding, 2008 y 2013.

(3) Pueblecito del Tirol austriaco.

(4) El Führer (A.H.) se había suicidado el día 30 de abril y Berlín había caído en manos Aliadas el 2 de mayo.

(5) Castillo de Itter en alemán.

(6) Itter, en el Tirol austriaco.

(7) Y en toda Europa occidental.

(8) La reunificación (unión política de Alemania con Austria) en 12 marzo de 1938.

(9) Lo que hoy llamaríamos presos VIP.

(10) Y posteriormente de exterminio.

(11) En la región de Baviera. En la puerta de entrada al campo reza la leyenda Arbeit macht frei (El trabajo os hará libres). Bell, 2015. Roberts, 2013.

(12) Personal demasiado viejo con algún problema físico o psicológico que le impedía estar en primera línea del frente. Harding,2008.

(13) Que se esperaba podían ser utilizados como “moneda de cambio” para futuras operaciones políticas. Harding, 2008.

(14) Jean Borotra, uno de los mejores tenistas del mundo. Bell,2015. Harding, 2008.

(15) Édouard Daladier y Paul Reynard (Ambos fueron Primer Ministro de la República Francesa),​ Marie-Agnès Cailliau (La hermana de Charles de Gaulle) y su marido. Bell, 2015. Harding, 2008.

(16)​ Los generales Maxime Weygand o Maurice Gamelin, Jefe del Estado Mayor y Comandante en Jefe del Ejército Francés respectivamente. Harding, 2008 y 2013.

(17) Los prisioneros VIP se segregaron según sus afinidades e ideologías políticas, evitándose unos a otros tanto como les fue posible, llegando incluso a comer en mesas separadas. Harding, 2008.

(18) Partisanos y miembros de la resistencia de varios países ocupados por el Tercer Reich. Roberts, 2013.

(19) Wimmer, el último comandante de la prisión, huyó prometiendo gestionar ayuda para proteger en lo posible las vidas de los prisioneros. Convenció al SS-Hauptsturmführer Kurt Siegfried Schrader, para que se hiciera cargo temporalmente de la seguridad del castillo. Siegfried se unirá posteriormente a los defensores del castillo durante el asedio defendiendo a los prisioneros a su cargo. Roberts, 2013.

(20) En algunas fuentes se indica que se enviaron dos correos, aunque coinciden en que Cuckovic era uno de ellos. Bell, 2015.

(21) Sito a unas seis millas (9 km) al noroeste de Itter.

(22) Importante ciudad austriaca.

(23) 20 hombres.

(24) Este doble esfuerzo terminó dando sus frutos siendo la clave a la hora de obtener la victoria final.

(25) Reunieron 3 jeeps, un puñado de soldados montado en un camión y cuatro cazacarros M10, todos ellos guiados por el propio Cuckovic. Harding, 2013.

(26) Inicialmente este contingente constaba de siete tanques Sherman, y un nutrido grupo de hombres de la compañía D del 142º Reg. de Infantería (todos ellos afroamericanos) para que fueran sobre ellos. Harding, 2008.

(27) Automóvil todoterreno ligero alemán, versión militar del Volkswagen Escarabajo diseñado por Ferdinand Porsche durante la Segunda Guerra Mundial. Al contrario que el Jeep, no solía disponer de tracción a las cuatro ruedas.

(28) Tan solo dos tanques, catorce estadounidenses y las tropas de la Wehrmacht de Gangl. Harding, 2008.

(29) No tardando demasiado en dar con elementos de diversas unidades que estaban desplegadas por la zona y que se dirigieron rápidamente hacia las inmediaciones del castillo. Bell, 2015.

(30) En vez de la esperada columna blindada apoyada por una importante cantidad de soldados de infantería estadounidenses, tenían delante un solitario tanque Sherman, siete soldados estadounidenses y, para su disgusto, un camión lleno de alemanes armados. Harding, 2013.

(31) Además, ya alertadas de su presencia en la zona por su encontronazo previo durante su llegada.

(32) Sigue sin estar claro a día de hoy cuantos eran y si habían ido a eliminar a los VIP franceses o a la pequeña fuerza aliada que se había colado entre ellos. En el asalto final (ya que habrían ido llegando atraídos por el ruido del combate) habría entre 150 y 200 SS asediando el castillo.

(33) Era la de Gamelin. Harding, 2008.

(34) Las fuentes difieren, indicando bien que se trataría de un único cañón (Harding, 2013.) o bien de una batería compuesta por hasta tres bocas de fuego (Bell, 2015.) situadas en puntos diferentes.

(35) Al que acertó un disparo de un francotirador, si bien el momento y lo que estaba haciendo en ese momento varían según las distintas fuentes consultadas.  Según las fuentes hay mucha divergencia respecto a las bajas sufridas aquel día entre los defensores. Se habla de una única baja mortal (Gangl) (Bell, 2015) y también de que hubo «varios defensores muertos». El número de heridos tampoco coincide según las diferentes versiones. Harding,2013. Roberts, 2013

(36) Él mismo, Eric Lutten, Meyer Levin y Eric Schwab. Harding, 2008 y 2013.

(37) Las tropas que acompañaban a Kramers habían recibido orden de regresar, ya que la zona quedaba dentro del área de operaciones de otra división. Roberts, 2013. Harding, 2008.

(38) El tanque y la escuadra.

(39) En estos momentos debían contar con una fuerza cercana a los 200 atacantes. Harding, 2013.

(40) «¡Tanques estadounidenses!».

(41) Se tomaron entre 100 y 150 prisioneros durante esta acción. Bell, 2015. Harding, 2013.

(42) Hasta pasados varios meses no se reconocieron méritos por los hechos ocurridos durante la batalla del castillo de Itter. Lee fue ascendido a capitán y condecorado con la Cruz de Servicio Distinguido. Harding, 2008.

(43) Bell, 2015.

(44) Y todos ellos de color para más Inri. Harding, 2008 y 2013.


Bibliografía

  • Bell, B., 2015, «The Austrian castle where Nazis lost to German-US force», BBC News, 7 de mayo 2015. [En línea] Disponible en https://www.bbc.com/news/world-europe-32622651 (1 de junio de 2021).
  • Harding, S., 2013, The Last Battle: When U.S. and German Soldiers Joined Forces in the Waning Hours of World War II in Europe, Da Capo Press, Cambridge.
  • Harding, S., 2008, «The Battle for Itter Castle», Historynet, 11 de septiembre 2008. [En línea] Disponible en https://www.historynet.com/the-battle-for-castle-itter.htm (1 de junio de 2021).
  • Roberts, A., 2013, «World War II’s Strangest Battle: When Americans and Germans Fought Together», The Daily Beast, 12 de mayo 2013. [En línea] Disponible en https://www.thedailybeast.com/world-war-iis-strangest-battle-when-americans-and-germans-fought-together (1 d junio de 2021).

*Juego de mesa sobre la batalla del castillo de Itter: https://www.secondchancegames.com/index.php/ww2/castle-itter-the-strangest-battle-of-wwii-detail

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