A lo largo de la historia, las mujeres no han sido las grandes protagonistas en el ámbito del arte. A partir de la llegada del movimiento feminista, en los 70, se cuestionaron algunas ideas establecidas, como la idea de genio y artista. Ambos habían estado siempre asociados al género masculino. El genio artista siempre era un ÉL. Pero, entonces, en este ambiente de convulsión de nuevas ideas, nació la Womanhouse: el primer proyecto, o programa, de arte feminista. En él, había una nueva pedagogía principalmente colaborativa y no jerárquica. Mediante este programa se pretendía mejorar la posición de aquellas mujeres que se quisieran dedicar en el futuro al arte.
Origen de la Womanhouse
La Womanhouse nace en la universidad del Fresno, en California. Esta universidad se funda en 1911, en un entorno aparentemente agrícola y con pocas ambiciones. Sin embargo, desde que se crea la universidad, aparecen algunas tendencias que alejan a la ciudad del típico entorno rural (1). Por ejemplo, durante la primera mitad del siglo XX, algunas ideas empiezan a tomar forma. Así, se producen protestas contra las condiciones laborales de los trabajadores en la agricultura y contra la subida del paro (2).
El aumento de la presencia de profesores y alumnos en el Fresno, hace que la ciudad se convierta en una comunidad que potenciaba las artes incluidas la pintura y la música (3).
Este programa de arte feminista, la Womanhouse, da comienzo en el curso del año 1970. Durante estos momentos, la universidad experimenta muchos problemas y disturbios sociales. Primero, por las consecuencias que había dejado la guerra de Vietnam. Y, segundo, por algunos conflictos que surgieron en torno a las decisiones del programa educativo (4).
Primer programa feminista para enseñar arte
El departamento de arte de la universidad del Fresno había estado dirigido por hombres desde la fundación de la universidad, a comienzos de siglo. En Julio de 1969, un escultor poco convencional, Oliver Andrews, va a dar una charla a los alumnos. Durante la charla, presenta una demostración de su arte a la que denomina fuentes en el cielo, donde se puede experimentar que el agua vuela.
La presencia de este escultor causa un revuelo en el departamento, creando nuevas perspectivas para presentar el arte. Por ello, el director que en esos momentos era Kusel, considera que hay que cambiar las formas en las que se enseña.
Y buscando una nueva manera de enseñar el arte es como deciden contratar a Judy Chicago, quién luego será la principal fundadora de la Womanhouse.
Judy Chicago: fundadora de la Womanhouse
Esta artista era poco convencional. Quizá por eso fundó la Womanhouse. Había mostrado sus fuertes sentimientos feministas en algunas de sus publicaciones sobre la igualdad de género y la importancia del movimiento feminista. En sus publicaciones, reclamaba una nueva concepción de la realidad en todos los ámbitos, pero fundamentalmente en el artístico. De hecho, criticaba a las viejas formas, y en sus escritos, proclamaba que era necesario buscar un nuevo camino para encarnar la condición humana en términos femeninos o en términos de la experiencia femenina (5).
El feminismo a la universidad
El primer programa de arte a nivel universitario que incluía una visión feminista en sus principios se funda bajo la dirección de Judy Chicago en la universidad del Fresno. En la primavera de 1971 la precursora del programa de arte y Miriam Shapiro cofundan el programa de arte feminista CalArts. Las profesoras y sus veinticinco estudiantes usaron sus recursos para alquilar y reformar un estudio que se encontraba fuera del campus (6). De esa manera, en este espacio, crearon un espacio donde podrían debatir a sus anchas sin ninguna interferencia masculina.
Los inicios de la Womanhouse
Un grupo de estudiantes encontró una mansión deteriorada en una calle residencial de Hollywood. Con el propósito de compararla, enviaron una carta al propietario y este les hizo una oferta. Podrían alquilar la casa de forma gratuita durante tres meses. Sin embargo, una vez que se terminara el proyecto, tendrían que destruir la casa (7).
Uno de los objetivos de este proyecto era enseñar a las mujeres a utilizar un equipamiento poderoso, herramientas y técnicas de construcción. La casa daba un contexto natural para que las estudiantes pudieran aprender estas habilidades (8).
Las estudiantes trabajaron muy duramente durante más de un mes para remodelar la casa. Una de las partes esenciales del proceso fue un ejercicio llamado “Conciousness raising”. Este ejercicio era parecido a una terapia de grupo, donde los participantes se sentaban en un círculo, el tema se introducía y se daba a cada uno un turno para hablar, según algunas estudiantes esto se convirtió en un ejercicio sobre mujeres. En él, todas compartían experiencias personales sobre cuestiones relevantes para sus vidas como el trabajo, el dinero, la sexualidad, el poder, la ropa, sus ambiciones, etc. (9). Así, aparecieron muchas historias y memorias femeninas. Y muchos de estos relatos se convirtieron en obras de arte.
Estas nuevas obras de arte realizadas bajo el programa de arte feminista perseguían nuevos objetivos. Por ejemplo, iban más allá de realizar una escultura o una pintura al óleo porque su propósito solía ser social y/o conceptual (10).
Apertura y principales exposiciones de la Womanhouse
En enero de 1972 la Womanhouse abrió sus puertas al público. Durante ese primer día de exposición, solo tenían acceso las mujeres. Alrededor de 10000 mujeres fueron a ver la primera apertura. La revista time publicó un artículo sobre ello llamado “Bad-Dream House” (11).
Algunas piezas que expusieron tenían nombres como “Menstruation Bathroom” o “Bridal Staircase” y muchos de estos trabajos llenaban una habitación completa. Por ejemplo, Robin Weltch pintó toda la cocina con un rosa brillante y después cubrió las paredes de falsos huevos fritos que se transformaban lentamente en pechos a medida que escalaban las paredes. Lo llamó “Nurturant Kitchen” (12).
Otros ejemplos de performances y representaciones incluían acciones de la vida cotidiana de las mujeres como esperando para ir una fiesta, esperando para ser bella o tener la menstruación. El momento que se lleva el primer sujetador, etc. En definitiva, se representaron todos los procesos por los que pasan las mujeres a lo largo de su vida (13).
Impacto de la Womanhouse
La Womanhouse marco un antes y un después en la formación de las mujeres en el arte. Una de las participantes, Mira Shor, explico más en profundidad en qué consistía este programa educativo. Lo definió como un campo de entretenimiento feminista (14). Tenían que llegar allí a las 8 de la mañana, trabajar hasta la hora de la comida y después tenían reuniones y esas mesas redondas donde cada una compartía sus experiencias personales. Posteriormente, trabajaban de nuevo para preparar las performances por la noche.
El programa artístico de la Womanhouse significa un modelo educativo basado en el trabajo y el aprendizaje profesional. Este programa contribuyo a un importante desarrollo de las técnicas pedagógicas y los procesos que contribuían a la educación artística. Permitió que las mujeres que estaban estudiando arte tuvieran voz, a través de las sesiones en las que cada una podría expresar sus experiencias.
Este programa impacto en la creación de otros grupos como Women Artistis in Revolution o Los Angeles Council Women Artists. Grupos que empezaron a organizar protestas contra la exclusión de las mujeres en el arte. Muchos de los obstáculos que las mujeres enfrentaban para declararse artistas derivaban de la asunción cultural de que ellas deberían estar en casa haciendo el trabajo doméstico.
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