Antes de meternos en el pin up, seguro que si os digo: rápido, pensad en algo que identifique a los USA, muchos pensaréis en la bandera. Pero otros muchos, seguro que pensáis en la Estatua de la Libertad. Pues bien, uno de los símbolos más reconocidos de Norteamérica, es extranjera, ¿lo sabrá Trump?
La señorita libertad fue un regalo del pueblo francés a los Estados Unidos, para conmemorar la independencia de los americanos y como símbolo de amistad y unión entre los dos países. Como curiosidad, la estructura interna de la estatua es obra de Eiffel, el mismo que construyó la torre (1).
Seguramente lo de la Estatua de la Libertad ya lo sabíais. Pero, ¿a que no sabéis que esta señorita no fue la única que viajó desde Francia a Estados Unidos para convertirse en un icono de su cultura popular? Las pin up, esas chicas precursoras de lo que serán las chicas playboy, también tienen su origen en Francia.
Postales desde el frente
El término pin-up girl significa literalmente la chica que se cuelga. La cultura de talleres y cabinas de camiones sabe mucho de eso. Básicamente, son retratos de señoritas ligeras de ropa y en actitudes poco decorosas.
El origen de estas chicas tan “descaradas” lo encontramos en Francia, concretamente en la 1ª Guerra Mundial. Cuando los americanos llegaron a suelo francés en el 1917, descubrieron unas postales muy “bonitas”. Pero no de las que les mandarías a tu madre, sino de chicas en traje de baño. La publicación de estas postales era promovida por el Gobierno francés, para levantar “el ánimo” de los soldados que se encontraban en las trincheras. De hecho, su edición aumentó mientras duró el conflicto.
Para complacer a sus nuevos admiradores, las chicas francesas, así es como las llamaban, se vestían con banderas y uniformes americanos. Una vez acabado el conflicto, los soldados se llevaron a sus compañeras de trincheras a sus casas, al otro lado del charco.
Chicas de calendario
Una vez en suelo americano, las postales de pin ups son lanzadas a todo el país desde Nueva York. Aparecen por primera vez en Broadway en los años 20.
Publicaciones como Esquire, y posteriormente Playboy (2), incluirán ilustraciones de pin ups en sus páginas. Las originales francesas eran fotos, pero las americanas eran ilustraciones, dibujos. Uno de los artistas pin up más famoso es Alberto Vargas (3).
La primera en recibir el título de pin up fue precisamente una actriz, Annette Kellerman. Fue la primera en aparecer desnuda en una película (4).
La floreciente industria hollywoodiense se sumó al boom pin up y muchas de sus actrices fueron retratadas como tales. Algunas de ellas incluso por artistas como Vargas (5).
Las pin up lo inundaron todo. No sólo las revistas masculinas, también carteles publicitarios, barajas de cartas y, por supuesto, calendarios.
De vuelta al frente
Cuando estalla la 2ª Guerra Mundial las pin ups vuelven a entrar en acción. Igual que hiciera el Gobierno francés en la Gran Guerra, el Gobierno americano promueve la edición de material pin up. El levantar la «moral» a las tropas era importante. Era una manera de recordarles a los soldados por lo que estaban luchando, esa vecinita de al lado que adornaba sus barracones les estaría esperando cuando regresaran a casa para agradecerles como era debido su servicio a la patria, al menos, en sus sueños eso es lo que ocurriría… Estas atractivas mujeres fueron consideradas de “utilidad militar”.
Como hicieran también las chicas francesas, las pin ups se vestían con los colores de la bandera e incluso con uniformes militares.
En este momento las pin ups saltan de las páginas de papel al metal de los aviones. Era muy común que los morros de los aviones se decoraran con dibujos de chicas; el propio Vargas decoró alguno de ellos.
De todas las pin ups de este período la más famosa fue Betty Grable. Su foto estaba por todas partes en el frente. Para entretener a las tropas en los campamentos era común la presencia tanto de pin ups, por ejemplo Betty, como de artistas cinematográficas. ¿Qué mejor que una chica bonita para aliviar a los soldados…? (6)
Después de la Guerra…
Una vez finalizada la guerra, las pin ups siguieron haciendo las delicias del público masculino. La más famosa de las pin ups de los 50s, y yo diría de todos los tiempos, fue Betty Page. Con ella las cosas cambiaron, y mucho.
Las fotos de Betty eran las más demandadas, incluso rodaba películas. Pero de todas, las sesiones de alto contenido erótico y sexual, en las que se incluían imágenes de boundage (7), sado e incluso insinuaciones de lesbianismo, eran las más demandadas. La doble moral americana ponía el grito en el cielo por semejantes imágenes del diablo, mientras por la puerta de atrás corría a comprar ese material.
Con la aparición de la revista Playboy el concepto de chica que aparece en este tipo de publicaciones va a cambiar, las imágenes son más eróticas, más sexuales. Las “inocentes” pin ups quedarán relegadas a un segundo plano.
El movimiento pin up
Aunque podríamos pensar que la década de los 50s fue el punto final de las pin up, no es así. Dentro de ese mundo de las denominadas tribus urbanas, donde podemos encontrar heavys, mods, emos, lolitas, punks, etc , las pin up tienen también su espacio. Es un movimiento estético, que responde a un gusto por una forma de vestir, peinarse y maquillarse. Generalmente suele ir asociado al estilo Rockabilly (8). Si habéis visto Grease sabréis perfectamente de lo que os hablo.
Aunque se pudiera pensar lo contrario, dado el origen del término pin up y de su finalidad, las actuales seguidoras de la estética suelen ser algo más que chicas bonitas a las que admirar. Culpa de ello la tiene precisamente la propaganda de guerra, pero la dirigida a las mujeres, y su principal icono, Rosie la ribeteadora (9).
La imagen de la pin up por excelencia, Betty Page, sigue acompañándonos a día de hoy, incluso hay una línea de ropa con su nombre. Sigue siendo admirada e imitada. La heredera actual de Page es la artista de burlesque (10) Dita Von Tesse; glamour, picardía y erotismo en su justa proporción. Hasta ella en sus inicios imitó a Betty….
Heredera de los grandes artistas que plasmaron con sus pinceles la belleza de las pin up actualmente contamos con Olivia de Berardinis. Seguramente su nombre no os suene de nada, porque por desgracia, al igual que ocurre con los dibujantes de cómics, sus obras no se estudian en los libros de arte. Pero eso es otro tema…