Referencias
(1) El movimiento sufragista inglés creció sobre todo entre 1850 y 1920, influyendo en el resto de Europa. Estuvo liderado por mujeres como Harriet Taylor Mill y Anne Knight.
(2) Pretendían conseguir la igualdad de derechos y de privilegios sociales, a través de la educación, de nuevas leyes y de la participación política. En 1851, Harriet Taylor Mill (casada con John Stuart Mill, filósofo utilitarista), publicó su ensayo Sufragio de las Mujeres, y Anne Knight lideró una campaña de mítines, rechazando la subordinación femenina.
Once años después de la muerte de Harriet, en 1869, su marido publicó El Sometimiento de la Mujer, para expandir sus ideas. Esta obra fue un hito en el pensamiento feminista, e hizo que se pusiese en el punto de mira la educación recibida por las mujeres como la causa de la desigualdad. Pérez Garzón, 2011, pp. 101-105.
En 1848 se fundó el Queen’s College, y al año siguiente el Bedford College, ambos centros universitarios para mujeres, en Londres. De sus promociones salieron feministas decididas, que se fueron organizando: publicaron un periódico feminista, lanzaron una editorial, Victoria Press, solo para publicar obras de mujeres, y fundaron la Sociedad de Promoción del Empleo Femenino, en la que colaboraron grandes mujeres: la poetisa Adelaida Proctor, la educadora Emily Davies, y la primera médica inglesa, Elizabeth Garret. Pérez Garzón, 2011, p. 103.
(3) La primera propuesta de sufragio universal que presentaron, en 1866 ante el Parlamento, entregada por Elizabeth Garret y Emily Davies, fue rechazada. Pretendían que en la ley vigente se cambiase la palabra “man” por “person”, lo que hubiese permitido que las mujeres (solo las propietarias) pudiesen votar. Recogieron 1499 firmas. Pérez Garzón, 2011, p. 103.
Como respuesta al rechazo que recibieron, en 1867 crearon la Sociedad Nacional pro Sufragio de la Mujer, que poco a poco fue creciendo en activismo y logros: lograron que las mujeres pudiesen estudiar en Oxford, crearon nuevos centros universitarios femeninos y, en 1894, lograron votar en las municipales. Pérez Garzón, 2011, pp. 104-105.
Como la unión hace la fuerza, las distintas agrupaciones sufragistas se fusionaron: crearon la Unión Nacional de Sociedades pro Sufragio de la Mujer, en 1897, liderada por Millicent Garret Fawcett, quien representa la rama feminista moderada. Pérez Garzón, 2011, p. 105.
(4) La indignación que el partido liberal fue suscitando entre las sufragistas provocó que para algunas feministas esta unión de las distintas agrupaciones no fuese suficiente (en Inglaterra la transformación del liberalismo en planteamientos políticos cada vez más conservadores, produjo fuertes y graves choques violentos entre las sufragistas y el gobierno. Ver Miyares, 2005, pp. 245-294.). Así, se escindió una rama más radical del movimiento, y a ellas se sumaron miles de obreras sindicadas y mil licenciadas universitarias. Como resultado, estas feministas más radicales, fundaron la Unión Social y Política de las Mujeres (WSPU), en 1903, liderada por Emmeline Pankhurst. Pérez Garzón, 2011, p. 105.
En 1912, se aliaron con el Partido Laborista Independiente, una escisión del partido laboralista más radical. Millicent Garret Fawcett y sus compañeras moderadas, se desmarcaron de las tácticas de Pankhurst y las suyas, y se unieron a los laboralistas tradicionales. (Todas ellas, tanto las más moderadas como las más radicales, rompieron con el Partido Liberal). Pérez Garzón, 2011, p. 106.
Fueron estas sufragistas radicales quienes ganaron una fama y una fuerza espectaculares. Su influencia traspasó las fronteras británicas, y llegó al resto de Europa. Se les llamó, incluso, “las furias criminales de Londres”. Duby y Perrot, 2000, p. 49.
(5) Sus prácticas fueron castigadas por las autoridades, por alteración del orden: interrumpían y boicoteaban reuniones y discursos políticos, cortaron el telégrafo, atacaban los domicilios privados de los diputados. Incluso tuvieron que pasar por prisión en más de una ocasión, porque se negaban a pagar las multas. En la cárcel, tampoco cesaron sus protestas. Pérez Garzón, 2011, p. 106.
Las sufragistas comenzaron a organizar desfiles masivos, muestras ininterrumpidas de desobediencia civil, y ataques directos a la propiedad. Estas prácticas se intensificarían a partir de 1909 cuando el Primer Ministro, Asquith, se negó a recibirlas en comisión. Para las sufragistas la única salida para lograr sus aspiraciones fue la radicalización de sus métodos, siendo el culpable de la violencia el propio gobierno. Miyares, 2005, pp. 245-294.
(6) Emplearon la huelga de hambre como forma de protesta desde 1909. El primer ministro británico llegó a ordenar la alimentación forzosa (Ya lo veremos, en el caso de nuestra protagonista). Pérez Garzón, 2011, p. 106.
(7) En 1912, el Gobierno ilegalizó la formación de Pankhurst, porque sus acciones subieron mucho de tono. (La agitación sufragista subió de tono cuando en noviembre de 1911 fue reprimida violentamente una concentración de mujeres ante el Parlamento, dando lugar a dos muertes y a muchos heridos). Como consecuencia, las sufragistas, en respuesta a la represión que sufrían, rompieron escaparates de comercios y hasta usaron bombas incendiarias. En los años siguientes, miles de ellas pasaron por prisión. Pérez Garzón, 2011, pp. 107-108.
Las sufragistas nunca realizaron ningún atentado personal, ni nadie resultó herido como consecuencia de sus protestas. Varela , 2013, p. 39.
(8) Emily Wilding Davison nació el 11 de octubre de 1872 en Blackheath, Londres, en el seno de una familia acomodada de clase media. En la escuela secundaria, ya destacaba en literatura inglesa. Purvis, 2013.
Para conocer mejor la biografía de nuestra amiga, ver Stanley & Morley, 1988, y FitzHerbert , 2004.
(9) Famosa frase atribuida a Emiliano Zapata, a Dolores Ibárruri (la “Pasionaria”), o a Ernesto “Ché” Guevara. La pronunciase quien la pronunciase (no hay mucho acuerdo sobre ello), no cabe duda alguna de que la heroica, subversiva y revolucionaria máxima ha quedado grabada a fuego en el imaginario colectivo.
(10) Cuando tenía 19 años le concedieron una beca para estudiar (literatura y lenguas extranjeras) en el Royal Holloway College (una de las escuelas de la Universidad de Londres). Al año, la beca se terminó y el padre de Emily Davison falleció y, como consecuencia, no pudo seguir costeándose las tasas de sus estudios. Por ello, se vio obligada a abandonar sus estudios y empezar a trabajar como institutriz. Gracias a este trabajo, ahorró lo suficiente para matricularse en St. Hugh’s Hall, una universidad de mujeres recientemente fundada en Oxford, donde obtuvo un título en Lengua y Literatura Inglesa. A pesar de que en aquel entonces las mujeres no podían obtener una titulación oficial, sus buenas calificaciones obligaron al centro a concederle honores especiales. Así, se graduó con honores en clásicos y matemáticas. Debido a que la oferta laboral para una mujer con título universitario era bastante pobre, terminó trabajando de maestra. De 1900 a 1906, volvió a trabajar como institutriz. Sin embargo, su frustración por el estatus secundario de las mujeres en la sociedad inglesa alimentó su creciente interés por el movimiento sufragista. Purvis, 2013.
(11) En noviembre de 1906, empezó a militar en la WSPU (la Unión Social y Política de las Mujeres, la formación liderada por Emmeline Pankhurst), pasando a formar parte de todas las protestas de estas feministas radicales. Pérez Garzón, 2011, pp. 107-108.
(12) Emily Davison se convirtió en miembro de la rama de Kilburn de la WSPU. Se volcó por completo al movimiento sufragista abandonando su trabajo. Como consecuencia, tuvo que enfrentarse a la inseguridad económica toda su vida. Durante los siguientes cuatro años, se embarcó en todas las protestas, llegando a ser encarcelada en ocho ocasiones. Purvis, 2013.
(13) Pérez Garzón, 2011, p. 108.
En 1909, fue arrestada cinco veces. Para evitar que la obligasen a comer, Emily atrancó la puerta de su celda (con dos tablones de su cama, un taburete, dos zapatillas y un cepillo para el cabello). Como consecuencia, al no poder abrir la puerta, las autoridades de la prisión introdujeron una manguera a través de la ventana de la celda, y le vertieron agua helada. Denunció a las autoridades carcelarias por esto, y llegó a ganar el caso. Emily comenzó a creer que quizás dar la vida podría ser la única manera de forzar a un gobierno obstinado a dejar de torturar a las mujeres que estaban haciendo campaña por una causa justa y democrática. Purvis, 2013.
La brutalidad a la que tuvo que enfrentarse Emily Davison en prisión, se nos describe a la perfección en FitzHerbert, 2004.
(14) Sucedió en junio de 1912, en la prisión de Holloway, y lo hizo para detener la alimentación forzada a la que las sometían. Emily admitió que éste había sido un intento de suicidio, para acabar de una vez por todas con tanta vejación. Purvis , 2013.
(15) Era el cuatro de junio de 1913, día en que se celebraba, como se venía haciendo desde 1780, el Derby Day, la gran prueba hípica anual en la que se concentraba lo más destacado de la sociedad inglesa. Varela, 2013, p. 33.
(16) Se trataba de Anmer, el caballo del rey Jorge V (cabalgado por el jinete Herbert Jones). Purvis, 2013.
(17) Emily estaba de pie, cerca de la esquina de Tattenham, con una bandera de la WSPU (púrpura, blanca y verde), atada alrededor de su cuerpo y oculta bajo su chaqueta. Purvis, 2013.
(18) En contra de lo que se llegó a escribir sobre el asunto, la intención de Emily Davison nunca fue suicidarse. De hecho, existen unas cartas de Emily Davison dirigidas a su hermana, avisándole de una futura visita que le haría. Ver Howes, 2013, obra que incluye un prefacio de Geoffrey Davison, el cual, explica que su tía abuela Emily, no era una loca que intentó suicidarse.
(19) Purvis, 2013. Este incidente del Derby fue recogido por los principales periódicos y retransmitido en las noticias de todo el mundo: es decir, tuvo gran eco internacional.
(20) Emily Davison falleció el ocho de junio de 1913.
(21) Así, la portada del 13 de junio de 1913 de “The Suffragette”, revista editada por Christabel Pankhurst, una de las líderes de la WSPU contenía, en memoria de Emily Davison, un dibujo de una mujer-ángel con las alas desplegadas y los brazos levantados, en una pista de carreras. Purvis , 2013. Podéis ver esta portada en la imagen destacada de este artículo (izquierda). Fuente. La otra portada (derecha), es de otro famoso periódico británico, «Daily Sketch«, del 9 de junio, el día después del fallecimiento de Emily. Fuente.
(22) Ver Tanner, 2013, para conocer mejor lo ocurrido en el Derby y la repercusión mediática que tuvo el fatal acontecimiento. En esta obra, también se detalla que las intenciones de Emily Davison eran las de colocar una bandera para reivindicar el “Votes for Women”, y no las de suicidarse.
(23) Pérez Garzón, 2011, p. 108; Varela, 2013, p. 34.
(24) El catorce de junio de 1913. Purvis, 2013.
Entre las decenas de carrozas que seguían el féretro de Emily Davison, desfiló una vacía con las cortinas bajadas: era la de Emmeline Pankhurst (líder de la WSPU) que no pudo acudir porque, de nuevo, estaba arrestada. Varela, 2013, p. 39.
(25) Varela (2013), p. 39.
(26) Las sufragistas se dedicaron completamente al trabajo voluntario, para apoyar la tarea de los hombres en el frente. Como consecuencia, el rey Jorge V amnistió a todas las sufragistas presas y encargó a Emmeline Pankhurst el reclutamiento y la organización de las mujeres, para sustituir a los hombres que debían alistarse. Varela, 2013, p. 39.
(27) La imagen de las mujeres curando a los soldados y trabajando en las fábricas para no parar la producción, inclinó la opinión pública a favor de la concesión del voto. Así, el 28 de mayo de 1917, se aprobó la ley que daba derecho al sufragio femenino. Por fin, las mujeres pudieron votar en 1918. Pérez Garzón, 2011, pp. 108-109. Pero la equiparación de su edad electoral con los varones (21 años), llegaría diez años después, en 1928. Amorós, 2008, p. 80; Pérez Garzón, 2011, p. 109; Varela, 2013, p. 39. La conquista del voto femenino se convirtió en demanda en el resto de países occidentales. Pérez Garzón , 2011, pp. 109-110.
(28) Cabe hacer referencia, por ejemplo, a otra sufragista que para reivindicar la igualdad decidió liarse a hachazos con un famoso cuadro de Velázquez. Se trata de Mary “la acuchilladora” Richardson, quien en 1914, entró armada en la Nacional Gallery para asestar varios hachazos a la Venus del espejo de Velázquez, como protesta para reivindicar el voto femenino. Podéis conocer su historia visitando nuestro artículo: https://khronoshistoria.com/mary-la-acuchilladora-hacha-igualdad-sufragistas/
Bibliografía
- Duby, G. y Perrot, M., 2000, Historia de las Mujeres en Occidente. Vol. V: el siglo XX, Taurus Minor / Santillana, Madrid.
- FitzHerbert, C., 2004, Emily Davison: The Girl who Gave Her Life for Her Cause (Who was), Short Books, Limited, London.
- Howes, M., 2013, Emily Wilding Davison. A Suffragette’s Family Album, The Histoy Press, London.
- Miyares, A., 2005, “Sufragismo”, en Amorós, C. (coord.), Teoría Feminista: de la Ilustración a la Globalización. Vol. 1, Editorial Minerva, Madrid.
- Pérez Garzón, J. S., 2011, Historia del Feminismo, La Catarata, Madrid.
- Purvis, J., 2013, Remembering Emily Wilding Davison (1872–1913), Women’s History Review, Vol. 22, Nº 3, pp. 353-362. [Online]. Disponible en: http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09612025.2013.781405?scroll=top&needAccess=true (Visitado en 11-9-2017).
- Stanley, L. & Morley, A., 1988, The Life and Death of Emily Wilding Davison: A Biographical Detective Story, Women’s Press, Toronto.
- Tanner, M., 2013, The Suffragette Derby, The Robson Press, London.
- Varela, N., 2013 (1ª ed. 2008), Feminismo para principiantes, Ediciones B de Bolsillo, Barcelona.