¡Menuda faena morir sin descendencia! Borbones Vs. Habsburgos: Juego de Tronos a la española.

En el año del señor de 1700, la Corona española no tenía un heredero directo: el rey no tenía descendencia. Carlos II, el último rey Habsburgo de España, había hecho su trabajo, designando un sucesor (1). Pero éste se murió sin previo aviso y sin consultar al monarca. Como si no tuvieran bastante, ahora los españoles de la época tenían un problema de Estado. Las potencias extranjeras una oportunidad (2) y los reinos de España una prioridad. Este hecho dio origen a la Guerra de Sucesión española, entre los Borbones, que reinaban en Francia, y los Habsburgo, que lo hacian en centro europa. Dicha guerra tendrá como principal consecuencia la llegada de los Borbones al trono español. Pero no adelantemos acontecimientos, no quisera pecar de hacer spoilers.

Carlos III Felipe V Guerra de Suceción española
Carlos III y Felipe V, los dos pretendientes de la Corona Española. Fuente.

Los españoles no supieron arreglar el asunto dialogando

Carlos II murió dejando como nuevo sucesor al francés Felipe de Anjou en su último testamento (3). Este fue proclamado rey en Versalles, reinando así los Borbones en Francia, España y su imperio. Rápidamente, viajó a Madrid para tomar posesión de sus reinos. De esta manera, vió la luz Felipe V. En la capital lo recibieron bien, por su sistema de gobierno absolutista y centralista. Es decir, que era el rey quien partía el bacalao, ya que su poder no tenía limitaciones. Además, las decisiones políticas dependían únicamente de su gobierno central.

Pero a la Corona inglesa, esta nueva situación continental no le venía de gusto. El hecho de pensar que pudiera reinar un solo monarca en Francia y España, le quitaba el sueño.

A la Corona de Aragón y al Principado de Cataluña, el nuevo monarca les dejaba expectantes (4). Y es que había viejos problemas, que venian desde la unión dinástica de la Corona de Aragón y el Reino de Castilla. Con esta unión, la Corona de Aragón pasó a un segundo plano en la toma de decisiones. Así, su poder politico y economico fue desapareciendo. Dicha unión, realizada hacía siglos (5), fue el principio de una serie de desventuradas acciones que llevaron a España y a las potencias europeas a la Guerra de Sucesión española.

Comienza el conflicto. Se lía la marimorena en una España, cómo no, dividida

Felipe V tardó casi un año en ir a jurar las Constituciones catalanas y realizar el resto de actos protocolarios, como habían hecho todos los reyes. Esto no le gustaba a Felipe V, porque iba contra su idea de un reinado absolutista, donde se cumpliesen sus ordenes sin rechistar. Pero la división administrativa de los diferentes reinos de España, que se había realizado durante la Edad Media, aun perduraba. Por ello, el Principado de Cataluña, el Reino de Valencia y Aragón tenian leyes propias. Y para Felipe V, reconocer que tenía que jurar otras leyes, que no eran las suyas, era un plato que no queria probar.

La espera y las formas no contentaban a nadie. Por un lado, estaban las quejas de la burguesía catalana. Para ellos era muy importante poder comerciar con América, para dar salida a sus productos. Pero todo tenía que pasar por la aprovación del monarca español. Esta situación corria el peligro de continuar igual, si Felipe V estaba en el trono. Las decisiones se seguirian tomando desde el gobierno central, o sea, desde Madrid. Y esto perjudicaba sus intereses economicos, pues deseaban un comercio más abierto con las colonias. Por otro lado, para el rey, este juramento era un impedimento en su plan de implantar una monarquía absolutista que fuera el reflejo de la de su abuelo, en Francia.

Los ingleses, mientras tanto, echando leña al fuego

Durante este tiempo, los paises europeos, como Inglaterra o Austria, no habían dejado de presionar para aumentar el descontento de la población de Cataluña. Habían promovido campañas de desprestigio hacía Felipe V. Simultaneamente, realizaban una campaña para proclamar rey a un miembro de la casa de Habsburgo. Casa que reinaba, desde hacía no se sabe cuánto, por la zona de Austria. Estas estrategias se debían a que la Corona inglesa, de los Estuardo, no quería que los Borbones reinaran en Francia, en España y su imperio. Demasiado power para un solo rey, que no era «de los suyos». ¿No os recuerda tanta intiga a Juego de Tronos?

Y llega la sangre al rio: la Guerra de Sucesión española está servida

Mientras esto pasaba en España, en Viena (6)  los españoles se encontraron con un segundo monarca, Carlos III, de los Habsburgo. Este estaba apoyado por Inglaterra y otros estados europeos. Y claro, Carlos III procedió inmediatamente a reclamar los derechos del trono. A caballo regalado no le mires el dentado.

Los ingleses continuaron con sus tejemanejes y firmaron un pacto (7), para unir fuerzas con el Principado de Cataluña. Pretendían expulsar a Felipe V y poner en el trono español a Carlos III. Todo en secreto.

Se rebelan los tejemanejes de los ingleses

El secreto se terminó cuando llegó la flota de la Gran Alianza antiborbónica (8) al puerto de Barcelona (9). Estos apoyaron una revuelta en favor de Carlos III, tomando el Castillo de Montjuïc y consiguiendo la rendición de la ciudad. En Barcelona recibieron con alegría esta victoria. Carlos III entró en la ciudad, en octubre, para recoger los acuerdos de la rendición. En ellos, se respetaban las Constituciones catalanas y los acuerdos de las últimas Cortes, reunidas por Felipe V.

Batalla de Almansa Guerra de Sucesión Española
Batalla de Almansa. Fuente.

Envalentonado, el ejército de la Gran Alianza antiborbónica, formada por Austria, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos, Prusia y la mayoría de los Estados alemanes, comenzó una ofensiva por dos frentes: el Principado de Cataluña y Portugal. Esto llevará a Carlos III, el Habsburgo, a Madrid (10), donde lo coronaron rey. Pero tuvo que poner pies en polvorosa en dirección a Valencia, porque no lo querían en la capital. Así, Felipe V regresó rapidamente a Madrid.

Ahora la batuta de la guerra la tiene Felipe V

La Guerra de Sucesón española continuó y en la batalla de Almansa (11), se giró la tortilla y fue Felipe V, con su ejército, quien salió victorioso. Los perdedores, los Reinos de Aragón y Valencia, que pertenecián a la Corona de Aragón, al igual que el Principado de Cataluña, perdieron sus fueros, donde se recogían sus normas locales y privilegios (12).

Pero Felipe V recibió un revés de parte de su yayo. Recordemos que el rey francés, Luis XIV, era el yayo de Felipe V, por lo que Francia era su aliada en esta guerra. Las tropas francesas tuvieron que retirarse. Tras sufrir varias derrotas marítimas, frente a la Gran Alianza, no les quedó otra. Además, tenían encima una buena crisis económica, lo que les dificultaba continuar con la guerra (13). Esta situación desembocó en un intento de acuerdo entre la Corona francesa y los integrantes de la Gran Alianza (14).

Desde ahora, la guerra solo se jugará en España. Mientras, en Europa, se negocia a escondidas un gran acuerdo de paz. La victoria de Carlos III en la Batalla de Zaragoza lo devolvió a la capital. Pero volvió a huir de Madrid y Castilla, por lo de siempre: no lo querían. Felipe V aprovechó el viaje, y venció en dos batallas decisivas (15). Así, dio la última estocada a la Guerra de Sucesión española.

sitio a Gerona sitio a Girona principado de Cataluña Guerra de Sucesión española
Recreación del sitio a Gerona. Fuente.

Hora de los tratados que no se cumplen

Carlos III abandonó España (16) cuando murió el emperador romano germánico José I de Habsburgo (17), para ocupar su trono. Así, se convirtió en el emperador Carlos VI. Dejó a su esposa, Isabel, de regente en Barcelona. Pero este hecho hizo cambiar a los miembros de la Gran Alianza. Porque ahora veían a Felipe V mejor para sus intereses. Y es que la Gran Alianza pretendía evitar la reaparición del bloque hispano-alemán. Les daba más miedo esta unión, que la borbona.

Por este motivo, se firmó un tratado (18) entre los países de la Gran Alianza y la monarquía de Francia. En él, se garantizaba que no habría represalias para el Principado de Cataluña, por su participación en la guerra (19).

Pero el Principado de Cataluña continuó con la lucha. No veia clara su situación en la firma del tratado y no queria abandonar su lucha por poner a Carlos III en el trono. Esta resistencia duro varios  meses, en los que se vivió un bloqueo naval y un sitio a la ciudad de Barcelona (20) por las tropas de Felipe V (21).

Despues de esta resistencia, Felipe V no cumplió los tratados firmados, e inició una fuerte represión para acabar con todos los rebeldes (22). Así, se disolvieron las Cortes catalanas. Además, Felipe V se encargó de colocar a sus hombres en los órganos de poder. De esta manera, logró imponer por fin la organización castellana (23). Por si fuese poco, aplicó unas duras imposiciones económicas a Cataluña (24). ¡Así se centraliza el poder!

Intervenir en asuntos de otros países, un hecho muy viejo

Esto es lo que pasa cuando un monarca muere sin descendencia. Que hay que buscar otro: a rey muerto, rey puesto. Y ya véis lo que sucede cuando los intereses de potencias extranjeras interfieren en los asuntos de otros países. Y cuando no se quiere romper con el pasado y los Reinos de España quieren continuar como siempre.

Esto pasaba en el siglo XVIII, pero en pleno siglo XXI continua pasando. Véanse los ejemplos de Siria y Venezuela. Donde la avaricia de las potencias economicas actuales, por controlar las riquezas naturales de estos paises, han conducido a una guerra abierta en Siria y a poner las primeras piedras para un golpe de Estado en Venezuela. Se ve que no aprendemos.


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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) José Fernando de Baviera (Viena, 28 de octubre de 1692 – Bruselas, 6 de febrero de 1699), príncipe elector de Baviera y heredero de todos los reinos, estados y señoríos de la Monarquía Hispánica desde 1696, por testamento del rey Carlos II de España, hasta su muerte en 1699.

(2) Albareda, 2000, p. 30.

(3) García Cárcel, 2002, p. 42.

(4) Albareda, 2000, p. 33.

(5) En octubre de 1469 se casan en secreto, en el palacio de los Vivero, de Valladolid, Isabel y Fernando, príncipe heredero de Aragón. Este enlace tuvo como consecuencia la unión dinástica de la Corona de Castilla y la Corona de Aragón en 1479 al acceder Fernando a la corona aragonesa, aunque no se hace efectiva hasta el reinado de su nieto, Carlos I.

(6) Así, el 12 de septiembre de 1703, el emperador Leopoldo I proclamó formalmente a su segundo hijo, el archiduque Carlos de Austria, como rey Carlos III de España, renunciando al mismo tiempo, en nombre suyo y de su primogénito, a los derechos a la corona hispánica, lo que hizo posible que Inglaterra y Holanda reconocieran a Carlos III como rey de España. A partir de aquel momento, había formalmente dos reyes de España.

(7) 20 de junio de 1705. Se firma el pacto de Génova, que fue una alianza política y militar entre Inglaterra y un grupo de propietarios y nobles catalanes austracistas, en representación del Principado de Cataluña, en el marco de la Guerra de Sucesión Española.

(8) La flota llegó a Barcelona el 22 de agosto de 1705 cuando estaba en pleno apogeo la revuelta austracista.

(9) Espino López, 2013, p. 35.

(10) En Madrid fue proclamado el 2 de julio de 1706 como Carlos III, rey de España, pero a finales de ese mismo mes, abandonaba la capital con destino a Valencia.

(11) La batalla de Almansa se produjo el 25 de abril de 1707, en Almansa.

(12) Hecho que se recoge en el Decreto de Nueva Planta, Felipe V.

(13) Alameda y Esculies, 2008, p. 74.

(14) A principios de 1710 hubo un nuevo intento de alcanzar un acuerdo entre La Gran Alianza y Luis XIV, el abuelo de Felipe V.

(15) Batallas de Brihuega y de Villaviciosa.

(16) En la primavera de 1711.

(17) Espino López, 2013, p. 123.

(18) El Tratado de Utrecht, en la primavera de 1713.

(19) Articulo 12 del Tratado de Utrecht.

(20) El sitio de Barcelona fue una de las últimas operaciones militares de la Guerra de Sucesión Española. Se produjo entre el 25 de julio de 1713 y el 11 de septiembre de 1714.

(21) Alameda y Esculies, 2008, p. 91.

(22) Fragmento consideraciones del caso de los catalanes, primavera de 1714. Articulo XIII del Tratado de Utrecht.

(23) En 1715.

(24) Gallofré, 1990, p. 147.


Bibliografía

  • Alameda, J. y Esculies, J., 2008, 1714. La guerra de Sucesión, PPM Editorial, Barcelona.
  • Albareda, J., 2000, La guerra de Sucesión y el once de septiembre, Editorial Empúries, Barcelona.
  • Decreto de Felipe V aboliendo los fueros de Aragón y Valencia (26 de julio de 1707).
  • Espino, A., 2013, Patria y libertad. La Guerra de Sucesión en Cataluña 1704-1714, Editorial Asuntos, Barcelona.
  • Gallofré, J., 1990, Las dificultades de la posguerra, según el testimonio de un campesino de Santa Susanna (1715-1717), Editorial Barcanova, Documentos de Cataluña, Recopilación de textos históricos, Generalidad de Cataluña, Barcelona.
  • García Cárcel, R., 2002, Historia de España siglo XVIII. La España de los Borbones, Ediciones Cátedra, Madrid.
  • Remacha, JR., 2015, Cuadernos de Gibraltar. La paz de Utrecht, Editorial Presentación de la revista, Gibraltar.
  • Tratado de Utrecht, 1713-1715.
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Jose Manuel Molina Monclova
Graduado en Humanidades por la UOC. Activista social implicado en cambiar el modelo educativo y promover la cultura popular realizada por los ciudadanos/as.