El exilio republicano en México durante la Guerra Civil y la posguerra

En este artículo, hablaremos del exilio republicano en México, a grandes rasgos, centrándonos en el proceso. Haremos hincapié, sobre todo, en la pérdida cultural e intelectual de España en el extrarradio. Y, también, de cómo se organizó y se hizo frente al contexto bélico que dividiría a España en dos bandos.

Pero antes de empezar, ¿sabes qué es el exilio? Y ¿sabías que el exilio republicano fue durante la guerra civil y la posguerra? Espera, que te lo explico muy rápidamente.

¿Sabías qué el exilio era una práctica común en el siglo XX? 

Si algo caracteriza el siglo XX, es la sustitución de sistemas políticos por otros no tan afines con el pueblo.  Abandonadas/os a su suerte, deberán exiliarse ante la más que posible represión, independientemente de su condición sociopolítica y económica. Si no estabas de acuerdo con el nuevo sistema político, debías aceptar lo que ya mencionó Pimpinela, en una famosa canción: «vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta».

El exilio es el hecho mediante el cual una persona (o un conjunto de personas) es desterrada, de manera forzosa, de la zona en la cual esté. Para ser más concretos, en el contexto que explicaremos, se podría hablar de expatriación, ya que el exilio republicano en México sucedió por causas políticas (1).

La Guerra Civil y el exilio republicano en México

La Guerra Civil Española (1936-1939), precedente y polvorín de la II Guerra Mundial, será un espacio clave a finales de la contienda, en 1939. Debido a que se finalizará la guerra y enmarcará el inicio del exilio republicano. Con anterioridad, se verá un sistema democrático, donde, en lo sociopolítico, se basaba en la libertad y la educación (2). Sus pilares eran la democracia, la sociedad e impulsar el país en todos los aspectos posibles.

La intencionalidad de la II República era buena, con reformas que querían cambiar los problemas que venía arrastrando España. Es más, nuestro país destacará en el panorama político, cultural y científico, siendo una democracia entre fascismos incipientes. Pero el sistema republicano era endeble, debido a que:

«el sistema fracasó por estar basado en una democracia idealizada, lo que dinamizó y cambió su forma de afrontar el autoritarismo y la intolerancia» (3).

El 17 de julio de 1936, se dio un golpe de estado por el ejército en Marruecos,  provocando la guerra civil. Esta golpearía a la nación hasta el 1939, sometiendo a España a una dictadura durante 40 años. En este contexto, dará comienzo el exilio republicano por diversas zonas del mundo, entre ellas, México.

republicanos guerra civil española
Fuente: ResearchGate.

¿El exilio republicano? Inevitable

Desde 1938, la II República se vio perdida (4). Su institucionalidad peligraba y se comenzó a idear un plan (que ya se contemplaba desde el comienzo de la guerra), para buscar refugio fuera de España. Para ello, se vio con buenos ojos la movilización masiva de población. La crispación y el miedo a la represión de las gentes por sus ideales era más que un hecho.

Para los franquistas, los intelectuales, docentes y  artistas eran los principales objetivos.  Sobre todo, desde que los nacionales se iban haciendo más fuertes, ocupando plazas estratégicas mientras avanzaba la guerra.

«La contrarrevolución» que limpiaría España del virus rojo

La represión contra los republicanos, se daría desde diversos puntos de vista. Entre las más característica está que la Guerra Civil adquirió la concepción de cruzada, de limpieza contra el comunismo. La lucha contra el ejército rojo y la posterior limpieza de España, se dio bajo el concepto de “contrarrevolución”.  Este término hace referencia a tratar de destrozar los principios republicanos, mediante todos los medios.

También se daba la “depuración”, con la creación, ya desde el ’36, de oficinas administrativas que regulaban los expedientes de todos aquellos que estaban en contra del régimen. Se  investigaba la participación política, docente y religiosa, castigando tanto por la vía penal, como con la ejecución.

Esto coincidiría, a su vez, con la creación de la “política de confusión” (5) orquestada por los nacionales. Estos harían una reinterpretación de la historia, tanto la pasada como la que estaba aconteciendo.

La Consolidación Internacional de México

México, un país que se hallaba en una “revolución” desde el año 1910, fue marginado por el resto de países en la reunión de la Sociedad de Naciones (6), en 1919. Sobre todo, cuando tomó medidas ante el exilio republicano. Diversas naciones europeas se oponían. Consideraban la revolución una extensión de la propia en México. Su rechazo era tal, que llegaron a dificultar la presencia española en ciertos países, cuando ya estaban los hispanos instalados.

Pero México logró exitosas relaciones internacionales (7), siendo clave su entrada en la liga de las Naciones. Los ideales mexicanos rechazaban todos los sistemas políticos que alcanzasen el poder ilegalmente. Y la dictadura franquista no iba a ser menos. Por ello, es comprensible que México diese asilo a los republicanos. Además, acogieron encantados a los exiliados, independientemente de su condición social. Ya fueses carpintero, electricista, barrendero o intelectual, serías acogido igualmente. Y si alguien hizo posible el exilio republicano en México, ese fue Lázaro Cárdenas, presidente desde diciembre de 1934.

Lázaro Cárdenas y el exilio republicano en México
Fuente: Wikipedia.

Lázaro Cárdenas y el inicio del exilio republicano en México

La ayuda de Lázaro Cárdenas, desde el ’34, fue un éxito. Ayudó a la II República con venta de armas al gobierno de Valencia, apoyando tanto moral como diplomáticamente a la república. Ya desde 1938, México se mostró participe de servir de asilo a posibles exiliados españoles. Para el propio Lázaro Cárdenas, el asilo era un derecho humano, era:

una manifestación de un acto de soberanía, método de denuncia política”(8).

¿Como iban a abandonar a millares de inocentes por defender sus ideales y por luchar contra la tiranía?

Aunque el exilio republicano a México ya se observaba de antes (9), desde 1937 se contempló la posibilidad, enviando a México a un político del PSOE (10). El único fin era sentar las bases de un hipotético exilio con Cárdenas, ante la posibilidad de perder la guerra. Tras la caída del frente norte (11), se realizó una actuación de exilio masivo de republicanos a México , en mayo del 38, pero no se logró hacer.

México creyó que era muy arriesgado el realizar un exilio masivo. Y más cuando quedaba Madrid por caer. Frente a esta compleja situación, se tuvo que pedir ayuda a Inglaterra y Francia. Sobre todo francesa. Así, con Francia se firmarán tratados internacionales, siendo el Convenio Franco-Mexicano el más importante (finalizado el 15 de agosto de 1940). Finalmente, en mayo del 39, el exilio republicano en México había comenzado en el buque Sinaia, símbolo republicano.

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Buque Sinaia. Fuente: Pares.

La “Casa de España”

El primer traslado de refugiados fue en torno a 1937. 500 niños llegaron a México, los llamados «los Niños de Morelia». Fue en esa misma localidad donde se les trasladó, con el objetivo de protegerlos de los peligros de la guerra.  Al año siguiente, llegaron a México  intelectuales y científicos españoles. Estos  procederían con el seguimiento de sus funciones en la recién creada Casa de España, posterior Colegio de México (12).

Lázaro Cárdenas instauró esta institución, que ofrecía asilo y trabajo y, además, protección a las brigadas internacionales. Estas, al finalizar la guerra, no podían retornar a su país de origen, debido a la instalación de regímenes políticos que eran hostiles para ellos.

Organizaciones para salvar vidas en el exilio republicano en México

Para poder hacer efectivo el proceso de exilio, solventar gastos y el traslado de población, se le dio apoyo a diversas organizaciones republicanas de fuera de España, para facilitar el proceso. Cabe destacar la previsión de la república y la  organización de cara a una hipotética huida tras la guerra.

Lo que diferenciaba el exilio español del resto de exilios, era que contaba con un aparato administrativo bien organizado. Puesto que,  ante la posibilidad de caer derrotados, optaron por un exilio atendido y controlado. Y contaron con recursos suficientes para llevarlo a cabo.

La primera organización fue el SERE (13). Esta organización era considerada comunista. Y ya sabemos el repudio que provoca el comunismo. Era de esperar que las autoridades francesas la rechazasen, aunque diesen movilidad al proceso del exilio republicano en México.

Así, en oposición al SERE, en Francia se creó  la JARE (14), que contaba con un presupuesto de casi 40 millones de pesos. Estaba formada por gente de izquierdas, excluyendo a anarquistas, comunistas y nacionalistas. Esto ya les gustaba más a los franchutes.

Los embarques y selección de destino

Había dos formas para realizar los trámites de asilo y refugio. Por un lado,  el embarque colectivo y, por otro, el individual (15). El primero se basaba en barcos completos, financiados por el SERE, mientras que el segundo, se basaba en un pago que cubría parte del pasaje.

Los trabajos del SERE, en principio, serían embarques rumbo a México, Chile y Santo Domingo, entre otros países. Y un ejemplo clave del exilio sería la utilización del buque Sinaia en el ’39, donde la cantidad de individuos oscilaba entre los 1.620-2.000 exiliados. También cabe destacar los buques Mexique e Ipanema, además de otros embarques de menor tamaño.

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Buque Ipanema. Fuente: AteneoesMex.

Es importante destacar que cuando los viajes transcurrían, sobre todo en los ’40, los barcos tenían que tener, aparte del patrocinio mexicano, banderas por parte de países neutrales, para evitar ataques debido a la II Guerra Mundial.

Por otro lado, adentrándonos en los años ’40, México tuvo que firmar pactos con Pétain, con el objetivo de facilitar la salida de españoles de Francia rumbo a Latinoamérica. Esto se debía a la elevada cantidad de exiliados y a la imposibilidad de realizar viajes simultáneos, ya que no había embarcaciones suficientes. En ese contexto, se enmarcarían la firma de tratados Franco-Mexicanos. El más importante, finalizado en agosto de 1940, supuso la creación del CAFARE (16). Esta asociación, gracias a la financiación mexicana, supuso que el exilio se postergase hasta el 1948.

Una vez llegados a dicho año,  cesarán  los embarques por falta de recursos. Aunque no es posible determinar una fecha exacta de la finalización del exilio republicano a México.

La llegada de refugiados a México

El exilio español hacía Latinoamérica y, en concreto, hacia México, ha sido una constante en la historia de España. Eso permite, desde los ojos del ciudadano mexicano, el tener ideas que rechacen la presencia española en tal país.

El pueblo mexicano desarrollaría  un sentimiento de rechazo hacia los españoles. Una sensación agridulce (como la salsa que acompaña a los rollitos primavera) motivada en el odio hacia España. Dicha nación sería repudiada por la manipulación histórica de la conquista y su fase de colonia. Se podría decir que la fragancia española no gustaba en México. Y, si ya de por sí, a los mexicanos no les gustaba el «olor de los españoles», hay  que sumarle la consideración de los republicanos como comunistas, además de anticristianos. Se pensaban que tenían la intención de destrozar las instituciones tradicionales y que quemarían las iglesias de México. 

Además,  los ciudadanos mexicanos tenían miedo de perder oportunidades tanto a nivel laboral, económico e incluso político. Veían a los republicanos  como competencia laboral, además de “rojos”o “criminales de guerra”.

Los exiliados republicanos en México: entre el rechazo y la aceptación

Pero también se les echó un capote. Digamos que el rechazo y la aceptación, convivieron. Con Lázaro Cárdenas,  la prensa, por ejemplo, fue clave. Los medios cercanos al gobierno  se mostraban a favor de la llegada de españoles. Aunque, también hubo diversos medios que rechazaron a los españoles.  Se denunciaba el buen trato hacia los rojos españoles. A esto habría que sumarle la consideración de que  «no eran auténticos españoles», sino que eran “españoles rojos” y que no se diferenciaban de los  españoles colonialistas que tanto repudiaban.

Además, es importante destacar que se dio un debate en torno a la inmigración. Pues desde el panorama político se estaba de acuerdo con permitir la entrada de extranjeros (17). Pero no necesariamente tenían que ser todos españoles. Aún así, tanto Lázaro Cárdenas como su sucesor en la presidencia mexicana, tomaron medidas para facilitar la integración de los refugiados españoles en México. Dichas medidas tuvieron un fuerte significado de justicia social, pues la integración de los republicanos suponía el enfrentamiento directo con los propios prejuicios de la sociedad mexicana.

El Legado Cultural que dejó el exilio republicano en México

Uno de los hechos más significativos fue la pérdida y dispersión de la mayoría de intelectuales presentes en el período vital de la II República por todo el continente latinoamericano. En especial, México fue receptora de una gran cantidad de intelectuales, que se incorporarían en la sociedad latinoamericana.

Es más, el recibimiento de intelectuales en México fue bueno y diferente que el de otros exiliados. Por parte de la sociedad mexicana había rechazo, pero existían instituciones que aceptaron la entrada de refugiados. Por ejemplo, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Casa de México (antigua Casa de España) y otras universidades, como la de Michoacán.

No hay un número exacto de intelectuales exiliados, pero hay una amplia lista (18), con humanistas como: Bosch Gimpera, José Gaos, María Zambrano o Ginés de los Ríos, entre otros.

El desarrollo de la educación mexicana

Uno de los principales representantes de los exiliados que realizaron grandes obras que modernizaron en el sector educativo, en México, fue Ginés de los Ríos. Creó la institución de libre enseñanza. Además, fundó varios centros educativos de alta calidad. Uno de ellos caracterizado por una oferta educativa de vanguardia, como sería el instituto Hispano Mexicano Ruiz de Alarcón. Además, se fundaron los colegios Cervantes, financiados por la JARE. Otro proyecto a tener en cuenta fue el Instituto Luis Vives, aun en funcionamiento.

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Ginés de los Rios. Fuente: ABC.

Estas aportaciones, en líneas generales, dieron paso hacia una modernización sin precedentes en la educación mexicana, la cual andaba estancada. Se le dio un lavado de cara, con una serie de principios como métodos educativos novedosos y educación igualitaria, rompiendo con la idea de escuelas separadas por sexo. Además, en el ámbito universitario, se crearía la U.P.U, el cual era un gremio formado por los grandes maestros universitarios establecidos en México.

Legado cultural en el campo de las humanidades

En el campo de la filosofía, tenemos a José Gaos, creador y acuñador del término  “transtierro”(19). Este concepto tenía un significado de nostalgia y añoranza hacia la España que se perdió. También plasmó las preocupaciones de los españoles y mexicanos de la época.

Fue integrante de un seminario en la facultad de letras de la UNAM, fomentando la producción científica española en México. También desarrolló obras que revitalizaron a la historiografía mexicana, estableciendo nuevas líneas de estudio hacia lo latinoamericano, tanto a nivel cultural como sus relaciones en temas de identidad con España.

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También cabe destacar a María Zambrano. Esta filósofa era representante del existencialismo y sus obras poéticas hacían alusión a la nostalgia del exilio.

Otro humanista destacable fue José María Gallegos Rocafull, quien concilió el sentir católico con el pensar moderno. Así lo reflejó en su obra El pensamiento mexicano en los siglos XVI y XVII.

En el campo de la historia, disciplina que se desarrolló en la Casa de México, destacó Ramón Iglesias. Fue uno de los mayores americanistas del momento. Siguió con la obra de José Gaos, el cual desarrolló ideas novedosas como la imparcialidad de los estudios históricos, desarrollando reinterpretaciones sobre la historia de la conquista.

Por último, destacaría a Bosch Gimpera. Potenció la arqueología mexicana, desarrollando obras de temática hispana. Para él la historia tenía que ser estudiada desde el foco del comportamiento humano, no desde los fenómenos políticos. De sus obras, destacaron El poblamiento antiguo y la formación de los pueblos de España.

La importancia del exilio republicano en México

El exilio republicano en México fue consecuencia directa de la guerra civil. Gentes inocentes vieron la caída de un sistema democrático, legal y constitucional por un sistema completamente diferente. Muchos de ellos abandonaron sus casas, con lo poco que pudieron coger, por temor a perder la vida.

Este artículo, intenta arrojar luz de lo que España perdió en el aspecto cultural, político y social. Hacer ver que la sociedad española sufrió, cayó y se levantó de una adversidad de máximo nivel. Mostró resistencia ante la caída de su propia nación, siendo transmisores de un mensaje. Ese mensaje es que, por muy mal que se pongan las cosas, por muchas heridas que estén abiertas, hay que levantarse y seguir hacia adelante.

La sociedad española de nuestro siglo, está en deuda con la del XX. Mucha gente ha sido criminalizada, asesinada o condenada al olvido. Escritos como este intentan homenajear y contar lo que verdaderamente pasó. La intencionalidad, es aportar un punto de vista parcial y dar justicia histórica a gente que lo abandonó todo por miedo a estar en un campo de concentración, ser fusilado o pudrirse en una cárcel, tras un juicio ilegitimo.

In memoriam

Este artículo también va para todos aquellos españoles que quedaron abandonados a su suerte. Por los que no pudieron permitirse exiliarse. Por los que fallecieron en el campo de batalla defendiendo unos ideales (ya sean republicanos o nacionales) que no les representaba.  Hoy, más que nunca hay que concienciar de que, en una guerra, tal y como diría un conocido grupo de música (20), no hay vencedores ni vencidos, sí perdidos. Y la Guerra Civil Española supuso un retroceso en todos los aspectos.

También, este artículo es un homenaje a la cultura española desperdigada a nivel mundial. Una utopía, una cultura desaprovechada en España, la cual parecía despertar por la senda democrática.

Y para finalizar, no dejéis de informaros, buscad información. Leed, investigad, atreveros a pensar por vosotros mismos, con espíritu crítico. No dejéis, que manipulen y tergiversen la historia. Hay mucho blanqueamiento del franquismo. Tal y como diría un docente, el cual me impartió clase, «nada es inocente».



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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Exilio: https://dle.rae.es/exilio

(2) Libertad y Educación.   La ética de la 2ª República era precisamente la unión de la política, educación y la cultura, y esa triple unión será la que dinamizará el proceso de exilio.

(3) En Serrano Migallón, 2009, p. 49.

(4) Se vio con la retirada de las brigadas internacionales, tras lo acontecido en la batalla del Ebro, el aislamiento de Cataluña y el hundimiento del frente de Aragón.

(5) Serrano Migallón, 2009, p. 80.

(6) Fue una organización de asociacionismo internacional después de la I Guerra Mundial, creada en el año 1919. Su función era implantar una cooperación internacional, cuyos objetivos eran la estabilidad diplomática, política y de fronteras.

(7) Agustín Sanchez, 2011, p. 34.

(8) Serrano Migallón, 2009, p. 86.

(9) Mateos López, 2011, p. 72.

(10) Juan Simeón Vidarte y Franco Romero. Vicesecretario general del PSOE  y secretario del Congreso de los Diputados (1932-1939)

(11) Desde la toma de Cataluña.

(12) La casa de España fue clave también en el ámbito educativo. En lo que se plasmó como una idea de Daniel Cosío Villegas, se plasmó en una realidad en la que los docentes españoles realizaron una actividad incansable con diversas actividades relacionadas con la filosofía, historia, artes además de la realización de conferencias. En Matesanz, 1999, pp. 263-264.

(13) Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles

(14) Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles

(15) Serrano Migallón, 2009, pp. 90-92.

(16) Comisión Administradora de los Fondos para el Auxilio de los Republicanos Españoles.

(17) En Mateos López y Andrés Sánchez, 2011, p. 107.

(18) Otros intelectuales exiliados:  Max Aub, Luis Cernuda, Juan de la Encina, Niceto Alcalá Zamora, Victoria Kent. En y ciencias de la salud, exactas y aplicadas por ejemplo, Jaime Pi Suñer o Ignacio Bolívar y Urrutia.

(19)  Término acuñado por el filósofo José Gaos para hacer referencia a los españoles exiliados en México. Ejemplifica el sentimiento que tenían los exiliados hacia México, vista como una nueva España fuera de España o bien, llevar parte de España a otra zona amable y análoga.

(20) La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Canción: Hay un Fuego.


Bibliografía

  • Durán Alcalá, F. y Ruiz Barrientos, C. (coord.), 2010, La España perdida. Los exiliados
    de la II República, Diputación de Córdoba – Patronato «Niceto Alcalá-Zamora y Torres» – Universidad de Córdoba, Córdoba.
  • Mateos López, A., 2002, «Los republicanos españoles en el México cardenista», Ayer, nº 47, pp. 103-128.
  • Mateos López, A. y Sánchez Andrés, A., 2011, Ruptura y transición. España y
    México, 1939, Eneida, Madrid.
  • Matesanz, J. A., 2000, Las Raíces del Exilio. México ante la guerra civil española, 1936-1939, Colegio de México – Universidad Nacional Autónoma de México, México.
  • Serrano Migallón, F., 2010, La Inteligencia peregrina. El legado de los intelectuales del exilio republicano español en México, Fondo de Cultura Económica, Madrid.
  • Tinao Martín-Peña, F., 2005, «Los médicos del exilio republicano en Venezuela», Historia Actual Online, nº7, pp.. 43-54.

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