Mientras en Europa Napoleón cortaba el bacalao (1), conquistando por doquier, en Estados Unidos (2), el republicano Thomas Jefferson (3) llegó a la presidencia. Y ante las Guerras napoleónicas (4), decidió que su país sería neutral. Los EEUU no iban a posicionarse ni con los británicos ni con los franceses. ¡Si no era su guerra!
Lo que sí hicieron los estadounidenses fue aprovechar el viaje; sí, también encontramos a Estados Unidos en las guerras napoleónicas… Tanto Francia como Inglaterra, necesitaban suministros para pelearse. Alimentos, ropas y dinerito fresco. Y claro, eran cosillas que EEUU estaba dispuesto a exportar, a un precio razonable. Así, los estadounidenses se enriquecieron vendiendo productos a los dos países enfrentados. Lo mismo le daba si los compradores eran franceses o ingleses. Con tal de que pagasen bien… (5). Así se enriquecieron los Estados Unidos en las guerras napoleónicas.
¿El negocio del siglo?
Pero pronto se les acabó el chollo (6). Tanto los ingleses como los franceses, muy cabezones y muy enfrentados, decidieron bloquearse sus puertos mutuamente. Con ello, querían evitar que les llegasen suministros al enemigo. Con tal de verte tuerto, me saco el ojo, como se suele decir… Y claro, los estadounidenses se empezaron a comer los mocos. Ya no tenían opción de vender sus productos.
Además, ignorando la «neutralidad» de los barcos americanos, ambas naciones se dedicaron a retener los barcos sospechosos de comerciar con el enemigo. Y ya que estaban… capturaban sus mercancías.
Por si fuera poco, los británicos necesitaban marineros expertos como tripulación para sus barcos. Así que no se les ocurrió otra cosa que robar tripulaciones estadounidenses y alistarlos «voluntariamente» (7). ¡Vaya negocio que estaba haciendo EEUU! El tiro le salió por la culata.
¿Me cierras el grifo? ¡Pues te declaro la guerra! EEUU vs. Inglaterra
Lógicamente, la economía estadounidense se vio terriblemente afectada (8). Por ello, Jefferson y los suyos empezaron a plantearse qué leches podían hacer para poner fin a los bloqueos y a las capturas (9).
Conscientes de que no estaban preparados militarmente para una guerra contra Inglaterra y Francia, los estadounidenses lo intentaron por las buenas (10). Pero las medidas que emplearon no fueron efectivas (11). Los franceses y los ingleses seguían de rositas (12). Y encima, la economía estadounidense seguía gravemente dañada (13). Así, el deseo de guerra entre los estadounidenses no hizo más que aumentar (14). A pesar de ello, el sucesor de Jefferson, James Madison (15), siguió aplicando medidas pacíficas. Medidas que, igualmente, fracasaron (16). Finalmente, intentaron reabrir el comercio con Francia e Inglaterra (17).
Los británicos decidieron levantar las capturas y los bloqueos a los barcos estadounidenses (18). Pero era demasiado tarde. Madison, no podía esperar más. Se veía incapaz de solucionar la crisis económica de EEUU. Y, además, sus compañeros republicanos no dejaban de presionarle: querían resolver las cosas por la fuerza. Para más inri, desconocía las intenciones de los británicos de levantar los bloqueos (19). Así, redactó una declaración de guerra, que fue sometida a votación y aprobada en el Congreso (20).
Guerra en dos frentes, Estados Unidos en las guerras napoleónicas
Gran Bretaña reaccionó diciendo what the fuck?, pensando que estaba todo solucionado. Sin embargo, tuvieron que dejar a estos inoportunos enemigos como segundo plato. Y es que tuvieron que destinar la mayor parte de sus esfuerzos a darle buena cera a Napoleón.
En EEUU, Madison y los suyos eran conscientes de la ventaja de que Gran Bretaña estuviese centrada en las Guerras napoleónicas. Pero sabían de sobra que su ejército y armada no estaban preparados para esta guerra (21). Así que, por un lado, se dedicaron a reclutar y ampliar su poder mediante impuestos. Y por otro, establecieron como objetivo principal invadir Canadá (22), que era una colonia británica.
Así, en Canadá, los británicos, conscientes de su inferioridad en número, retrocedieron y se fortificaron (23). Por si fuera poco, sus refuerzos y suministros iban, en su mayoría, para la resistencia contra Napoleón. Así que huyeron con el rabo entre las piernas (de momento).
Aún así, los estadounidenses, a pesar de tomar alguna que otra ciudad, terminaron saliendo por patas. En su huida, el enemigo saqueaba asentamientos (con apoyo de los indios) y posiciones de los estadounidenses en la frontera.
En el mar, sin embargo, la historia era diferente. Los británicos fueron derrotados varias veces (24). Además, sufrieron la piratería americana. Por lo que los orgullosos ingleses respondieron bloqueando la costa estadounidense (25).
¿Un pequeño respiro?
Finalmente, los británicos decidieron acordar con los estadounidenses una tregua. El comercio se reanudaría, pero bajo las condiciones británicas (26). Así, a pesar de jugar con las reglas inglesas, EE.UU. vio aliviada su complicada situación comercial (27).
Pero, como los indios no dejaban de dar por saco (28), los Estados Unidos planearon y ejecutaron otra campaña contra Canadá. ¡Llegaron a convertir el Parlamento de York en una barbacoa (29)! Pero, ¡ni por esas! No consiguieron conquistar Canadá (30). Mientras, los británicos recibían refuerzos de Europa…
El poder en manos de Inglaterra
Los Estados Unidos, tras meses de guerra, no habían conseguido gran cosa, a parte de bajas y un bloqueo absoluto de su costa… Por ahora, no le iba muy bien a Estados Unidos en las guerras napoleónicas; pero tranquilos, que van a pintar «bastos» muy pronto.
Tras ser vencido Napoleón (31), Europa volvía a ser libre. Los británicos estaban preparados para hacer llover furia sobre Estados Unidos (32). De esta manera, ahora eran los ingleses quienes cortaban el bacalao. Y atacaron desde tres frentes (33), para forzar a los EEUU a suplicar una tregua y así, por fin, poder negociar la paz. Una paz que los británicos ya habían pensado. De hecho, ¡hasta habían preparado las condiciones (34)!
Pero, ¿cómo fue el ataque de los ingleses? En resumidas cuentas, aunque consiguieron hacerse con Washington y dejaron la ciudad hecha polvo (35), su ofensiva fracasó. Y finalmente, los estadounidenses lograron la victoria (36).
Un final agridulce… ¿O no?
Por fin, después de tanta peleilla, ambas partes se aprestaron a negociar (37). Y es que los dos países estaban más que quemados. Por un lado, los estadounidenses llevaban meses tratando de negociar algo aceptable (38). Y por otro, los ingleses estaban muy desgastados tras las Guerras Napoleónicas, y no tenían el cuerpo para más movidas (39).
Sin embargo, el tratado de paz no llego a tiempo de detener la tercera parte de la ofensiva inglesa. Así, los británicos desembarcaron y se dirigieron a Nueva Orleans. ¿A que se deben estos fallos en las comunicaciones? ¡Pues a que no existían Facebook ni Whattsap! Entre otras cosas, como los aviones.
Allí, fueron vencidos por los estadounidenses. Y aunque los ingleses no se quedaron contentos y pretendían seguir atacando, recibieron la noticia de la paz y… ¡colorín colorado, este cuento se ha acabado (40)! Así acabó la intervención de Estados Unidos en las guerras napoleónicas. El asunto de las capturas y requisas de barcos, mercancías y tripulaciones (principal motivo de la guerra) se olvidó. ¡No fuese que los británicos se enfadasen!
Entonces, esta guerra fue…
Fue completamente inútil. A pesar de la intervención de los Estados Unidos en las guerras napoleónicas, no gano nadie nada. Hubo crisis económica, muertos, barcos hundidos, siguieron las restricciones comerciales… Pero lo gracioso es que pudo ser peor (41).
Sin embargo, dentro de Estado Unidos si hubo vencedores y vencidos. Los ganadores fueron los republicanos, que eran los que querían pelea y más poder para los Estados que formaban el país (42).
Mientras, los “perdedores” fueron los federalistas, el otro gran partido del Congreso. Ellos estaban a favor de un Gobierno central más poderoso frente a los Estados miembros. Y además, estuvieron en contra de la guerra (43).
Por lo tanto, fue una guerra fruto de diversos intereses económicos, que sólo beneficiaron a unos pocos (algunos de ellos los más ansiosos por que hubiese guerra), provocada además por la falta de voluntad y de diálogo (eso que hoy se usa mucho), para lograr soluciones sin recurrir a la violencia.
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