El emperador Alejandro Severo tenía tan solo 27 años cuando fue asesinado (1). Mientras que esto puede que no resulte demasiado sorprendente, tratándose de emperadores romanos, la crisis romana del siglo III, que siguió a su muerte, fue una de las peores que sufrió el Imperio romano en toda su Historia. Ni más ni menos que hasta veinte emperadores distintos gobernaron durante este periodo de 50 años -gobernando durante dos a tres años de media, vamos-; con la mayoría de estos viéndose en el poder durante tan solo unos meses antes de ser –en la mayoría de los casos asesinados. Algunos reinando durante solo 21 días(2).
La crisis romana del siglo III, es decir, el periodo de la anarquía militar, fue un auténtico desastre para Roma, que tuvo efectos devastadores para el Imperio (3). El Imperio romano corría el riesgo de ser invadido por el Imperio sasánida(4) y se vio fracturado por guerras civiles internas y una profunda crisis económica. Todo esto empeorado por una enorme epidemia que asoló el Imperio romano durante quince años, dejando tras de sí hasta 5.000 muertos por día en Roma (5). Fue un desastre que casi llevó a Roma a su colapso, provocando la división del Imperio romano en tres (6).
¿Y como empezó la cosa? El detonante de la crisis romana del siglo III
En los últimos años de reinado del emperador Alejandro Severo (7), el Imperio romano había estado luchando en una guerra contra el Imperio sasánida (8). La disciplina militar del Imperio se había empezado a perder(9) y la guardia pretoriana había llegado a asesinar a su prefecto delante del mismísimo emperador(10); librando inmediatamente después una batalla de tres días con la población de Roma (11). Y peor aún, la dinastía de Alejandro Severo había perdido prestigio por la falta de victorias militares fuertes (12).
¿Y qué hizo estallar esta situación y la crisis romana del siglo III? Pues una invasión de tribus germánicas en las fronteras del norte del Imperio romano.
El Imperio romano había sufrido muchas pérdidas en la guerra contra los sasánidas. Alejandro Severo, siguiendo un consejo de su madre, trató de evitar la guerra enviado al enemigo regalos (13). El error resultó fatal. La popularidad del emperador quedó destruida y parte de las tropas se sublevaron. Y el emperador, que estaba en mitad de una reunión con sus generales, fue asesinado por sus propias tropas (14), Después, Maximino el Tracio fue declarado emperador (quien, irónicamente, también fue asesinado por sus propios soldados tan solo tres años más tarde, dentro de la inestabilidad de la crisis romana del siglo III)(15).
¿Y después de esto?
Los años que siguieron, ya en plena crisis romana del siglo III, vieron a los distintos generales luchar entre sí por el control del Imperio romano. La defensa de las fronteras fueron ignoradas y hubo múltiples ataques cerca del Danubio y el Rin (16) por parte de godos, cárpatos, vándalos; y por los sasánidas en el este. A esto le siguió toda una hueste de emperadores que murieron,en su mayoría, de manera violenta. La crisis romana del siglo III amenazaba seriamente a Roma.
A Maximino le siguieron Gordiano I y II, que murieron en abril de ese mismo año (Gordiano I suicidándose al enterarse de la muerte de su hijo en batalla contra Pupieno Máximo). ¿Le fue mejor a Pupieno Máximo al tomar el poder ese abril? No. Murió junto a su co-emperador Balbino solo tres meses después. ¿La causa? Un asesinato hecho por la guardia pretoriana. Y así siguió la cosa con los emperadores que siguieron a estos. Gordiano III fue asesinado en su sexto año de gobierno, y Filipo el Árabe y Filipo el Joven en batalla cinco años después. La crisis romana del siglo III no tenía piedad con los emperadores.
…y todavía más
Las constantes guerras civiles y ataques en las fronteras del Imperio afectaron, además, al sistema de comercio del Imperio romano. La Pax Romana que había sido establecida con Cesar Augusto, que dependía en gran medida de que los comerciantes pudieran viajar con facilidad (17), se vino casi totalmente abajo con el número conflictos armados que tuvieron lugar. Ya no era seguro viajar para comerciar, y claro, lo que siguió fue una profunda crisis económica que acrecentaba a la militar consolidando la crisis romana del siglo III.
Así comenzó una crisis económica sin precedentes que afectó a todo el Imperio. La moneda perdió casi todo su valor –los emperadores con reinados cortos necesitaban obtener dinero rápidamente para pagar al ejército «por su lealtad» al nuevo emperador… y ¿qué mejor manera de hacer esto que simplemente fabricando más monedas nuevas? (18).
Pero esto no era todo. Las cantidades de plata en los denarios, una de las monedas más utilizadas, se hicieron cada vez menores (19). ¿El resultado? Pues que la población empezó a atesorar y guardar los denarios que aún tenían plata. Para finales del siglo III, la mayoría del comercio ocurría a través del trueque, afectando así a toda la sociedad del Imperio romano.
…y encima epidemias
Al caos político y económico en el que estaba sumido en el Imperio se le añadió, además, una inmensa plaga que asoló a casi toda la extensión del Imperio (20). Tuvo efectos catastróficos, añadiendo a los otros problemas que desolaban al Imperio una fuerte escasez de alimentos y de población.
Todo esto llevó al Imperio Romano prácticamente al borde del colapso, ya que afectó al sistema de gobierno imperial y a la integridad de sus fronteras (21). Fue tan malo que, llegado el año 258 A.D., el Imperio se partió en tres. Así pues y como consecuencia a la crisis romana del siglo III, y surgieron en su lugar el Imperio galo, el Imperio de Palmira y el resto de las provincias imperiales.
¿Cómo terminó el asunto tras la crisis romana del siglo III?
La crisis romana del siglo III comenzó a llegar a su fin con las victorias de Claudio II el Gótico(22), que consiguió recuperar Hispania. Aunque muriera por la peste, le sucedió el general Aureliano(23), que continuó con la restauración del Imperio romano. Consiguiendo victorias sobre los vándalos, visigodos, palmirenos, persas, y lo que quedaba del Imperio galo. El Imperio romano se reunificó y el caos tras la crisis romana del siglo III quedó atrás (24).
¿Asunto zanjado entonces? Pues no…
Muchas ciudades en el oeste del Imperio estaban arruinadas por las continuas guerras de las décadas pasadas, y la reunificación de Aureliano no resolvió los problemas que habían causado la crisis romana del siglo III.
De una parte, estaba el problema del derecho de sucesión, que había sido muy flexible antes, siguió sin ser bien definido. De ello surgirían nuevas guerras civiles, como las que provocaron la crisis romana del siglo III, que se hicieron inevitables a la hora de proponer distintos candidatos para la posición de emperador.
Después, estaba el problema del tamaño del Imperio romano. Ello hacía que fuera casi imposible que un solo gobernante pudiera plantar cara a las múltiples amenazas que sufría.
Y, finalmente, el duro golpe que había sufrido la Pax Romana y la economía del Imperio romano. Estas continuaron estando afectadas por el caos provocado por la crisis romana del siglo III, hasta bien entrado el siglo IV.
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