La arqueología siempre estará en deuda con los agricultores. Los trabajadores agrícolas permanecen en el ostracismo, mientras que los arqueólogos pasan a la historia como los verdaderos descubridores de los hallazgos. Los agricultores usan la intuición, la observación y la experiencia. A contrario sensu, los arqueólogos emplean un método científico, aunque ambos sistemas se complementan y se correlacionan entre sí. Hoy veremos su importancia en el descubrimiento de la Dama de Elche.
Los labradores son los Indiana Jones del pasado – Cómo se descubrió la Dama de Elche
Los expertos deben prestar mucha atención a la tradición oral de los habitantes del territorio en el que se van a efectuar las labores arqueológicas. Esto es importante para conocer las transformaciones y los cambios que se han producido en un terreno determinado. En resumidas cuentas, los arqueólogos tienen que hablar con los agricultores más veteranos, ya que estos individuos conocen la región con precisión y exactitud.
Estas personas aportan muchos datos e información sobre todas las alteraciones y las modificaciones que ha sufrido un área a lo largo de la historia. En la actualidad, se aplica un método de registro arqueológico, pero antiguamente, la única arqueología que existía eran los objetos que aparecían en el subsuelo tras el uso de los aperos de labranza. Así es como se descubrió a nuestra diosa más ilustre: la Dama de Elche.
De Reina Mora a Dama íbera – El origen de la Dama de Elche
La escultura íbera de la Dama de Elche fue hallada en el municipio ilicitano de La Alcudia, el cuatro de agosto de 1897. El agricultor Manuel Campello dio con la Dama de Elche tras realizar un improvisado agujero con su azada en una parcela de labranza. La escultura fue desenterrada y recuperada por los jornaleros y se la entregaron al propietario de la finca, el Doctor Manuel Campello, que no era familiar del descubridor de la figura.
La noticia del hallazgo corrió como la pólvora entre los habitantes de la zona, por lo que la gente del municipio acudió en peregrinación a contemplar, fascinados, la imagen de la Dama de Elche, que estaba expuesta en el balcón de la casa del médico (1).
El busto emanaba todo su esplendor pictórico en el momento en el que fue descubierto, pero el calor estival degradó la mayor parte de los restos orgánicos de pintura existentes sobre la superficie de la pieza. La delicada piel caliza de la Dama de Elche terminó desprendiéndose por culpa de las manos sudorosas de sus rescatadores, pues contaminaron la atractiva policromía de la Dama de Elche (2).
Los arqueólogos españoles no supieron determinar el origen cultural del busto, por lo que atribuyeron su creación a los musulmanes. De esta forma, la pieza pasó a denominarse la Reina Mora (3).
¡Manos arriba, esto es un expolio! – ¿Expoliando la Dama de Elche?
El hallazgo aconteció en los meses anteriores a que se produjera el Desastre del 98, en donde el estado español perdió sus últimas posesiones coloniales (4). La noticia del descubrimiento llegó a los oídos de los principales expoliadores europeos.
El arqueólogo francés Pierre Paris se trasladó a Elche en representación del museo parisino del Louvre para contemplar en directo la escenificación del Misteri d´Elx. En realidad, el experto, ávido de codicia y ambición, viajó hasta el municipio ilicitano para llevarse la pieza a su país natal. Paris quedó inmediatamente deslumbrado por la belleza estética de la escultura y no dudó un instante de la autenticidad del busto (5).
Por desgracia, España carecía de una legislación que regulara la compraventa de los objetos arqueológicos recuperados del subsuelo. Esta falta de jurisprudencia legal permitió al arqueólogo adquirir la Dama de Elche por unos míseros 4.000 francos, es decir, algo menos de 6.000 pesetas (6).
Pues va a ser original… El nuevo hogar de la Dama de Elche
Ante la pasividad y la inoperancia de las administraciones públicas españolas, los arqueólogos galos pudieron detraer infinidad de piezas arqueológicas del país. Fue tal el desmán del estado francés, que el Museo del Louvre se permitió el lujo de inaugurar una sala entera fundamentada en el arte ibérico.
Los expertos franceses comenzaron a estudiar los objetos expoliados a España y reconocieron la existencia de una cultura íbera característica y particular. Por lo tanto, los arqueólogos galos fueron los primeros en elaborar una base científica para consolidar el arte ibérico como una manifestación artística propia y exclusiva del territorio peninsular (7).
La autenticidad de la escultura siempre ha estado en entredicho. John Moffitt alegó, en 1995, que la obra no era una pieza original, única e irrepetible. El historiador del arte estadounidense también acusó al estado español de ser cómplice subsidiario del engaño por no reconocer públicamente su falsificación.
Moffitt aseveró que la ausencia de un contexto arqueológico en el lugar del hallazgo y la perfección de sus rasgos faciales eran dos pruebas irrefutables que garantizaban su inviable legitimidad arqueológica (8). Prestigiosos expertos desacreditaron las teorías de Moffitt, al que tildaron de ser un fantasioso elucubrador que tan sólo pretendía captar la atención mediática del entorno arqueológico internacional (9).
La Guerra Mundial. Episodio II: El retorno de la Dama
A lo largo de más de cuatro décadas, la Dama de Elche permaneció expuesta en una vitrina del Louvre. La escultura quedó relegada a un segundo plano, ya que estaba opacada por las grandes piezas del museo parisino, como el Código de Hammurabi o la Venus de Milo.
La escultura íbera regresó a España durante la Segunda Guerra Mundial. La Alemania nazi consiguió doblegar prácticamente sin oposición a Francia. Tras la invasión gala, el estado francés se dividió en dos zonas. El norte de la nación y la costa atlántica fueron ocupadas por las tropas germanas. El mariscal Philippe Pétain se hizo con el poder en el área del sur e instaló un gobierno supuestamente libre en la ciudad de Vichy. En realidad, este régimen era colaboracionista y estaba en connivencia con la Alemania nazi.
Pétain intentó por todos los medios posibles que España se mantuviera en una posición neutral durante el conflicto. El mariscal galo trató de engatusar al dirigente español Francisco Franco para que no entrara en la guerra. Pétain ofreció al dictador la devolución de varias obras de arte españolas, entre ellas la Dama de Elche, que habían llegado a Francia de manera regular e ilegítima.
El «Cerillita» quedó prendado de la escultura, y la trajo de vuelta a España
Franco no aceptó la propuesta, ya que en caso de que vencieran las fuerzas aliadas, estas donaciones se catalogarían como fraudulentas al ser consideradas como un botín de guerra, por lo que volverían a parar a manos francesas tras la contienda (10). De esta forma, ambos estados decidieron establecer un canjeo entre los museos del Prado y del Louvre para que la operación fuera totalmente lícita. El intercambio de objetos fue notablemente más favorable para España porque en el trueque también estaba estipulado la renovación del permiso para la restauración de la Casa Velázquez, ubicada en Madrid (11).
Las autoridades culturales francesas devolvieron la escultura íbera, la Inmaculada de Bartolomé Murillo, el tesoro visigodo de Guarrazar y una serie de documentos sustraidos del archivo de Simancas. A cambio de estos objetos, el país galo recibió varias obras pictóricas menores de autores españoles.
La Dama de Elche fue repatriada a España y depositada en el madrileño Museo del Prado, en 1941. El régimen franquista utilizó el aura simbólica de la estatua con fines políticos para enaltecer la identidad nacional y la herencia cultural de España. El busto encajaba con la imagen que el franquismo pretendía transmitir a la sociedad española (12).
Tras casi 30 años de provisionalidad, la Dama de Elche se trasladó definitivamente al Museo Arqueológico Nacional de Madrid en 1971, en donde preside la sala ibérica. Pero a pesar de todo lo que sabemos de ella, su belleza y su mirada siguen suscitando un velado enigma. Además, su original estilismo marcó tendencia en las galaxias más lejanas, al igual que hizo la princesa Leia.
Más artículos muy interesantes de Historia
Hello! I’ve been following your website for a while now and finally got the bravery to go ahead and
give you a shout out from Austin Tx! Just wanted to mention keep up
the great work!