Heliópolis: la ciudad de los esclavos contra el poder de Roma

,Entre los siglos III y I a. C., la República Romana pasó de ser una de tantas ciudades de la península itálica a convertirse en la potencia hegemónica de todo el Mediterráneo. Este expansionismo sin precedentes, que tiene como base las victorias romanas sobre Cartago y los reinos helenísticos, tuvo entre sus más destacadas consecuencias la destrucción del equilibrio social preexistente, dando lugar -entre otros muchos conflictos- a las grandes revueltas de esclavos. Estos movimientos tomaron la forma de la rebelión, como fue el caso del famoso Espartaco, pero fue en Asia Menor donde la rebelión de los esclavos se convirtió en una revolución contra el orden establecido. En su extremo occidental, los esclavos y los desposeídos fundaron una nueva sociedad: Heliópolis, una ciudad de esclavos contra poder de Roma.

¡Oye, esa herencia es mía!

La historia de Heliópolis es la historia de los últimos años de la dinastía atálida de Pérgamo. En el siglo III a. C. los Atálidas habían constituido uno de tantos reinos de Anatolia a la sombra de las dinastías de los Antigónidas de Macedonia y los Seléucidas de Siria. La suerte empezó a sonreír a los reyes de Pérgamo con el expansionismo romano. Gracias a esto lograron expandirse a costa de las dinastías rivales (1).

Mapa político de Asia Menor tras la paz de Apamea del 188 a. C.
Mapa político de Asia Menor tras la paz de Apamea del 188 a. C. Fuente.

No obstante, la confianza de Roma en los Atálidas se disipó. Y el reino entró rápidamente en decadencia, lastrado por una profunda conflictividad social entre las élites griegas, las tribus anatólicas (2) y el aumento de la pobreza (3) y la mano de obra esclava (4). A tal punto llegó la crisis, que el rey Átalo III (138-133 a. C.) decidió legar su reino al pueblo romano en la creencia de que éste era el único capaz de salvaguardar la integridad de su reino (5).

Como no podía ser de otra forma, la última voluntad del rey dividió a los pergamenos en dos. Por un lado, algunos miembros de las élites griegas apostaban por acatar el testamento regio (6), mientras que, por otro, las fuerzas del rey, los campesinos, las ciudades griegas y los nativos rechazaron la decisión y apoyaron al hermano bastardo del monarca, un tal Aristónico (7).

De la vida de Aristónico apenas se sabe nada más allá de que se había convertido en el principal foco de oposición frente a los desmanes de hermanastro Átalo III. Muerto el rey, solo le separaba de la diadema regia las legiones de Roma y sus aliados, casi nada.

La utopía de Heliópolis

Pese a sus muchos apoyos y la incapacidad de Roma de responder inmediatamente a la rebelión (8), Aristónico fue incapaz de ocupar Pérgamo (9) y asegurar la costa jónica tras la derrota de su flota en la batalla de Cime en 133 a. C., por lo que reorganizó sus fuerzas y atacó por sorpresa el valle del Caico, en el interior del reino atálida (10).

Relieve del dios solar Helios Heliópolis: la ciudad de los esclavos contra el poder de Roma
Relieve del dios solar Helios. Esta imagen se corresponde al templo de Atenea y puede visitarse en el museo de Pérgamo de Berlín. Fuente.

Allí fijó su base de operaciones en la ciudad de Tyatira (11), desde donde -instigado por el filósofo estoico Blosio de Cumas (12)- llamó a los pobres y a los esclavos a tomar las armas. No solo por él, sino por la promesa de una nueva sociedad carente de desigualdad y clases sociales (13).

Esta nueva sociedad recibió el nombre de Heliópolis y a sus componentes los llamaron heliopolitanos: los ciudadanos del Sol (14). Con esta denominación, Aristónico pretendía atraerse a todos los desfavorecidos de la región. Pues las deidades solares, tanto para griegos como para asiáticos, estaban vinculadas al ideal de justicia social (15).

No se sabe con certeza si Aristónico apuntaba realmente a una revolución social. O si, en un acto desesperado, tan solo buscaba engrosar las filas de sus partidarios. No obstante, el movimiento no solo causó estupor en Roma. Sino que los reyes de Paflagonia, Capadocia, Ponto y Bitinia se aprestaron a unirse al conflicto, para evitar que la revolución de los esclavos afectase a sus reinos.

Heliópolis contra el mundo

Ante la imposibilidad de los romanos de intervenir en el conflicto, la iniciativa de la guerra quedó en manos de los reyes de Asia. Soldados del Ponto, Capadocia, Bitinia y Paflagonia invadieron el reino atálida, con el objetivo de parar los pies a Aristónico. Este se había hecho coronar como Eumenes III (16).

Combate entre tropas pónticas y pergamenas. Imagen promocional del viodejuego Rome 2 Total War.
Combate entre tropas pónticas y pergamenas. Imagen promocional del viodejuego Rome 2 Total War.

Los datos del conflicto son escasísimos. Aun así, tenemos constancia epigráfica de que las tropas de Mitrídates V del Ponto ocuparon Pérgamo, para evitar caer en manos de los heliopolitanos (17). Mientras que el rey Ariarates V de Capadocia cayó en combate el 130 a. C. combatiendo a las tropas de Eumenes III. Heliópolis no solo resistía, sino que además triunfaba en los campos de batalla.

El primer ejército romano no llegó hasta el 131 a. C.. Bajo el mando de Publio Craso Muciano (18), los romanos se empeñaron en el asedio de Leuce (19), uno de los puertos rebeles, en orden de proteger a los aliados griegos de la costa que sufrían el acoso de los heliopolitanos desde los campos (20). Tan poco interés pusieron los romanos en su tarea que fueron sorprendidos y derrotados por Eumenes III, resultando muerto en la retirada el cónsul romano (21).

La derrota de Heliópolis

Estatua de Aristónico sosteniendo el Sol. Se ubica en Pérgamo, actual Bérgama (Turquía)
Estatua de Aristónico sosteniendo el Sol. Se ubica en Pérgamo, actual Bérgama (Turquía).

Pese a que Heliópolis parecía imponerse en el conflicto, la llegada del cónsul Marco Perperna dio un giro radical al conflicto. Pues Eumenes III se vio obligado a retirarse a la seguridad del valle del Caico entre el 130 y el 129 a. C. La desgracia de Heliópolis fue completa cuando Eumenes fue capturado por los romanos en Estratodicea del Caico en 129 a. C. (22).

Sin un líder al frente, los rebeldes fueron incapaces de reorganizar un contraataque. Así, finalmente, Heliópolis fue derrotada en 128 a. C., bajo la acción de Marco Aquilio (23). Así concluyó la revolución de Heliópolis y la aspiración de Aristónico al trono de los Atálidas. Pérgamo se convirtió en la nueva provincia romana de Asia, pero la represión y los abusos ejercidos por Roma en la región allanaban el terreno para una nueva oleada de violencia que se desencadenaría en la primera guerra mitridática (90-85 a. C.).



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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Tras la batalla de Magnesia (189 a. C.) el reino Atálida de Pérgamo se vio favorecido por sus aliados romanos, quienes les concedieron todos los territorios que previamente habían controlado los Seléucidas en Asia Menor. Es decir, el reino de Pérgamo pasó de limitarse a las regiones de Misia, Lidia y la Tróade a comprender la parte occidental de la península anatólica hasta los montes Tauro, justo a las puertas de Cilicia. (Roldán Hervás, J. M., 1982, p. 224).

(2) Pese a que el reino de Pérgamo alcanzó su apogeo en el siglo II a. C. la rápida expansión del poder atálida truncó el establecimiento de un sistema de gestión del territorio eficaz. De esta manera se generó una dicotomía entre las zonas urbanas de la costa (fundamentalmente griegas) y las zonas más rurales habitadas por los templos asiáticos y tribus de misios y lidios que se resistían a reconocer la autoridad de los Atálidas (Sánchez León, M., L., 1987, pp. 31-32).

(3) La costosa política de obras públicas y de embellecimiento de Pérgamo llegó a los Atálidas a promover un aumento de la fiscalidad que, junto al aumento de la mano de obra esclava en los territorios de las ciudades, los templos y los terrenos de las élites, motivó un aumento de la pobreza entre los pequeños propietarios (Lens, J., 1972, pp. 65-70; Roldán Hervás, J. M., 1982, p. 226).

(4) Las relaciones entre griegos y asiáticos fueron tremendamente complejas en el reino de Pérgamo. No se puede hablar de una política común, sino más bien de casos particulares adscritos a la relación entre las comunidades griegas, ya sean en “poleis” o en “katoikías”, y las comunidades indígenas que habitaban la región. La esclavitud estaba presente en ambos espacios y representaba características diferentes en función de si se producía en el ámbito griego o asiático. En algunos casos, las poleis griegas reducían a comunidades asiáticas enteras a la esclavitud, mientras que en otras situaciones se limitaba a la adscripción en orden de motivar la participación de los indígenas en defensa de la ciudad.

Dentro de las ciudades griegas también existía esclavitud, aunque esta podía ser ocasional en función del servicio a un templo o durante unas festividades religiosas. Esta relación de esclavitud con el templo griego no era permanente y los esclavos eran de menor número. No ocurría lo mismo en los templos asiáticos de las zonas rurales donde el número de esclavos era mucho mayor, de carácter vitalicio y transmisible a los descendientes (Arminda Lozano, V., 1999, pp. 235-238; 2002, pp. 210-216).

(5) El epígrafe que recoge la última voluntad del rey atálida es (OGIS 338). Esta inscripción da un contexto político-social del reino atálida a la muerte del monarca, aunque cabe la posibilidad de que el texto conservado no sea el original, sino una copia romana hecha tras la durante la Guerra de Aristónico (133-128 a. C.) o tras su derrota. Plutarco (Vida de Tiberio Graco. XIV. 1) menciona que el testamento fue llevado a Roma tras la muerte del rey. (Sánchez León, M., L., 1987, p. 36).

(6) El testamento del rey también dividió a las élites griegas en dos, lo que hizo que Aristónico ganase muchos partidarios en las ciudades costeras. Esto se debe a que los griegos recelaban del cambio de administración bajo los romanos, pues pensaban que perderían su posición comercial privilegiada en favor de los itálicos (Sánchez León, M., L., 1987, p. 38). Fue por esta razón que las ciudades griegas necesitaron de una constante vigilancia, pues sus élites estaban divididas entre los partidarios de los romanos y los de Aristónico. Un ejemplo de esto fue Ptolemaios de Colofón, quién medió a favor de los romanos en la política de su ciudad durante el conflicto (Buraselis, K., 2000, p. 184).

(7) Las menciones a Aristónico son escasísimas y apenas se sabe nada de él antes del conflicto. Plutarco nos menciona su origen en su (Vida de Flaminino, XXI) diciendo que era hijo de Eumenes II y de la hija de un arpista.

(8) En el momento de la rebelión de Aristónico (133-128 a. C.) Roma afrontaba importantes dificultades internas y externas. Por un lado, las legiones estaban estancadas en los conflictos de Numancia en Hispania (154-133 a. C.) y la Primera Guerra Servil en Sicilia 135-132 a. C.). Por otro, en el 133 a. C. se produjo el asesinato de Tiberio Graco, tribuno de la plebe, y la persecución de sus partidarios, lo que mantuvo ocupada a la República al inicio del conflicto.

(9) La llegada de las tropas pónticas de Mitrídates V Evergetes y el decreto de la ciudad de Pérgamo de expulsión de todos los partidarios de fue clave para evitar la caída de la capital. Este dato se conoce gracias a la inscripción (IGR IV 292).

(10) Es el geógrafo Estrabón quién el relato más extenso, -aunque insuficiente- sobre la Guerra de Aristónico (Geografía, XIV. 1. 39).

(11) Se considera a la colonia grecomacedonia de Tyatira el asentamiento militar helenístico más antiguo de Anatolia de estas características (Bielfelot, R., 2019, p. 177).

(12) Blosio de Cumas fue un filósofo estoico que destacó como tutor de los hermanos Graco. Se le considera uno de los principales ideólogos de la reforma agraria de su pupilo Tiberio. Tras el asesinato de éste, Blosio fue llevado a juicio y absuelto por el tribunal, sin embargo, decidió huir a Pérgamo ante la amenaza de ser llevado nuevamente a juicio. Se conoce su llegada a Asia Menor entre el 132 y el 131 a. C. momento en que unió a Aristónico y le motivó a poner en práctica sus tesis estoicas que llevarían a la creación de Heliópolis. No hay más menciones de él tras el conflicto, así que se presupone su muerte tras la derrota rebelde (Sánchez León, M., L., 2004, p. 165; Intxaurrandieta Ormazabal, A., 2018. p. 208).

(13) La hipótesis principal es que Heliópolis se inspiró en el modelo social presentado en la novela de Yámbulo. En esta obra perdida se presenta una sociedad sin clases ni estructuras que vive en comunión con la naturaleza y en asamblea. Sabemos de ella por menciones de otros autores (Intxaurrandieta Ormazabal, A., 2018. p. 228).

(14) Str., Geografía, XIV. 1. 39.

(15) Sánchez León, M., 1999, p. 67.

(16) Se conoce la coronación de Andrónico con el nombre dinástico de Eumenes gracias al descubrimiento de una serie de monedas acuñadas en el valle del Caico durante los años de la guerra. El hecho de usar el nombre regio pone en duda las verdaderas intenciones revolucionarias de Aristónico, quién solo pretendía volver al régimen anterior aprovechando el descontento de las clases bajas (Kampmann, M., 1978, P. 39; Sánchez León, M., 1999, p.66).

(17) La ya mencionada (IGR IV 292).

(18) Str., Geografía, XIV. 1. 39.

(19) Aulo Gelio, Noches Áticas, XII.

(20) Buraselis, K., 2000, p. 185.

(21) Es Cicerón quién narra la muerte del cónsul Publio Craso Muciano a manos de los mercenarios tracios de Aristónico (Para Emilio Escauro. II).

(22) Str., Geografía, XIV. 1. 39; Sánchez León, M., L., 2004, p. 166).

(23) Evans, R., 2011, p. 52.


Bibliografía

  • Arminda Lozano, 1999, “La esclavitud sagrada minorasiática: elementos griegos y orientales” en Revista Gerión, nº17, Universidad Complutense, Pp. 233-262; 2002, “¿Segregación o integración? Relaciones entre las ciudades griegas helenísticas de Asia Menor y las poblaciones anatólicas” en Revista Gerión, Vol. 20, nº 1, pp. 205-230.
  • Aulo Gelio, Noches Áticas, XII.
  • Bielfelot, R., 2019, “Pergamun and Sardis: Models of neigborliness” en Berlin, A., M., Kosmin, P., J., (Coord.), Spear-won land: Sardis from the King’s Peace to the peace of Apamea, University of Wisconsin Press, pp. 165-190.
  • Buraselis, K., 2000, “Colophon and the war of Aristonicus” en ΤΙΜΑΙ. ΙΣΑΝΝΟΥ ΤΡΙΑΝΤΑΦΥΛΛΟΠΟΥΛΟΥ, ΕΚΔΟΣΕΙΣ ΑΝΤ. Ν. ΣΑΚΚΟΥΛΑ, ΑΘΗΝΑ, pp.180-202.
  • Cicerón, Para Emilio Escauro. II
  • Estrabón, Geografía, XIV. 1. 39.
  • Evans, R., 2011, Roman conquest: Asia Minor, Syria and Armenia, Pen&Sword Military, Barnsley.
  • Intervención de Mitrídates V en la rebelión. IGR IV 292. [En línea] Disponible en https://epigraphy.packhum.org/text/268932 (13 de noviembre de 2022).
  • Testamento de Átalo III. OGIS 338, IGR 4.289. [En línea] Disponible en https://epigraphy.packhum.org/text/301891 (13 de noviembre de 2022).
  • Intxaurrandieta Ormazabal, A., 2018, La dialéctica público/privada en la Roma del siglo II a. C.: Ambigüedades estoicas antes las reformas gracanas, Santiago de Compostela, Tesis Doctoral.
  • Lens, J., 1972, “Crisis en Pérgamo en el siglo II a. C.” Boletín del Instituto de Estudios Helénicos, vol. 6, nº 1, pp. 63-73.
  • Plutarco, Vida de Flaminino, XXI; Vida de Tiberio Graco, XIV. 1.
  • Roldán Hervás, J., M., 1982, “Un factor exterior en la política de Tiberio Graco: El legado de Átalo III”, Revista Zephyrus, Vol. 34-35. pp. 223-238.
  • Sánchez León, M., L., 1987, “El fin de la Basileia pergamena y la crisis en 133 a. C.” en Revista Mayurqa, nº 21, pp. 31-43; 2004, “Pérgamo y Roma (133-130 a. C.)” en Actas del III Congreso español de Antiguo Oriente Próximo, Huelva, del 30 de septiembre al 3 de octubre de 2013, revista de Arqueología, nº19, pp. 161-168.
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José Ricardo Núñez Pérez
Graduado en Historia por la Universitat de València con una estancia Erasmus en la Università della Sapienza di Roma. Máster en Historia y Ciencias de la Antigüedad por las universidades Autónoma y Complutense de Madrid. Máster en Formación del Profesorado de Secundaria con especialidad en Geografía e Historia por la UNIR. Fundador y administrador del proyecto de divulgación 'Helenismo y Roma' en Instagram, YouTube y Facebook.