Hipatia de Alejandría. Desmontando mitos de la filósofa astrónoma

Hay  personajes cuya vida conocemos más por la leyenda que por la realidad. La apropiación histórica de algunos de estos personajes por diferentes bandos para reforzar sus opiniones o contradecirlas es un hecho. De entre estos, vamos a volcarnos en la vida de una mujer de la Antigüedad. Maestra, matemática, astrónoma, filósofa… lo que conocemos de Hipatia de Alejandría va más allá de su imagen mitificada (1). Aunque no se conservan apenas sus obras y es difícil encontrar información totalmente objetiva, sí podemos acercarnos a esta intelectual. Pero primero, vamos a conocer un poco el contexto político y social de Hipatia de Alejandría…

Alejandría, patria querida

Antes de entrar de lleno en la vida de Hipatia, hay que situarse un poco históricamente. Estamos en el siglo IV D. C. Alejandría es una de las ciudades más boyantes económica e intelectualmente (2).

Esta «nueva Atenas» no tiene nada que envidiar a su contraparte griega en cuanto a desarrollo de instrumentos y sede del conocimiento. Si bien en alguna ocasión se ha vinculado a Hipatia con la Gran Biblioteca de Alejandría, esta dejó de existir hacía más de dos siglos (3). Pero la Biblioteca no era un ente por sí solo. Estaba ligada de forma muy estrecha con el Museo (entendido como el templo de las Musas), siendo este el corazón y la Biblioteca el cerebro (4). El Museo era una suerte de centro de investigaciones científicas que, además de lugar de creación para los sabios, también servía de escenario para las fiestas, concursos y otros eventos literarios (5).

Cuando la Biblioteca se quedó pequeña para almacenar documentos y papiros, se creó una biblioteca filial o sucursal; el Serapeo (6). Este edificio sufrió un tremendo ataque durante la época de Hipatia, de ahí que pudiera haber alguna confusión (7).

Un cristiano, un pagano y un cristiano hereje entran en Alejandría…

En lo que respecta al tema político-religioso, es importante destacar el conflicto cristianismo/paganismo. El Patriarca de Alejandría que gobernaba cuando nació Hipatia, Teodosio II, no se opuso de forma directa a la existencia de la escuela neoplatónica (8). Aunque sí prendió fuego al Serapeo.

Sin embargo, el verdadero problema era interno, entre dos facciones del cristianismo. Por un lado, el patriarca/obispo de Alejandría aceptaba la doble naturaleza de la virgen María (como madre de Jesús y como madre de Dios). Por otro, el patriarca/obispo de Constantinopla solo tenía en cuenta la naturaleza humana (9).

Así que en la ciudad egipcia no solo se miraba mal a los paganos que adoraban al panteón clásico, sino también a todos aquellos cristianos que no iban con la «tendencia» del patriarca de turno.

Ágora Amenabar - Hipatia interpretada por Rachel Weisz
Hipatia en Ágora en el Serapeum. Fuente: mujeresconciencia.

De «Teón» palo, «Hipatia» astilla

En este contexto de tira y afloja nació Hipatia (10). De su madre apenas tenemos información, pero a quien sí conocemos es a su padre. Teón de Alejandría era matemático, astrónomo y profesor del Museo antes de su destrucción por el emperador Teodosio II (11).

«Teón era apodado el mayor entre los sabios. le llamaban insigne porque conocía bien los astros, realizaban mediciones astronómicas y predijo varios eclipses» (12).

A Teón le interesaban tanto los números como el esoterismo, la astrología y la magia. Aunque hay que tener en mente que muchos de estos elementos estaban presentes también en la ciencia. Al igual que para él, para otros muchos intelectuales de la época el movimiento de los astros y el cielo tenían un significado mágico (13).

No se puede olvidar que las artes adivinatorias de los matemáticos estaban de moda en Alejandría. Teón participó de esto como tantos otros de sus contemporáneos; e incluso escribió un tratado sobre «Las señales y el lenguaje de los pájaros y graznidos de lo cuervos» (14).

Hipatia, la hija del sabio

Hipatia fue hija única y recibió una cuidada educación por parte de su padre. Teón quería convertirla en el «ser humano perfecto» (15). Además de cultivar su cuerpo, Teón la inculcó la curiosidad científica y un espíritu abierto a todo el conocimiento. La pequeña Hipatia aprendió desde bien pequeña a leer y escribir, los conceptos aritméticos, las bases de la geometría y cómo entender el firmamento (16). Aunque a ella la parte más «mágica» no le iba mucho. Prefería dedicarse más a la filosofía.

Su padre la llevó desde siempre por los círculos intelectuales donde se movía. Si hay algo especialmente importante que aprendió Hipatia fue a no callarse, a decir lo que pensaba y a no dejarse pisar por las voces masculinas (17).

Padre e hija trabajaron juntos en varias obras comentadas a obras importantes de la astronomía como el Almagesto de Ptolomeo o Las tablas (18). En este momento los científicos eran más comentaristas y recopiladores que investigadores «puros». Aunque gracias a esta labor crítica han llegado hasta nuestros días varios textos fundamentales de la ciencia (19).

Hipatia nunca se quedó a la sombra de su padre, sino que llegó a superarle en varios aspectos (20). Encontró su propio camino en busca de la sabiduría que la conduciría a la verdad, a la armonía y a la belleza; una sola cosa en la filosofía clásica (21).

“FUE LA ÚLTIMA CIENTÍFICA PAGANA DEL MUNDO ANTIGUO, Y SU MUERTE COINCIDIÓ CON LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL IMPERIO ROMANO. (…) HIPATIA HA LLEGADO A SIMBOLIZAR EL FIN DE LA CIENCIA ANTIGUA” (22).

La amada maestra: Hipatia de Alejandría

Si hay algo en lo que destacó Hipatia fue su labor como maestra. A diferencia de su padre, ella no ejerció nunca en el Museo ni en el Serapeo. Entre otras cosas, porque cuando tenía veinte años lo quemaron. Su labor académica la desarrolló en su escuela privada (en su casa) (23). Aquí, recibió a sus discípulos. Tal era su fama que no solo acudían hijos de ilustres familias alejandrinas, sino también de otras partes de África, Europa y Asia (24).

Hipatia de Alejandría filosofa matematica grecia
Hipatia por Laura Fraile: @laurafraileart

Hipatia se formó con su padre Teón en lo que respecta a matemáticas, geometría y astronomía. En cuanto a su faceta filosófica, se cree que estudió en la Escuela neoplatónica de Atenas (25). Cabe señalar la rivalidad existente entre las escuelas neoplatónicas atenienses (que daban importancia a la magia y a lo oculto) y las alejandrinas (menos esotéricas) (26). Hipatia era una filósofa pagana, aunque era respetuosa con todo tipo de creencias (muchos de sus discípulos eran cristianos) y en su academia abogaba por el respeto y la tolerancia (27).

Si bien se conoce más o menos la parte filosófica de Hipatia, las facetas de matemática y astrónoma han quedado en un segundo plano. Por ello, aunque sea algo un poco más técnico, es necesario recalcar la labor editorial y crítica de Hipatia de acuerdo a textos científicos.

“Vestida con el manto de los filósofos, abriéndose paso en medio de la ciudad, [Hipatia] explicaba públicamente los escritos de Platón y Aristóteles a todos los que quisieran escuchar” (28).

Hipatia. La encantadora de números

En primer lugar, hay que subrayar que la mecánica y el álgebra también formaban parte de su filosofía, dado que el platonismo recibe mucha influencia pitagórica (29). 

Una de las pasiones de Hipatia de Alejandría era el misterio del universo y de los astros. En esta línea, analizó y comentó la obra de varios astrónomos. Entre otras, hizo una edición revisada del Comentario de Teón de Alejandría sobre el Libro III del “Almagesto” de Ptolomeo. Así como de El canon astronómico y una nueva edición de Las tablas, añadida a la de su padre (30).

Hipatia biografia historia
Interpretación de Hipatia en la obra La Academia de Atenas. Fuente: Historia National Geographic.

Junto con Ptolomeo, Diofanto era el científico que más le interesaba a Hipatia. De él hizo una edición comentada de su Aritmética, gracias a la cual se conoce su obra (31). Por citar un aspecto importante de Diofanto, fue el creador de unos signos matemáticos que simplificaban y agilizaban las operaciones y cálculos matemáticos (32). Estudió y analizó las figuras cónicas de Apolonio de Pérgamo, fundamentales para el desarrollo de la astronomía (33). Asimismo, comentó La dimensión del círculo y La esfera y el cilindro, ambas de Arquímedes (34).

Por último, confeccionó un planisferio e inventó un destilador (una artefacto para medir el nivel de agua) y un precursor del aerómetro; un hidrómetro graduado para medir la densidad relativa de los líquidos (35).

La clase del 393

Muchos fueron los discípulos que provenían de familias ilustres de la ciudad: gobernantes imperiales, extranjeros, eruditos, científicos, políticos y funcionarios acudieron a la Academia de Hipatia. De todos los discípulos que pasaron por las enseñanzas de Hipatia, vamos a destacar a dos en concreto: Sinesio de Cirene y Orestes.

Sinesio de Cirene (posteriormente obispo) acudió, al menos, durante dos años a las clases de Hipatia (36). Es gracias a él y a su vasta correspondencia por lo que se conoce la obra de Hipatia de Alejandría y quiénes formaban parte de su círculo intelectual. Hipatia lo inició en la filosofía neoplatónica, en las ciencias ocultas y en las ciencias aplicadas. En todas sus cartas Sinesio de Cirene se dirige a Hipatia como su maestra, con un tono de verdadera admiración. Con ella se seguirá escribiendo incluso después de abandonar Alejandría (37).

Otro de sus alumnos más importantes fue Orestes, futuro prefecto de Alejandría. Orestes, aunque originalmente también era pagano, se convirtió al cristianismo antes de que pudieran nombrarle prefecto (38). La relación entre Orestes e Hipatia será clave para los futuros acontecimientos en Alejandría.

La profe Hipatia era la verdadera influencer

Hipatia enseñaba en un atmósfera neutra en cuanto a creencias, aunque todos provenían de familias acomodadas e interesadas en la cultura griega. Los compañeros que relata Sinesio de Cirene en sus cartas también compartían un gran respeto y admiración por su maestra Hipatia (39).

Ágora Alejanro Amenabar pelicula - Rachel Weisz como Hipatia de Alejandría
Hipatia en Ágora. Fuente: diana-de-egara-89 (tumblr).

El vínculo con sus discípulos era personal e incluso afectivo. Los alumnos acudían a la Academia todos los días y constituían una peña cerrada y exclusiva (40). Aunque varios se enamoraron de ella y le mostraron sus afectos, ella siempre los rechazó (41).

Se podría decir que Hipatia era la «influencer» intelectual de la época y sus palabras eran escuchadas en las altas esferas políticas. Esto, quizá, fue uno los de los hándicaps de su vida.

La muerte de Hipatia. De la realidad al mito

La muerte de Hipatia de Alejandría es lo que la ha convertido en el personaje que conocemos ahora. Su asesinato por parte de un grupo de fanáticos cristianos y las inexistentes represalias tras este, condenaron a Hipatia al olvido.

Si bien su muerte es importante para entender el contexto histórico y político de Alejandría, todas sus contribuciones científicas se quedaron en el olvido.

En marzo del 415, durante la Cuaresma católica, Hipatia volvía en carruaje a su casa. Antes de llegar, una muchedumbre la atacó. Después de golpearla y arrastrarla por las calles de Alejandría, la llevaron a una Iglesia cercana. Allí, la desnudaron y despellejaron. Posteriormente, cogieron sus restos y los quemaron en el crematorio de la ciudad (42). Por aquel entonces, Hipatia rozaba los 60 años (43). Para comprender el porqué de este cruel asesinato, hay que tener en cuenta tres elementos fundamentales.

hipatia de alejandria muerte
Escultura de Odoardo Tabacchi que representa la muerte de Hipatia. Fuente.

La verdad y nada más que la verdad

El primero hace referencia al papel del obispo/Patriarca Cirilio en la muerte de Hipatia. Si bien no participó de forma directa, su influencia en este acto es clara (44). Cirilio no tenía una buena relación con Hipatia, dado que era buena consejera del prefecto Orestes. Cirilio y Orestes ya tuvieron algún rifi-rafe por el apoyo de Orestes a la comunidad judía que el obispo y patriarca quería expulsar y que se saldó con una pedrada a Orestes (45). Tras detener y condenar al agresor a muerte, Cirilio lo convirtió en un mártir de su causa (46). Las malas lenguas decían que la causante de esta confrontación era Hipatia.

«Sucedió que [hipatia] pasaba mucho tiempo con orestes, lo que provocó calumnias contra ella entre gentes de la iglesia, como si fuera al culpable de que orestes no se entendiera con el obispo» (47).

El segundo deja claro que Hipatia no gozaba de prestigio entre el populacho al no moverse entre la gente a pie de calle (48). El tener varias distinciones cívicas y estar muy bien considerada en las altas esferas no la ayudó. Cirilio supo movilizar a una turba fácilmente irascible para que actuase contra la «bruja peligrosa».

El tercer aspecto es la falsa creencia de que Hipatia era la oposición directa al cristianismo imperante. Hipatia se mantuvo pagana, sí, pero no mostraba rechazo a otras creencias; es más, compartía bastantes cosas con el cristianismo (49).

El último punto importante es que la filosofía neoplatónica no dejó de enseñarse con la muerte de Hipatia (50). Su asesinato, eso sí, provocó que varios intelectuales paganos huyeran o achacaran malos tiempos si defendían su politeísmo. El propio Orestes marchó de Alejandría. Pidió una investigación sobre la muerte de su maestra y amiga, aunque se pospuso por «falta de testigos» (51).

Hipatia no es una mártir…

Se suele presentar a Hipatia de Alejandría como una «víctima inocente del naciente fanatismo cristiano» (52). También como el ocaso de la filosofía y la ciencia en Alejandría. Se ha hecho uso de la figura de Hipatia en dos contextos muy señalados.

«DESPUÉS DEL ASESINATO DE HIPATIA, ALEJANDRÍA NO VUELVE  A VERSE MOLESTADA POR FILÓSOFOS» (53).

Por un lado, la ven como mártir de la ciencia. Esta imagen vino con la Ilustración, donde intelectuales como Voltaire la ponen como el ejemplo claro de cómo el fanatismo religioso y los dogmas católicos atentan contra la verdad y el progreso (54). Todo esto viene aparejado a la teoría de quienes consideran que el cristianismo es la principal causa de la caída de la civilización antigua (55).

En este grupo también están todos aquellos ilustrados y autores decimonónicos que solo entienden a Hipatia como una «bella mártir pagana». Introducen el elemento erótico -pese a que en el momento de su muerte era una mujer madura ya- y resaltan la virginidad de Hipatia sin tener en cuenta su sabiduría y labor pedagógica (56). Es necesario mencionar, a modo de anécdota, que Hipatia acabó «cristianizada» y convertida en Santa Catalina de Alejandría (57).

Charles William Mitchell Interpretación erotizada de Hipatia
Interpretación erotizada de Hipatia por el pintor Charles William Mitchell (1885). Fuente: mujeresconciencia.

«La muchacha descrita en la leyenda, bella y virgen, rebate a 50 filósofos inspirada por el Espíritu Santo y usando frases de Platón y de los Profetas. Por ello es la patrona de profesores, estudiantes y universitarios.» (58).

Hipatia tampoco es una bruja

Por otro, está el bando que la considera una bruja practicante de magia negra. Hipatia aparece asociada al demonio y a prácticas satánicas (59). Además, varios religiosos la consideran responsable no solo del conflicto entre Cirilio y Orestes, sino también entre cristianos y judíos. Por supuesto, justifican el terrible asesinato por las «provocaciones» de Hipatia (60).

«Hipatia fue la primera mártir de la misoginia que más adelante llegará al frenesí con la caza de brujas» (61).

El movimiento feminista rescata la figura de Hipatia como una de las primeras matemáticas y astrónomas (62). Sin embargo, el hecho de que no se hayan conservado sus obras y todo lo que se sepa de ella sea gracias a sus discípulos hacen que Hipatia de Alejandría siga cubierta no solo con el manto de la filosofía, porque también fue una de las primeras filósofas, sino del misterio.

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Si te gusta la imagen de portada del artículo, no te pierdas el resto de obras de Antonio Rodríguez Cano.

La leyenda de Darwan Libro XV Hipatia, fin de la historia

Aunque presentan una visión un poco idealizada de la filósofa y astrónoma, Hipatia de Alejandría es uno de los personajes principales en la película Ágorade Amenábar.

En cuanto a novelas, destacamos el thriller histórico de José Calvo PoyatoEl sueño de Hipatia. Para un público más infantil, está el cómic Hipatia. La verdad en las matemáticas de Jordi Bayarri. También la biografía de Luisa Moraro e ilustrada por Susana Miranda.

El asteroide 238 (descubierto en 1884) lleva su nombre. También tiene un cráter lunar en su honor.



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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) En pocas palabras, Byrian J. Whitfield explica este fenómeno: “This silence, so emblematic of the contributions of women to mathematics, is poignant enough, but Hypatia’s tragic murder in the mob violence of 415 exemplifies the extreme marginalization of female mathematicians. But Hypatia has suffered a fate worse than neglect: she has become a symbol”. En Whitfield, 1995, p. 1.

(2) Más información sobre el contexto histórico en Wider, 1986, pp. 21-22.

(3) La Biblioteca de Alejandría se quemó en el 48 a. c. Más en Wider, 1986, p. 23.

(4) En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 37.

(5) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 37.

(6) El Serapeo fue construido por Ptolomeo III y servía como edificio anexo a la Biblioteca central. Asimismo, hace referencia a ser el templo de Serapis, deidad romana que intentaba aunar en una sola a algunos de los dioses más populares (Zeus, Amón-Ra, Osiris…). Más información en Casado Ruiz de Loizaga, 2006; p. 38.

(7) El ataque cristiano al Serapeo encabezado por Teodosio II ocurrió en el 391. Más en Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 38.

(8) En Whitfield, 1995, p. 18.

(9) Más en Whitfield, 1995, p. 17.

(10) No termina de quedar muy claro el año de nacimiento de Hipatia. Las teorías que se barajan se llevan quince años. Aunque es más probable que naciera en el 355. En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 34.

(11) Teodosio II es importante por varios motivos. El primer es que pretendía unificar el Imperio romano con el cristiano. El segundo, es que fue el primer emperador que renunció al título de Pontifez Máximos (separando por completo Estado y religión). Asimismo, ordenó el cierre de las escuelas filosóficas de Atenas (la Academia de Platón y el Liceo), del Oráculo de Delfos y puso fin a las Olimpiadas. Más en Mayor Ferrándiz, 2013, p. 1.

(12) En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 34.

(13) En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 42.

(14) En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 42.

(15)” According to legend, Theon was determined that Hypatia develop into a perfect human being, which is remarkable since during this age women were often considered to be less than human. As part of his plan, Theon established a regimen of physical training for Hypatia to ensure that her body would be as healthy as her well-trained mind”. En Williams, 2004.

(16) En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 35.

(17)” Hypatia was reportedly not hesitant to speak her mind, even in the presence of males, because she had great confidence in her own intelligence and habilities”. Más en Williams, 2004.

(18) El Almagesto es uno de los pilares de la astronomía y una de las primeras obras donde se describe el movimiento de os planetas. Más en Casado Ruiz de Loizaga, 2006, pp. 40-41.

(19) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 40.

(20) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 42.

(21) Con relación a la teoría de las Ideas de Platón, donde Bien y Verdad van unidos.

(22) Blázquez Martínez, 2004, p. 417.

(23) Hipatia no fue profesora del Museo, como su padre; ni tampoco funcionaria. Tan solo los filósofos de prestigio podían permitirse tener su propio centro para el alumnado de élite. En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 44.

(24) Sócrates Escolástico, una de las fuentes más cercanas a Hipatia, asegura que venían alumnos de todos los rincones atraídos por la fama de Hipatia. Esto también se refuerza en La Suda, donde queda constancia de las habilidades de Hipatia en la docencia. Wider, 1986, p. 56.

(25) Se cree que estudió en la escuela neoplatónica de Plutarco el Joven y de su hija Asclepigenia en Atenas. Esta escuela optaba por un neoplatonismo más tolerante y basado en las matemáticas. En Alic, 2005, p. 61.

(26) En Alic, 2005, p. 61.

(27) “Hypatia taught in a confessionally neutral atmosphere which was neither particularly hostile to Christianity nor dependent upon a sacerdotal paganism”, tal y como afirma Bregman. En Whitfield, 1995, p. 19.

(28) Wider, 1986, p.23.

(29) Whitfield, 1195, p. 17.

(30) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 41.

(31) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, pp. 40-41.

(32) A Diofanto (200-284 d. c.) se le considera uno de los matemáticos más enrevesados, aunque dio un gran impulso al álgebra.

(33) Apolonio de Pérgamo (262-190 a.C) se dedicó a estudiar figuras cónicas como la elipse, la parábola y la hipérbola, necesarias para los cálculos astronómicos.

(34) Arquímedes de Siracusa (287-212) hizo grandes avances en física (estática, hidrostática y la palanca) y en matemáticas (para calcular el área bajo el arco de una parábola), así como multitud de inventos.

(35) Sinesio de Cirene, en su carta 15 dirigida a Hipatia, describe este aparato, basado en el principio de Arquímedes: “Es un tubo cilíndrico con la forma y dimensiones de una flauta, que en línea recta lleva unas incisiones para determinar el peso de los líquidos. Por uno de los extremos lo cierra un cono”. En Blázquez, 2004, p. 405.

(36) “En la ciudad de Alejandría [Sinesio de Cirene] frecuentó las lecciones de Hipatia, hija del matemático y astrónomo Teón durante dos años (393-395)”. En Blázquez Martínez, 2004, p. 404. Aunque en su correspondencia encontramos nombres como Herculiano, olimpio, isión, Hesiquio, Euotipo, Atanasio, Gayo, Teotecno o Auxencio, todos alumnos de Hipatia. En En Blázquez Martínez, 2004, p. 415.

(37) Siguió mandándole misivas e incluso sus propias obras para que le diese su opinión. En Blázquez Martínez, 2004, p. 413.

(38) “Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones [por Teodosio] (…) Orestes le animó a bautizarse tal y como había hecho él antes de ocupar su cargo como prefecto en Egipto por el patriarca/obispo de Constantinopla”. En Toohey, 2003.

(39) “Madre, hermana y profesora, además de benefactora y todo cuanto sea honrado tanto de nombre como de hecho”. En la Carta 16 de Sinesio de Cirene a Hipatia. Más en En Blázquez, 2004, p. 416.

(40) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 44.

(41) Damascio, una de las fuentes coetáneas a Hipatia, comenta la siguiente anécdota: “Cuando un discípulo le confesó que estaba enamorado de ella, la filósofa le arrojó un paño manchado con su sangre menstrual, rechazándolo”. En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 44.

(42) “Para decirlo en pocas palabras, algunos atolondrados, impetuosos y violentos cuyo capitán y guía era Pedro, un lector de la Iglesia, vieron a esa mujer cuando regresaba a casa. La arrancaron de su carruaje, la arrastraron a la Iglesia llamada Cesárea, la desnudaron; le tasajearon la piel y las carnes con óstrakas afiladas hasta que el aliento dejó su cuerpo. La descuartizaron, llevaron los pedazos a un lugar llamado Cinaron y la quemaron hasta convertirla en cenizas”. Este es el relato del suceso por Sócrates Escolástico en el siglo V. En Alic, 2005, p. 62.

(43) Como no está clara su fecha de nacimiento tampoco queda clara la edad que tenía al ser asesinada. Aunque se suele optar por la teoría de que, cuando la mataron, ya era una mujer madura.

(44) Whitfield, 1995, p. 16.

(45) La disputa entre Orestes y Cirilio provenía de los motines antijudíos encabezados por Cirilio unos años antes. Orestes trató de protegerlos, sin éxito, pero la afrenta no quedó en el olvido. Poco después, llegaron quinientos monjes del desierto de Nitria para proteger a Cirilio, a modo de guardia personal. Estos, al encontrarse con Orestes, se abalanzaron sobre él insultándole. Uno de los monjes Amorio, apedreó en la cabeza a Orestes. Pese a que Amorio fue detenido, torturado y muerto, cirilio lo enterró en una iglesia con honores de mártir. Más en Toohey, 2003.

(46) Toohey, 2003.

(47) Según Sócrates Escolástico. Dzielska, 2004, p. 32.

(48) Blázquez Martinez, 2004, p. 418.

(49) Compartían la búsqueda de la verdad y la sabiduría, su austeridad y su ascetismo en el vestir. En Mayor Ferrándiz, 2013, p. 16

(50) A. Cameron se plantea que, pese a la muerte de Hipatia, los filósofos paganos siguieron dominando la escuela de Alejandría hasta finales del siglo VI-VII.En Fernández, 1985, p. 271.

(51) Alic, 2005, p. 63.

(52) Dzielska, 2004, p. 15.

(53) Según palabras de Bertrand Rusell. En Dzielska, 2004, p. 26.

(54) Hipatia es asesinada, afirma Voltaire “porque cree en los dioses helenos, las leyes de la naturaleza racional y la capacidad de la mente humana liberada de dogmas impuestos. De ese modo, el fanatismo religioso ha llevado al martirio de genios y a la esclavización del espíritu”. En Dzielska, 2004, pp. 16-17. Más también en Mayor Ferrándiz, p. 2.

(55) Esta teoría queda explicada con el binomio simplista de Gibbon por el que se enfrentan razón y cultural espiritual (encarnados en Hipatia) contra el dogmatismo y la ausencia de ética de Cirilio y del cristianismo. Más en Dzielska, 2004, pp. 17-18.

(56) El primero en introducir el elemento erótico fue Charles Kingsley en el siglo XIX con su obra Hypatia, or new foes with an old face. Este aspecto también aparece en muchas de sus representaciones pictóricas y escultóricas. En Whitfield, 1995, p. 15. Asimismo, el hecho de que se mantuviera casta y virgen y que se diera cuenta de su atractivo aún siendo una mujer madura solo ha hecho que se perpetúe esta imagen. Damascio la describe así en Vida de Isidoro: “Bella, bien formada y atractiva por sus cualidades físicas e intelectuales (…). Era justa y casta y permaneció siempre virgen”. En Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 35.

(57) Santa Catalina de Alejandría es venerada tanto en Oriente como en Occidente y aparece como una virgen muy bella y sabia que “domina ciencias como la geometría, las matemáticas y la astronomía y que admira la filosofía de Platón”. Además, el Laodicea, a orillas del río Pyramos, existe una iglesia -ahora en ruinas- dedicada a Santa Hipatia Catalina. En Mayor Ferrándiz, 2013, pp. 21-22.

(58) El enemigo al que se enfrenta Santa Catalina es el emperador Majencio (o Maximiniano en algunas versiones), que envía a los filósofos contra la joven para demostrar la ignorancia y falsedad de sus creencias religiosas. Al ver que no ha dado resultado, la condena a tortura y posteriormente le dan muerte decapitándola. En Mayor Ferrándiz, 2013, p. 22.

(59) Toohey, 2003.

(60) Más en Toohey, 2003.

(61) Tal y como afirma Amulf Zitelman en su novela Hipatia (1989). En Mayor Ferrándiz, 2013, p. 3.

(62) Casado Ruiz de Loizaga, 2006, p. 52.


Bibliografía

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  • Blázquez Martínez, J. M., 2004, “Sinesio de Cirene, intelectual. La escuela de Hypatia en Aejandría”, Gerión, vol. 22, nº 1, pp. 403-419. [En línea] Disponible en: https://revistas.ucm.es/index.php/GERI/article/view/GERI0404120403A/14136 (8 de mayo de 2021).
  • Casada Ruiz de Loziaga, M. J., 2006, “Hipatia de Alejandría”, Las damas del laboratorio. Mujeres científicas en la Historia, Debate, Madrid.
  • Dzielska, M., 1995, Hypatia of Alexandria, Harvard University Press, Cambridge.
  • Dzielska, M., 2004, Hipatia de Alejandría, Ediciones Siruela – Biblio de ensayo 29 (serie mayor), Madrid.
  • Fernández, G., 1985, “La muerte de Hipatia”, Erytheia, vol. 6, nº 2, pp. 269-282. [En línea] Disponible en: http://interclassica.um.es/index.php/interclassica/investigacion/hemeroteca/e/erytheia/numero_6_2_1985/la_muerte_de_hipatia (8 de mayo de 2021).
  • Mayor Ferrándiz, T. M., 2013, “Hipatia de Alejandría. El ocaso del paganismo”, Revista clases de Historia, artículo nº 406, pp. 1-33. [En línea] Disponible en: http://www.claseshistoria.com/revista/2013/articulos/mayor-hipatia-paganismo.html (8 de mayo de 2021).
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Ángela Ramos González
Graduada en Periodismo y Humanidades apasionada de la Historia y de la literatura.