¿Te gusta la película de Mulán? Seguramente estarás de acuerdo en que es fascinante ver cómo Disney dio vida a una de las leyendas chinas más bellas de la historia del país. Pero, ¿y si te digo que no fue solo una leyenda, sino que la historia real de Mulán existió ? ¿Te gustaría conocerla, saber quién fue y cómo es realmente su historia? Si la respuesta a estas preguntas es sí, ¡sigue leyendo! Estoy convencida que te fascinará la verdad sobre la mujer soldado más famosa, Mulán.
¿Cómo hemos sabido de la historia real de Mulán?
Muchos historiadores e investigadores apuntan a que la verdadera historia de Mulán es solo una leyenda. Sin embargo, otros apuntan a que es una historia real. Posiblemente decorada, como muchas otras historias, pero real, al fin y al cabo.
Las investigaciones sobre esta mujer luchadora se basan en poemas, poesías, dibujos, esculturas u otras diversas fuentes que han resguardado esta historia del destructivo paso del tiempo. Tras el análisis de estas, se ha podido construir la verdadera vida de Mulán a la vez que difundir su historia por todo el mundo (1). Eso sí, entre todas estas fuentes debemos destacar la colección de cantos compuestos en el siglo VI, durante la disnastía Tang, época de gran esplendor artístico. Desgraciadamente, se perdieron todos ellos, pero ¡qué no cunda el pánico! Gracias a la antología de poemas líricos producida por Guo Maoquian en el siglo XII se han podido recuperar varios de ellos, los cuales han ayudado mucho a reconstruir la biografía de esta soldado. (2)
Probablemente, la primera imagen que se nos viene a la cabeza cuando oímos el nombre de Mulán es aquella figura creada por Disney en su famosa película Mulán. Aunque no pensemos que únicamente consiguió la fama a finales del siglo XX gracias a este film. Ya, en el siglo XIX, a través de Mon Pays, obra escrita por el General Tcheng-Ki-Tong, Mulán se hizo popularmente conocida en toda Europa. Esta obra fue traducida al francés, lo que ayudó a “occidentalizar” esta historia que hoy conocemos mediante Disney. ¿Sabes cómo se apodó a Mulán en la mencionada obra? “La Juana de Arco de China” (3) ¿Por qué será? ¡Sigue leyendo y lo sabrás!
Con todo ello, comenzó una fiebre imparable por la recuperación y conservación de esta fantástica historia. De ahí nace “la cultura de Mulán”, por la que numerosos coleccionistas y expertos luchan cada día por recomponer su verídica biografía, mantenerla y difundirla cultural y socialmente (4).
¿Quién era la verdadera Mulán?
Nos situamos en el norte de China, en territorios como la Montaña Negra o el Río Amarillo. (5) Es ahí donde transcurre la vida de la verdadera Mulán, Hua Mulan, la hija mayor de un próspero y feliz matrimonio. Su padre, Hua Hu, era un conocido excomandante (6) del ejército chino y su madre, Jia, era ama de casa. (7)
Para cuando ocurrieron los hechos que nos ocupan, Mulán contaba solo con 16 años y aunque deberíamos suponer que no tenía ni idea de las artes de la guerra, no era así. Desde chiquitita disfrutó aprendiendo las artes marciales, que le enseñó su propio padre, Hua Hu. (8)
El sacrificio de Mulán por amor
El conflicto que lleva a Mulán a la guerra se origina por las disputas entre la región de la Montaña Negra y la del Río Amarillo. La segunda está cansada de aguantar los robos de la primera y decide enfrentarla. Los ciudadanos también están hasta el moño de esta situación, pues debido a los robos y saqueos del rey de la Montaña Negra, Bao Zipi, están pasando grandes apuros y calamidades. Por esta razón, el Khan o emperador comienza a reclutar soldados para hacer frente a la inminente guerra. Es en este contexto cuando uno de los reclutadores se presenta en la casa de Mulán. Su padre no se encuentra, pero ella sí. (9) El poema de Hua Mulan lo describe de la siguiente manera:
“La otra noche vi el llamado a las filas,
Muchas tropas está llamando el Khan.
En doce pergaminos está enlistado el ejército,
En cada pergamino el nombre de un padre
ha de aparecer.
Mi padre no ha crecido un hijo,
Hermano mayor Mulán no ha de tener.
Quiero comprar una silla y un caballo,
Y en el lugar de mi padre servir.” (10)
La joven no puede permitir que su padre, dada su ancianidad y estado físico, vaya a la guerra. Cuando Hua Hu regresa a casa y le comunican lo sucedido, comienza a angustiarse sin saber reaccionar ante el llamado. Con más de 60 años, el patriarca no puede obedecer esa orden, está débil y su salud no le permitiría luchar en la contienda. Así que, Mulán le informa de su decisión: ella irá a luchar en su nombre. En un primer momento, la idea no es bien acogida por la familia, pero como no hay otra y parece que Mulán era bastante cabezona, terminan dándole su beneplácito. (11)
Desde ese mismo momento, la joven comienza un estricto entrenamiento físico, además de preparase con la espada, lanza y caballo. Tras largos días de adiestramiento, la primogénita de la familia Hua alcanza el nivel de cualquier soldado del ejército. Mulán está lista para luchar. (12)
Hua Hu, el perfecto disfraz
Llegó el momento, Mulán debe partir a la guerra. Cambia su pelo, su ropa y se hace con un atuendo completamente masculino. Su familia y vecinos la despiden jubilosos, con vino y comida. (13)
Al alba parte de su padre y madre;
En la noche acampa en los campos del Río
Amarillo.
Ella no escucha el llamado de su madre,
Sólo escucha el fluir del Río Amarillo
llorar … (14)
Con el nombre de Hua Hu, Mulán consigue hacerse pasar por el hijo de su padre, Hua Hu, y nadie, en los años que duró la guerra, sospechó jamás que detrás de ese disfraz se escondía una valiente mujer.
La guerra resultó ser más dura de lo que en un primer momento se llegó a imaginar. Tras 11 años y unas cuantas derrotas, Xin Ping, quien lideraba el ejército, estaba desesperado y ya no sabía qué hacer para obtener la soñada victoria definitiva. Es entonces cuando recibió una solicitud de audiencia de Hua Hu, nuestra Mulán. En ella, Hua Hu le propone una nueva estrategia militar para conseguir acabar finalmente con el enemigo. Xin Ping acepta y el plan resulta todo un éxito ya que consiguen capturar con vida a Bao Zipi, el rey de la Montaña Negra, y a su hermano Bao Jiuguan. (15) ¡La guerra ha acabado!
Otras batallas por librar para la Mulán real
Mulán no solo tuvo que luchar cuerpo a cuerpo en la guerra, ni aguantar el frío o las miserias que eso conlleva, sino que, según apuntan algunas versiones, tuvo que hacer frente al acoso sexual por parte de un compañero del ejército. Este era Niu, comandante de vanguardia, de carácter avaricioso, mezquino y lascivo. Cuando vio a Hua Hu (Mulán), Niu no pudo evitar sentirse atraído por “él”. Este comandante era bisexual y decidió probar suerte con Hua Hu, sin saber que realmente era una mujer. Desafortunadamente para Niu, Hua Hu (recordemos que es el nombre ficticio de Mulán) rechazó su propuesta sexual. Desde entonces, su compi de batallas se dedicaría a incordiarla hasta el fin de la contienda, promovido por el rencor y la ira. (16)
Sin embargo, Niu no fue el único que se pilló por Hua Hu (Mulán), la hermana menor del Rey de la Montaña Negra, Bao Qianjin, fue otra de sus conquistas. Bao Qianjin oyó hablar de las hazañas y de lo guapo que era Hua Hu y ordenó a su sirvienta que se vistiera de hombre, se colase en la tienda de campaña de su amor platónico y le entregase una carta secreta. En ella, Qianjin se comprometía a ayudar al ejército de Hua Hu en el ataque que le daría la ansiada victoria final a Mulán. Evidentemente, no llegó a más la relación entre ambas, pero si facilitó a nuestra protagonista su labor para acabar con el conflicto bélico. (17)
¿Es real el amor de Mulán?
Supongo que muchos de vosotros os estaréis preguntando si Li Shang, el enamorado de Mulán en la producción de Disney, existió o no. Bueno, lo cierto es que no como en la película, pero podemos decir que sí, hay un noviete para nuestra Mulán.
Su nombre era Wang Qingyun y era un joven estudiante. Wang y Mulán ya se conocían pues, podemos decir que eran vecinos. Cuando el joven se entera de que la joven ha marchado a la guerra, esto no hace más que engrandecer la admiración y el amor que sentía hacia ella. Así que, sin poder esperar su retorno, Wang decide visitar al padre de Mulán y comunicarle su propósito de contraer matrimonio con su hija cuando regrese de la guerra. Este le insta a que abandone su objetivo, pero Wang se niega en seco, demostrando que su amor es puro y fuerte. Wang esperaría a Mulán el tiempo que fuese necesario. (18)
Hua Hu al descubierto – Cuando Mulán fue descubierta
Tras la gran derrota que sufrió el ejercito de la Montaña Negra y que supuso el fin de la contienda, el ejército de Río Amarillo está rebosante de alegría y felizmente victorioso. Mulán ha quedado por todo lo alto y el Khan admira a Hua Hu (Mulán) enormemente. El momento de decir la verdad ha llegado y Mulán decide hacerlo a través de una carta a Xin Ping. Tras leer la epístola, la admiración que todos tenían por Mulán se desborda. Todos quedan alucinados con la verdadera identidad de Hua Hu, valorando aún más todos los esfuerzos y sacrificios que tuvo que hacer Mulán. (19)
“Luz fría brilla en armadura de hierro.
Generales mueren en cien batallas,
Valientes soldados regresan después
Años. (…)
El Khan le pregunta qué desea.
“Mulán no tiene uso para el ministro
de correo.
Deseo montar un caballo veloz
Que me lleve de regreso a mi hogar”. (20)
Como nos podemos imaginar, la recompensa de Mulán no fue solo un burro. La joven recibió el título de Dama de Primer Rango y su padre y madre Noble de Segundo Grado. (21) ¡La reputación de la familia Hua Hu ha quedado por las nubes!
La verdadera guerra de Hu Mulan
Además de la belleza innegable de la vida de Mulán, debemos mencionar que el trasfondo de la historia es mucho más interesante aún. Por supuesto, la admiración ante los valores de la verdadera Mulán, Hua Mulan, son ejemplarizantes. No solo por la demostración de amor a su padre y a su familia mediante el sacrificio personal, ni por su valentía al hacer cara al miedo que debió sentir en numerosos momentos o al temor ante las posibles consecuencias por asistir a la guerra disfrazada de hombre. Sino, por la lucha ante la igualdad y la libertad.
En ningún momento se paralizó ante su deseo de conseguir su objetivo: demostrar que podía hacer frente a la muerte en el campo de batalla exactamente igual o, incluso mejor, que cualquier hombre, que cualquier soldado. Demostró que las mujeres pueden batallar y formar parte del ejército. Que la cabeza de una mujer también sirve para organizar estrategias bélicas y conseguir una gratificante victoria militar.
Y por supuesto, su lucha por la libertad. Poder ir a la guerra, si lo sueñas, o cambiar de sexo si lo ansías. La libertad de ser y hacer lo que uno desea sin dañar las libertades de los demás. En definitiva, Mulán nos enseñó que, con fuerza de voluntad, las mujeres somos invencibles…
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