El cambio climático, el calentamiento global, la contaminación son temas muy recurrentes en nuestra sociedad actual. La preocupación por la falta de recursos naturales se ha convertido en una cuestión principal en la agenda política de muchos países. Pero ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cuándo comenzó esta preocupación? En este artículo veremos cuando fue el origen del concepto de sostenibilidad y del medioambiente.
Primeros conocimientos del medioambiente y sostenibilidad
En la antigüedad la idea de que las actividades humanas afectan al comportamiento de la atmosfera empieza a ser defendida con el filosófo Teofrasto, discípulo de Aristóteles. Este comienza a sospechar que algunas prácticas para aumentar las superficies cultivables o modificar los territorios afectan al clima. Por ejemplo, los drenajes en las zonas húmedas o la eliminación de los bosques. Estos, daban lugar a períodos muy fríos o excesivamente calurosos. Unos dos mil años más tarde… Otro filosofo, David Hume coincide con Teofrastro. Sugiere que los cambios climáticos que sufría Europa se debían al avance en la superficie cultivable (1). Ya entoces empezaba a rondarles el concepto de medio ambiente.
Nachhaltigkeil o sostenibilidad
El palabro Nachhaltigkeil no es un taco, no, significa sostenibilidad. En el siglo XVIII comienza una mayor preocupación por la naturaleza y el medioambiente. Será la primera vez que queda registrada la palabra sostenibilidad. Tan repetida actualmente. Aparece en un tratado de 1713 del aléman Hans Vans Carlowitz.
Este fiscal alemán en su tratado Sylvicultura Oeconomica incluye el concepto Nachhaltigkeil. Es decir, sostenibilidad en alemán. En esta obra expone una teoría sobre la utilización óptima de los bosques. Plantea que el volumen de la producción de esta industria no podía ser superior a la velocidad de reproducción de los bosques (2).
Poblacionismo y propiedad privada
El siglo XVIII cambia la forma en la que el ser humano se relaciona con la naturaleza. La revolución industrial y los nuevos modos de agricultura o selvicultura afectan directamente al medio ambiente. Pero no son los únicos. La Ilustración también supone la primera crisis de la sostenibilidad. Por varias razones; primero, por la total desaparición de la peste en Europa Central. Algo que elimina del todo el descenso de la población(3). Desde 1730, existe una tendencia al incremento de población. En algunos reinos como el de Prusia se inicia una política conocida como poblacionismo. Consiste en aumentar la población siguiendo la lógica de
«A mayores seres humanos poblando el mundo, mayor cantidad de soldados y pagadores de impuestos».
Esta tendencia atenta totalmente contra el objetivo de optimizar la población y sus recursos naturales (4).
Con la Ilustración también nace la propiedad privada como sistema dominante. El individuo tiene poder absoluto sobre la naturaleza. Esta forma de dividir el territorio regulaba la relación entre la sociedad y la naturaleza (5). Por ejemplo, se introduce el decreto de la cultura de la tierra en el año 1811. Esta regulación establecía el derecho individual a disponer libremente de la naturaleza incluido el derecho a destruirla.
Y, por último, la revolución industrial, en los últimos años del siglo XVIII. Se producen cambios fundamentales. Por ejemplo, se reemplaza el sistema de energía solar basado en la madera por un sistema post-agrario basado en la energía fósil del carbón de piedra (6)
Las primeras reacciones a la Revolución Industrial
Tras la revolución industrial muchos científicos estudian y observan los cambios en el clima y en el medio ambiente. Descubren que muchos de los cambios que sufre la naturaleza a lo largo de la historia no pueden atribuirse únicamente a causas naturales. La aparición de las primeras fábricas a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX empieza a dejar deshechos en el aire contaminando ríos, mares y arroyos (7).
Los primeros estudios sobre la preocupación por la naturaleza y el medio ambiente se pueden encontrar en las investigaciones de naturalistas y biólogos evolucionistas como Carlos Linneo, Jean Baptiste Lamark o Alfred Wallace entre otros (8). Linneo escribe tratados sobre botánica y con sus investigaciones establece el primer sistema de clasificación de los seres vivos.
Joseph Fourier y el «efecto invernadero»
La primera vez que el ser humano tiene conciencia del calentamiento global y empieza a plantearse la idea de sostenibilidad es en torno 1820. Cuando el matemático Joseph Fourier ofrece una visión pionera sobre el papel energético que tiene la atmosfera. Descubre que la atmosfera es capaz de absorber el calor que emite la tierra.
En 1824 escribe “Remarques generales sur les temperatures du globe terrestre et des espaces planetaries”. Artículo que publica como un resumen de su intervención en la Academia Francesa de las Ciencias. Esta obra se basa en investigaciones previas. En ellas relaciona el calentamiento del planeta con la actividad humana haciendo las primeras consideraciones de lo que conocemos como el efecto invernadero (9).
Fourier escribe:
“El sistema solar está ubicado en una región del universo donde todos los puntos tienen una temperatura común y constante, determinada por los rayos de luz y el calor que envían todos los astros del entorno.
Preocupado por el medioambiente
La tierra está ahí sumergida en la temperatura fría del ciclo planetario y por otro lado se calienta gracias a los rayos solares cuya diferente distribución produce la diversidad del clima (10)
Así se considera que Fourier fue el primero en descubrir que las actividades humanas pueden influir sobre el clima. Para él, el ser humano, su progreso y movimiento en la tierra pueden cambiar el estado del suelo y la distribución de las aguas (11).
John Tyndall y los cambios de temperatura
Fourier no fue el único que estudia el impacto de la revolución industrial en la naturaleza y el medioambiente.
En 1859 John Tyndall inicia una serie de experimentos sobre las propiedades radiactivas de diversos gases. La atmosfera cargada de polvo en el Londres del siglo XIX lleva a este científico a plantearse públicamente la idea de que los cambios en la temperatura del planeta están relacionados con activos en la atmosfera creados por la acción humana. Idea revolucionaria entonces. A través de sus investigaciones intenta explicar cuestiones como los cambios de color de cielo, la contaminación del aire o las grandes subidas y bajadas de temperatura(12).
Sin embargo, las propuestas de Tyndall no tuvieron mucho éxito. En aquellos años, nadie podía imaginar que unos componentes tan minoritarios en la atmosfera como el vapor de agua o el dióxido de carbono podían afectar al clima, aunque fuese millones de años después.
El Gran Smog
Las reacciones de estos científicos ante sus descubrimientos fueron solo el principio de un movimiento que dura hasta nuestros días. El siglo XIX marca un antes y un después para los problemas medioambientales debido al impacto de la revolución Industrial.
En 1952 el Gran smog de Londres mata a 12.000 personas y enferma a 100.000 personas más. La preocupación por esta tragedia condujo al establecimiento de una normativa para el aire limpio “Clean Air Act” de 1956. Con ella se impuso que los combustibles de las fabricas se quemaran en áreas a las fueras de las ciudades y que las chimeneas de todos estos edificios fueran más altas. Tras esta ley, unos años más tarde, se establece la ley de agua limpia en la que se prohíbe extraer vapores tóxicos al aire y al agua(13)
El informe Burndland y la Sostenibilidad
A mediados del siglo XX aparecen nuevas restricciones y estándares que limitan la contaminación de las fábricas. Viendo la historia de la sostenibilidad nos damos cuenta de que incluso cuando el concepto no tenía fuerza ni credibilidad creó interés entre los científicos y provocó grandes cambios.
La sociedad tiene conciencia de estos problemas desde finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Sin embargo, el concepto de sostenibilidad tal y como lo entendemos actualmente no aparece hasta 1987 en el informe Brundtland. Nombre en honor a Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra noruega. Esta mujer lidero una comisión encargada de investigar, estudiar y buscar soluciones ante el impacto cada vez mayor del ser humano en el medio ambiente (14)
La investigadora dio al cambio climático la importancia que se merecía e incluyo la cuestión del desarrollo sostenible en nueva agenda política mundial. Así es como apareció por primera vez el término de desarrollo sostenible definido como aquel desarrollo que permite satisfacer nuestras necesidades sin comprometer a las generaciones futuras (15).
Como ejemplo de lo que no se debe hacer: Thomas Midgley – el inventor que el mundo NO necesitaba
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