El Valle de los Caídos es el mausoleo franquista por excelencia, de hecho, fue el mismísimo Franco quien ordenó su construcción (1). Allí reposan sus restos, por el momento (2), junto con los de José Antonio Primo de Rivera (3). Paradójicamente, comparten espacio con otros miles de combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil Española (4).
Cuenta con unas dimensiones disparatadas, sobre todo para aquellos que piensan que no es sino una exaltación de la dictadura y del nacionalcatolicismo.
Una basílica en mitad de la nada, coronada por una cruz gigante
El monumento se alza sobre un llano, en la parte posterior al risco de la Nava (a unos 58 kilómetros de Madrid). Lo componen dos construcciones. La primera, más próxima a la Cruz, es la abadía benedictina. La segunda, el edificio más alejado, se trata de una hospedería turística, regentada por monjes.
La cruz más grande del mundo
La monumental, colosal y descomunal cruz de hormigón del Valle de los Caídos, tiene una altura de nada más y nada menos que 150 metros. ¿Su peso? 200 toneladas.
Las dimensiones de la cruz son tales, que permiten que su interior albergue una escalera de caracol. Tanto es así, que cuenta con un ascensor desde la base hasta la altura de los brazos.
Construirla no solo fue un suplicio para el encargado, por aquel entonces, de las tareas arquitectónicas (5). Trajo de cabeza también al propio Franco, quien 35 años después de comenzar a construirse, sería enterrado en su base.
Reconocía el artífice del monumento en una entrevista:
«Presentar una cruz en lo alto de un risco que trepa a las nubes sin que pareciera enana, vulgar de estilo y proporciones era la pesadilla, repito, tanto del Caudillo como la mía» (6)
Por si fuera poco, a los pies del monumento se erigen unas gigantescas esculturas de los cuatro Evangelistas. Miden unos 18 metros cada una (7). Estas esculturas, junto con La Piedad, se están «cayendo a cachos». Para su construcción se utilizó una piedra caliza que se creía resistente y dura, pero lejos de ser así, está deshaciendo las figuras.
La simbología cristiana de la cruz, su verticalidad y la magnitud de sus proporciones, resumen los principales patrones de la ideología franquista (8).
Construido por presos republicanos
El conjunto monumental se construyó entre 1940 y 1958 (en pleno franquismo). Era un homenaje a los «héroes y mártires de la Cruzada» que «legaron una España mejor». O sea, dedicado en exclusiva a los que lucharon y murieron por Franco durante la Guerra (9). El coste de la construcción fue del equivalente a 247,5 millones de euros. Teniendo en cuenta la situación económica que atravesaba la población española en aquellos momentos, todo un despilfarro.
Sin embargo, en esta faraónica empresa no solo trabajó el personal profesional contratado. Si no que se construyó también con el esfuerzo y sudor de presos políticos. Esto fue gracias a las normas del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo (10). Era una asociación que hizo posible la explotación laboral de encarcelados, a cambio de una reducción de su condena (11). Las condiciones laborales de los trabajadores eran pésimas. Pensemos en un campo de concentración con mano de obra esclava.
El salario diario que recibía cada preso era de 2 pesetas. De las cuales, se les descontaba una peseta y media para comida, entregándoles solo 50 céntimos. Eso sí, si el preso era casado, en zona nacional y por la Iglesia, recibía otras dos pesetas. Y si tenía un hijo menor, recibía una peseta más (12).
La mayor fosa común de la Historia de España
En el Valle de los Caídos hay 33.833 cadáveres enterrados, contando con Franco y Primo de Rivera (13). Para hacernos una idea, es una cifra muy similar a la de los habitantes de la ciudad de Teruel (14).
De todos ellos, solo 21.423 están identificados. El resto son desconocidos. Además, durante la construcción del Valle de los Caídos, se registraron al menos 14 muertes. Estas muertes se produjeron por el desprendimiento de las rocas, relacionados con la maquinaria de las obras, e incluso con la manipulación de explosivos. Sin contar los heridos trasladados a hospitales, o los afectados por silicosis (15).
Las personas allí enterradas fueron llevadas desde fosas comunes y desde cementerios de toda España. Excepto de Ourense, A Coruña, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. En muchos casos, sin permiso ni conocimiento de sus familias. Se enterraban masivamente, sin distinción (16).
Una tumba inmerecida e innecesaria
La basílica donde yace el cuerpo de Franco es la iglesia cristiana de mayor longitud del mundo (17). De hecho, es más larga que la basílica de San Pedro del Vaticano, por lo que se hizo construir una pared al principio para acortarla (18).
Una de las cosas que más llama la atención de todo el complejo es la extravagante tumba del dictador. Se accede a ella tras recorrer una escalofriante nave repleta de enormes y tétricas esculturas. En mitad de la nada, una enorme lápida, la lápida de Franco (19).
El enterramiento contraviene el derecho canónico, pues está en un lugar preferente frente al altar, que está reservado al Papa o a los obispos de la diócesis a la que pertenece el Valle. Siempre según las leyes de la Iglesia.
Y no solo eso, los enterrados allí debían ser «caídos por España» durante la Guerra. Franco no lo fue. De modo que vuelve a vulnerar el espíritu con el que el propio general construyó el Valle.
El Valle de los Caídos en la actualidad
El 1 de abril de 1959 se inauguró el monumento. Diecinueve años después de iniciarse las obras y tras dos décadas del fin de la Guerra Civil Española.
A día de hoy, se cumplen 60 años y el debate es permanente. ¿Debe reconvertirse el Valle de los Caídos? ¿Pueden exhumarse los restos de Franco? ¿Hay que derribar la grotesca cruz que preside el monumento?
De lo que no cabe duda es que se debe actuar cuanto antes, evitando que el deterioro producido en el complejo provoque cualquier situación de peligro.
Es un tema controvertido, que nos conduce finalmente a pensar que este gran mausoleo NO está destinado a la reconciliación. Y mucho menos al reconocimiento y al homenaje de ambos bandos (como debería haber sido) como se inventó más tarde el franquismo (20).
Más artículos muy interesantes en Khronos Historia