El telégrafo y las consecuencias de no tener WhatsApp en el siglo XIX

¿Os acordáis del final de la Vuelta al Mundo en 80 días? Al final del viaje Phileas Fogg (o Willy Fogg, si lo preferís) pierde su apuesta porque llega a Londres con cinco minutos de retraso. En realidad no se da cuenta sólo habían pasado 79 días aunque él había contado 80. ¿Cuál es la explicación de esto? Como ya sabréis, es debido a los husos horarios. Actualmente, es de sobra conocido que si alguien llama Japón durante el día, allí será de noche y viceversa, pero… ¿Cuándo fuimos conscientes de este hecho? La respuesta está en el telégrafo. 

Willy Fogg
Willy Fogg en su vuelta al mundo. Fuente

 

El libro La Vuelta al mundo en 80 días fue publicado a finales del siglo XIX. Por ese entonces, la diferencia de horas y los husos horarios no los conocía ni «pirri». O al menos no era algo que estuviera reconocido por toda la sociedad. Sin embargo, Julio Verne al publicar su libro busca que sus contemporáneos descubriesen los husos horarios. Y junto a estos la diferencia de horas entre los países del mundo. Así que gracias a Picaporte (Rigodón en la versión animada) los lectores aprendían que había que adelantar el reloj al viajar hacia el Este.

¿Por qué no eran conscientes de las diferencias horarias?

Aunque ahora esto nos parezca un tema muy obvio, hay tener en cuenta que tenemos teléfono, televisión, internet, etc. Estas herramientas nos hacen estar conectados en tiempo real con lugares que distan miles de kilómetros, conociendo así la diferencia de hora.

Ahora pensad que estáis en la primera mitad del siglo XIX (ya sabéis, hemos echado a los franceses, ha venido Fernando VII y después Isabel II, blablablá) y queréis hablar con vuestro amigo que se ha ido a trabajar a Los Ángeles. No podéis hablar por Skype, ni por WhatsApp, ni por SMS… En resumen, sólo podéis escribirle una carta, en la que le contáis lo que habéis hecho el último verano. Y para colmo, cuando la reciba habrán pasado tantas semanas que lo correcto habría sido despedirse en la carta deseándole un feliz año nuevo. Y esto en el caso de que la carta llegara a su destino y no se perdiera por el camino.

El comienzo de la Globalización

Como habéis visto, los métodos de comunicación no favorecían para nada la “globalización”. La información no fluía de forma instantánea ya que pasaba demasiado tiempo entre el envío de un mensaje y su posterior llegada al receptor. Sin embargo, debemos hablar de un nuevo invento, el telégrafo. Este nuevo invento produjo una “revolución tecnológica” en las comunicaciones. (Y no os riáis de la expresión porque seguro que la gente del siglo XXII, XXIII, etc, se ríe de “nuestra” revolución tecnológica).

Morse y el telégrafo
Samuel Morse y su «Telégrafo Morse». Fuente

Desde la primera mitad del siglo XIX aparecieron diferentes prototipos de telégrafos, entre ellos el telégrafo morse. A partir de esta fecha, las conexiones telegráficas fueron cada vez mayores, pero limitadas. Sólo se podían conectar regiones «cercanas», ya que para que el telégrafo funcione hay que llevar un cable que conecte los lugares desde donde se va a mandar o recibir la información. El problema era, pues, conectar zonas lejanas. Por ejemplo, para unir América del Norte y Europa, habría que utilizar un cable que superase los más de 3.000 Km que distan entre uno y otro continente. Pensad que un barco de vapor realizaba ese recorrido en dos semanas.

Ya tenemos telégrafo, comunicación relativamente instantánea, y ahora ¿qué?

¿Qué fue lo que pasó? Sí, parece una locura, pero sí. Al ver la gran utilidad que tenía el telégrafo en las comunicaciones, se decidió que Europa y América del Norte debían estar conectadas. Seguramente algún «graciosillo» diría algo así como “Caballeros, no hay huevos de hacer un cable telegráfico submarino de más de 3.000 Km” y alguien le respondería con un “¿Que no? Ya verás como sí.” Así que, desde que se propuso la idea, hubo varios intentos en los que el cable se acabó rompiendo. No fue hasta 1866 cuando Europa y América del Norte quedaron definitivamente conectadas en tiempo real.

Cable de telégrafo trasatlántico
Mapa del recorrido del cable telegráfico transatlántico de 1858. Fue uno de los intentos fallidos. Fuente

¿Qué significó esta nueva conexión en tiempo real? Podríamos decir, en palabras del propio Julio Verne que “El mundo se ha vuelto más pequeño”. El mundo se volvió más pequeño puesto que comenzaba una globalización a través de las comunicaciones que acercaba cualquier punto de la tierra con otro. Esta conexión hizo que la gente de a pie comenzara a ser consciente de que existía una diferencia horaria entre las diferentes partes del mundo.

Querida Europa, no me mandes mensajes mientras duermo. Firmado: América

A raíz de este nuevo descubrimiento (consecuencia del uso del telégrafo), en 1884 se llevó a cabo la Conferencia Internacional del Meridiano, en la que participaron 25 países. En esta se discutió sobre la división de la tierra en husos horarios para estandarizar el tiempo a nivel internacional. Se eligió un meridiano que sería utilizado como longitud cero (el meridiano de Greenwich), a partir del cual se dividiría la tierra en 24 husos horarios de 15º cada uno. Este fue el origen de los husos horarios que tenemos actualmente. El establecimiento de un horario universal ayudó al comercio y a las comunicaciones, aunque no fue hasta el siglo XX cuando se “formalizó” este ajuste de horas.

Husos Horarios. Fuente

Resumiendo, podemos decir que de no ser por la invención del telégrafo no se hubieran conectado dos continentes simultáneamente. Y de no ser por eso, ahora mismo no podríamos saber qué hora es exactamente en cualquier parte del mundo.


Referencias y bibliografía

Bibliografía

  • Espacio Fundación Telefónica, 2015, «El telégrafo y Julio Verne», espacio.fundaciontelefonica.com. [En Linea] Disponible en: https://espacio.fundaciontelefonica.com/blog/el-telegrafo-y-julio-verne/ (10/07/2017)
  • Glover, B., 2009, «History of the Atlantic Cable & Undersea Communications,
    from the first submarine cable of 1850 to the worldwide fiber optic network», atlantic-cable.com. [En Linea] Disponible en: http://atlantic-cable.com/Cables/CableTimeLine/index1850.htm (10/07/2017)
  • International Conference Held at Washington for the Purpose of Fixing a Prime Meridian and a Universal Day, 1884, «Protocols of the proceedings», Project Gutenberg.
  • Standage, T., 1998, The Victorian Internet, Walker Publishing.
  • Verne, J., 2014, La vuelta al mundo en 80 días, RBA, España.
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Cristina Moreno Garrido
Graduada en Geografía e Historia por la Universidad de Jaén. No es que me guste la historia del vestido, pero si pudiera recrearía cada uno de ellos.