De la Revolución al Imperio con Jacques-Louis David

Hoy hablaremos del famoso pintor Jacques-Louis David. Corrían los años finales del siglo XVIII, momento de cambios fundamentales. En lo político, la crisis del Antiguo Régimen (1) era palpable (aunque no simultánea en toda Europa) y por el lado del pensamiento triunfaba la Ilustración (2).

Este último movimiento proporcionaría la teoría necesaria para uno de los acontecimientos del siglo, mejor dicho, el acontecimiento del siglo: la Revolución Francesa. Esta revolución transformaría irreversiblemente la sociedad. En lo artístico los excesos del Rococó (3) darían paso al Neoclasicismo (4)

Jacques Louis David, el aprendiz

Parisino y huérfano a edad temprana, Jacques-Louis David, miembro de la clase acomodada, es educado por sus tíos. Comienza sus estudios artísticos con Vien (5) entrando en el sistema de la Real Academia de Pintura y Escultura, situada en lo que hoy es el Museo del Louvre. Tras varios intentos consiguió ganar el premio de Roma, consistente en una beca de la Academia para permanecer allí cuatro años (¡menudo Erasmus!) Allí acudiría con su maestro Vien, por aquel entonces director de la Academia.

¿Hubo enchufe? Sea como fuere estuvo en Roma hasta 1780.

Autorretato. Jacques-Louis David. Fuente: 

Las cosas están cambiando en Europa

Los burgueses seguían ansiando ser nobles, no nos engañemos. Si se presentaba la oportunidad compraban cargos anteriormente destinados a la nobleza. Pero según avanzaba el siglo tendía a pensarse que la nobleza no venía dada por la sangre, si no que aquella era una cualidad cívica. Esta nueva idea se asociaba al resurgir neoclásico y su admiración por la República Romana (6).

Jacques-Louis David – testigo de los cambios revolucionarios

David regresa de Roma y presenta en el Salón de 1781 su obra Belisario (7). Según Boime (8): Era en aquel momento uno de los temas favoritos de las posturas sociales y religiosas de liberales, conservadores moderados y conservadores que fingían ser moderados. ¡No era listo ni nada David! Esta obra puede considerarse como la primera plenamente neoclásica del pintor.

Belisario pidiendo limosna. Jacques-Louis David
Belisario pidiendo limosna – Jacques-Louis David

La Revolución se valdría del lenguaje neoclásico para convencer al pueblo de la necesidad de destruir las antiguas estructuras y encarnar los ideales de la República. Se trataba de usar la retórica greco-romana para dar legitimidad a la misma.

Se estaba preparando una gorda…

La cosa estaba muy mal… Si bien las causas de la Revolución Francesa son varias, la fundamental fue la económica. Las arcas públicas servían únicamente para criar arañas y a Luis XVI se le ocurrió elevar los impuestos.

Por otra parte, la burguesía reclamaba su parte del pastel político, había escasez de pan debido a las malas cosechas e incluso, la Revolución de los Estados Unidos contra Gran Bretaña (en la que Francia apoyó a los rebeldes). Todo ello sumaba.

Dándole al pincel

David, en  1784, pinta en Roma  El Juramento de los Horacios, obra de una carga simbólica indudable, en lenguaje neoclásico. Sus protagonistas personifican la lealtad a la patria antes que a la familia.

el juramento de horacios jacques-louis david obras
El juramento de horacios – Jacques-Louis David. Fuente

Posteriormente, recibe un encargo ¡de la Corona! Y decide pintar Los Lictores devolviendo a Bruto los cuerpos de sus hijos. Un tema claramente republicano: el Cónsul Bruto condena a muerte a sus propios hijos por traidores a la República romana. Fue la última obra que realizó para la Monarquía, pero también sería la que lo convirtió en artista de la Revolución (9).

¿Luis XVI quería arreglarlo?

La cosa seguía peor… Luis XVI preside los Estados Generales (10), formados por los tres estamentos, para arreglar la situación. El problema era el voto,  uno por estamento, con lo que el Tercer Estado estaba siempre en desventaja. Estos últimos pretendían un voto por persona, lo que igualaría las fuerzas. Se cabrean y se separan del resto.

Allons enfants de la patrie…

El Tercer Estado se constituyó en Asamblea Nacional (11) reuniéndose en el Pabellón del Juego de Pelota. Querían una Constitución y en ese momento nobleza y clero se les unieron (la Asamblea se vuelve Constituyente). Deliberan durante dos años. A la vez, el 14 de julio de 1789, el Pueblo toma la Bastilla, una prisión en la que se guardaba pólvora; los campesinos también se revelarían… Los monarcas se mudan a París, a las Tullerías. Nuestro pintor se radicalizaría cada vez más. 

¡Por fin una Constitución!

En 1791, la Constitución hace de Francia una Monarquía Constitucional, con su separación de poderes y todo.

En ese momento lo que se necesitaba era legislar para desarrollar lo establecido en esa Constitución. Se crea entonces una Asamblea Legislativa (1791-1792), con un mogollón de diputados (12). Los de la izquierda eran partidarios de la creación de una República. David, jacobino, estuvo ocupadísimo en la gestión de monumentos, dirigiendo las fiestas revolucionarias, la propaganda, … Vamos, cargos políticos a barullo. Además, Luis XVI intentando huir es capturado, ¡qué lío!

Guerra y Comuna

Comenzó la guerra contra Austria (declarada a regañadientes por luis XVI) y en París estalló la revuelta de los sans-coulottes (13). Se estableció un gobierno revolucionario: la Comuna, que dejó temblando a la Asamblea. Se derogó la Constitución y se eligió por sufragio universal (masculino, claro, la mujer pintaba poco) una Convención. En agosto de 1792, los sans-coulottes asaltaron las Tullerías y destituyeron al Rey. La Asamblea se disolvió… La monarquía ya no existía.

La Convención y el Terror

Durante tres años, los casi 750 diputados de la Convención Nacional gobernaron el país. Tres eran los partidos que la componían:  los Girondinos, la Montaña (que incluía a los Jacobinos) y la Llanura (14).

En este período se procesó y guillotinó al Rey. Por otra parte, la guerra se recrudeció y fueron necesarios más hombres. Lo cual provocó disturbios y los sans-coulottes volvieron a la carga otorgando el poder a los Jacobinos, que gobernaron a través del Comité de Salud PúblicaRobespierre es ahora el mandamás y aparece el Terror (supresión de libertades, intervencionismo brutal…) y se elabora una nueva Constitución en 1793. Nuestro David era amiguete del nuevo jefe y de Jean-Paul Marat. Éste último sería asesinado por la girondina Charlotte Corday (15).

David inmortaliza el hecho y representa a Marat como un mártir de la Revolución.

La muerte de Marat. Jacques-Louis David obras
La muerte de Marat – Jacques-Louis David

La Reacción

Poco le duró a Robespierre su cargo. Hizo tantos y tan buenos amigos que lo guillotinaron en julio de 1794 (16). Se inauguró entonces un período más tranquilo, de gobierno débil. Una nueva Constitución vio la luz (ya he perdido la cuenta), con separación de poderes. El ejecutivo pasó a manos de un Consejo formado por cinco personas del Directorio y el legislativo se dividió en dos Cámaras.

David corrió mejor suerte que su amigo: tras declarar ante la Convención fue encarcelado. En la cárcel sigue pintando, claro, ahora tiene más tiempo.

El Directorio

La guerra continuaba contra Inglaterra y Austria. Es ahí donde comienza a forjarse otra personalidad de la época: Napoleón Bonaparte (17). Mientras, en París, el Directorio se debilita, pues sufre ataques tanto revolucionarios como monárquicos.

El 18 de Brumario (3 de noviembre de 1799) se produce un golpe de Estado, que dará «matarile» al período revolucionario. El artífice del mismo será el Consulado, del que Napoleón forma parte.

El Consulado

¡Cambiamos de siglo! Etapa de estabilidad política. Se promulga una nueva Constitución, que no tenía separación de poderes. Pronto Bonaparte se convertirá en Primer Cónsul. Napoleón firma la paz con todo el mundo (¡pillín!) y reforma el Estado organizándolo administrativamente; además, creó el franco como moneda, promulgó los Códigos Civil, de Comercio y Penal. Vamos, un genio, además de abanderado de la burguesía revolucionaria. ¡Qué tío! ¡Hala! David ya tenía nuevo héroe. Y lo retrata a caballo en 1800. ¡Toma propaganda!

El Emperador Napoleón en su estudio de las Tullerías - David obras
El Emperador Napoleón en su estudio de las Tullerías – Jacques-Louis David

Jacques-Louis David y el Emperador Napoleón

En 1803 se reinicia la guerra contra Inglaterra y fracasa un complot realista. Esto ayuda a que Napoleón se convierta en Emperador ¿de una República? Nada, nada, una nueva Constitución. Ésta aseguraba los logros de la Revolución (libertad civil, igualdad de derechos,…) y sería aprobada en un plebiscito por el pueblo. En 1804, en presencia del Papa, se corona el mismo, momento inmortalizado por nuestro pintor. Comienza el Imperio, vamos, que el que manda es el corso.

El flamante Emperador se rodeó de una nueva nobleza, que se basaba en el servicio al Imperio y no en la posesión de la tierra. Aunque la vieja nobleza no había desaparecido del todo y se le permitió recuperar parte de las tierras perdida. El ejército, fundamental en todo esto, procedía  ¿de dónde? del pueblo.

Las Guerras Napoleónicas y el fin

Napoleón era ambicioso y guerreando no solo conquistaba tierras, también expandía ideas. Su carisma y  habilidad habían convertido al ejército galo en imparable.

España y Prusia fueron fundamentales para acabar con el corso. La victoria definitiva sobre Napoleón sería en la batalla de Waterloo (Bélgica). Napoleón abdicó por segunda vez y fue deportado a la isla atlántica de Santa Elena (18), donde falleció en 1821.

¿Qué pasó con Jacques Louis-David?

David se encontraba ahora del lado perdedor, y aunque el nuevo Borbón le perdonó, se exilia en Bélgica. En esa época parece que ya no tiene nada político que decir en sus obras, retorna a la pintura amable y olvida el sentido político de la pintura (19).

Finito el sueño revolucionario, falleció en Bruselas en 1825.



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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Antiguo Régimen: Esta fue la denominación que los liberales dieron al sistema económico, social y político que se dio en nuestro continente entre el XVI y el XVIII. Se caracterizaba por monarquías absolutas y una sociedad dividida en estamentos (clero, nobleza y estado llano o Tercer Estado) en la que la burguesía (perteneciente al Tercer Estado) intenta escalar posiciones.

(2) Ilustración: Es la corriente dominante de pensamiento en la Europa del XVIII. Se caracterizaba por el desplazamiento de la fe por la razón, la crítica (todo se sometía a la razón), la libertad, necesaria para ejercer la razón y la felicidad como principal objetivos. En Francia daría como resultado la publicación de la Enciclopedia.

(3) Rococó: Desarrollado en Francia en el segundo tercio del siglo, es un arte cortesano y mundano sin influencia religiosa, inspirado en la naturaleza o la mitología. Por el contrario el Neoclásico intenta volver a los principios del arte clásico griego y romano.

(4) Neoclasicismo: Esta denominación ni se realizaría hasta mediados del XIX. Estilo artístico dominante desde fines del XVIII hasta la caída de Napoleón en 1815 (grosso modo). Es una reacción al aristocrático y recargado Rococó y se inspira en la antigüedad clásica (Grecia y Roma) como modelo de virtud cívica.

(5) Jacques-Louis David (1748-1825) era pariente del famoso pintor rococó François Boucher (1703-1770), quien rehusó a formarlo por verse ya muy mayor para acoger a un chaval. Lo recomendó a Joseph-Marie Vien (1716-1809) uno de los primeros pintores neoclásicos.

(6) Boime, 1994, p.194.

(7) Belisario fue un general bizantino que sirvió a Justiniano, falsamente acusado de corrupción, sería perdonado después por el emperador. la leyenda cuenta que fue cegado y acabó sus días mendigando, momento que es representado por David. Como la política francesa estaba revuelta, podía interpretarse como la recuperación de la cordura y la aceptación de que el Estado necesitaba reformas.

(8) Boime, 1994, p.195.

(9) Boime, 1994, p. 436.

(10) Estados Generales: se trataba de asambleas convocadas por el rey de turno, tenían carácter excepcional, y a ellas acudían los tres estamentos mencionados.

(11) La Asamblea aprobará una declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. A David se le encargaría inmortalizar el momento.

(12) 263 de derecha, 300 de centro y 136 de izquierda (jacobinos sobre todo).

(13) Literalmente «sin calzones», pues no vestión los bombachos de las clases acomodadas, sino la ropa obres. Eran las clases bajas, por contraposición a los burgueses.

(14) La Montaña se llamaba así por el lugar que ocupaban en la Asamblea, se sentaban en la parte alta. La Llanura la podríamos asimilar al centro político.

(15) Maximilien de Robespierre (1758-1794), abogado, diputado jacobino, había radicalizado sus posturas desde el comienzo de la Revolución. Marat (1743-1793), médico y periodista de ideas incendiarias y también jacobino, había denunciado a varios diputados girondinos, que serían acusados de conspiración (Boime, 1994, p. 468). Charlotte Corday, girondina, acude a París y asesina a Marat en venganza.

(16) Los radicales cambiaron el nombre de los meses, por ejemplo julio pasó a llamase termidor.

(17) Napoleón Bonaparte: (1769-1821) Nacido en la isla de Córcega en el seno de una familia noble pero pobre, estudió en la Escuela Militar de París. Apoyó la Revolución y durante el Directorio participó en la guerra, llegando a general muy joven, con 28 años.

(18) La primera vez que Napoleón se vio forzado a abdicar fue tras la batalla de Leipzig (Alemania), en 1814. Sería deportado a la isla de Elba en el mediterráneo, de la que regresaría al poder durante el período conocido como los Cien Días.

(19) Daix, 2002, p. 52.


Bibliografía

  • Boime, A., 1994, Historia Social del Arte Moderno. 1. El Arte en la Época de la Revolución, 1750-1800, Alianza Editorial, Madrid.
  • Boime, A., 1996, Historia Social del Arte Moderno. 2. El Arte en la Época del Bonapartismo, 1800-1815, Alianza Editorial, Madrid.
  • Calvo Serraller, F., 2014, El Arte Contemporáneo, Taurus, Barcelona.
  • Comellas, J.L., 1998, Historia Breve del Mundo Contemporánea (1776-1945), Ediciones Rialp, S.A., Madrid.
  • Daix, P., 2002, Historia Cultural del Arte Moderno. De David a Cézanne, Cátedra, Madrid.
  • Francastel, P., 1970, Historia de la Pintura Francesa, Alianza Editorial, Madrid.
  • García Hernández, M.A., «Pintura y Terror: Jacques-Louis David en 1793-1794» en Locus Amoedus, 14, pp. 145-166, 2016 (Consultado el 8 de julio de 2019) https://ddd.uab.cat/pub/locus/locus_a2016v14/locus_a2016v14p145.pdf.
  • Rivas, L. (Coorda.), 2010, Historia Contemporánea, Editorial Universitas, S.A., Madrid.
  • Sarria Fernández, C., «El Juramento de los Horacios de Jacques-Louis David, Historia, Crítica y Lenguaje», en Isla de Arriarán, XXXVII, pp. 105-130, 2011 (Consultado el 8 de julio de 2019). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4616434.
  • VV.AA., 2001, Historia Crítica del Arte del Siglo XIX, Akal, Madrid.
  • VV.AA., 2010, El Arte del Siglo XIX, Editorial Universitaria Ramón Areces, Madrid.
  • IMÁGENES: Wikipedia.
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Carmen Fernández Pérez
Asturiana. Diplomada en Empresariales y en Turismo. Graduada en Historia del Arte. Máster Universitario en Métodos y Técnicas Avanzadas en Investigación Histórica, Artística y Geográfica UNED.