Escritores hay muchos. Escritores de éxito, también. Pero escritores que lleven escribiendo sin descanso durante más de cinco décadas y que todos sus libros se conviertan en best-seller, y desde las productoras de cine le ofrezcan sumas millonarias para adaptar sus escritos (1), hay más bien poquitos. Muy poquitos. Y Stephen King está a la cabeza. Un autor de miedo y terror, que ha encandilado a más de uno.
«Ahora soy escritor. Muchísimos críticos creen que lo que escribo es una mierda […] Mi historia se parece tantísimo a un cuento de hadas que resulta absurda» (2).
Stephen King, un éxito imparable
Stephen King, por méritos propios, se ha convertido en un referente del miedo de la cultura popular. Sus obras traspasan las fronteras del tiempo y se convierten en clásicos inmediatos que son conocidos tanto por los más jóvenes, como por los no tan jóvenes. Y eso lo hace muy especial y digno de admiración.
El éxito de Stephen King, desde la década de los setenta del siglo pasado, con la publicación de su primera novela Carrie (1974) (3), no ha parado de crecer y crecer. De la misma forma que ha ido aumentando el interés por su persona (4). Por lo tanto, intentar abarcar todos los detalles y aspectos de la vida de King en este artículo es imposible. Por lo que destacaré aquellos más relevantes.
King, la herencia literaria
Como buen profesor de literatura inglesa y experto en música moderna, King tiene un enorme talento a la hora de narrar historias. Además de una gran capacidad para atraer a las masas con sus obras (5). Y como buen profesor de su materia, King conoce a los clásicos literarios del terror y sus orígenes.
Stephen King beberá de las fuentes clásicas del terror y el miedo. Sus primeros relatos estarán influenciados tanto por los primeros cuentos sobre apariciones, fantasmas, brujas, hombres lobo etc., como por los relatos posteriores a dichos cuentos, que relatan historias góticas en castillos tenebrosos y bosques nocturnos en los cuales te puedes encontrar con criaturas perversas como vampiros o cualquier otro tipo de ser sobrenatural o aberrante (6).
King, conoce a Poe (7) y sabe que el terror puede ser provocado por una realidad llevada hasta los límites, sin necesidad de fenómenos paranormales. Para ello, recurre al terror psicológico. Prueba de ello es su obra Misery (1987) (8). De la misma manera, King, conoce a Mary Shelly, autora de Frankenstein. Al igual que Shelly, Stephen King tiene un hueco para los sueños y temores del mañana. Aunque aquí, hay que decir que no destaca especialmente. Algunas de sus obras más famosas sobre este tema serían Apocalipsis (1978) (9) o Christine (1983) (10). De la primera obra, se realizó en el 2020 una miniriserie The Stand.
Pero aún hay más. Stephen King también nos enseña en algunos de sus relatos cortos que conoce la obra de H. P. Lovecraft. El miedo en estos relatos lo transmite a través de una presencia sugerida, que va más allá de nuestra comprensión, como hacía el autor de Providence (11). En este sentido, habría que destacar la obra It (1986) (12).
El origen del miedo
Mucho se ha hablado sobre el origen de la pasión de Stephen King por el terror. Y, para muchos, habría que remontarse a las andaduras de un pequeño King, criado por su madre junto con su hermano mayor, que presenció la trágica muerte de un amigo que quedó atrapado en las vías del tren y fue arrollado por el mismo. Sin embargo, este suceso, que para muchos marcaría el inicio de la inspiración de King por el terror, es desechado por el propio autor. Stephen alega que su afición por el género del terror viene por la lectura de libros de ficción y terror que una tía suya coleccionaba (13).
King perdió su primer curso en el colegio debido a una serie de enfermedades que contrajo y de alguna de las cuales tuvo que ser operado. Por ello, tuvo que repetir curso. Durante este periodo de convalecencia, el pequeño King se dedicó a copiar historietas de cómics que él se encargaba de “completar”, añadiéndole descripciones cuando creía que era necesario.
Cuando su madre descubrió dicha afición, animó al pequeño King a escribir sus propias historias. Como resultado, King escribió un cuento protagonizado por animales fantásticos. Estos iban en un coche, conducido por un gran conejo blanco, y ayudaban a los niños. Con este cuento, y algunos más que le siguieron, también protagonizados por animales, King ganó su primer sueldo. Su madre le pagó por cada uno veinticinco centavos (14). Más tarde, el pequeño King hará su primera incursión en el mundo del terror y el miedo con un cuento en el que un dinosaurio gigante aterroriza a una población (15).
King, creador del miedo
«A partir de cierto punto empecé a escribir mis propios cuentos […]. La imitación precedió a la creación» (16).
Con trece años descubrirá a H. P. Lovecraft en una caja de libros olvidada en un desván que pertenecían a su padre. Y comenzará a consumir grandes dosis de cine de serie B en la sala de cine Ritz, cerca de Durkham. En las salas de este cine, se encontrará con la película El péndulo de la muerte (1961) (17), basada en un relato de Poe. King quedará prendado de la película y decidirá novelizar el film. Imprimirá su texto y hará su primer “gran negocio”, vendiendo cada copia por veinticinco centavos a sus compañeros del colegio. Finalmente, la directora le obligará a devolver el dinero y le dirá que no pierda el tiempo escribiendo “basura” (18).
King no cejará en su empeño y, poniendo en práctica el dicho de “quién la persigue la consigue”, con diecisiete años logrará finalmente, después de muchos intentos, que le publiquen su primer relato en la revista “Cómics Review”. Y será desde este momento en el que el prolífico King comience su andadura.
Stephen King y el amor de su vida
Después de trabajar en una fábrica textil, Stephen King logró acceder a una beca de colaboración en la biblioteca de la Universidad de Maine. Y será durante este periodo cuando conozca a su esposa, Tabitha Spruce (19).
«Nunca la había visto en la biblioteca, y me pareció imposible que una risa tan estupenda, tan sin complejos, perteneciera a una estudiante universitaria. Encima, por muy lectora que fuera, decía tacos más propios de una fábrica que de una facultad» (20).
Una vez terminada su carrea de literatura inglesa, King y Tabitha se enfrentaron a la dura realidad. Sus ingresos apenas llegaban para mantenerlos no solo a ellos, sino también a su primera hija, Naomi Rachel King. Y, un par de años más tarde a su hijo, Joseph Hillstorm King. Hoy en día, escritor de éxito y que firma sus libros como Joe Hill (21) (22).
Los relatos que malvendía King no generaban suficientes ingresos para mantener a la familia. Y empezó a cuestionarse si realmente no perseguía una entelequia. Es en este momento que King comienza a escribir lo que será su primera gran obra: Carrie. Pero él no le verá potencial y la desechará. Literalmente, la tiró al cubo de basura. Cubo de basura de donde la rescató su mujer, Tabitha, quien, después de leerla, le animó a que continuase con ella. Finalmente, enviará su novela a la editorial Doubleday. Esta le pagará un adelanto de dos mil quinientos dólares, en concepto de derechos de autor (23). A partir de aquí, comienza su ascenso al éxito. Se convierte en el novelista que siempre quiso ser (24).
King y sus terrores
Stephen King se había consagrado como escritor, pero también se empezó a consagrar como alcohólico. La muerte de su madre, a causa de un cáncer de pulmón, no ayudo mucho. Más tarde, también se consagró como drogadicto.
Ironías de la vida, fue en esta época en la que escribió El Resplandor (1977), protagonizada por un escritor alcohólico. No es ninguna sorpresa decir que los relatos de King tienen muchas referencias autobiográficas (25).
A esta obra le seguirán otras como Misery (1987) o Tommyknockers (1987) (26). Y, con ellas, sus problemas con el alcohol y las drogas iban a más.
Su mujer Tabitha, siendo consciente del camino peligroso en el que se había embarcado su marido, decidió actuar. Hizo un grupo de intervención formado por familiares y amigos de Stephen King para hablar con él sobre la gravedad de su situación y el cambio drástico que necesitaba imprimir en su vida (27).
«El sentido de la intervención, de la cual puedo asegurar que fue igual de desagradable para mi mujer e hijos que para mí, era explicarme que yo me estaba matando delante de sus narices» (28).
Finalmente, logrará desengancharse gracias al tratamiento médico y a grandes sacrificios.
Stephen King y el cine
Hablar de Stephen King también es hablar de cine y de series e infinidad de ámbitos y aspectos que, como bien indiqué, resultan imposibles de abarcar. En este caso, me gustaría dar unas pequeñas pinceladas sobre la relación de nuestro autor con el cine.
King imprime a sus relatos grandes dosis de intriga y sus descripciones son minuciosas, a la par que impactantes. Si a ello le unimos la presencia de seres, criaturas y hechos que trascienden nuestro conocimiento e incluso la realidad misma, nos encontramos con un caldo perfecto para el éxito. Pero por muy buenos que sean los ingredientes, el cocinero tiene un papel fundamental. En este caso, Stephen King demuestra ser todo un chef.
Esta capacidad de narrar hará que sus novelas traspasen el formato del papel y lleguen a la gran pantalla, pero también a la pequeña en forma de largometrajes y series.
La lista de novelas de Stephen King adaptadas al cine es larguísima, pero mencionaremos algunas de las más destacadas.
Desde El Resplandor hasta It
No se puede abrir esta lista con otra película que no sea El Resplandor (1977). Dirigida por una leyenda como Stanley Kubrick y protagonizada por un fantástico y también leyenda Jack Nicholson. Le siguen otras películas como La zona muerta (1979), Christine (1983) o Cementerio de animales (1981). En este proyecto se involucró directamente en el rodaje, escribiendo el guion y participando como actor en una pequeña escena. Cabe mencionar que hubo una nueva adaptación en el 2019 de dicho relato (29).
Continuamos con La mitad oscura (1989). O la magnífica película La milla verde (1996) (30). Hay muchas más, pero me gustaría cerrar esta lista con otra gran adaptación, tanto en la pequeña pantalla como después en la gran pantalla. Estoy hablando de It. Este relato tuvo una miniserie de dos capítulos en los años 90 para televisión. Y en 2017 se realizó una fantástica duología que volvió a encumbrar a Stephen King a lo más alto.
Stephen King, el rey
Es innegable que Stephen King ha logrado ocupar un lugar privilegiado en nuestra cultura. Podrá gustar menos o más, y podrá ser tachado de autor comercial, se podría abrir un debate sobre ello. Pero lo que es innegable es que su obra ha calado en el acervo popular y eso hace de este autor un personaje digno de estudio. Y al igual que otros, pasará a la historia como uno de los más grandes escritores que, a través de la palabra escrita, ha imprimido la pasión por la lectura a millones de personas, al mismo tiempo que perturba su mente con sus ideas que, sinceramente, no parecen de este mundo.
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