Entre los aficionados al cine hay respeto y cariño hacia la mítica película y adaptación del cómic “300” (1). Entre los historiadores, no tanto, debido a la propaganda política subliminal hacia la contemporánea guerra de Irak y la irrealidad mostrada tanto en los “nudistas” espartanos, como en los “exóticos” persas. El montaje hace olvidar que, aunque existe un contexto y realidad histórica, la historia que vemos en la gran pantalla es una adaptación de un cómic y no de la realidad, pero contribuyó a esta idealización moderna del espartano.
La sociedad espartana, férrea y estructurada, se sigue contemplando como uno de los cuerpos militares más importantes de la Antigüedad, y posiblemente de la historia, debido a su disciplina, armamento y una vida de entrenamiento dedicada a la guerra. Los espartanos dominaron el panorama militar griego durante cerca de un siglo y terminaron por vencer a los poderosos atenienses.
Sin embargo, dice el dicho que cuanto más alto se sube, más grande es la caída. Mientras que Esparta y Atenas libraban treinta años de guerras, una nueva potencia estaba surgiendo en el centro de la Grecia continental, Tebas (2). Se que el tema por el que has entrado aquí es buscando saber que fue el «Batallón Sagrado de Tebas», pero antes, es mejor conocer un poco la historia de Tebas y quienes crearon el cuerpo de élite más abiertamente homosexual de la historia.
Brevísima historia tebana
Fundada tradicionalmente por Cadmo (3), muchos autores clásicos coincidían en su longeva tradición como ciudad. Uno de los mitos más famosos relacionados con la ciudad fue el de Lato, su esposa Yocasta y su hijo Edipo (4).
Históricamente hablando, en el s. VI a.C. se fundó la “Liga Beocia” como defensa contra las potencias del sur como Atenas. No vayamos a pensar en una «Liga» como las de fútbol o la ACB, sino en una unión de ciudades (polis) con un objetivo común. La rivalidad con Atenas dio pie a que los tebanos ayudaran a los persas de Jerjes I. El ataque de los tebanos a Platea en 431 a.C., inició la Guerra del Peloponeso, siendo aliados firmes de Esparta.
No obstante, el mal rollo y la tensión entre Esparta y Tebas fueron creciendo progresivamente y durante los 30 primeros años del s. IV a.C. se pelearon bastante por la supremacía en Grecia; que finalmente acabó decantándose del lado tebano. Dos grandes nombres deben ser mencionados en ese periodo: Epaminondas y Pelópidas.
Epaminondas y Pelópidas, amigos y estrategas
Pelópidas tuvo tanta importancia en la Antigüedad, que Plutarco le dedicó un libro en sus Vidas Paralelas (5) y Cornelio Nepote otro en sus Sobre los hombres ilustres. Tebano, de familia adinerada, gano fama cuando recuperó su ciudad natal, Tebas, tras haber sido conquistada por los espartanos y él, exiliado (6). Con grandes dotes como líder militar, dirigió el Batallón Sagrado de Tebas hasta su muerte.
No obstante, igual o más importancia tuvo Epaminondas para el paso de Tebas como ciudad-estado a la «hegemonía tebana», hasta la llegada de los macedonios. Provenía de una familia humilde, pero no por ello fue menos importante. Gran amigo de Pelópidas, participó en la liberación de Tebas y fue el gran artífice de la victoria en Leuctra. Siguió luchando contra Esparta en los siguientes años hasta que murió por heridas causadas en la victoria tebana en Mantinea.
El Batallón Sagrado de Tebas, guerreros y amantes: The power of love
Finalmente llegamos al punto clave. Desgraciadamente, la poca información que nos ha llegado sobre ellos, deja muchas lagunas de conocimiento. Por ejemplo, sobre qué circunstancias se dieron para que se formara en ése momento y no en otro, o qué requisitos eran necesarios para entrar al batallón. Sin embargo, hay otros aspectos que sí conocemos, y por lo que fueron leyenda.
Según Plutarco, este cuerpo de élite fue creado en Tebas por Górgidas sobre 378 a.C. Consistió en un batallón hoplítico de 150 parejas de hombres (7). Parejas, en el sentido más amplio de la palabra, ya que ambos eran amantes -por supuesto homosexuales-. Estas parejas consistían en un miembro de mayor edad o heniochoi y uno más joven o parabatai que peleaban al lado uno del otro. No era extraña en la Antigua Grecia la homosexualidad, ni la práctica de la misma entre alumno y profesor, especialmente en las familias nobles, pero tampoco pensemos en esto como unas «clases partículares».
Decía Plutarco (8) sobre el Batallón Sagrado:
El pelotón organizado según el sentimiento amoroso será irrompible e infranqueable: en la ocasión, los unos por que aman a sus amados y los otros por vergüenza ante quienes los aman, resistirán en los peligros por defenderse unos a otro.
Imagínate por un momento como sería luchar por tu vida al lado de la persona que amas y entenderás de la fuerza que disponía este Batallón Sagrado de Tebas, o como se dice en la actualidad…»Como toques a mi chico, te mato».
Grandes victorias: «calentando» a los espartanos
En Tégira comenzó su leyenda, cuando «los 300, versión tebana», bajo la dirección de Pelópidas, derrotaron a unos mil soldados espartanos (9). Esta fue la primera vez que un ejército espartano, superior al enemigo en número, fue derrotado en combate. La definición gráfica de «ir a por lana, y salir trasquilado».
Sus dos acciones más representativas fueron las dos victorias más importantes de Tebas contra Esparta: las batallas de Leuctra y Mantinea, comandadas por el gran Epaminondas, que murió en esa última batalla frente a Esparta. La victoria en Mantinea fue trágica por la muerte de Epaminondas, ya que, aun habiendo vencido a Esparta, jamás volverían a tener la oportunidad de entrar en el Peloponeso, quedando su influencia reducida a la región beocia.
La batalla de Queronea… y lo que te pasa por ponerte chulo ante Alejandro Magno
Tanto Tebas como su Batallón Sagrado tuvieron su final en el mismo momento y en la mano de la misma persona: luchando contra Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro. En Queronea, los macedonios acabaron con una coalición de ciudades-estado griegas, en la cual participó como fuerza de élite el Batallón Sagrado, aunque fue arrasado por los hetairoi, una fuerza de caballería dirigida por Alejandro Magno. El lugar de su enterramiento fue señalado y hoy perdura bajo el denominado “León de Queronea” (10).
Sobre el Batallón no se escribió mucho en la Antigüedad, ni se recuerda en el presente. Sin embargo, marcaron un antes y un después en la historia, ya que su fiereza en el combate fue capaz de superar a los legendarios espartanos. Además, se enfrentaron con toda su fuerza a enemigos superiores, no solo con la fuerza de las armas, sino también con el poder del amor hacia sus parejas.