Por todos es conocido que Leonardo Da Vinci fue genio y figura hasta la sepultura. Conocemos innumerables inventos de Leonardo Da Vinci, diseccionó animales para conocer su anatomía y ya no hay que hablar de sus obras de arte. En este artículo, nos centraremos en los inventos de Leonardo Da Vinci, por lo menos en los más destacados, pero primero, hablaremos un poco de su persona.
Unos cuantos cotilleos…
Nace en 1452, en la ciudad de Vinci, a unos 25 km de distancia de Florencia. Fue hijo de Piero Fruosino di Antonio, notario y canciller de la República de Florencia, es decir, descendiente de familia pudiente de Italia. Sin embargo, su madre, era una joven campesina de quince años (1). En resumen, ¡era un pequeño bastardo! Un Jon Nieve del s. XIV…
Aunque recibió una educación básica y bastante caótica, no sabía latín, base del aprendizaje en este momento. Es Giorgio Vasari (2) quien, en su recopilación biográfica de los artistas del Renacimiento, dice que fue la abuela paterna de Leonardo que le inculcó su afición por todo ese tipo de artes (como se suele decir, de casta le viene al galgo). Aunque no se sabe mucho más de los conocimientos que le pudo trasmitir su abuela, se sabe que leonardo Da Vinci fue un chico inquieto y que investigó y trasteó todo aquello que cayó en sus manos.
Inventos y más inventos de Leonardo Da Vinci
En este artículo, haremos un «top 5» de los inventos de Leonardo Da Vinci más destacados. Empecemos:
5. Paracaídas
Da Vinci estaba fascinado por la idea del vuelo humano. Concibió su paracaídas como un vehículo para que la gente se dejara llevar elegantemente por el aire. Como él escribió en sus cuadernos:
«El paracaídas permitirá a un hombre lanzarse desde cualquier altura sin hacerse daño”.
4. Ametralladora
La ametralladora de Da Vinci no era una ametralladora en el sentido contemporáneo del término. No podía disparar varios proyectiles de manera continua desde un único cañón (pero eso es un pequeño detalle, lo importante es que hiciera «pupita»). El mecanismo era sencillo: propuso montar once mosquetes uno al lado de otro sobre una tabla rectangular, y luego unir tres de éstas tablas en una disposición rectangular.
3. Carro autopropulsado
El carro autopropulsado de Da Vinci puede considerarse como el primer automóvil de la Historia. Los dibujos que el artista hizo en sus cuadernos no revelan el mecanismo interior del coche y los ingenieros actuales han tenido que suponer con qué se movía, pues se quiso llevar el secreto a la tumba. La mejor suposición es que utilizaba un mecanismo impulsado por resortes parecido al de un reloj (3). Los «resortes espirales» estaban dentro de unas envolturas con forma de tambor y se podían enrollar a mano. Cuando los resortes se desenrollaban, el coche se impulsaba como un juguete de cuerda.
2. Tanque blindado
Mientras trabajaba para Ludovico Sforza (4), Da Vinci propuso lo que puede haber sido su mejor máquina de guerra: el tanque blindado. Movido por la fuerza de ocho hombres, el tanque blindado era un casco móvil con 36 cañones que asomaban por los lados. Funcionaba a través de un sistema de engranajes propulsados por manubrios que giraban una serie de ruedas con estos inventos, no me gustaría tener a alguien así como enemigo.
Y en el ganador: el caballero «mecánico»
Si el carro autopropulsado fue el primer diseño práctico para un vehículo, el caballero mecánico habría sido el primer «robot humanoide». Un verdadero C-3PO del siglo XVI.
Da Vinci era un hombre fascinado por la anatomía humana, consiguió comprender cómo funciona el cuerpo humano, donde los músculos impulsan los huesos y que esos mismos principios, podían aplicarse también a una máquina.
A diferencia de la mayoría de los inventos de Leonardo Da Vinci, parece que construyó realmente el caballero mecánico. En 2002, el experto de robótica Mark Rosheim usó los apuntes de Da Vinci para construir un modelo operativo del caballero mecánico y algunos de sus conceptos han sido posteriormente utilizados por Rosheim para el diseño de robots de exploración planetaria que la NASA utilizaría. En definitiva y con este último invento, nos queda claro que Leonardo Da Vinci era un genio de aquí a la Luna.
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