Traer la modernidad a España y que estuviera al mismo nivel que otros países europeos como Francia o Alemania, fue uno de los objetivos en la II República. Una gran parte de los avances estaban destinados a las mujeres porque su situación seguía siendo paupérrima. Puede que a principios del siglo XX se llevaran a cabo cambios en la educación de las españolas, pero solamente afectaba a mujeres que formaban parte de familias acomodadas. Las republicanas querían que esos cambios llegaran a todas las mujeres, sin excepción social. Pretendían que sus vidas fueran más independientes. Las diputas más conocidas fueron Victoria Kent y Clara Campoamor. Sin embargo, hubo otra que destacó por ser polifacética y por sus ideas radicales. Se llamaba Margarita Nelken Mansberger.
Una vida privilegiada
Nació en 1896 en Madrid. Su familia, no era española, sino de origen alemán y además, eran judíos. Fue descendiente de relojeros, por tanto, tuvo una vida acomodada y llena de privilegios. Desde muy joven amó el arte y se quiso dedicar a la pintura. Incluso llegó a exponer; pero una lesión ocular la apartó del ejercicio pictórico. Sin embargo, nunca se desvinculó del todo del arte. Se convirtió con 15 años en crítica de arte, una profesión que ejerció a lo largo de su vida con críticas en español, inglés, francés y alemán. Formó parte de los círculos intelectuales españoles, con amigos tan famosos como Pérez Galdós o Santiago Ramón y Cajal. También fue traductora al español de los libros de Kafka, y de Pío Baroja al francés.
Su vida privada fue muy escandalosa. Fue madre soltera de una niña: Magdalena. Su pareja, un escultor español, había muerto antes de que se casaran. Pocos años después tuvo un hijo llamado Santiago con Martín de Paúl, redactor de economía. Lo tuvo cuando él estaba casado. Llegaron a casarse una vez que él se divorciara durante el Gobierno republicano.
Margarita siempre fue consciente de la pobreza que había en España así que funda la primera Casa Cuna del país. Allí se ayudaba a niños abandonados y a madres solteras. Fue dirigida por ella hasta después de la Guerra Civil. Entonces, el Gobierno franquista le puso la condición de que colaborara con un grupo de monjas para que siguiera abierto, ella se negó en rotundo.
El arte de la política
Ese mismo año publicó uno de sus libros más conocidos: La situación social de la mujer española. Su estado actual: su posible desarrollo. Fue tan polémico que llegó a ser prohibido por el obispo de Lérida y criticado con dureza por el Gobierno. El libro contempla los cambios que tenía llevar a cabo España para que la situación de la mujer fuera óptima. Por ejemplo, acceso a la educación para la mujer para que pudiera tener trabajos remunerados y fuesen independientes. Además, romper con la idealización materna, y por tanto, romper con los estereotipos que había creado la Iglesia sobre cómo debe ser una buena madre. Uno de los temas que tuvo mucha importancia para ella sería la higiene vinculada a la maternidad y con el espacio de trabajo de la mujer. Temas que ya habían tratado Josefa Amar y Borbón y Margaret/ James Barry.
La mujer política
Al comenzar el periodo republicano Margarita Nelken no iba a estar al margen. Sería elegida diputada (1) junto con Clara Campoamor y Victoria Kent, con esta última coincidía que no había que darle el voto a las mujeres porque era darle el voto a la Iglesia. Fue la única de las tres feministas que sería elegida diputada durante las tres legislaturas, primero como militante del PSOE y más tarde en el PCE.
Durante este periodo político, su dedicación sería sobresaliente, defenderá el divorcio, quería romper con el concepto biológico de la mujer estuviera vinculada con su condición social y fue responsable de una serie revoluciones campesinas, que daría lugar a que huyera a Francia hasta 1939. Sin embargo, la tragedia llegará a su vida de forma atroz. Fue testigo de la sangrienta Guerra Civil que sumió a España en un nivel de pobreza y hambruna inhumana y en la que tantas mujeres participaron.
Después de dicho acontecimiento su hijo murió en la URSS, ya que formaba parte del Ejército Rojo; no lo supo hasta dos semanas después. Solamente quedaban vivas ella, su hija y su madre y para colmo será expulsada del PCE por criticar con dureza la Unión Nacional (1) encabezada por la Pasionaria. Llegó hasta tal punto que fue el propio partido quien vetó sus publicaciones.
Un exilio provechoso y triste. Los días negros de Margarita Nelken
Tras viajar por varios países europeos como Francia e Italia terminó su exilio en México, donde volvería a publicar y dar conferencias sobre arte (2). Su hija morirá de cáncer y la soledad invadirá a Margarita Nelken y la sumirá en una profunda depresión. Finalmente, falleció en México.
Fue una mujer muy conocida en su tiempo y en círculos intelectuales españoles. Sus compañeras republicanas son más conocidas y populares, pero hay que dar visibilidad a esta intelectual tan completa y defensora de las libertades, que hoy se supone que tenemos las mujeres españolas.
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