En 1914 Mary Richardson entró armada en la National Gallery para asestar varios hachazos a la Venus del espejo de Velázquez. Por ello se ganó el mote de «Slasher Mary» o Mary «la acuchilladora». La mujer fue detenida al instante por la policía y fue encarcelada. Aunque no por ello dejó de lado su propósito, ya que buscaba el placer de cargarse un cuadro de Velázquez. Mary reivindicaba mediante esta llamativa protesta el derecho al voto femenino, siendo una integrante del movimiento sufragista británico.
El activismo femenino
El sufragio universal es uno de los grandes logros de las sociedades modernas. Aunque a día de hoy lo asumimos como normal, no hace mucho que las mujeres estaban restringidas en las urnas. ¡Y no digamos ya de participar en la política! El derecho al voto femenino en Inglaterra se empezó a hacer vigente a finales de la década de los 20s; sin embargo, no se consiguió de la noche a la mañana, ni sin levantar de gresca.
Las mujeres comenzaron a reivindicar sus derechos a través de movimientos como el sufragista. Este en principio estuvo muy relacionado con el movimiento abolicionista de Estados Unidos(1). Sin embargo, el sufragismo británico tuvo un carácter más osado que el estadounidense. Llevaron a cabo actos llamativos como incendios de edificios, huelgas de hambre, ataques contra ferrocarriles… ¡Estas mujeres no se andaban con tonterías! Entre las protestas más destacadas podemos recordar el curioso caso de Emily Davison. Esta activista se arrojó durante un Derby a un caballo, muriendo arrollada por el animal, que curiosamente era del rey.
La lucha por el voto en Inglaterra
En Inglaterra, la acción sufragista tuvo lugar especialmente a las puertas de la I Guerra Mundial. Este momento supuso un importante avance para las mujeres; a partir de entonces empezaron a ser más valoradas en la sociedad(2). La contienda significó una tregua para las protestas, y una oportunidad para las mujeres de demostrar su valía. Aprovecharon para presionar a los partidos políticos para cambiar esta situación, cosa que no tardó en llegar pocos años después.
El movimiento estaba integrado especialmente por mujeres de clase media burguesa. Sin embargo, también participaban trabajadoras de las fábricas, que tenían condiciones laborales realmente malas: trabajaban muchas horas y tenían un salario irrisorio. Se habían creado en Inglaterra varias asociaciones de mujeres que luchaban por el voto femenino. Algunas de estas asociaciones estaban lideradas por la señora Pankhurts, destacada promotora de la lucha por la igualdad(3). La protagonista de nuestro relato formaba parte de estos círculos, llevando a cabo huelgas de hambre y actos de protesta. Sin embargo, su acción más destacada, y por la que ha sido recordada fue, sin duda, el ataque que llevó a cabo contra la idealizada imagen femenina de la Venus de Velázquez (4).
El hacha de cocina de Mary clavada en una espalda muy fina
Así fue amigos, nuestra protagonista, Mary, entró en el museo armada con un hacha, se acercó hacia la obra de Velázquez, rompió el cristal y «se lió a hachazos». Pretendía la liberación de Pankhurts, que había sido detenida el año anterior. Parece ser que había sido condenada por incitar a otras mujeres al vandalismo. En reacción se había declarado en huelga de hambre. Aunque se le fue de las manos dañando seriamente su salud, teniendo que ser alimentada por sonda. Encima, su alimentación forzada no fue un suceso aislado, muchísimas mujeres inglesas también se vieron en una situación similar.
Volviendo al asunto del hachazo, hay que decir que no se puede considerar este ataque sobre la Venus como fruto del azar; la National Gallery está repleta de importantísimos cuadros… ¿por qué atacar este? La respuesta parece ser obvia: por lo que representa. Dejando de lado el hecho de que fuera adquirida por una cifra desorbitada (5); la imagen que el cuadro presenta del estereotipo de mujer, suponía para Mary una muestra de la imagen femenina con la que no estaba de acuerdo. Por eso este cuadro era perfecto para ser rajado. Era era un ejemplo de como a lo largo de la historia se ha hecho un mal uso del papel de la mujer, a través de su imagen, menospreciando su importancia en la sociedad(6).
Protestando sí, pero con cuidado
Sin embargo, Mary «la acuchilladora» era amante del arte y conocedora de la obra de Velázquez. Fue por eso por lo que, sin duda, realizo esta protesta con conocimiento de causa. A pesar del ataque, realmente no produjo en la pintura un daño irreparable. Ya que estaba ¿qué le hubiera costado rematar la faena?
Realmente dio un paso más allá en las protestas sufragistas. No redujo su actuación simplemente a actos vandálicos o a causar destrozos materiales, sino que procuró remover conciencias. A pesar de todo, el hacha de cocina dejo su huella en la espalda y las caderas de Venus, causando serios daños(7).
Cirujía estética en el museo
Sin embargo, gracias a los trabajos de restauración, podemos contemplarla hoy sin darnos cuenta de las lesiones. Por ello ha quedado en el olvido la protesta reivindicativa de Mary. Sin embargo, por su osadía y visión de ver el mundo merece ser recordada. La verdad es que no fue el único cuadro que fue atacado en estos años, otras pinturas también fueron objetivo de las sufragistas británicas…