James Lind era un médico escocés al servicio de la Marina de Su Majestad (Royal Navy), que vivió en la primera mitad del siglo XVIII. Seguramente, pocos recordaréis haberlo estudiado o leído, pero se le tiene como la primera persona que llevó a cabo un ensayo clínico con características «modernas». También, como la persona que dedujo, gracias a dicho ensayo, la eficacia del tratamiento de ingerir frutas cítricas como método para curar el escorbuto (1). – ¿Qué es el escorbuto? Pues viene del francés «scorboute», que hace referencia a uno de sus peores efectos: «la ruptura de vientre» -. Pero, ¿es esto realmente cierto?
Una época de navegantes y descubrimientos
Desde que se inició la era de “los descubrimientos”, a finales del siglo XV, los europeos fueron explorando y cartografiando el mundo como nunca antes. También fue gracias a las novedades tecnológicas sobre navegación y náutica. Estas permitieron el desarrollo de nuevas embarcaciones y un mejor conocimiento de las rutas marítimas.
…con muchos problemas
Sin embargo, había una pega. Pues todo el que embarcaba para un largo viaje por mar corría el riesgo de padecer una dolencia: el escorbuto. Primero, le pudriría las encías. Luego, le provocaría llagas por todo el cuerpo. Y, finalmente, terminaría dejándole postrado en cama, sin fuerzas, para, poco después sobrevenirle la muerte.
Lo peor de todo era que esta enfermedad, conocida desde tiempos antiguos (los egipcios ya la padecían) (2), parecía no poder evitarse de ninguna manera. Pues se pensaba que estaba asociada a las durísimas condiciones propias de las largas travesías marítimas. Por ejemplo: mala dieta, consumo de agua “sucia”, trabajo duro y hacinamiento en condiciones insalubres. Esta enfermedad era, con diferencia, el peor enemigo de cualquier tripulación que tratase de mantenerse durante «demasiado tiempo» navegando (3).
James Lind: un médico escocés para resolverlo
Nacido en Edimburgo en 1716, James Lind estudió medicina en el Royal College of Surgeons of Edinburgh. En 1739, ingresó en la Royal Navy como aprendiz de médico, sin esperar siquiera a haber obtenido su titulación.
Lind se pasó más de 15 años enfrentándose a los efectos de esta enfermedad. Y, casi a punto de licenciarse (1746), fue asignado a su último puesto como médico del HMS Salisbury. Allí, según sus escritos, ejecutó una idea que le venía rondando por la cabeza desde hacía tiempo…
James Lind Vs. escorbuto
James Lind escogió a 12 marineros enfermos. Los dividió en seis grupos de dos individuos cada uno. Trató a cada pareja de una forma diferente, pero intentando mantener el resto de factores iguales para todos ellos. A los primeros, les recetó beber sidra. Administró ácido sulfúrico diluido a otros. A la tercera pareja, les hizo ingerir vinagre diluido. Dio agua de mar a otros dos. A otra de las parejas, una mezcla purgante. Finalmente, frutas cítricas (naranjas y limones) a la sexta y última pareja. Y fue observando su evolución.
Solo la pareja a la que se le habían dado los cítricos frescos mejoró completamente. Aunque también observó una leve mejoría en los pacientes que tomaban la sidra. Esto llevó a Lind a redactar, tras licenciarse en 1748, sus conclusiones en un libro que cambiaría el curso de la historia de la medicina: A treatise of the Scurvy (1753). En él, sostenía que existía alguna conexión entre la cura de la dolencia y el consumo de cítricos. Aunque el propio Lind no entendía el porqué el consumo del zumo de dichas frutas, sobre todo cuando había sido previamente cocido/hervido y envasado para aumentar su perduración en los largos viajes marítimos, no tenía prácticamente efecto alguno sobre los enfermos (se había perdido toda la vitamina) (4).
…o no lo resolvió del todo…
Lind mantuvo toda su vida, como la gran mayoría de galenos de su época, que el escorbuto tenía un origen multifactorial. La dieta, la falta de aire puro y el hacinamiento y falta de higiene. Por lo tanto, pese a sus propias observaciones, sostenía que debía ser tratada desde diferentes ángulos. Es decir, que no podía curarse únicamente modificando la dieta.
No fue hasta casi medio siglo más tarde cuando una nueva generación de médicos volvieran a poner en valor los textos de Lind. Así, impusieron el consumo de cítricos en la dieta de los marineros. Aunque la Royal Navy no lo llegó a implementar del todo hasta bien entrado el siglo XIX.
¿Porqué es importante lo que escribió James Lind?
La importancia del estudio de Lind estriba en que acertó al describir la necesidad de controlar las variables del experimento, de modo que todos los sujetos estuvieran en similares condiciones y así comparar “igual con igual”. Según su propio relato, eligió a pacientes con síntomas parecidos, los mantuvo en el mismo lugar y les suministró una dieta común, aparte de los suplementos.
Sin embargo, la observación de que los cítricos ayudaban, paliaban o sanaban el escorbuto era algo conocido por los marineros y médicos navales europeos desde el siglo XV. Hay textos de viajes en donde se comenta su empleo y se recomienda su uso en viajes prolongados (5).
Además, hoy día sabemos de médicos que realizaron pruebas a grupos de pacientes “homogéneos” con diferentes tratamientos desde el siglo IX (6).
La figura de James Lind hoy día
No solo se duda de que este ensayo de Lind fuera el primero, sino incluso de que se llevara realmente a cabo de la forma descrita en su libro, ya que se han estudiado los cuadernos de bitácora del buque y en ellos no aparece registrado ningún caso de escorbuto. Por supuesto, hay investigadores que sugieren que la política de la época consistía en negar y ocultar cualquier aparición de la enfermedad, ya que se consideraba una desgracia inherente a la mala organización y a las condiciones de a bordo.
Así pues, no tenemos forma alguna de poder probar que este primer ensayo clínico moderno se llevó a cabo de la forma y manera que Lind indica en sus escritos. Aunque en el caso de que James Lind se lo hubiera inventado todo, acertó con el método que serviría para poner a otros muchos investigadores posteriores en el camino de encontrar los mejores y otros nuevos tratamientos de diversas dolencias (7).
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