Nos situamos en Hispania. Los romanos controlan el Mediterráneo y en la Península Ibérica han terminado las guerras (1). Ahora el territorio se divide en tres provincias controladas cada una por un gobernador enviado desde Roma, la capital del Imperio (2). Pero Roma necesita mucho más que gobernadores y generales para controlar su Imperio. Necesita que las personas influyentes de cada lugar se unan al sueño imperial y participen en su administración. ¿A cambio de qué? Poder y riqueza, por supuesto. Dos cuestiones que parecen permanecer inalterables a lo largo de la Historia.
Influencias y buena familia, el mundo de Marco Ulpio Reburro
Marco Ulpio Reburro (a partir de ahora Reburro para los amigos) (3), es uno los de tantos hispanos que formaron parte de la maquinaria administrativa de las provincias romanas. Probablemente no habías oído hablar de él hasta hoy. Nunca ha salido en uno de los documentales de National Geopraphic donde normalmente solo se habla de emperadores y generales famosos. Además, Reburro procedía de un lugar situado en los confines del Imperio romano, entre lo que hoy en día sería el norte de Portugal y sur de Galicia (4).
Le conocemos gracias a un pedestal de estatua que se encontró en Tarraco, actual Tarragona. Hoy en día está desaparecido pero conservamos su dibujo y el texto con información sobre Reburro. Nos cuenta que ocupó todos los cargos políticos posibles de su ciudad (5), así que sabemos que perteneció a una buena familia y que era bastante popular en su patria chica. Debió de relacionarse muy bien y tener amigos que manejaban influencias porque consiguió ascender hasta uno de los puestos más altos de la administración de la provincia: el de flamen provincial (6). Por su nombre, podemos pensar que él y su familia eran hispanos que habían conseguido también ser considerados ciudadanos romanos, con todas las ventajas que ello suponía (7).
Reburro… ¡pero qué tipo de nombre es este!
Si sois de humor absurdo fácil, tal vez esto os haya tenido con una media sonrisa cada vez que lo leíais. ¡¿Pero cómo alguien que se llama REBURRO puede tener una carrera política de éxito?! Hoy en día Twitter explotaría con un político llamado así y si alguien intentara registrar a su hijo con ese nombre, le preguntarían por qué quiere humillar a su retoño. Pero resulta que Reburro (que en latín sería Reburrus) era tan habitual en Hispania en época romana como llamarse hoy en día Juan o María. De hecho, también existía la versión femenina: Reburra. E incluso los diminutivos: Reburrino y Reburrina. Además, fue uno de los nombres autóctonos de Hispania que más aguantó cuando todo el mundo empezó a tener nombres en latín como Severus, Rufus, Saturnina, Flavina… Así que para ellos no debía de significar lo mismo que para nosotros ahora… (8)
Uno más entre los poderosos hispanos
Volviendo al tema. Reburro era una persona importante, pero no fue el único que consiguió ascender en política de este modo. Por lo general, siempre eran las élites locales las que ocupaban los cargos políticos de las ciudades. Los más espabilados o con mejores amistades y relaciones familiares podían llegar incluso al senado romano (9). Aunque no todos llegaron a lo más alto, como el emperador Trajano (10), que provenía de una de estas familias influyentes de Hispania, fueron colaboradores imprescindibles para que la administración romana funcionara a nivel local.
Influencers de la cultura romana
No solo eran los políticos que gestionaban cuestiones fundamentales de las ciudades, como sus finanzas y la construcción de edificios públicos. También eran grandes influencers del Imperio. Ellos fueron los que siguieron las modas y costumbres romanas en primer lugar: que si me pongo esta toga porque en Roma es lo que se lleva; voy a hablar latín para ascender en mi carrera política (como hoy en día nosotros con el inglés, vamos); a ver si construimos un anfiteatro aquí en el pueblo que me han dicho en la capital que si no tienes uno no eres nadie… Ellos copiaban a los romanos y la gente de a pie les copiaba a ellos. Auténticos propagadores de la cultura romana (11).
Semi-anónimos importantes
No conocemos la historia personal de la mayoría de ellos. Los escritores romanos no escribieron sobre sus biografías como lo hicieron sobre los emperadores. Solo tenemos pequeñas instantáneas de sus vidas (12). Pero son tantos, que todas esas fotos juntas nos ayudan a conocer su papel en el Imperio romano.
Por eso nos atrevemos a decir que Marco Ulpio Reburro, y el resto las élites locales de las provincias romanas, fueron piezas clave para que el Imperio romano funcionara como lo hizo (bien o mal, podemos discutirlo). No solo dejaron de resistirse al Imperio romano llegado el momento, sino que participaron de manera directa en su administración y además propagaron su cultura.
Más artículos interesantes en artículos interesantes en Khronos Historia