El Noi del Sucre: el anarquista que abominaba las bombas

Durante los primeros años del siglo XX apareció en el panorama catalán en general, y barcelonés en particular, un sangriento escenario (1). Un punto de no retorno. Una guerra civil, de ataques y venganzas, que surgía en torno al sector industrial y obrero de Barcelona (2). Los bandos estaban demarcados. Sus distintas finalidades, también (3), y dos de los protagonistas: un cardenal y el Noi del Sucre.

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En estos momentos es cuando se forjará el nacimiento del anarcosindicalismo.

Por un lado, se encontraban los empresarios, los dueños de las fábricas, de las industrias, de las plantas de trabajo donde se explotaban a los trabajadores exprimiéndolos al máximo por un sueldo mínimo, sin apenas descansos y sin derechos sociales (4). Por el otro, los incipientes sindicatos, organizados y con ganas de cambios.

Los obreros se organizan, los empresarios también

Los obreros, viéndose amparados por estos sindicatos (5), y realmente convencidos de que debían luchar por sus derechos, comenzaron a llevar a cabo huelgas (6), protestas y manifestaciones (7). Algo que, evidentemente, no gustó a los empresarios, que tenían más dinero que paciencia.

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Soldados de Cataluña. o La verdad sobre el caso Savolta, del escritor Eduardo Mendoza será la novela que mejor, y con más profundidad, recoja este momento de la historia española. Fuente

Las huelgas fueron a más, los anarquistas se metieron por medio y radicalizaron algunas marchas y protestas. Los empresarios tiraron, como se suele decir, por la calle de en medio, y buscaron acabar con las movilizaciones arrancándolas de raíz. Así fue como apareció la Unió de Sindicats Lliures (8), un sindicato nacido a manos de militares carlistas catalanes (9), fundado en el año 1919 (10) en el seno del Ateneo Obrero Legitimista (11).

Pronto este sindicato formó una especie de brazo armado, que se ofreció para colaborar con los empresarios de la ciudad. Auspiciados por Eduardo Dato (12), el empresariado catalán, el gobernador civil de Barcelona; el general Martínez Anido (13) y, más tarde, por del dictador Primo de Rivera (14). Apoyados por el cardenal Soldevilla (15), quién se había convertido en fuente de dinero y director espiritual de la Unió de Sindicats Lliures, éstos llevaron a cabo una nueva forma de terrorismo empresarial, auspiciado por parte del Estado (16).

Los pistoleros blancos: el brazo armado sindical

El sindicato contaba con una serie de matones, conocidos como Pistoleros Blancos, que se dedicaron a atacar, secuestrar y asesinar a destacados trabajadores y sindicalistas, para intentar así frenar sus reivindicaciones. Mientras las actuaciones iban a más, monseñor Soldevilla se iba perfilando como uno de los líderes más destacados de los Pistoleros Blancos (17).

En el otro bando, evidentemente, se encontraban los obreros, los sindicalistas y los anarquistas. Como se imaginarán el asunto no acabó muy bien que digamos.

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«Ojo por ojo». Cartel de la mini serie de RTVE que trata el tema del pistolerismo en Cataluña. Fuente.

El anarcosindicalismo 

En este bando, será donde destacará Salvador Seguí Rubinat, un joven natural del pueblo leridano de Tornabous. Un tipo que sería a la postre uno de los más destacados anarcosindicalistas (18) de la España del siglo XX (19). Pintor de profesión, de formación autodidacta y seguidor de la Escuela Moderna (20) de Francisco Ferrer y Guardia (21).

Desde joven se relacionó con personajes importantes de la cultura y de la política que se encontraban en el Ateneu Enciclopèdic Popular (22). Con 29 años fue nombrado presidente del Ateneo Sindicalista, y allí fundó y organizó su biblioteca convirtiendo el lugar en el centro Superior de Estudios Sindicalistas y Anarquistas (23). Desde el primer momento intentó convencer a las clases obreras de que la mayor arma de la revolución era la educación, la preparación intelectual, cultural y técnica de los trabajadores (24).

Nace el  «Noi del Sucre»

Entre su amigos y seguidores, Salvador Seguí era conocido con el sobre nombre de «Noi del Sucre» (25); un tipo que en este mundo de las luchas sindicales y de la defensa del obrero se movía como pez en el agua.

En el año 1916 comenzó a negociar para que la CNT (26) y la UGT (27) llevaran a cabo un pacto de unidad: un frente único para llevar a cabo una huelga general de veinticuatro horas, que continuaría con la huelga indefinida del año 1917. Un año después fue elegido secretario de la CNT de Cataluña, donde siguió defendiendo la educación como bandera de la clase obrera (28).

Salvador Seguí, el noy del sucre
Salvador Seguí: El Noi del Sucre.

En diferentes congresos posteriores criticó y se opuso a las acciones más exaltadas, más violentas, llevadas a cabo por diferentes miembros de la CNT (29). De la misma manera propuso en diferentes actos llevados a cabo por toda España que la CNT se retirase de la Tercera Internacional (30), sin conseguirlo (31).

El Noi del Sucre a diferencia de muchos de los líderes obreros que lo acompañaban en su lucha, no era un violento pistolero, dedicado a colocar bombas, sino que era un anarquista de vena ilustrada que abominaba las bombas y aplacaba a los terroristas románticos que tanto abundaban en el momento (32).

Mejor sin bombas

Todo indicaba que lo estaba consiguiendo. El Noi del Sucre compartía la preocupación socialista por la necesidad de la organización obrera (33). Por ello, en muchos casos chocó con el anarquismo barcelonés más fundamentalista por la impaciencia que mostraban estos en desatar una revolución en España. Sin embargo, el Noi del Sucre estaba convencido de que había que dejar la revolución para un momento futuro, preparando por el momento el camino de manera pacífica y de mano de la cultura. (34).

¡A la huelga aunque esté entre rejas!

Fue detenido en numerosas ocasiones por sus ideas y su lucha (35), pero sobre todo llama la atención su participación durante la huelga de la eléctrica conocida como La Canadiense (36). A pesar de estar detenido, consiguió quedar en libertad el día en que se puso fin a la misma. Llegar a la plaza de toros de las Arenas de Barcelona, donde se había organizado la asamblea del comité de huelga (37). E informar mediante su gran oratoria de los acuerdos alcanzados en las reuniones con el Gobierno, como la jornada laboral de ocho horas.

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Colas para comprar carbón mientras se llevaba a cabo la famosa huelga de La Canadiense. Fuente

Tras esta victoria obrera, y la reorganización de los cenetistas (38), El Noi del Sucre fue asesinado. Así el 10 de marzo de 1923 en la calle Cadena de Sant Rafael, en el Barrio Chino de Barcelona, los pistoleros del Sindicat Lliure de monseñor Soldevilla (39) acababan con Salvador Seguí. El Noi del Sucre estaba consiguiendo que la lucha obrera se centrara en la educación, y con su oratoria podría haber llegado a cualquier estamento político del país defendiendo a los obreros. Algo que, evidentemente, no interesaba demasiado al empresariado.

El fin del Noi del Sucre

El atentado que acabó con el Noi del Sucre, dejó sin argumentos a los apaciguadores de la CNT, y era cuestión de tiempo que rodaran cabezas para vengar la muerte del héroe de las huelgas obreras de Barcelona (40). Los anarquistas posaron su mirada sobre el que consideraban instigador principal; el cardenal-gánster Juan Soldevilla (41).

El asesinato de Soldevilla, sin tiempo para ponerse en paz con Dios, ocurrido el 4 de junio de 1923 fue, según los historiadores acostumbrados a ligar causas y efectos, el desencadenante de la dictadura de Miguel Primo de Rivera que comenzará ese mismo año (42). Pero es otra historia que contaremos otro día.


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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) La crisis económica en España se suma al conflicto social más que latente: la sombra de la Revolución rusa en marcha, la pujanza del movimiento anarquista en Barcelona y la respuesta de la patronal en forma de pistolerismo o «terrorismo blanco».

(2) Termes, 1976, p. 74.

(3) Heywood, 1993, p. 165.

(4) Balcells, 2009, p. 9.

(5) Sobre todo destacan la Conferencia Nacional del Trabajo, de carácter anarquista, y la Unión General de Trabajadores, de línea socialista.

(6) En el año 1907 tuvo lugar en Ámsterdam el Congreso Internacional Anarquista. En este congreso saldrá reforzada la idea de la participación de los anarquistas en los sindicatos. Junto con la influencia cada vez más clara de la CGT francesa sindicalista revolucionaria, cada vez más sindicatos y «sociedades obreras de resistencia» comenzaban a coaligarse en un proceso que duró varios años.

(7) León, 1981, p. 284.

(8) La Unió de Sindicats Lliures fue una organización sindical obrera creada por militantes carlistas en 1919. El Sindicato Lliure significó una reacción contra la CNT. Por sus ideas y su tradición guerrera, los tradicionalistas estaban resueltos a jugárselo todo por «la Causa».

(9) El Carlismo fue un movimiento político español que nació en la primera mitad del siglo XIX. De carácter tradicionalista y legitimista, dos puntos que derivaron del absolutismo español del Antiguo Régimen, se enfrentaton al liberalismo, parlamentarismo y secularismo. En su origen, pretendia la vuelta al Antiguo Régimen y a la cristiandad medieval. Nacidos de la lucha entre partidarios del reinado de Isabel II, hija del rey Fernando VII, y del infante Carlos María Isidro, hermano del rey, por ocupar el trono de España, los Carlistas fueron tomando fuerza en las zonas norte, y noreste de España.

Durante el siglo XIX, se producirían tres importantes insurreciones de los Carlistas contra los gobierno liberales españoles, denominadas hoy en día como guerras carlistas, aunque en su época fueron denominadas como guerras civiles. En Cataluña, estos Carlistas tomarían mucha relevancia durante la segunda de las guerras, la de 1846 a 1849. Esta fue la guerra que más impacto tuvo en esta zona, y pasaría a la historia con el nombre de Guerra de los Matiners (madrugadores). Durante el franquismo, el carlismo que había sido oficialmente «integrado» en el Movimiento Nacional, quedó relegado frente a la Falange, y en la práctica perseguido, con detenciones, cierres de círculos y confiscación de publicaciones y rotativos

(10) Termes, 1976, p. 88.

(11) Lugar donde se reunían los militantes carlistas catalanes en los primeros años del siglo XX.

(12) Eduardo Dato e Iradier (La Coruña, 12 de agosto de 1856-Madrid, 8 de marzo de 1921) fue un abogado y político español, varias veces ministro y presidente del Consejo de Ministros durante el período de la Restauración.

(13) Severiano Martínez Anido (El Ferrol, 21 de mayo de 1862-Valladolid, 24 de diciembre de 1938) fue un militar español que a lo largo de su carrera ocupó diversos puestos en materia de orden público, llegando hasta el generalato. Fue un hombre cruel y violento, que fue principalmente conocido por su papel en la dura represión policial del pistolerismo anarquista en Barcelona a comienzos de la década de 1920.

(14) Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (Jerez de la Frontera, 8 de enero de 1870-París, 16 de marzo de 1930) fue un militar español que gobernó como dictador entre 1923 y 1930.

(15) Juan Soldevila Romero (Fuentelapeña, Zamora, 20 de octubre de 1843-Zaragoza, 4 de junio de 1923) fue un político y cardenal español.

(16) Del Molino, 2014, p. 31.

(17) Del Molino, 2014, p. 31.

(18) El anarcosindicalismo es un medio de organización y un método de lucha y de acción directa de los trabajadores que tiene sus raíces en los postulados de la Primera Internacional y en los del sindicalismo revolucionario. Se inspira en fuentes esencialmente federalistas y anarquistas y, con neta actuación revolucionaria y clara orientación libertaria en la práctica, tiende constantemente a conquistar las máximas mejoras, en todos los sentidos, para la clase obrera, con miras a su integral emancipación la supresión de todo género de explotación y de opresión del hombre por su semejante o por una institución cualquiera, y al mismo tiempo lucha por la abolición de todo capitalismo y de toda forma de Estado.

En Barcelona se funda en 1910 el sindicato anarquista CNT, a raíz de diversas sociedades obreras operantes en Barcelona y otros pueblos y ciudades catalanas, que habían formado la organización sindical Solidaridad Obrera. Pronto el sindicato comienza a crecer, con períodos de ilegalización, llegando a 1918 al Congreso de Sants. En este congreso se decide la creación de los Sindicatos Únicos, en sustitución del viejo sindicalismo gremial. Las circunstancias que se vivían y el acierto de la medida, hacen que en solamente un año después, en 1919, el sindicato se dispare englobando a cerca de 400.000 trabajadores, prácticamente toda la clase obrera organizada en Cataluña.

(19) Huertas, 1974, p. 13.

(20) La Escuela Moderna fue un centro de enseñanza que existió al comenzar el siglo XX en Cataluña. Fue fundada en 1901 en Barcelona por el pedagogo y librepensador Francisco Ferrer Guardia. El objetivo esencial de la escuela era «educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva».

(21) Francisco Ferrer Guardia (Alella, 10 de enero de 1859-Barcelona, 13 de octubre de 1909) fue un pedagogo anarquista y librepensador español. Fue condenado a muerte por un consejo de guerra que lo acusó de haber sido uno de los instigadores de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona de julio de 1909. Su condena a muerte levantó una oleada de protestas por toda España, que acabó provocando la caída del gobierno de Maura.

(22) El Ateneo Enciclopédico Popular, es una asociación civil cultural fundada en Barcelona en el año 1902 por un grupo de intelectuales y obreros. Pretendían fomentar una sociedad neutra cultural sin ningún tipo de filiación política o ideológica. Fui clausurado por las tropas franquistas en el año 1939, volviendo a la legalización en el año 1980.

(23) Cruells, 1974, p. 161.

(24) Huertas, 1974, p. 15.

(25) El niño del azúcar.

(26) La Conferencia Nacional del Trabajo es una organizasen fundada en 1910 en Barcelona, a partir de la unión de las sociedades obreras no vinculadas a las corrientes socialdemócratas. Hoy en día la CNT sigue fiel a los principios anarcosindicalistas, y es la única heredera en el Estado español del espíritu de la Primera Internacional.

(27) La Unión General de Trabajadores es una organización sindical obrera española. Fundada en el Congreso Obrero de Barcelona de 1888, comparte origen histórico con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

(28) Cruells, 1974, p. 134.

(29) Heywood, 1993, p. 82.

(30) La III Internacional fue una organización comunista internacional, fundada en Moscú en marzo de 1919. Agrupaba a los partidos comunistas de diferentes países, por lo tanto su objetivo era luchar por la supresión del capitalismo.

(31) Termes, 1976, p. 132.

(32) Del Molino, 2014 p. 31.

(33) Heywood, 1993, p. 229.

(34) Cruells, 1974, p. 162.

(35) Termes, 1976, p. 145.

(36) La huelga de La Canadiense fue un movimiento de reivindicación laboral dirigido en 1919 por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) que incluyó huelgas, boicots e insumisión civil iniciada en la empresa eléctrica Light and Power Company más conocida como La Canadiense. La huelga se alargó cuarenta y cinco días y constituyó un éxito del movimiento obrero pues consiguieron mejoras salariales, además de la readmisión de obreros despedidos y de la liberación de los detenidos sobre la huelga.

(37) Huertas, 1974, p. 114.

(38) Militantes de la CNT (Conferencia Nacional del Trabajo).

(39) Del Molino, 2014, p. 33.

(40) Del Molino, 2014, p. 33.

(41) Del Molino, 2014, p. 33.

(42) Del Molino, 2014, p. 33.


Bibliografía

  • Balcells, A., 2009, El pistolerisme, Barcelona (1917-1923), Raval ediciones, Barcelona.
  • Cruells, M., 1974, Salvador Seguí, el Noi del Sucre, Ariel edicions, Barcelona.
  • Del Molino, S., 2014, Lo que a nadie importa, Penguin Random House, Barcelona.
  • Heywood, P., 1993, El marxismo y el fracaso del socialismo organizado en España (1879-1936), Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, Santander.
  • Huertas, J.M., 1974, Salvador Seguí. El Noi del Sucre. Materials per a una biografía, Laia editorial, Barcelona.
  • León, I., 1981, Los años del pistolerismo: ensayo para una guerra civil, Planeta, Barcelona.
  • Termes, J., 1976, Federalismo, anarcosindicalismo y catalanismo, Editorial Anagrama, Barcelona.
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Eduardo Fernán-López
Villalpando (Zamora-1985) Estudió Historia del Arte en la facultad de filosofía y letras de Valladolid. Gracias a una beca cursó estudios de historia y antropología en la facultad de letras de Lisboa. Tras vivir varios años en Madrid, Dublín y París, realizó un Máster en Estudios Hispánicos en la universidad de Cádiz, donde también se doctoró en Historia Contemporánea y Constitucionalismo, consiguiendo la mención internacional por su estancia doctoral de investigación en la Universidad Nacional de la Plata (Buenos Aires). En la actualidad vive en Oporto, donde entremezcla su labor investigadora con la divulgación cultural de la historia portuguesa, y en su tiempo libre, sobre todo de madrugada, con la literatura.