Benito Juárez. Indígena, idólatra de la ley y padre de la República mexicana

Los inicios del México independiente fueron realmente complicados. Los propietarios de tierras se impusieron sobre el resto de la población, abusando de ella hasta límites insospechables. Paradójicamente, el campesinado mexicano se encontraba peor en el México libre que bajo el yugo español. Esta situación produjo una conflictividad constante, que acabó desencadenando varias guerras, tanto civiles como internacionales. En este contexto surgió  la figura de un indígena, Benito Juárez, que sería el responsable de consolidar México como una república federal.

Los inicios de Benito Juárez: nacido en un pueblo perdido de la mano de Dios y sin saber ni papa de español

Benito Pablo Juárez nació a principios del siglo XIX (1) en la pequeña villa de San Pablo Guelatao, en el Estado de Oaxaca. Sus padres eran indios zapotecas puros, como todos los habitantes de la villa. La muerte temprana de sus padres le hizo pasar al cuidado de sus abuelos, los cuales murieron también a los pocos años, por lo que pasó a ser cuidado por su tío (2). De talante duro, inculcó al pequeño Benito Juárez la importancia de tener una educación y conocer perfectamente el español para poder labrarse un futuro.

Por esta razón, y contando apenas doce años, Benito Juárez decidió trasladarse a la cercana ciudad de Oaxaca, para poder estudiar (3). En un primer momento se metió en un seminario, pero conforme se hacía mayor se dio cuenta que la vida dedicada al Señor no era para él. Así, se cambió a estudiar derecho. Tras acabar sus estudios, Benito Juárez era completamente consciente de su situación: formaba parte de los desheredados, de los pobres, de los marginados. Y lo que era peor, su etnia llevaba siglos metida en tal pozo de miseria… De esta manera, es más que natural que Benito Juárez se identificara con el liberalismo (4) mexicano surgido en esa época.

Benito Juárez
Joven, pero ya estoico. Fuente

Sus primeros pinitos en política

Dada su situación, estaba claro que Benito Juárez acabaría en política. Pronto empezó una carrera meteórica que le hizo convertirse en gobernador de Oaxaca con 41 años. Parece una cifra despreciable pero, ¡coño! estamos hablando de un indígena, lo cual para la época era como si nos gobernara un gitano. Ya podría estar doctorado por Harvard, que siempre habrá idiotas que solo se fijen en los rasgos. Desgraciadamente, y tal y como sabemos, los prejuicios son uno de los peores tumores de la sociedad. Nadie imaginaba que “ese indio” acabaría salvando a México de la desaparición gracias a su infatigable perseverancia.

De todos modos, los días de gloria aún estaban por llegar. Benito Juárez se mantenía entre dos aguas, ya que, pese a su liberalismo, respetaba la Dictadura del infame Santa Anna (5). Con el paso de los años, los asuntos mexicanos, lejos de mejorar, empeoraron. Fue de esta manera, y tras una carambola política (5), como Benito Juárez se vio investido como presidente mexicano. Lo que parecía que iba a ser una presidencia de transición, por las razones que vamos a ver, acabó convertida en vitalicia.

¿Qué verga pasaba en México?

Tal y como venimos diciendo, México estaba en una situación cuanto menos “jodida”. Con el derrocamiento de la Dictadura de Santa Anna por parte de los liberales, se redactó una nueva Constitución. El texto, de marcadísimo carácter liberal, calentó de tal manera a los rancios conservadores (6), que se vieron obligados a levantarse en armas contra el Gobierno. Los liberales, partidarios de la República; los conservadores, de una Monarquía e Iglesia fuertes. En frente, Benito Juárez, que dormía con la Constitución al lado; no iba a dar un paso atrás. Comenzaba la guerra

Guerra triste

Con el estallido de la guerra, México se volvía a fragmentar. Los diferentes Estados se ponían de un lado o de otro según quien gobernara. Se estableció la leva forzosa (llegaban los militares a tu casa y te llevaban a la guerra porque sí, sin importar el bando), causando miles de muertos que no tenían nada que ver con el conflicto de las élites. Los jóvenes muriendo por las ideas de los viejos, la historia de siempre. La situación era tan desesperada que ambos bandos endeudaron el país entero con tal de vencer. Los liberales se marcaron una buena bajada de pantalones frente a los Estados Unidos (7) y los conservadores miraron a las absolutistas Cortes europeas.

Benito Juárez
Juárez decidido a ganar. Fuente

Finalmente, la guerra fue ganada por los liberales. En realidad, no ganó nadie, simplemente los conservadores se quedaron antes sin dinero. Para entonces, Benito Juárez llevaba ya tres años de presidente de facto, jugando con la ley con tal de mantenerse en el poder. Con la convicción de ser el único elemento vertebrador de la nación, Benito Juárez no iba a dejar la presidencia con facilidad. Además, pronto se presentaría una nueva excusa para mantenerse. Pese a que los liberales ganaron la guerra, las potencias europeas reclamaron la deuda contraída por los conservadores durante el conflicto. Benito Juárez, que sabía que no había ni un duro en las arcas, suspendió la deuda. Evidentemente, esto no iba a acabar bien.

Benito Juárez
Juárez pasándolo mal. Fuente

Intervención europea en México

Ante la suspensión de la deuda, Francia, España e Inglaterra decidieron que iban a ir a América a reclamar su pasta. Si iba a ser por las buenas o por las malas, estaba por verse. Entre esas tres amigas, Francia destacaba porque para ella, el dinero era lo de menos. Napoleón III quería meter su culo en América fuera como fuera. Plantar cara a los Estados Unidos (8), establecer una monarquía en el mismísimo centro de América, y desde ahí expandir su influencia hacia el sur. El país de la revolución intentando propagar la monarquía. Que lindas estas incoherencias históricas…

Así, Inglaterra y España lo arreglaron todo con palabras, pero los franceses decidieron que se iban a quedar a liarla un poco. Lo mejor de todo fue la chulería con la que actuaron. Benito Juárez, consciente de que era imposible invadir México con la irrisoria cifra de soldados franceses que había (9), decidió jugar al gato y el ratón. No puedes derrocar un Gobierno que no encuentras. De esta manera, Benito Juárez fue el presidente de un Gobierno nómada pero, al fin y al cabo, el único legítimo.

Los franceses ganaron todas las batallas, pero no pudieron con la guerra

En cuanto al desarrollo de la guerra, los franceses ganaron prácticamente todas las batallas. Cabe mencionar el caso de la primera, en Puebla. Los franceses iban tan sobrados, que ni se pensaron la estrategia. Palmaron como cochinos en Navidad. Fue tal la victoria mexicana, que hoy en día ese día es fiesta nacional. Era 5 de mayo.

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Juárez retando con la mirada a que alguien le discuta su legitimidad. Fuente

Los franceses se quedaron tan tocados, que tardaron un año en volver a atacar. A partir de ahí, comenzó la típica guerra de guerrillas de las que no vale la pena entrar en menudeces. Tras cinco años, la situación era la siguiente: Benito Juárez llevaba 5 años de gira por el país; un tal Maximiliano era el ilegítimo emperador de México; a Napoleón le empezaron a buscar las cosquillas en Europa (10) y se tuvo que ir de México con el rabo entre las piernas, dejando solo a su amigo Maximiliano Habsburgo…  Benito Juárez, ante tal situación, pasó de ser ratón a gato y fue directo a capturar al usurpador. Lo encontraron en Querétaro. Traidor a la patria, igual a pena de muerte. La ley es la ley. Maximiliano de Austria, el supuesto emperador, fue fusilado sin miramientos.

Who the fuck is Benito Juárez?

Por fin, la guerra desaparecía de México. Habían sido diez años de sangre derramada, entre pitos y flautas. Y ante tantos caídos, en pie seguía Benito Juárez, representando a la raza. En su cuerpo había guardado la República entera, y mientras él siguiera vivo, aún había una legitimidad con la que contestar a los usurpadores. Para que nos entendamos, lo que intentó hacer Puigdemont con resultados un poco ridículos.

A Benito Juárez todavía le quedaban cinco años de vida, y los iba a pasar como presidente. Este hecho ha causado que Benito Juárez sea visto por muchos mexicanos como el eterno presidente. En todo momento encontró justificaciones para mantenerse en el poder, evitando así ser considerado como un dictador, como le acabaría pasando a su sucesor Porfirio Díaz (11), que sigue siendo considerado como uno de los mayores chingamadres que han gobernado el país mesoamericano.

Benito Juárez
Juárez, feliz y victorioso. Fuente

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Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Nació en 1806, cuatro años antes del grito de Dolores, momento en el que se inicia el proceso de independización mexicana del Reino español. Hamnnett, 2001, p. 175.

(2) Su tío era Bernardino Juárez.

(3) Allí le acogió su hermana María Josefa. Fue en Oaxaca donde empezó a dar clases y a aprender español. Pronto desarrolló gusto por la lectura, la cual le parecía mejor maestra que la escuela. Una vez mejorado su español, ingresó en 1821 en un seminario, donde gracias a su ascendencia zapoteca pudo entrar sin aportar la dote requerida habitualmente. Cadenhead, 1975, p. 18.

(4) El liberalismo fue una corriente política aparecida hacia la segunda mitad del s. XIX. Evidentemente, en cada país se desarrolló con particularidades, pero existen ciertos puntos convergentes. Para que nos entendamos, los liberales eran los partidarios de garantizar derechos y libertades a los ciudadanos. Los había moderados y radicales, pudiendo llegar a ser enemigos entre ellos. La cuestión era acabar con el absolutismo existente hasta el momento, defendiendo la creación de cuerpos legislativos que garantizaran un mínimo de derechos.

(5) Antonio de Santa Anna, merecedor de un artículo particular. General mexicano que gobernó el país casi una decena de veces bajo distintas formas de gobierno. Llegó a autoproclamarse Su Alteza Serenísima. Bajo su liderazgo México perdió todo el norte, se realizaron purgas políticas, las élites despilfarraban mientras el pueblo moría de hambre,…

(5) La inestabilidad de este Gobierno causó que el propio presidente, Comonfort, renunciara. Ante tal situación, el sucesor era el presidente de la Corte Suprema, que no era otro que nuestro protagonista, Benito Juárez. Sierra, 1985, p. 208.

(6) Los conservadores estaban liderados por el general Zuloaga. Reclamaban un México unido con una Iglesia fuerte.

(7) Por el lado liberal, se firmó el tratado MacLane-Ocampo, en lo que supone uno de los momentos más desconcertantes de la guerra. Se concertó la entrega parcial de la soberanía mexicana a cambio de apoyo económico y militar para la lucha contra el bando conservador. Entre los principales puntos de ese tratado se reconocía el derecho norteamericano a perpetuidad de transitar por el istmo de Tehuantepec, así como el derecho de los Estados Unidos a utilizar la fuerza en territorio mexicano para proteger su paso por el istmo. Krauze, 1994, p. 238.

(8) Recordemos que era el momento ideal, Estados Unidos estaba en plena guerra civil.

(9) Se calcula que unos 25.000. Una décima parte de los utilizados por Napoleón I para invadir España, un país cinco veces más pequeño que México. Crespo Maclennan, 2012, p. 235.

(10) La amenaza prusiana creció, la opinión pública en Francia era muy crítica con la guerra, el despilfarro financiero empezaba a resultar preocupante, el ejército tenía problemas de desorganización. Krauze, 1994, p. 267.

(11) Porfirio Díaz (1830-1915), general mexicano. Formó parte del bando liberal desde la guerra de 1857, convirtiéndose en presidente tras la muerte de Juárez. Al final su presidencia acabó en una dictadura militar que duraría hasta que se produjera la revolución mexicana.


Bibliografía

  • Alcina Franch, J., 1987, Benito Juárez, Historia 16 y Quorum, Madrid.
  • Cadenhead Jr., I. E, 1975, Benito Juárez y su época, El Colegio de México, México D.F. 
  • Crespo MacLennan, J., 2012, Imperios, Galaxia Gutenberg, Barcelona.
  • Hamnett, B., 2001, Historia de México, Cambridge University Press, Madrid.
  • Krauze, E., 1994, Siglo de Caudillos, Tusquets Editores, Barcelona.
  • Sierra, J., 1985, Evolución política del pueblo mexicano, Biblioteca Ayacucho, Barcelona.
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Santiago Rocandio Egea
La Historia me enamora y me cabrea a partes iguales. Escribo para transmitir ambas cosas, siendo mi referencia aquello que dijeron Plauto y Hobbes: Homo Homini Lupus. Graduado en Historia por la Universitat de Barcelona. Máster en Investigación y Estudios Avanzados en Historia por la Universidad de Salamanca.