¿Crees que el fenómeno de las cincuentas sombras es una novedad de ahora? ¿Sabías que en el siglo XVIII también había cuartos oscuros? No sabemos qué tipo de contratos se establecían, pero seguro que debían de ser muy quebrantables. Si te interesa la Historia y las tramas del pasado para llegar al poder, no te pierdas este interesante artículo sobre la zarina Catalina la Grande de Rusia.
Sofía Federica Augusta (la futura Catalina II o Catalina la Grande) es la protagonista de nuestro artículo. Nace en Pomerania (actual Polonia) en el año 1729 y pertenece a los peldaños más bajos de la nobleza. Su padre Cristian Augusto era un príncipe alemán, señor de poco más que un pueblo (1). Desde el principio su madre la desprecia por no ser varón (2), así que la pobre tuvo que tener una infancia llena de traumas… Que al final acaban saliendo.
¿Cómo pudo una noble de tercera convertirse en la zarina de un gran imperio? Pues bien, el origen de esta trama procede de la cabeza pensante de Isabel Petrovna Románova; la tía mala, capaz de quitar la corona, destronar y encarcelar a una criatura de pocos meses de vida, Iván VI. Isabel dirigía el Imperio, pero no tenía hijos, así que se llevó de Alemania a su sobrino Pedro para que la heredase (3); seguro que se frotaría las manos con la herencia que iba a pillar de la tía… Claro, que le salió un poco rana, ya que era un niñato poco listo al que se le importaba un pito la política… ¡Y encima de Prusia! ¡Los mayores enemigos de Rusia!
De noble de segunda a emperatriz – Catalina la Grande
Ya que tenía heredero, se entretuvo en buscarle una buena esposa. Aquí entra nuestra princesa, que se cambia de nombre a Catalina para parecer más rusa, y se hace ortodoxa; tuvo tiempo, porque se casaron siendo unos niñatos, y no consumaron en siete años. La culpa de él, claro, todo el día con sus muñecos y sus batallas de mentira… ¡Menos mal que no había PlayStation, que si no! Y la pobre, aburrida como una ostra, acabó leyendo a Platón y a Voltaire, del que se hace amiga por carta(4); entre que pasaba de ella y la biblioteca que tenía… ¡Una pena de niña!
Visto el percal, la tía, que se desesperaba a la primera, «mete sopa» y mandó a otro a cortejar a Catalina la Grande, a ver si así el sobrino demostraba tener algo de sangre en las venas… Finalmente, tras nueve años de matrimonio y dos abortos, nació Pablo (4). Aunque la malvada tía se lo quitó a la madre, que empezó a darse cuenta de que la había utilizado.
Al fallecer Isabel, los nuevos zares se trasladan al Palacio de Invierno de San Petersburgo y Pedro III empieza a tener muchos enemigos, especialmente cuando no termina la guerra contra Prusia (5). Catalina se entera entonces de que Pedro III tiene una amante (al final despabiló) y de que su cabeza puede correr peligro- Por ello se gana la confianza de la guardia real y convierte en su amante al capitán Orlov.
Catalina la Grande despierta de su letargo
Antes de que la «ventilen», Catalina la Grande protagoniza un Golpe de Estado contra su marido y se proclama emperatriz de Rusia obligándolo a abdicar. Pedro III muere poco después, según informan, por problemas hemorroidales… ¡Mentira! Fue asesinado por los hermanos Orlov; muerto el perro, se acabó la rabia.
A sus anchas, Catalina comienza a poner orden en el Imperio ruso, que estaba manga por hombro… Seculariza los bienes de la Iglesia, ocupa territorios (como Lituana o Crimea), mejora la enseñanza con ideas ilustradas… (6). Lo malo es que favorece a los nobles a costa de cargarse las libertades de los campesinos; aunque, por el lado bueno, industrializa Rusia (7).
Los trapos sucios de Catalina la Grande
Posiblemente, lo que más te suene de Catalina la Grande sean sus tramas eróticas y sus innumerables amantes. Resulta que el Grey del siglo XXI no es el único «revolucionario» con cuartos rojos y relaciones no-vainilla.
Como su marido estaba atontado y la pobre tenía necesidades humanas, se lanza a los brazos –o miembros- de sus amantes….
Catalina la Grande ha sido considerada como una de las mayores ninfómanas de la historia, con veintiún amantes, muchos más jóvenes que ella -como príncipe Zubov, 40 años menor-; una vieja verde… Aunque las lenguas envidiosas afirman que tuvo cientos de amantes (8).
Como tenía sus manías, como Grey, manda construir una sala repleta de objetos eróticos que podríamos llamar “El cuarto oscuro de Cata” o “La habitación del sexo” como los soviéticos la llaman tras su descubrimiento en la Segunda Guerra Mundial. Un cuarto decorado con esculturas, cuadros y muebles con escenas eróticas y pornográficas.
Uno de los mayores rumores, del salseo rosa, es que la causa de su muerte fue ¡por viciosa!, penetrada por un caballo; aunque cualquiera se da cuenta de que las dimensiones no encajan… Parece que en realidad murió de una apoplejía dejando como emperador a Pablo.
Considerar a Catalina como una ninfómana no es justo, porque a lo largo de la historia la mayoría de los reyes varones han tenido amantes sin que se les criticara. Que sí, que fue una mujer que tuvo mucho sexo;pero esto no fue un impedimento para gestionar perfectamente un imperio durante treinta y cuatro años. La subestimaron y fue más lista que los que la rodeaban, manejando una Corte despiadada como la rusa y mejorando el Imperio ruso con esfuerzo, inteligencia y constancia.
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Si mal no recuerdo el cuarto en cuestión se descubre durante la Revolución Rusa, con el asalto al palacio de Invierno, no en la II Guerra Mundial.
Reyes actuales han tenido aireados líos de faldas y no por ello se les cuestiona su derecho al trono. Hay muchas mujeres interesantes que conocer y es una pena que la historia que haya llegado a nosotros sea referida a una parte sórdida de su vida. ¡Enhorabuena por este artículo!