En muchos mercados de artesanías de las ciudades de México, es seguro encontrarse con un rostro de penetrantes ojos oscuros, enmarcados en una uniceja poblada; una nariz delgada y unos labios casi fruncidos. Como encerrando un grito silencioso de dolor: dolor corporal, dolor del alma. Sin duda, estos rasgos pertenecen a una extraña belleza mexicana. Una de las pintoras más famosas de México: Frida Kahlo (1907-1954). Hoy hablaremos la vida y las pinturas de Frida Kahlo.
Con su peinado y su vestimenta tan característicos el rostro de esta pintora se ha vuelto uno de los más famosos en la historia del arte. Y no es para menos. Su vida era una obra de arte en la que plasmó sus ansías de vivir y el dolor que se convirtió a su vez en enemigo y acompañante.
“Soy producto de la Revolución Mexicana. Yo soy, todas las mujeres que lucharon y que luchan por ser alguien en su patria”. (1)
¿Por qué la mexicana Frida Kahlo es tan famosa? Las pinturas de Frida Kahlo
Para muchos conocedores de la pintura mexicana y surrealista (2) Kahlo, no alcanzó la habilidad ni la estética de otros pintores. ¡Claro! después de todo en México tenemos más artistas surrealistas y para todos los gustos. Como la enigmática Leonora Carrington; la extraordinaria Remedios Varo; o la tristemente olvidada María Izquierdo.
Lo que la hace tan distinta de los demás artistas, es quizás el hecho de que con unas pinceladas pudo expresar la «mexicanidad» (3) de su país, la historia mestiza de México. Un pasado tan colorido y tan complejo, mezcla de raíces españolas, indígenas, africanas y árabes que aún se ven plasmadas en la vida cotidiana de los mexicanos. Antes de adentrarnos en las pinturas de Frida Kahlo, hablemos, rápidamente, sobre su vida.
Nacida para el dolor – Los orígenes nada fáciles de Frida
Nacida en 1907, hija de un fotógrafo judío de origen húngaro y una mujer oaxaqueña descendiente de españoles, a lo largo de su vida se sintió vinculada con un gran hecho histórico, la revolución mexicana (4) Resaltó la importancia de las clases más desprotegidas: indígenas, campesinos y obreros. Por eso la obra de Kahlo contiene elementos culturales de estos grupos, aunque olvidados en el ámbito jurídico y político, han formado la espina dorsal de la multiculturalidad mexicana.
“Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida, uno en el que un autobús me tumbó al suelo… el otro accidente fue Diego”.
El dolor causado por una poliomelitis (5) a la edad de seis años. Y por un terrible accidente, a la edad de 18 marcaron su vida. Forzándola a usar pesados corsets, a guardar cama durante años y después, sometiéndose a dolorosas cirugías. ¡Treinta y dos en total! Los últimos años de su vida consumía alcohol y pastillas para detener el dolor de “una columna partida en tres sitios, rota la cabeza del fémur, tres fracturas en la pelvis, once en las piernas y el pie derecho aplastado (el pie malo de la polio)” (6). Y no solo eso, un útero dañado que le ocasionó tres abortos espontáneos. (7)
“Me pinto a mí misma porque soy lo que mejor conozco”.
Soledad y desamor – La pintura como vía de escape
Para mitigar la soledad y por idea de su madre, los primeros meses de su convalecencia le instalaron un espejo en el techo de la cama. Para que se pudiera arreglar y después como herramienta para pintarse a sí misma. Y así, por azares del destino, la pintura le ofreció un medio de escape.
Su segundo accidente, fue un amor incondicional y constante que marcó su vida (desde los 22 años de edad hasta el día de su muerte, a los 47 años) hacia el también famoso pintor y muralista (8) Diego Rivera. Esta tormentosa y hasta tóxica relación fue tan fructífera en aspectos culturales como sentimentales. Rivera fue el mecenas de Kahlo, su más fiel admirador, el puente entre Kahlo y otros artistas que ayudaron a difundir las pinturas de Frida Kahlo. Así Frida logró ser tan internacional como tan mexicana. Su sexualidad tan abierta, para la época, le permitió formar grandes lazos amorosos con diversos personajes como el comunista ruso, León Trotsky; la cantante mexicana Chabela Vargas; la pintora surrealista Jacqueline Lamba, esposa de un famoso pintor, el iniciador del surrealismo André Breton.
“El color fue un auténtico descubrimiento, una alegría absoluta. El mundo se iluminaba.”
Postrada en cama, Frida empezó a pintar y a escribir. Podría decirse que sus diarios fueron una combinación de letras y pinturas.
Las pinturas de Frida Kahlo
El camión (1929)
Pintura que hace referencia al accidente que la convirtió en otra, en este cuadro Frida muestra la diversidad cultural y social de su país. Tras la revolución mexicana, México empezó a abrir sus fronteras a otros países, la industrialización y el reparto de tierras empezaron a tomar mayor fuerza, haciendo que el desplazamiento de personas, mercancías y dinero convirtiera a México en un país más vivo. Por ello, Frida reúne en este espacio público a un grupo tan diverso como heterogéneo. Una mujer indígena con su hijo, un norteamericano, un ama de casa, un obrero y una mujer de clase media, la misma Frida, componen este cuadro.
Unos cuantos piquetitos (1935)
Una noticia en los periódicos inspiró este cuadro. Un hombre había asesinado a su esposa por celos. Su defensa ante el juez: le di unos cuantos piquetitos. La había apuñalado veinte veces. Frida describe la razón de ésta pintura como si se sintiera esa mujer, y el asesino hubiese sido Diego, que la había traicionado un sinfín de veces.
Frida usó una técnica muy conocida entre las clases bajas mexicanas: la de los exvotos, pinturas de origen español. Los exvotos (9) son ofrendas dadas en agradecimiento de un favor hecho por una Virgen o un Santo. Generalmente eran mandados a hacer por una madre preocupada por sus hijos, un hombre en apuros salvado por intercesión divina. Cualquier problema, que había sido solucionado, era expuesto en estas pinturas de Frida Kahlo un tanto burdas, de colores fuertes y un texto explicativo, muy breve, y casi siempre con mala ortografía.
Diego en mi pensamiento (1943)
Aunque el tema principal en esta pintura gira en torno a las infidelidades de Diego. Frida plasmó su vestimenta y lo orgullosa que se sentía al portar el traje de tehuana. Desde que inició su relación con Diego empezó a vestirse con prendas tradicionales, especialmente el de las mujeres zapotecas del istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
El traje de tehuana (10)
Es la vestimenta más compleja y costosa de México por tener bordados a mano con hilo de seda, accesorios de oro: el fleco (tipo chalina), los aretes y el ahogador (tipo collar). Portado con orgullo por las mujeres oaxaqueñas, consta de dos piezas “la blusa llamada ‘huipil’ y una falda larga con olán de encaje blanco. Ambas piezas están hechas de satín o terciopelo que pueden ir en negro, rojo, púrpura y llevan bordadas flores de distintos tipos y colores.” Todo esto representa al matriarcado, mujeres fuertes e independientes de Oaxaca.
¡Viva la vida! Toda un homenaje a sus raíces
Frida Kahlo deseaba ser doctora pero el primer accidente que sufrió en su vida, impidió que su sueño se realizara. No pudo tener una formación académica como el de Remedios Varo, que estudió en la Academia de San Fernando en España. O como María Izquierdo que cursó los estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de México. Fue una autodidacta. Su interés por la anatomía humana, en conjugación con las largas horas frente a un espejo hicieron que tomará los pinceles y plasmara lo que mejor conocía: su rostro, su vida cotidiana en un México multicultural y posteriormente, su gran amor por Diego. Éste último la alentó a pintar e hizo que se sumergiera en el movimiento intelectual del momento, el México posrevolucionario que resaltaba sus raíces indígenas y mestizas.
Cultura popular – más allá de las pinturas de Frida Kahlo
Se dice, que las vidas más atormentadas son las que forman a los intelectuales más brillantes y a los artistas más originales. Por ello, a través de las manos de Kahlo, algo tan abstracto y complejo como la cultura popular y el pasado histórico de México hallaron forma en colores y trazos sobre lienzos que han trascendido las fronteras del tiempo y del espacio. Además portaba orgullosa la vestimenta indígena. Pintó los colores más emblemáticos de México, la vida cotidiana de las clases bajas y mostró las costumbres y tradiciones de un país tan cosmopolita como el suyo. Llevó el arte más allá de la pintura, para vivirlo en su día a día.
No te vayas sin echar un ojo a como de cool se ha quedado nuestra nueva web ;). Descubre historias de España y del Mundo en nuestra revista
¿Quieres conocer más detalles de la biografía de Frida Kahlo?
¿Sabías que hubo una fuerte censura en el Renacimiento?