Año 216 a. C., Cannas (1). Roma presionó demasiado al cartaginés. Tales fueron las condiciones impuestas después de la Primera Guerra Púnica y las revisiones de sus pactos, que se creó un ánimo revanchista que llevaron a Aníbal a empezar una ofensiva que pondría a la ciudad del Lacio contra las cuerdas. Cruzó los Alpes y una vez tras otra derrotó a todo ejército romano que se le pusiera por delante (2). El miedo en Roma se sentía por todas sus calles y en el mismo corazón del Senado. Era un miedo sólido y desesperante como no se había sufrido en cientos de años. Solo quedaba una cosa: mandar un último ejército formado por 80.000 hombres a acabar con el problema…
Empieza la batalla, los cartagineses son muy inferiores en número. Están perdidos, no pueden hacer nada contra las legiones. Pero Aníbal ha decidido escribir su historia con letras de oro y, pese a tener un ejército casi la mitad de pequeño, es capaz de rodear a los romanos y aplastarlos en su retaguardia con la caballería.
La línea de combate de las legiones es asfixiante. Están tan comprimidos que no pueden utilizar sus armas libremente y su capacidad de movimiento es casi nula. Los están machacando y, frente a ellos, soldados galos, númidas, púnicos y de decenas de otros pueblos ya huelen la sangre de la presa abatida. Los romanos, desesperados, hacen un último esfuerzo por romper la línea enemiga, pero con Aníbal hay unos soldados con unas espadas cortas y muy manejables que les darán el golpe de gracia: los íberos, unos de los mercenarios más importantes del ejército de Aníbal.
Una espada preparada para matar
Su espada, el gladius Hispaniensis, será adoptada por las legiones al terminar la Segunda Guerra Púnica con la victoria de (aviso de spoiler) Roma. Esta espada será la que les permita conquistar el mundo y crear un imperio nunca visto antes. Era una especie de kalashnikov a la antigua y se dice que es el arma blanca que más muertes ha causado a lo largo de la historia.
El gladius desciende de la espada de antenas (4), típica de los pueblos de más al norte y que fue adoptada por los íberos; aunque era un poco más chiquitita y con un pomo diferente. Era un arma creada a medida de las legiones; perfecta para el combate cuerpo a cuerpo y en un espacio reducido, donde no hay demasiada maniobrabilidad. En esta tesitura, se hace imposible manejar una espada más larga como a las que estamos acostumbrados en las películas; es necesario una espada más pequeña y manejable, que no requiera de demasiadas florituras, que solo sirva para apuñalar y dejar al enemigo malherido y con las tripas fuera (5). Fue tremendamente efectiva, pero eso sí, se hacía necesario que fuera acompañada de un escudo de grandes dimensiones, (6) que protegía prácticamente todo el cuerpo del legionario.
¿Cómo eran los gladius?
Es un arma que se adaptó a las diferentes épocas y lugares; nunca fue algo inamovible y es que los romanos siempre fueron muy prácticos. Surgieron diferentes tipos, a los que se les han dado nombres en función del lugar de su hallazgo. Aunque es un poco pesado, aquí van los diferentes tipos:
- Hispaniensis: 65 centímetros de largo y unos 5 de ancho, con una punta muy alargada. Es el primer modelo que existió, el que copiaron las legiones después de la segunda guerra púnica y las primeras guerras en Hispania, donde les dimos para el pelo muchas veces. Evidentemente, no fue adoptado repentinamente, aunque sí de una manera bastante rápida.
- Mainz o maguncia: Tenía una hoja de unos 55 centímetros de largo por 7 de ancho. Se estrechaba ligeramentente en el medio de la hoja y acababa en una punta larga. Es tremendamente parecida a la Hispaniensis.
- Fulham: Similar a la Mainz, pero medía 5 centímetros de ancho y las líneas eran paralelas; la base de la hoja era un poco más ancha. Era un poco ancha de caderas la niña.
- Pompeii: Sus lados son paralelos y su punta es más corta que en los demás tipos. Sus medidas eran de unos 50 centímetros de largo y 5 de ancho. Fue la más utilizada a lo largo de la historia de Roma, ya que al ser más corta era más manejable. Pequeña, pero matona.
Evidentemente, todas estas medidas no eran exactas, son aproximaciones en base a los descubrimientos arqueológicos. Estas medidas variaban según el fabricante, las necesidades, la medida del usuario, etc. Y es que muchas veces a los historiadores les encanta crear categorías y quizás estas espadas estén un poco metidas con calzador en los diferentes grupos.
La desaparición del arma perfecta
Con el paso del tiempo y el cambio en las técnicas de combate, el gladius acabó perdiendo su razón de ser. Poco a poco, las legiones al estilo clásico fueron desapareciendo y aparecían una serie estilos de combate nuevos que ocasionaron que no tuviera sentido su uso y se empezaran a emplear armas más largas, más de caballería y que finalmente lo hicieron desaparecer. Aun así, las armas cortas al estilo del gladius se siguieron utilizando hasta bien avanzada la Edad Media, donde en las batallas en las que hacía acto de presencia un muro de escudos, se hacía necesario un arma corta para estocar.
Es imposible conocer el número de muertos bajo el filo del gladius, pero no se puede poner en duda que fueron cientos de miles o millones. Un arma que forjó un imperio, que en su sencillez residía su magia y su fuerza y que escribió con sangre la historia del mundo del que venimos.
Excelente artículo y una pregunta ¿Hay una página o artículos sobre las tácticas guerreras,además de las referencias bibliográficas? Gracias
No sabría decir la verdad. Quizás algún artículo de Desperta Ferro o del grupo de estudios de historia militar. Ambos sitios están especializados en historia militar. De mi bibliografía te recomiendo especialmente imperium.org, que además de gratuita está muy bien fundamentada