La Armada Invencible: el apodo que nos colocaron por una tormenta

Durante el siglo XVI los conflictos europeos van a ser muy frecuentes, como el que protagonizó La Armada Invencible española. Veremos si, como se dice, fue un enfrentamiento entre valerosos ingleses contra un atajo de cobardes españoles. ¿Qué crees que pasó? ¿Quieres saber por qué algunas historias no son ciertas?

Movimientos en el tablero del XVI – ¿Por qué una Gran Armada?

A comienzos de siglo, en la Europa continental, observamos una tensión latente entre las dos potencias que optan al trono imperial, Francia y España. Tras el definitivo nombramiento de Carlos V como emperador (1). El enfrentamiento está sobre la mesa.

Francisco I y Carlos V Reyes - Armada Invencible de España
Francisco I y Carlos V Fuente: https://wars-secrets.blogspot.com

Ambas potencias, interesadas en aliarse con Inglaterra, llevan a cabo ciertos encuentros con Enrique VIII (2), para así conseguir su favor. Inicialmente, este se muestra como un mero espectador comportándose como mejor puede con los dos monarcas. Pero esta pasividad inglesa no va a durar demasiado ya que, tras rechazar a Francia en el encuentro en el Campo del Paño de Oro, firma con España el Tratado de Windsor (3).

Problemas al fiarte de un inglés

Tras la victoria de Pavía (4), Francia sucumbe con Francisco I (5) capturado en Madrid. Mientras, la regente francesa responderá con una llamada de auxilio a posibles aliados, entre ellos, el cardenal Wosley (6), en Inglaterra.

Finalmente, Francia consigue aliarse con Roma y con Venecia en la Sacre Liga de Cognac, y Enrique VIII se mostrará favorable a esta alianza quedando ligado a la causa con el Tratado de Westminster (7).

Inglaterra destrona a la hermana de Carlos V

Enrique VIII demanda la anulación matrimonial de su enlace con Catalina de Aragón (8), por su imposibilidad de proporcionarle un heredero varón. No contento con esto, el monarca inglés también pide una dispensa al papa Clemente VII (9) que le permitiese desposar a cuantas mujeres quisiera. ¡Todo un Don Juan nuestro Enrique!

El papa Clemente VII, títere de Carlos V (10), tras el Saco de Roma [11], se negó a otorgarle la anulación matrimonial, pero sí le concede la dispensa gracias a William Knight, aunque no será efectiva hasta anular el matrimonio.

Enrique VIII – un rey sin paciencia y sin Iglesia

El monarca inglés, tras esperar la anulación, termina por tomar las riendas de su propio matrimonio y de la Iglesia anglicana. En el año 1532, el clero inglés se somete a la supremacía del rey sobre la Iglesia. Aprovechando su poder, el año siguiente (12), Enrique se casa con su amada Ana Bolena (13) y meses después anuncia su divorcio con Catalina. Con esta ofensa, el papa le excomulga en julio de ese mismo año.

El Sálvame de la sucesión inglesa

Nos encontramos con las dos Marías herederas, Estuardo (14]) nieta de Jacobo IV de Escocia y de la hija primogénita de Enrique VII, y Tudor (15), hija de Enrique VIII con Catalina de Aragón. La solución llega con la coronación de María Tudor (16]) tras la muerte de su hermano mayor, Eduardo VI. Un año después se casa con Felipe II, aún heredero imperial, pero esta unión no dura mucho por la prematura muerte de María, por lo que hereda el trono Isabel I, su hermanastra, a la cual aceptó como heredera antes de morir.

Destino ¿Guerra de España vs Inglaterra?

Felipe II, tras la muerte de su mujer, inicia una política cordial y amistosa con Isabel I ,pidiéndola matrimonio, para seguir teniendo influencia y mantener el catolicismo en la isla, pero es rechazado.

Se corta la línea Madrid-Londres:

Posteriormente, en 1568, Felipe II expulsa al embajador inglés, John Man, por razones protocolarias (17) y sabiendo que las embajadas suponían una fuente de información muy importante (18).

Pese a esta ruptura, ninguna de las dos monarquías deseaba el enfrentamiento; tanto Felipe II como Isabel I son conscientes de que la guerra no es viable, y menos con un aliado económico (19).

Felipe II e Isabel I monarcas enfrentados
Felipe II e Isabel I. Fuente: istopiahistoria.blogspot

Las primeras ascuas de la guerra

España en estos años tiene la soberanía sobre el comercio y navegación de las Indias Occidentales, lo cual a los comerciantes ingleses no les gusta ni un pelo, por lo tanto, empiezan a contratar piratas para atacar los navíos españoles.

Esta situación no es económicamente rentable para ninguno, pero se mantiene y comienza a crear odio, acrecentado por el papado mediante el control de las imprentas. Los intereses de este enfrentamiento no se acaban aquí, sino que la monarquía francesa también lo deseaba para así debilitar a ambas potencias.

Santa Cruz y su fuelle invasor

El marqués de Santa Cruz (20) propondrá en 1583 a Felipe II la invasión de Inglaterra, al cual convence con su gran entusiasmo:

“Pues se haya tan armado y con ejército tan victorioso, no pierda V.M. esta ocasión y crea que tengo ánimo para hacerle Rey de aquel Reino y aun de otros…” [21]

Gracias a los espías ingleses, la reina no tarda mucho en enterarse y más tarde se sufrirán las consecuencias.

La gasolina del corsario Drake

Mientras el duque de Parma (22) y Santa Cruz planeaban la invasión, Inglaterra no se quedará estática esperando el ataque. Envió una flota dirigida por el corsario Drake que atacó Cádiz. Información que le llega a Felipe II un día después gracias al embajador español en París que recibía información del embajador inglés (23).

El retraso del ataque español suponía unos gastos de 30.000 ducados únicamente en mantenimiento diario (24), lo que impacienta a Felipe II, convirtiéndose en uno de los problemas entre éste y Santa Cruz:

“Por los auisos de Inglaterra que os embiaron tres días ha aureys visto la neçessidad que ay de la vreue salida dessa armada por que allí parece que el enemigo se aprouecha del tiempo”. [25]

Entramos en vereda – El origen de la Armada Invencible

Felipe II comprende que con un apoyo francés a Inglaterra el ataque sería desastroso. Acordó con el duque de Guisa un ataque a París para anular a los galos. Además, sus capitanes advierten el mal planteamiento de su rey sobre la invasión (26). Pese a estos inconvenientes la flota, parte de Lisboa a finales de mayo.

De la flota española, a la que llamaban la Gran Armada española (la Armada Invencible), formada por entre 130 (27) y 141 (28) en su salida, llegan al Canal 122 (29), enfrentándose a 180 naves inglesas de las 226 movilizadas (30).

El diario de a bordo

Julio

Los días en los que la flota estuvo en la mar (31) las condiciones climatológicas fueron el mayor inconveniente para la Gran Armada. Posteriormente, en el enfrentamiento de Plymouth, únicamente dañan una nave y los temporales derribarán una segunda y separarán otra que, tendida a su suerte, será capturada.

Derrota de la Gran Armada en Plymouth
Derrota de la Gran Armada en Plymouth. – National Maritime Museum (United States). Philippe Jacques de Loutherbourg Fuente

Agosto

La Gran Armada, tras dos enfrentamientos sin bajas considerables, fondea en las costas de Calais el día 6 de agosto (32) para recoger a los soldados, pero antes de su llegada el día 12, los ingleses realizan un ataque mediante brulotes (33) impidiendo dicha recogida y provocando una leva de anclas de los navíos españoles. La flota inglesa (34) aprovecha esta dispersión española para atacarla provocando numerosas bajas y una nave hundida (35).

Olvidada la opción de recoger a los tercios, de nuevo por la climatología y sin reagruparse por falta de contacto entre las naves, el Duque de Medina Sidonia decide ordenar la vuelta a España (36) por la ruta del norte. Esta idea no hace frenar el deseo del capitán de enfrentarse a los ingleses, pero estos rechazan sus ofrecimientos.

Dos jornadas después de tomar la decisión la flota inglesa abandona la persecución por falta de provisiones. Don Baltasar de Zúñiga, tras desembarcar en las Islas de Shethland queda como encargado de informar a Felipe II de las condiciones de la Gran Armada mediante un viaje en patache (37).

Septiembre

En un mes de adversidad, desesperación y muerte, las naves españolas, que desconocen las costas noroccidentales de Irlanda, se enfrentan a ellas como buenamente pueden, pero no todos consiguen llegar a casa.

La segunda quincena de septiembre traería buenas noticias: ¡Tierra a la vista! – Debió gritar un marinero – Al fin nuestros marineros y soldados están de vuelta, alrededor de unos 50 barcos habían conseguido seguir al duque de Medina Sidonia y llegar a los puertos de Santander y Laredo (38). Esta fue la primera llegada, pero no la última, que se alargaría hasta el año siguiente; el resto, caídas en combate o reducidas a un triste hacinamiento de maderas mojadas en las costas irlandesas (39).

Las costas del norte de España, Francia y las islas Británicas. Portulano del siglo XVI por Diego Homen
Las costas del norte de España, Francia y las islas Británicas. Portulano del siglo XVI por Diego Homen. Fuente: alamy.com

La leyenda negra de la Armada Invencible española

Por lo tanto, tras saber estos últimos datos, es evidente que los ingleses vencieron a la Armada Invencible (40); pero debemos ser conocedores de la realidad y no creernos la Leyenda Negra de humillación y cobardía española más conocida por la sociedad.

Leyenda Negra que llega tras una continua propaganda inglesa antiespañola permanente hasta finales del XIX, cuando se empiezan a realizar estudios verídicos, siendo pioneros J. A. Williamson y posteriormente Garrett Mattingly.

Aunque, esta Leyenda Negra, no es únicamente error de los ingleses, sino también de los propios españoles al querer olvidarse de su pasado glorioso por miedo a un futuro incierto, miran a otro lado al hablar del pasado.

También es importante conocer el verdadero final de este enfrentamiento anglo-hispano, en 1604, cuando se firma el Tratado de Londres (41), tras un desastroso ataque de los ingleses mediante The Counter Armada o The Drake-Norreys Armada con intenciones de atacar Lisboa, Sevilla y las Azores, y la muerte de los dos monarcas (42).


Referencias y bibliografía

Referencias

[1] 28 de junio de 1519.

[2] Rey de Inglaterra de la dinastía Tudor. Reino entre 1509 y 1547 pese a no ser el primogénito, ya que éste falleció. Nace en 1491 y muere en 1547. Será el promotor de la Iglesia anglicana. Se desposó con seis mujeres.

[3] Firmado el 19 de junio de 1522 donde se aceptan convenios anteriores como son el Tratado de Brujas (25 de agosto de 1525) y el matrimonio entre Carlos V y la hija de Enrique VIII, María.

[4] El 24 de febrero de 1525.

[5] Rey de Francia (Cognac, 1494 – Rambouillet, 1547), refuerza el poder centralista de la monarquía francesa durante un reinado lleno de conflictos bélicos, en especial con España.

[6] Thomas Wosley, convertido en capellán tras el ascenso al trono de Enrique VIII.

[7] En 1527, en el que Inglaterra se muestra abiertamente favorable a la alianza y se declara partícipe de esta.

[8] Hija de los Reyes Católicos a la cual, por su política internacional, casaron con el que en su momento era el futuro rey de Inglaterra, Arturo, hermano mayor de Enrique VII, pero fallecería antes de llegar al trono y posteriormente sí conseguiría el objetivo de sus padres convirtiéndose en reina consorte de Inglaterra al casarse con Enrique en 1509. Este matrimonio tendría un final controvertido en 1533 siendo así despojada de su reinado.

[9] Papa de la Iglesia católica entre 1523 y 1534. Cuatro años después de ser elegido pontífice, se produce el Saco de Roma, obtuvo la libertad, pero siéndole exigida una capitulación formal. La consecuencia directa de este suceso será el acercamiento hacia el emperador Carlos V, es aquí donde entra en la Cuestión Real entre Catalina y Enrique. Finalmente, será él quien excomulgue a Enrique VIII tras su ruptura con la Iglesia católica.

[10] Carlos I de España y V de Alemania. Rey de España y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico heredado de su abuelo Maximiliano I. Gracias a él y a su reinado, que como el de Francisco I estará repleto de conflictos bélicos, su hijo Felipe II heredará un Imperio universal

[11] Saqueo de Roma producido en 1527 tras la alianza papal con Francia enfrentándose a las tropas imperiales. Tuvo que refugiarse siete meses en el Castillo de Sant´Angelo tras lo cual aceptó íntegramente las propuestas del emperador.

[12] El 25 de enero de 1533.

[13] Reina consorte de Inglaterra tras su matrimonio con Enrique VIII, que fallecería tres años después de casarse al no dar a Enrique VIII su imperiosa necesidad, un varón.

[14] Con apoyo de los Valois ya que serán estos los que financien la regencia de su madre, María de Guisa, convirtiendo a Escocia en Estado satélite de Francia. Y tras la muerte de María Tudor, sería también apoyada por el mundo católico.

[15] Con apoyo del Imperio español al convertirse tempranamente en la mujer de Felipe II y reina consorte de España.

[16] 1 de octubre de 1553.

[17] Escándalos ortodoxos en la Corte.

[18] El espionaje inglés posterior al cierre de embajadas fue superior con hombres de Estado como Burghley o Walsingham, incomparables a Antonio Pérez o Granvela. Esta gran diferencia se ve influida por las de dimensiones de los territorios (Álvarez, 2003).

[19] El comercio que tenían estas potencias era muy fructífero para ambas. El paño, trigo y estaño ingleses disponían de demandantes españoles y su distribución desde Amberes, al igual que la lana merina y el jabón de Castilla o las cuchillerías de Bilbao eran indispensables para diferentes sectores industriales ingleses.

[20] Álvaro de Bazán y Guzmán. Uno de los promotores de la invasión y encargado de dirigir la flota hasta que muere meses antes de la partida de esta. Que será sustituido por el duque de Medina-Sidonia.

[21] Cambra, F. P. (1943). Don Álvaro de Bazán, Almirante de España. Madrid: Editoria Nacional. Pág. 256.

[22] Alejandro de Farnesio. Gobernador de los Países Bajos por orden de Felipe II y a petición de su predecesor en el cargo, Juan de Austria, encargado de dirigir los tercios en la invasión.

[23] Álvarez, M. F. (2003). La España de Felipe II (1527-1598). En R. M. Pidal, En torno a la <<Armada Invencible>> (págs. 259-312). Madrid: Espasa Calpe. Página 276.

[24] Página 227, del otro, Europa occidental y poderío español.

[25] Felipe II a Santa Cruz, Madrid, 18 de enero de 1588 (en Herrera Oria, op. Cit., pág. 120)

[26] Tanto Santa Cruz como Medina Sidonia saben que se están dirigiendo a la boca del lobo al intentar enfrentarse a la flota inglesa mediante el abordaje y que Drake y Hawkins, capitanes de la flota inglesa, tienen mayor conocimiento de esos mares y una artillería muy desarrollada como para acercarse a estas.

[27] Álvarez, M. F. (2003). La España de Felipe II (1527-1598). En R. M. Pidal, En torno a la <<Armada Invencible>> (págs. 259-312). Madrid: Espasa Calpe. Página 295.

[28] Instituto de Historia y Cultura Naval. (1989). La Gran Armada. Página 73.

[29] Íbidem, página 75.

[30] Íbidem, página 75.

[31] Tras el retraso en la salida de Lisboa (hasta el 30 de mayo) y el temporal y avituallamiento en La Coruña, la flota no parte hasta el 19 de julio de 1588.

[32] Álvarez, M. F. (2003). La España de Felipe II (1527-1598). En R. M. Pidal, En torno a la <<Armada Invencible>> (págs. 259-312). Madrid: Espasa Calpe. Pág. 296.

[33] Embarcación, generalmente no tripulada, cargada de materiales explosivos, destinados a derribar e incendiar buques enemigos.

[34] Podía llegar a componerse de 150 naves.

[35] La suma acumulada desde que parten llega a más de mil hombres en el bando español, mientras que las inglesas son desconocidas.

[36] Dicha decisión aparece documentada en el diario de Recalde el día 10 de agosto de 1588.

[37] Embarcación de vela muy ligera, destinada a vigilar las costas y aprovechamiento. En este caso es utilizada con el fin de llegar antes que el resto de las naves por su mayor velocidad gracias a su menor peso.

[38] Instituto de Historia y Cultura Naval. (1989). La Gran Armada. Madrid. Página 79.

[39] La mayoría de los pecios y naufragios serían italianos, flamencos y alemanes.

[40] Gran Armada o Grande y Felicísima Armada.

[41] También conocido como la Conferencia de Somerset House, el 28 de agosto para finalizar la guerra anglo-española, donde pese a acordar condiciones ventajosas a España, ésta también se compromete a no intentar restaurar el catolicismo en Inglaterra.

[42] Felipe II en 1598 e Isabel I en 1603.


Bibliografía

  • AA.VV, 2019, Biografías y vidas. Disponible en: https://www.biografiasyvidas.com/
  • Academia de estudios Histórico-sociales de Valladolid, 1929, Colección de documentos inéditos para la Historia de España y de sus Indias, Archivo Histórico Español, Madrid.
  • Álvarez, M. F., 2003, «La España de Felipe II (1527-1598)», en R. M. Pidal (ed.), En torno a la Armada Invencible, pp. 259-312, Espasa Calpe, Madrid.
  • Cambra, F. P., 1943, Don Álvaro de Bazán, Almirante de España, Editoria Nacional, Madrid.
  • Elton, G., 1980, «La Reforma en Inglaterra»,  en AA.VV., Historia del mundo moderno. La Reforma. 1520-59, pp. 152-169, Ramón Sopena, Barcleona.
  • Instituto de Historia y Cultura naval, 1989, La Gran Armada, Madrid.
  • Koenigsberger, H., 1980, «El Imperio de Carlos V en Europa», en AA.VV., Historia del mundo moderno. La Reforma. 1520-59, pp. 203-226, Ramón Sopena, Barcelona.
  • Koenigsberger, H. G., 1980, «La Europa occidental y el poderío español», en AA.VV., Historia del mundo moderno. La Contrarreforma y la revolución económica. 1559-1610., pp. 175-243, Ramón Sopena, Barcelona.
  • Spooner, F., 1980, «La Pugna entre los Habsburgos y los Valois», en AA.VV, Historia del Mundo Moderno. La Reforma. 1520-59, pp. 227-244, Ramón Sopena, Barcelona.
5/5 - (41 votos)
Artículo anteriorLas Banshees, ¿unas simples hadas irlandesas? (Banshees Vol. I: presagios de muerte)
Artículo siguienteAlfonso XII y María de las Mercedes: la más pura y trágica historia de amor de la monarquía española
Diego García Zamarriego
Estudiante de Doble Grado de Historia y Economía en la URJC. Madrid.