¡¿Mujer, tú a la cueva a criar a los niños?! Chamanas, pintoras, cazadoras y recolectoras, la mujer en la Prehistoria

Desde tiempos inmemoriales las mujeres sufrimos discriminación por causa de nuestro sexo. En algunos países se nos considera ciudadanos de segundo orden y en otros un complemento del género masculino; eso en el mejor de los casos. Y si hablamos de Prehistoria corroboramos que la cosa viene de lejos. Incluso en las dos teorías más conocidas por la sociedad: la creacionista (la de Adán y Eva) y la evolucionista de Darwin. Ambas tienen en común un solo aspecto: la inferioridad del sexo femenino. Charles Darwin dio la clave para explicar la sumisión de la mujer en la Prehistoria: la división sexual del trabajo. Y todos los tíos le siguieron la ocurrencia.

mujer pintando
Artista pintando. Fuente: Arturo Asensio

El «musculitos» caza, la mamá cuida de las crías… tópicos de la mujer en la Prehistoria

¿Por qué cuando se representa a la mujer en la Prehistoria se la pinta siempre como recolectora, amamantadora o guardiana de la casa? El sustento de la familia, de los clanes, ha sido siempre el hombre. Como es bien sabido, el rol masculino incluye las tareas más nobles. Es decir, la caza, porque eso de ir a recoger castañas no gusta mucho. Como todos sabemos, la caza requiere de una gran inteligencia, desarrollada por encima de la propia de la mujer. Nosotras, mientras, esperábamos amamantando a los bebes y recogiendo frutos silvestres. Un trabajo de segundo orden (1). Esta división continuó con la burguesía de la sociedad victoriana y llega hasta nuestros días vinculada a las tareas domésticas y al cuidado de los niños.

Cazadoras y recolectoras

La restricción de las actividades de la mujer en la Prehistoria raya en el absurdo. A bote pronto se me ocurre que si el clan tenía hambre, todos sus componentes, y digo todos, tenían la obligación de contribuir. Verdad es que el género masculino tiene los músculos más desarrollados, pero para lanzar piedras con una honda solo se requiere un poco de puntería. Si descartamos a los parientes enclenques y a los hombres torpes, que los hay, una mujer en la Prehistoria pudo ir a cazar conejos, aves o cualquier animal al que se pueda abatir de una pedrada.

Todavía no he visto a ninguna mujer sosteniendo un arco en ningún medio, ya sea científico, divulgativo o educativo, como es el caso de representaciones en museos o ilustraciones explicativas en libros de texto escolares.

Como recolectoras, todos las imaginamos como a caperucita, recogiendo bayas en el bosque para llenar la cestita… Pero recordamos que también los moluscos han de ser recolectados. Lapas, mejillones, pulpos, erizos. Hay que construir las artes de pesca y meterse en el mar. ¿A que la cosa cambia un poco?

Mujeres y hombres para evitar la discriminación

Y por fin llegó la arqueología feminista y con ella una manera de hacer hincapié en la necesidad de un cambio. Surgió en los años 70 del pasado siglo, con la Segunda Ola del feminismo. Sí, cuando triunfaba el rock and roll. Y hoy en día cuenta con un gran número de prestigiosas y comprometidas científicas (y científicos también), empeñados en ofrecer nuevas hipótesis que acaben con la discriminación.

pintura rupestre quizá hecha por chamanas
Caballos. Pintura rupestre.

Sobre esto, una teoría muy interesante y sencilla es la denominada «Contar mujeres» (2). La teoría se resume en eso, contar. Contar las mujeres representadas en una determinada imagen, atendiendo a su postura (de pie, sentada), al trabajo que realiza y a la vestimenta. El estudio demuestra que el porcentaje de mujeres representado en museos, libros de textos o en cualquier obra de divulgación científica es ridículo.

¿Cuando se hacen estas representaciones cómo es posible que haya tan pocas  imágenes de la mujer en la Prehistoria si somos al menos el 50% de la población?

¿Pintoras prehistóricas? ¿por qué no?

«La ausencia de evidencias no es evidencia de la inexistencia«(3). Pudieron ser mujeres las que realizaron estas pinturas… O no.

Un estudio reciente (4) en las cuevas con pinturas rupestres de España y Francia, arroja una conclusión sorprendente. Las figuras paleolíticas de manos sopladas con pintura, para el que no conozca la técnica consiste en soplar pigmentos sobre una mano apoyada en la pared para dejar marcada la silueta, pudieron ser realizadas mayoritariamente por mujeres. (No intentar sobre las paredes del salón). ¿Qué cómo han llegado a esa conclusión? Otro trabajo (5) ha estudiado la longitud de los dedos de las manos, con una notable diferencia entre hombres y mujeres. Nosotras solemos tener los dedos anular e índice de longitud bastante similar. El anular de los hombres suele ser más largo.  A ver, centraos ¡estamos hablando de dedos!

La conclusión: cabe la posibilidad de que se tratase de manos femeninas.

representación de clan prehistórico con representación sesgada de la mujer en la Prehistoria
Ejemplo de clan prehistórico en un libro de texto. Fuente: La Prehistoria.

¿Y en el caso de las chamanas?

La teoría del chamanismo es una de las explicaciones que los científicos apoyan para explicar porqué pintaban bisontes en el interior de las cuevas. Está basada en el funcionamiento del sistema nervioso humano, capaz de generar estados de conciencia alterada y alucinaciones. Las visiones se buscaban en el mundo subterráneo de los espíritus con la mediación de los chamanes (o puede que las chamanas). La ingestión de drogas psicotrópicas, provoca la visión de animales-espíritus. Es probable que el chaman tuviera discípulos masculinos y femeninos. ¿Es necesario ser hombre para pillarse un colocón?

Por si a alguno os da por probar, hay que advertir que la reacción no es universal. ¡Vaya, que si os equivocáis de “pirulilla”, no garantizo que veáis bisontes!

Seguro que muchos encontráis elementos para rebatir esta nueva forma de mirar a las sociedades de la prehistoria. De eso es de lo que se trata, de conseguir una mirada diferente. El aspecto que nos resulta más interesante es la reivindicación de considerar el trabajo tradicionalmente asociado a las mujeres con el mismo valor que los trabajos «masculinos». Ahí radica el problema que promueve la discriminación. No en representaciones igualitarias de la mujer en la Prehistoria con mujeres y hombres cazando, sino en cambiar la visión machista que se tiene sobre las labores de mantenimiento. Hay que dar la misma importancia a las labores consideradas tradicionalmente como femeninas. Por desgracia, eso sobrepasa los niveles de la arqueología; la educación social igualitaria es uno de los retos aún por cumplir del feminismo.


Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Binford, 1988.

(2) Querol, Hornos, 2011.

(3) Germán Delibes.

(4) Arqueólogo Dean Snow.

(5) Biólogo británico John Manning.


Bibliografía

  • Almagro, M. et al., 2001, Protohistoria de  la Península Ibérica, Ariel, Barcelona.
  • Barandiarán, I. et al, 1998, Prehistoria de la Península Ibérica, Ariel, Barcelona.
  • Binford, L., 1988, En busca del pasado. Descifrando el registro arqueológico, Crítica, Barcelona.
  • Clottes, J. y Lewis Willian, D., 1996, Los chamanes de la prehistoria, tránsito y magia en las cuevas decoradas. Ariel, Barcelona.
  • Gamble, C., 2001, Las sociedades paleolíticas de Europa, Ariel, Madrid.
  • Querol, Mª. A. y Hornos F., 2011, “La representación de las mujeres en los modernos museos arqueológicos: estudio de cinco casos”, Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp. 135-156.
  • Menéndez M.; Mas M. y Mingo A., 2005, Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica. UNED. Madrid.
  • Moure, A., 1999, Arqueología del arte prehistórico en la Península Ibérica. Ed. Síntesis, Madrid.
  • Moure A. y González Morales A, 1992, La expansión de los cazadores. Paleolítico Superior y Mesolítico en el Viejo Mundo. Ed. Síntesis, Madrid.
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Marta Huelves Molina
Grado en Geografía e Historia por la UNED de Madrid. Empeñada en dar a conocer la Historia de forma amena y rigurosa.

5 COMENTARIOS

  1. Esto es un invento que no está respaldado por ninguna prueba científica. Todas las tribus que aún existen corroboran la teoría de Darwin del trabajo repartido por sexos como verdadera, ya que siguen viviendo de esa forma.

    Aunque las mujeres de esas tribus opinan que el trabajo de la caza y la tala de árboles es algo infantil e inferior y que ellas les dejan esos trabajos a los hombres, a los cuales ven como niños grandes, para que «hagan algo».

  2. Como parece evidente, las mujeres hemos sido las grandes invisibles de la historia, no obstante, no hay que dejarse llevar por las ilusiones. Me explico, las mujeres en la Prehistoria tenían un papel muy importante en esas sociedades y que para nada era despreciado por ellas. Probablemente acompañaran al hombre en la caza, en aquellos momentos en los que todo el clan debía hacerlo, recolectaban y amamantaban a los niños. Muchas actividades que eran propias del varón, estaban mal vistas socialmente por la comunidad si las realizaban las mujeres, por eso en muchos casos parece «improbable» que una mujer cazara.
    De cualquier forma, me parece interesante darle una vuelta a la presencia de las mujeres en la Prehistoria.

  3. Gracias por su comentario Estefania, pero hasta donde yo sé, las bases científicas no se toman, son. Y la mayoria de las evidencias están avaladas y contrastadas por gente altamente cualificada. Por otra parte, no sé a que se refiere con «convicciones de género». Imagino que se referirá a los estudios de género . Línea investigadora de reputada solvencia en sus conclusiones. La realidad y las evidencias forman parte de nuestro estudio.