Masacre en misa, cuando los Pazzi casi matan a los Médici

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Ahora que el Renacimiento italiano se ha hecho un hueco entre las series gracias a Los Medici, tenemos que tener en cuenta algunas cosas que han sufrido estos nobles y que no tienen precisamente que ver con los maravillosamente buenos que eran (como parece que nos quieren pintar). No vamos a hablar de los fallos históricos de la serie (que haberlos haylos), sino que vamos a contar un episodio muy concreto de su vida (atención seguidores de la serie, spoiler histórico): la Conspiración de los Pazzi.

El Sábado Santo de 1478, Lorenzo de Medici (el emprendedor de la familia, llamado después el Magnífico) y su hermano pequeño Giuliano (el guapo) se preparaban para celebrar una fiesta en una de sus casas de campo (1). Para ese momento, los Pazzi tenían el plan conspiratorio perfecto: envenenar a los hermanos durante la cena y quedarse así con el poder de Florencia.

Los Médici, la familia odiada

¿Pero por qué los Pazzi no querían a los Médici en el poder? ¿Tan grave era que tenían que matarlos, en medio de una fiesta, para más inri? Pongámonos en situación.

Hermanos Medici
Lorenzo (Vasari, 1533-34/Fuente) y Giuliano de Medicci (Botticelli, 1478/Fuente)

Los Médici son la familia noble de Florencia y del Renacimiento por excelencia. Eran banqueros desde finales del siglo XIV; hasta el Papa tenía cuenta con ellos. Financiaron todo tipo de obras en Florencia, como  la cúpula de la catedral. También financiaron a artistas como Botticelli o Miguel Ángel. Querían hacer de la ciudad un foco de arte y humanistas, y que fuera la envidia del resto de Estados italianos era algo que al pueblo le parecía bien. Pero no era así para las familias rivales.

Dentro de este círculo de familias, los que seguramente les odiaban más eran los Pazzi, también banqueros, de la antigua aristocracia florentina.  Sus roces se debían sobre todo a las luchas por el gobierno de la ciudad. (2)

Además de los Pazzi, los Medici tenían enemigos en todas partes, entre ellos el arzobispo de Pisa, que se unió a la conspiración porque Lorenzo había impedido su nombramiento como arzobispo de Florencia en favor de su cuñado. (3) A su vez, los Riario, aliados del Papa, tenían sus diferencias con los Medici por cuestiones territoriales.

Después de esto, podríamos preguntarnos quién se llevaba bien con ellos… Pues probablemente nadie y por eso no querían andarse con tonterías y matarlos directamente.

La idea, como hemos dicho, era matar a los hermanos esa noche, pero Giuliano no asistió porque estaba enfermo. Esto hizo posponer la conspiración hasta el día siguiente en la catedral de Florencia.

Crimen en la catedral

En la misa del domingo de Pascua, cuando la señal de acción fue ejecutada (momento en que el sacerdote levantaba el cáliz en la Eucaristía)(4), los conspiradores, sentados en los primeros bancos, los atacaron sin piedad. Además de ellos, dos sacerdotes fueron contratados como sicarios. Giuliano murió apuñalado en el pecho, aunque después se ensañaron con su cuerpo. Lorenzo logró salir con vida. La gente huía y corría sin control, no sabían qué estaba pasando y si iban a salir o no con vida de allí. Intentaron atrapar a los asesinos, pero estos escaparon entre el bullicio, y Lorenzo se escondió en una de las sacristías.

Conspiración Pazzi
Conspiración de los Pazzi, Stefano Ussi. Fuente

La venganza no se hizo esperar, y esa misma noche muchos de los participantes de la conspiración fueron arrojados por las ventanas, otros fueron ahorcados, como por ejemplo, el arzobispo de Pisa.

Los cuerpos que caían desde las ventanas a las plazas, eran después mutilados por florentinos furiosos. Algunos miembros de la familia Pazzi fueron arrojados al río Arno después de ser decapitados, y los dos sacerdotes, tras esconderse en un monasterio benedictino, fueron llevados al Palacio della Signoria (5). Cuando llegaron, los defensores de los Medici les habían arrancado la nariz y las orejas. Entre los testigos de esta conspiración estaba Leonardo da Vinci.

Bernardo Baroncelli, Leonardo da Vinci (1479). Fuente

Hasta hace unos años, se daba por hecho que la trama se había planeado en Roma (6), pero lo cierto es que los últimos estudios señalan que el verdadero artífice de la conspiración fue Federico de Montefeltro, duque de Urbino. (7) Nadie le denunció y sus contemporáneos nunca supieron de su culpabilidad.

El tiro que salió por la culata a los Pazzi: la fama de los Médici se dispara

Este episodio de la vida florentina ha aparecido en libros, obras de arte y hasta videojuegos. Ahora sólo nos queda por ver qué tal lo hacen en la serie.

Como dice Maquiavelo en sus Historias de Florencia, “la mayoría de las veces pasa que quien organiza estas conjuras acaba mal y quien las sufre obtiene mayor grandeza y honor. Casi siempre (…) aumenta su poder”. (8) Y así es, los Medici han pasado a la historia como una de las dinastías más importantes, muchas veces dando por hecho además que eran todos maravillosos y muy buena gente. Aunque puede que fuera así (no estamos aquí hoy para juzgar su gobierno), este episodio conspiratorio hizo que su fama y prestigio crecieran en Florencia y la Toscana, prueba de ello es que la dinastía duró casi tres siglos más.


Referencias y bibliografía

Referencias

(1) Una fiesta en honor de Rafael Riario, nombrado cardenal con sólo 18 años.

(2) Otro motivo es que, en 1477, Lorenzo promulgó una ley con carácter retroactivo que impedía heredar a las hijas si éstas no tenían hermanos. Cuando murió el padre de Beatrice Borromei, casada con Giovanni de’ Pazzi, esta ley evitó el aumento de patrimonio de los Pazzi.

(3) Cesati, 1999, p. 38.

(4) Ibidem

(5) La Signoria es el consejo de gobierno, que solía estar en manos de una familia.

(6) Con el beneplácito del papa Sixto IV.

(7) González, 20 de febrero de 2004, “Un asesino oculto durante 500 años”, El País. 

(8) Maquiavelo, 2009, p. 17.


Bibliografía

  • Cesati, F., 1999, Los Medici. Historia de una dinastía europea, Mandragora, Florencia.
  • Maquiavelo, N., 2009, La congiura dei Pazzi e l’età di Lorenzo il Magnifico (Libro VIII de Istorie Fiorentine), Nerbini, Florencia. Traducido al italiano moderno por Olga Mugnaini.
  • Martines, L., 2004, La congiura dei Pazzi. Intrighi politici, sangue e vendetta nella Firenze dei Medici, Mondadori, Milán.
  • Poliziano, A., 1856, Congiura de’ Pazzi, Felice Le Monnier, Florencia.
  • Simonetta, M., 2008, The Montefeltro Conspiracy. A Renaissance mistery decoded, Doubleday, Nueva York.
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Eva Vera
Licenciada en Historia y Teoría del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid y la Università di Pisa. Estudiante del Máster en Métodos y técnicas avanzadas en investigación histórica, artística y geográfica de la UNED. No tengo ni fin ni filtro cuando hablo de Renacimiento italiano.

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