Jesucristo, Jesús de Nazaret, el Mesías… La crucifixión de Cristo, para sus seguidores, supone el perdón de todos nuestros pecados… Bueno, eso dicen las Escrituras (1). Pero ser la persona más famosa del mundo genera muchas envidias y los haters ateos no han dudado en cuestionarse hasta su propia existencia (hoy históricamente más que aceptada) (2) o el verdadero motivo por el que fue crucificado. Hoy te revelaremos la verdad sobre la crucifixión de Cristo.
Palestina en el siglo I: la “Tierra Prometida” era una pesadilla…
Jesucristo fue hijo de su tiempo y de su tierra (3). Los judíos del pueblo de Israel tenían grandes aspiraciones. Esperaban la supuesta independencia de los romanos y la instauración del reino de Yahvé, o Dios para los cristianos. Así el patio, ya se había puesto de moda el mesías challenge: tipos que se hacían llamar salvadores del pueblo de Dios e incitaban a la masa a rebelarse contra los romanos, los dueños de turno. Normal, para ser el pueblo elegido, llevaban jodidos y dominados por extranjeros más de 450 años… (4).
En la provincia de Judea, la inestabilidad política y los estallidos de violencia eran “el pan nuestro de cada día” (5). Por su parte, un “amable” Imperio romano y los “reyezuelos” judíos del momento devolvían los favores al “pueblo elegido”: crucifixiones masivas, arrasamientos de pueblos, deportaciones en masa… (6). Muy bonito, el lugar que siempre soñaste para vivir…
Aunque la administración romana sobre Judea era meramente militar, de recaudación de “billeticos” y mantenimiento del orden público; lo importante vamos, no querían entretenerse con estupideces… Lo demás recaía en una rancia clase dirigente local, entre ellos, la casta sacerdotal judía.(7) Hasta se regían por el Derecho Penal judío y Roma solo intervenía en asuntos legales de extrema gravedad.(8)
Con este panorama, aparece Jesús de Nazaret (9), un mesías, en principio uno más (10), que proclama la llegada muy cercana del Reino Celestial (11). Aunque otros habían focalizado su rabia en la dominación extranjera (12) y acabaron muy mal parados, Jesucristo centró su crítica en la corrupta casta sacerdotal (13) del Templo de Dios (14), en Jerusalén (15). El cabecilla, el sumo sacerdote Caifás, será su principal archienemigo e instigador de la trama que acabó con la crucifixión de Cristo.
¡Hemos sido engañados!: la Pasión no duró una semana, sino meses…
Jesús, un humilde judío galileo, de unos 30 años, se había hecho famoso entre la multitud de su pueblo: con una labia que ni Pablo Iglesias, fiel defensor de la ley judía (16), supuesto hacedor de milagros, exorcista y curandero (17)… Y lo mejor de todo: de forma totalmente gratuita; no importaba si eras un sucio leproso o una adúltera prostituta, había Jesucristo para todos. Esto no gustaba mucho a la élite de sacerdotes judía, aliada del poder romano, y que se llenaba los bolsillos gracias a la fe de sus compatriotas y el pedazo de negocio que tenían montado en el Templo de Jerusalén. Jesús los ponía a parir en sus sermones y muy pronto se lo dijo a la cara. Estaba jugando con fuego… Así, desde su base de operaciones al norte, en Galilea, avanzó hacia la sagrada Jerusalén (al sur, en Judea) (18).
¡Llegamos a Tierra Santa! ¡Que comience la Fiesta!
Según los evangelios, Jesús entraba triunfalmente en Jerusalén unos días antes de la Pascua judía… (19) (lo que celebramos el Domingo de Ramos). ¿Sobre una borriquita? ¿No podía haber cogido un potente caballo? Cosas del marketing…. Arranca la Pasión y Crucifixión de Cristo, el acontecimiento más determinante en su vida y lo que vino después, su presunta Resurrección.
Ahora bien, si revisamos todo lo que hizo (20), y aceptamos que un día solo tiene 24 horas… Parece claro que estamos ante una “dramatización” de los evangelistas. Los episodios de la Pasión se produjeron en, al menos, unos seis meses (21). Además, lo malo no es que inventaran cosas (muchas incoherentes y que reflejan los intereses de los autores), sino que el follón va más allá, y entre los evangelistas se contradicen en lo que narran… Ya podían haberse puesto de acuerdo… ¡Luego la Iglesia las pasa canutas para darle forma a todo!
Lo que sí es cierto es que la crucifixión de Cristo se produjo en fechas muy cercanas a la Pascua judía (22). ¡Verás tú cuando se corra la voz y tengamos Seis Meses Santos de vacaciones!
¿Qué pasará? Es un día especial, puede ser mi gran noche: la “purificación del Templo”
Aunque había llegado meses atrás, uno de los hechos que más determinará la crucifixión de Cristo, fue la llamada “Purificación del Templo”, episodio que tuvo lugar próximo a la Pascua, aunque se desconoce la fecha exacta (23).
Durante la fiesta de la Pascua, los judíos celebraban la liberación de la esclavitud que sufrieron en Egipto. Por ello, no se escatimaba en gastos; ¡que no falte aquí ni leche de hormiga! En la ley judía (24), Dios había establecido que todos los judíos debían sacrificar una décima parte del total de su cosecha y ganado (25), claro, como él no pagaba… Además, a poder ser, se peregrinaba hasta el Templo de Jerusalén; ¡para un templo que tenían habría que darle uso!
El problema era llegar a Jerusalén desde donde “Cristo perdió la chancla”, atravesando un estupendo clima desértico, cargado de ofrendas vivas bufando y balando, con los chiquillos en el carromato diciendo que si faltaba mucho… Mucho más cómodo era ir con la cartera llena y comprar las ofrendas en la propia Casa de Dios. Para ello, los sacerdotes habilitaban un patio del interior del Templo (26), donde se instalaban mercaderes de ganados y cambistas para facilitar las transacciones (solo se aceptaba cash judío). Claro está, los sacerdotes se llevarían una comisión por las molestias. No tenían bastante con ser sostenidos “de gorra” por el dinero y las ofrendas del pueblo judío, o del dinero que recibían directamente de ciertos sacrificios (27); el dinero llama al dinero… ¿Quién dijo que la fe fuese barata?
«Purificando» el Templo ¡a golpe de látigo!
Claro, cuando Jesucristo and company vieron semejante aberración en el Templo de Yahvé, se pusieron un poco nerviosos. Se lío la de Dios, nunca mejor dicho. Según la Biblia:
«Estaba cerca la Pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado (28).
Ahora bien, si aceptamos (como está más que demostrado) que algunos de los seguidores de Jesús tenían “objetos punzantes” como espadas (29) y estaban convencidos del uso de la violencia para instaurar el Reino de Dios, (30) sumado a una gran multitud de devotos presentes y a vigilantes romanos haciendo guardia, el resultado sería el siguiente: mercaderes y cambistas agredidos por los followers de Jesucristo, disturbios generalizados, intervención de los romanos y salida en desbandada de los seguidores de Jesús. De no haber “salido por patas” hubieran sido apresados, sin lugar a dudas. (31)
¡Jesús te has pasado de la raya! Camino a la crucifixión de Cristo
Jesús no solo había criticado de “boquilla”, como antaño, a la más rancia élite de los sacerdotes, sino que había atacado el centro más sólido, político-religioso y económico del judaísmo en el lugar y momento más inoportuno para ello (32). Se pegó un all-in contra la corrupción, el poder y el orden establecido. Imagínate lo que te ocurriría si te metes en mitad de una misa papal en la Basílica de San Pedro en el Vaticano y comienzas a tirar los cestillos de las propinas por los aires… ¡Y eso que hoy no matamos a la gente a pedradas!
Las hostias, no de las consagradas, no tardaron en llegar. Poco tardó en ser apresado en el Monte de los Olivos (Getsemaní). Captura que tampoco fue pacífica (33), las propias Escrituras nos muestran al apóstol Pedro sacando su espada y cortándole la oreja a uno de los presentes (34). Jesús acaba capturado y sus discípulos huyen; después de amenazar o atacar a Roma, sabían que no iban a irse de rositas, pero… ¿todos consiguieron huir? ¡No adelantemos futuros spoilers!
La noche es larga, vamos a condenarte sin prisas
En las Escrituras, al pobre Jesús lo marean siendo juzgado a lo largo de toda la noche (víspera de Pascua): casa del sumo sacerdote Caifás, casa de Anás, de Poncio Pilato, de Herodes Antipas, de Poncio Pilato de nuevo… Huele de lejos a clara “dramatización” interesada de los evangelistas… ¡Que pícaros! Partiendo de la base de que el Gran Sanedrín judío (35) tenía prohibido reunirse en víspera de Pascua o por la noche (36), y menos en la casa propia de Caifás (37). Ya puestos a inventar, inventamos toda una noche, víspera de festivo nacional, dando vueltas con un preso… Entonces ¿qué ocurrió?
El verdadero juicio de Jesucristo: más simple de lo que hemos creído
1) Reunión top secret en Casa de Caifás
Poco tiempo después de la entrada en septiembre, no en Pascua, de Jesús en Jerusalén, se celebró una reunión privada en Casa de Caifás, en la que Jesús no estaba presente. Caifás logró convencer a sus compis sacerdotes de que Jesús se estaba ganando a las masas (que lo veían como el posible mesías) y que era peligroso, ya que, aunque él no defendiera explícitamente la violencia contra Roma (38), algunos de sus discípulos estaban armados y eran de clara ideología anti-romana, dispuestos a usar la fuerza (39).
Él tampoco se definió a sí mismo como el Mesías, pero lo era para un pueblo devoto y convencido de la llegada del sucesor del trono de Israel que instauraría el Reino de Dios y los libraría del yugo romano. ¡Se agarraban a un clavo ardiendo! Los sacerdotes creían que la revuelta no tardaría en estallar contra el orden establecido (40). Además de desmontar el negocio de la fe en el que vivían. La sangre ya había corrido hacía menos de 40 años y, después de Jesús, otros mesías protagonizaron otras terribles revueltas, cruelmente reprimidas (41). Creyeron que matar a Jesús era lo mejor para un pueblo revuelto e ignorante y, sobre todo, para ellos.
2) Juicio Judío ¿acusado de blasfemia?
Jesús “purifica” el Templo como Dios manda. Huye y es apresado por la noche, poco después, en el Monte de los Olivos. De día (no mucho tiempo después de la captura) y un día no festivo, se celebró un juicio donde las autoridades judías lo acusaron de delitos políticos: de sedición (rebelión). Todo lo demás (testigos, defensa de Jesús…) es fruto de la imaginación de los evangelistas, nuevamente. Incluso no parece ni que fuese acusado de blasfemia, no había motivos para ello, y las autoridades judías lo llevaron ante Pilato acusado de rebelión contra el orden público (42). De haber sido acusado de blasfemia y condenado a muerte, los propios judíos podrían haberlo lapidado; morir a pedradas literalmente, cosa que sí le ocurrió a san Esteban.
3) Juicio Romano: “Cortar por lo sano”
Por último, es llevado ante el gobernador romano, Poncio Pilato, acusado del delito de rebelión, atentado contra la majestad del emperador y el orden del Imperio romano (43). Es decir, fue acusado y condenado por liderar a las masas, como si creyera de verdad ser un mesías o rey judío, contra la dominación romana. Juicio que, ¿otra vez!, es diferente a lo que nos muestra la Biblia o el cine; sin retóricas preguntas y respuestas, sin presos liberados o “lavamiento de manos” … Más bien fue una vista rápida; Pilato pensó, ante las acusaciones de las autoridades judías, que Jesús podía ser un personaje peligroso, pero no tanto como para desencadenar una rebelión de sus seguidores si lo ejecutaba. Creyó que descabezar el movimiento y cortar por lo sano era lo más fácil (44). Como mucho, le preguntaría que si se declaraba “Rey de los Judíos”.
La crucifixión de Cristo: dolor insoportable en soledad
Fue condenado a morir crucificado, una de las muertes más dolorosas y crueles que existían. Considerada la manera más humillante de morir. Reservada por Roma, únicamente, para: esclavos, extranjeros o los que atentaran contra el orden romano. Era un castigo ejemplar, para enemigos públicos y que servia de escarmiento para todos. Además, en la crucifixión de Cristo había otros dos criminales, siendo muy probable que se trataran de discípulos suyos capturados también en el Monte de los Olivos. Era lógico que existiera semejanza de delitos en las crucifixiones colectivas (45); no tiene sentido pensar en que sus seguidores escaparan como si nada.
Como era práctica habitual, Jesucristo sufrió una dolorosa flagelación previa, con trozos desgarrados de piel a cada latigazo. Cargaría su travesaño horizontal (46) hasta el Gólgota (47); no la cruz entera (ya que sería imposible de transportar por su peso) (48). Antes de ser clavado en la cruz, nada de taparrabos, estarían totalmente desnudos. Muñecas (no manos) y pies se atravesaban por clavos de unos diez centímetros. Moriría lenta y agónicamente por asfixia. Durante la crucifixión de Cristo, el Mesías estaría sólo, no rodeado de sus familiares y discípulos, ya que es absurdo pensar que los verdugos permitiesen lo contrario (49).
Escena de la crucifixión de Cristo de la película «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson (2004). Donde se pueden observar algunos de los errores comentados.
I.N.R.I. Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos
En definitiva, la crucifixión de Cristo se produjo por motivos políticos, no por motivos religiosos. Así lo mostraba el cartel que se clavó en su cruz. Todo el pueblo sería consciente de lo que le ocurriría al que se declarase “Rey de los Judíos” (50). Puede que él nunca se llamara asimismo de esta manera. Aunque así lo observaron muchos de los judíos de su época, convencidos de la eminente llegada del Reino de Dios y la liberación del yugo romano (51).
La corrupta y acomodada casta sacerdotal propició la trama que acabó con la crucifixión de Cristo, ante la amenaza de sus intereses y, supuestamente, temerosa de las posibles represalias del levantamiento del pueblo judío, si seguía ganando seguidores. El episodio del Templo fue clave para entender la magnitud y el peligro que suponía Jesús para el orden establecido.
Jesucristo pretendía renovar la religión judía y le costó la vida. En ningún momento quiso fundar una nueva religión (52), como hicieron otros que no creyeron que fuera otro mesías fracasado (53). No sabemos dónde acabó su cuerpo, pero es indudable que algunos sostenían que resucitó. Y hoy, casi 2000 años después, se ha convertido en el personaje más famoso de la Historia. Y aunque creamos que sabemos mucho sobre él, no sabemos de la misa, ni la mitad.
Te recomiendo que para aclararte y tener los datos claros consultes las cartas (informes) que Poncio Pilatos mandó a Tiberio sobre el tema, mato a Cristo con prisas porque le tenia mucho miedo a pesar de lo que decía su mujer. Porque era el descendiente directo de los Reyes Asmoneos y por lo tanto el autentico Rey de Galilea, de ahí que pusieran la corona de espinas, ya que Tiberio se lo había cedido a Herodes rey ilegal de Galilea y Judea. Y Poncio Pilato lo cuenta todo, como lo mató y se justifica por que pensaba que había matado a un hermano concretamente a Simon y a los 40 día volvió a darle Guerra ……………..
Te agradecería mucho que me facilitaras la fuente histórica que narra toda esa información…
Genial artículo, enhorabuena Rubén, y por la revista.
Felicito al autor de la nota, muy amena y muy interesante. De todos modos, los que creemos en el poder espiritual de Cristo (que representa el Espíritu Crístico que está en todo el Universo) seguiremos creyendo en Él, y trataremos de seguirlo siempre. Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes,República Argentina.
Muchas gracias, Adriana. Nosotros, únicamente, queríamos revelar un poco más, sobre lo poco que sabemos del Jesús de Nazaret como figura histórica. Respetamos las creencias de todos, siempre y cuando, respeten igualmente a los demás.
Saludos desde Andalucía, España.
Lo importante son sus enseñanzas,que producen transformacion en la persona , despierta nuestra conciencia y nos hace mejor persona y seres humanos y cumplio a lo que vino.
Si realmente existió este personaje, lo digo porque no sale en ningún libro de historia. La muerte fue una ejecución de un reo político, no la de un Cristo divino. Después esta ejecución se fue volviendo política porque el ejecutarlo lo hicieron un mártir. Esto fue creciendo hasta formarse una fuerza política. Luego, en el año 325 después de la muerte de Jesús, el Emperador Constantino, llamó a un concilio y transformó a Jesús en un mártir divino, diciendo que era consustancial con Dios, en otras palabras era Dios encarnado que había muerto para la salvación de los hombres. Y luego resucita al tercer día. Todo esto lo hizo imitando la religión Mitraista, que dice lo mismo.
Hola Guillermo… difiero un poco con tu visión. Los evangelios sinópticos fueron redactados en el siglo I y ya plantean parte de la visión de lo que comentas. Y como comentas existen muchas analogías entre el mitraismo y el cristianismo… pero tanto como para establecer que uno se copió del otro… Incluso, se defiende que existieron interferencias entre ambos. Al respecto, te dejo un artículo que elaboré hace unos años.
http://www.temporamagazine.com/feliz-cumpleanos-jesucristo-felicidades-mitra-analogias-entre-el-cristianismo-y-el-mitraismo/
Muchas gracias por tu comentario.